029.
Efectivamente, después de eso, a Jimin le aumentaron muchísimo más sus castigos. Pero no le importó, igual no tenía nada que perder al respecto y no se arrepentía de nada.
De todas forma pasó un mes más en aislamiento, al mismo tiempo que aumentaron su condena a tres años más por haber matado a un recluso. Extrañamente el homicidio dentro de prisión no era sancionado tan grave como fuera de esta.
Además de eso, había entrado en la categoría de "Peligrosos" en la prisión, así se le llamaban específicamente a los reclusos que cometieran actos graves en contra de las normas del lugar, como matar a otro recluso, intentar escaparse, atentar contra la autoridad y mucho más. Estar en esta categoría no eran para siempre, sino hasta un tiempo prolongado en el que recibían un trato distinto a los demás y se diferenciaban entre los reclusos porque tenían que usar un uniforme color negro.
En fin.
Cuando Jimin volvió a la cárcel, se topó con la noticia de que la pandilla de Kang estaba buscando venganza por la muerte de Taemin. Y que la había estado cobrando metiéndose con las personas más cercanas a él: Taehyung y Jungkook. Había comenzado una fuerte rivalidad entre ambos bandos la cual no parecía tener fin. Por dicha ninguno había resultado gravemente lastimado, pero no tardaría mucho tiempo hasta que eso pasara.
Y desgraciadamente pasó un par de días después, Jimin estaba tranquilamente jugando a las cartas junto con Hoseok en una de las mesas de la prisión, mientras charlaban de cosas triviales.
—¿Y cómo fue estar cuatro meses en aislamiento? —pregunta el pelirrojo, tirando una carta— Yo odio estar ahí.
—Pues... —suspira, negando con la cabeza— Es una mierda. Aunque ya después te acostumbras, la única ventaja es que no corres el riesgo de que te maten en cualquier momento.
—Tienes razón.
En silencio, Jungkook llega y se sienta en la mesa, apoyando tiernamente su mentón en el hombro de Jimin y observando sus cartas.
—Tira esa —le susurra, señalando la carta con el mentón.
—¡Hey! —protesta Hoseok— No le ayudes, eso es trampa.
Jungkook bufó.
—Es mi novio, y es mi deber ayudarle a ganar en todo. ¿No es así, rosita? —pregunta, volteando a verlo.
—Claro que sí —responde Jimin, sin apartar la vista de las cartas y con un semblante serio— Pero si vuelves a llamarme así, voy a romperte los dientes, ¿oíste? —advierte, encarándole.
Hoseok suelta una carcajada.
—Ustedes son la pareja más rara que conozco, no entiendo como están juntos si Jimin es la persona más cero afectiva que conozco.
—Mi afecto es confidencial y exclusivo, sólo Jeon puede verlo... —explica Jimin y Jungkook sonríe victorioso.
En ese momento, unas fuertes voces junto con pasos apresurados se escucharon como eco por todo el lugar, logrando captar la atención de los chicos y más porque se trataban de dos reclusos jóvenes que trotaban hacia ellos.
—¿Qué pasa? —pregunta Hoseok cuando llegan y ve sus rostros afligidos.
—E-Es Taehyung... —comienza uno con la voz agitada— Fue apuñalado en los baños.
—¡¿Qué?!
Jimin es el primero en dejar todo y salir corriendo hacia los baños, entrando de un golpe y logrando visualizar la figura de Taehyung apoyado en una pared junto con otros reclusos quienes le ayudaban a mantener la conciencia.
—¡Taehyung! —gritó, tirándose a su lado y observando pasmado la gran mancha de sangre que tenía cerca de las costillas— ¡¿Quién te hizo esto?! —interrogó.
Taehyung tose, frunciendo el ceño por el dolor.
—Fueron ellos... —murmura con la voz ronca y débil.
Jungkook rápidamente llega y se coloca a su lado, mirando impactado el pequeño charco de sangre que comenzaba a formarse alrededor de Taehyung.
—¡J-Joder! ¡Llamen a un funcionario, ahora! —ordena y se quita la camisa del uniforme para ponerla sobre la herida— Resiste, Tae.
Finalmente Hoseok llega con varios funcionarios quienes rápidamente se acercaron a Taehyung y junto con sus amigos le ayudaron a levantarse para llevarle a la enfermería. Sin embargo, Taehyung se desmayó a medio camino por lo que tuvieron que cargarle e irse más rápido. No le permitieron más el paso a Jungkook, Jimin y Hoseok, por lo que tuvieron que quedarse esperando en una celda hasta recibir noticias de Taehyung. Poco después llegaron los demás chicos, mostrándose igual de impactados y preocupados.
Jimin permanecía andando de un lado a otro con los brazos cruzados y la respiración pesada.
—Fueron Kang y su pandilla, quisieron cobrar nuevamente venganza por Taemin...
—Efectivamente, no se iban a quedar de brazos cruzados —dice Namjoon, pensativo— Hemos comenzado otra guerra entre bandos... Y tenemos que ganarla antes de que ataquen a otro de nosotros.
—¡Debimos de haberlo hecho desde hace años! —exclama Jimin, mirándole con rabia— ¡Pero tú nunca me hiciste caso!
—En ese momento no teníamos suficientes excusas para atacar, hasta ahora.
Jimin bufó.
—Siempre han habido razones, cuentas pendientes, un montón de cosas que resolver y nunca hiciste nada... —murmura— ¡¿Pero cuando vienen y casi matan a uno de los nuestros ahora sí quieres hacer algo?!
—¡Bueno, déjame recordarte que esta rivalidad comenzó por tu culpa! —ataca Namjoon.
Seokjin inmediatamente intervino entre ambos, diciéndoles que se calmaran porque así no iban a arreglar nada y que lo hecho, hecho está.
Namjoon asintió, suspirando.
—Lo siento. Lo mejor es que ahora estemos todos unidos, esperemos realmente que Taehyung esté bien.
—Pero debemos hacer algo —habla Jungkook, quien había permanecido observando todo desde una esquina— Ellos intentaron matar a Taehyung, y en cualquier momento vendrán nuevamente por uno de nosotros...
—Ellos irán a por ti.
Todos voltean a ver sorprendidos a Yoongi mientras estaba sentado en la cama.
—¿Qué? —suelta Jeon.
—Está claro como el agua, buscan venganza y claramente no atacarán a todos, sino a las personas más cercanas a Jimin... Primero fue Taehyung, y después será Jungkook...
El rostro de Jimin se desfiguró, sintiendo una extraña y helada sensación recorrer su cuerpo de pies a cabeza. Pues el sólo pensar que le hicieran algo a Jungkook e inclusive, intentaran matarlo al igual que Taehyung, le ponía sumamente nervioso e irritado. Y en ese momento tuvo un único pensamiento: no iba a permitir que le hicieran daño a Jungkook.
—Debemos ponerle fin a esto —sentenció Namjoon— Y para hacerlo, tenemos que acabar con Kang... Así nos dejarán en paz, tenemos que planificarlo bien... Pero por ahora, sean cuidadosos y manténganse atentos a cualquier movimiento. Ellos podrían atacar en cualquier momento.
Todos asintieron, excepto Jimin quien se había quedado observando a la nada en silencio y hundiéndose en sus pensamientos.
——— [ 🖤 ] ———
Una hora después, les indicaron a todos que Taehyung se encontraba a salvo y fuera de peligro. Había recibido una apuñalada en la costilla con claras intenciones de matarlo, pero milagrosamente la herida no llegó a tocar un órgano vital, por lo que iba a poder recuperarse. No fue requerido trasladarlo a un hospital puesto que en la enfermería tenían los recursos necesarios para poder tratarlo correctamente. Así que eso logró tranquilizar un poco a los demás.
Aunque no del todo.
Las rejas de las celdas comenzaban a cerrarse una por una conforme empezaba la hora nocturna. Los reclusos se dirigían a sus respectivas celdas para ir a descansar, poco a poco gobernando el característico silencio de la noche.
Jimin decidió dormir junto con Jungkook en la litera de abajo, ambos cubiertos con la manta y sin aún poder dormirse.
—¿No tienes sueño? —pregunta suavemente el pelirosa.
—Un poco —bosteza, volteando a verle— ¿Y tú?
—No mucho. Pero me dormiré hasta que tú lo hagas...
—¿Por qué?
—Quiero que duermas, yo no tengo sueño... —murmura mientras recuesta su cabeza sobre el pecho del pelinegro y le abraza cariñosamente de la cintura— Estaré abrazado a ti hasta que te duermas.
Jungkook sonrió dulcemente, abrazando también a Jimin y cerrando sus ojos.
—Me encanta cuando eres tierno.
—Lo sé.
—Aunque sigo molesto contigo.
Jimin levanta su cabeza para mirar a Jungkook con una expresión decaída.
—¿En serio? —murmura en voz baja.
—Sí. Aún no puedo creer que lo hicieras... —suspiró— ¿Realmente valió la pena? ¿Dejar que te aumentaran tres años más sólo por venganza?
Jimin tragó saliva, asintiendo lentamente con la cabeza. Y Jungkook bufó.
—Estás loco —suelta, apartando la mirada— Lo supe desde el primer momento en que te conocí pero ahora lo confirmo, te quedaban sólo dos años, Jimin. ¡Sólo dos!
—Está bien, Jeon —intenta calmarlo, acariciando su rostro— ¿Podrías mirarme?
El pelinegro obedece, volteando su rostro hacia el pelirosa para finalmente ambos verse fijamente a los ojos.
—Me da igual... —responde Park con una suave sonrisa— ¿Qué me espera allá afuera? Nada. Yo ya no tengo nada que perder, sólo a ti...
Se miran en silencio. Jungkook finalmente le dedica una cálida sonrisa a Jimin. Sin embargo, el pelirosa deja de sonreír al observar detenidamente el rostro del pelinegro y es cuando levanta una mano para acariciar su mejilla con suavidad.
—¿Puedes prometerme una cosa?
—Dime.
—Pase lo que pase, quiero que me prometas que nunca vas a rendirte y que siempre seguirás adelante.
Jeon frunce el ceño, viéndole confundido.
—¿A qué te refieres? —sonríe nerviosamente— ¿Por qué actúas cómo si estuvieras despidiéndote? Estaremos bien, ya verás.
—Promételo —insiste, viéndole con seriedad.
Entonces Jungkook suspira y asiente con la cabeza, sin tomarle mucha importancia.
—Vale, te lo prometo.
Entonces Jimin se impulsa para darle un suave pero profundo beso en los labios a Jungkook, queriendo transmitirle todo lo que sentía sólo con ese simple y poderoso tacto.
—Te amo... —susurra sobre sus labios casi con voz dolida.
—Yo también te amo —responde el contrario y seguidamente bosteza— Durmamos ahora, estoy cansado.
Seguidamente vuelven a abrazarse y acurrucarse juntos como una pareja, dejando que el sueño les ganara hasta quedarse dormidos.
Pero claramente, Jimin no durmió lo suficiente como fingía que lo estaba haciendo con Jungkook al lado. Habían pasado varias horas, lo más seguro era de madrugada pero aún estaba completamente oscuro. Dehecho, estaba lloviendo con fuerza y relámpagos. Durante la noche habían cambiado de posición por lo que Jungkook se encontraba dándole la espalda mientras roncaba por lo bajo, y Jimin estaba mirando el techo de la celda en espera de lo que suponía que vendría.
Y vaya que su mente y experiencia en estas cosas le funcionó muy bien, porque a los pocos minutos escuchó pisadas silenciosas afuera de su celda. De inmediato se puso en alerta y salió cuidadosamente de la cama, intentando no despertar a Jungkook antes de darle una última mirada.
A continuación se acerca a las rejas con cautela, deteniéndose en seco cuando visualizó la figura de Sesang al frente de su celda y sonriéndole.
—Buenas noches, rosita —saludó en un susurro el chico cuando Park se acercó a la reja— ¿Qué haces despierto?
—No vas a llevártelo —espeta Jimin con el ceño fruncido.
—Claro que sí —sonríe— Y no me importaría matarte si es necesario, así que... ¿Por qué no vuelves a tu cama y salvas tu pellejo?
Jimin suspira.
—Puedo ofrecerte algo mejor.
—¿Qué? ¿Vas a chuparme la polla para salvar a tu novio? —intuye en un tono de burla.
—No.
—¿Entonces qué tienes para ofrecerme?
—A mí.
Inmediatamente Sesang quita su sonrisa, quedándose sorprendido.
—¿Qué?
—Llévame a mí, en vez de a Jungkook —explica con voz monótona— Valgo mucho más y lo sabes, han intentado matarme durante años. ¿Por qué no aprovechar en vez de atacar a los míos?
—¿Acaso es una trampa? No caeré ante tus encantos, rosita.
—No miento —afima en voz baja— Estoy solo, ni siquiera los demás saben que iba a hacer esto... Pero su rivalidad contra mi pandilla empeoró desde que yo llegué... Matarme, hará que todo termine y lo sabes.
Sesang frunce el ceño.
—¿Así que vas a sacrificarte para salvar a Jeon? Vaya... Realmente estás jodido.
—No es tú problema. Yo maté a Taemin, no él. ¿Aceptas o no?
El chico se mostró pensativo, y parecía que estaba a punto de negarse pero inmediatamente Jaesoo aparece a su lado.
—Aceptamos —espeta con una mirada asesina.
Jimin asiente, tocando el botón para abrir la reja y procurando no despertar a Jungkook mientras volvía a cerrarla. Estando afuera, se dió cuenta que parte de la pandilla de Kang estaba allí, esperando. Literalmente esperaban a que Jungkook saliera de la celda en algún momento de la noche para atraparlo y llevárselo. Pero ahora tenían algo mucho mejor, tenían a Park Jimin y claramente ahora cualquier plan contra Jeon era nulo.
Inmediatamente dos hombres agarraron a Jimin por ambos lados de los brazos y lo guiaron hasta el segundo piso. El cuál estaba extremadamente vacío y sin seguridad, era obvio que algo le habían hecho a los guardias para que no estuvieran ahí vigilando.
Lo llevaron a la lavandería.
Las luces del lugar se encendían y apagaban velozmente debido a la electricidad que afectaban los rayos de la tormenta. A Jimin lo tiraron al suelo de forma brusca, pero aún así se levantó de inmediato para notar que estaba completamente rodeado. Todos los rostros le eran familiares. Jaesoo se acercó lentamente y en silencio hasta quedar a centímetros de su cuerpo para de forma improvista darle un golpe en el abdomen.
Jimin gime de dolor, encogiéndose en su lugar pero sin caer al suelo. Entonces otro recluso se acerca a golpearlo pero Jimin encuentra la estabilidad para detenerlo y golpearlo en el rostro, y así intentó pelearse con las personas que se acercaron al mismo tiempo a lastimarlo. Sin embargo, era uno contra cinco, claramente terminaron ganando y dejándole en el suelo mal herido.
Con un hilo de sangre bajar de su boca mientras observaba el duro cemento del piso, volvieron a tomarlo de los hombros hasta dejarlo al frente de unos pies que inmediatamente reconoció al levantar la mirada: Kang.
—Vaya, vaya... —murmura el hombre mientras se agachaba para quedar a su altura y tomarle del mentón— Park Jimin rindiéndose, eso es nuevo...
Jimin le fulmina con la mirada mientras mantiene la respiración pesada y su cuerpo tiembla del dolor, sangre baja de su mejilla y labio inferior, mostrando un aspecto para nada favorable.
—Vete a la mierda —gruñe antes de escupirle en la cara.
Kang cierra sus ojos, pasando una mano por la saliva de Jimin en su mejilla y después mirándole con un semblante furioso. Y como era de esperarse, le propina un golpe en el rostro. Seguidamente le toma con fuerza de la mandíbula para que le mirase a los ojos.
—Escúchame bien, pequeña mierda, te dije que algún día ibas a pagar por todo lo que haz hecho... Y no sabes cuánto voy a disfrutar esto... Es un acto muy conmovedor lo que estás haciendo para salvar a tu novio, lástima que no te vaya a servir de mucho... —sonríe maliciosamente.
Jimin le mira sorprendido e inmediatamente comienza a removerse, aunque se detiene a sí mismo cuando Kang se levanta y le permite mirar una lavadora de carga frontal. Entonces siente su cuerpo quedarse estático y un hilo de terror cruza por su mirada. Pues en la prisión, había muchas formas de matar a alguien, pero una que era bastante efectiva y descabellada, era encerrarte dentro de una lavadora en funcionamiento hasta que mueras ahogado.
—Buen viaje, rosita. Nos vemos en el infierno... —se despide Kang con una sonrisa antes de alejarse completamente.
Al instante los chicos que sostenían a Jimin por los brazos, comenzaron a arrastrarlo hasta la lavadora pero inmediatamente opone resistencia. Jaesoo le da un golpe en el rostro y otro nuevamente en el abdomen para dejarle débil. De todas formas, Jimin se sostiene del borde de la lavadora para que no lograran meterlo.
Pero aún así, no pudo lograrlo.
...
Un fuerte relámpago hace que Jungkook despierte de golpe, llevando una mano a su cabeza y mirando a su derecha. Él esperaba ver a Jimin a su lado, pero grande fue su sorpresa cuando no estaba ahí. Asustado, Jungkook sale de su cama y observa la litera de arriba, sin éxito. No lo pensó dos veces y rápidamente abrió la reja para buscarlo, primero fue a los baños, con la respiración agitada y semblante angustiado, revisó en cada cubículo pero no lo halló.
Recorrió los pasillos, mirando a su alrededor con las manos en la cabeza y sin saber dónde podía estar.
Entonces fue cuando logró divisar a parte de la pandilla de Kang salir de la lavandería en el segundo piso, Jaesoo pareció notarlo y sólo le dedicó una mirada maliciosa antes de irse por completo cada uno a sus celdas.
Y fue suficiente para que Jungkook tuviera un mal presentimiento.
—Joder... —soltó e inmediatamente se echó a correr escaleras abajo, sintiendo una horrible presión en su pecho y con el pulso acelerado.
Se dirigió a la lavandería, abriendo la puerta pero no viendo nada. Miró a su alrededor, todo estaba completamente silencioso y tranquilo. A excepción del ruido de la tormenta y una radio, una radio con música. Jungkook se quedó contemplando esa radio por unos segundos, sin entender nada. Hasta que poco a poco giró su rostro hacia una lavadora que estaba encendida y funcionando. Tuvo un mal presentimiento, el cual le incitó a acercarse lentamente. Cuando estuvo al frente, se agachó para lograr divisar lo que había adentro y cuando reconoció el cabello rosa de Jimin, ahogó un grito y presionó el botón para detener.
Inmediatamente abrió la pequeña puerta de la lavadora, agua y espuma saliendo a chorros junto con parte del cuerpo inconsciente de Jimin. Rápidamente Jungkook lo agarró y lo terminó por sacar con dificultad de la lavadora, dejando su cuerpo empapado en el suelo.
Jungkook contempló anonadado el cuerpo de Jimin, con la respiración pesada y totalmente en shock. Literalmente no podía creer lo que veían sus ojos.
—¿J-Jimin...? —murmuró con la voz ahogada, tocando su rostro helado y completamente pálido— ¿Jimin? —volvió a llamar, sacudiendo su cuerpo para que despertara.
Pero Jimin no lo hacía.
Jungkook presionó dos dedos sobre el cuello de Jimin, buscando su pulso pero no lo sentía. Mierda. No lo sentía. Inmediatamente su respiración se agitó conforme sus ojos se llenaban de lágrimas y negaba incontables veces con la cabeza.
Rápidamente colocó sus manos temblorosas sobre el pecho del pelirosa, comenzando a hacerle un RCP desesperado.
—P-Por favor, Jimin... por favor... —murmuraba con la voz rota y las lágrimas bajando salvajemente sobre sus mejillas— ¡Despierta! —grita, acercándose a sus labios para darle respiración de boca a boca y después continuar presionando su pecho, así sucesivamente— ¡Mierda, no! ¡D-Despierta, por favor! ¡Despierta!
Era inútil. Jimin no reaccionaba a nada, sus ojos permanecían cerrados y sus labios entreabiertos. Luciendo muerto. Pero Jungkook no quería pensar eso, porque era imposible. Jimin no podía morir. No podía.
Sin embargo, terminó por rendirse y romper nuevamente en llanto. Sollozando sobre el cuerpo inerte del pelirosa, arrugando sus ropas con sus manos temblorosas sin dejar de gritar y llorar.
—J-Jimin... —sollozó tomando su rostro con ambas manos y juntando sus frentes— No... No, no, no... Por favor no... por favor... Despierta, amor. ¡Por favor! —suplicó, volviendo a llorar.
En ese momento siente varias manos en su espalda y antes de poder reaccionar ya le estaban jalando hacia atrás, alejándolo del cuerpo de Jimin, rápidamente se dió cuenta que eran funcionarios pero no le importó y comenzó a patalear.
—¡No! ¡Suélteme! —gritó, forcejeando con fuerza entre los agarres de aquellos hombres que intentaban sacarlo y probablemente se habían enterado de todo debido a sus gritos.
Tanto el médico como enfermeros se aproximaron al cuerpo de Jimin, haciéndole una rápida revisión.
—No tiene signos vitales, debemos llevarlo al hospital enseguida.
Fue lo último que Jungkook pudo escuchar porque los funcionarios lo sacaron a duras rastras de la lavandería.
—¡No, por favor no! —gritaba con fuerza, removiéndose como un desquiciado— ¡Déjenme! ¡No puedo dejarlo!
Sin embargo los funcionarios ignoraron completamente sus gritos y forcejeos por no querer alejarse de Jimin. Finalmente lo encerraron por completo en su celda, impidiéndole abrir las rejas y poder salir.
—¡Jimin! —exclama en voz alta, golpeando la puerta y aferrándose a los barrotes de metal— ¡Te mataré, Kang! ¡Juro que voy a matarte, hijo de perra! ¡Me las vas a pagar! —vociferó, sabiendo perfectamente que toda la prisión lograría escucharle.
Pronto el sonido de la ambulancia llegar se escuchó fuera del lugar, y Jungkook sólo pudo apoyar su cabeza entre las rejas sin dejar de sollozar con fuerza de la impotencia más culpabilidad que sentía.
—Por favor, Jimin... —susurró en un hilo de voz— Por favor, despierta...
Pero Jimin nunca despertó.
A esto me refería con intenso, loks. Bueno... No tengo mucho que decir al respecto, sólo que guarden bien las palabras de Jungkook. Y comiencen a extrañar a Jimin.
Gracias y perdón por actualizar tarde, se había caído el Internet unu, chau <3
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