028.
Hace seis años.
Jimin observaba atentamente la nieve caer con suavidad desde la ventana mientras permanecía sentado en el sillón de la sala y bebía en silencio un chocolate caliente. Justo en ese momento, Taemin entra deprisa al departamento, cerrando rápidamente con seguro la puerta y observando como un paranoico a su alrededor.
—¿Taemin? —Jimin inmediatamente deja la taza a un lado y se acerca al contrario quien estaba completamente pálido— ¿Qué sucede? ¿Estás bien?
—No, estoy jodido —responde, alejándose para dejar su mochila en el sillón y llevar ambas manos a su cabeza— Me he metido en un gran aprieto, Jimin.
—¿Qué clase de aprieto?
—Uno muy grande, demasiado grande... Y con grande me refiero a mucho, pero mucho dinero.
Jimin negó con la cabeza, luciendo bastante confundido.
—Pero... pero dijiste que tenías el dinero, ambos lo juntamos y era la suma exacta. ¿Qué ha sucedido?
—Pidieron más...
—Pues entonces les damos más, ¿no?
—¡No es así de fácil, Jimin! —exclama, alterado— Sin dinero, no hay más droga por vender y ya no tenemos nada... ¡Joder! —suelta antes de sentarse en el sillón y cubrir su rostro.
El chico pelirosa le observa mientras muerde su labio inferior con nerviosismo, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas y una presión en su pecho.
—Sabía que esto era mala idea, te lo dije desde un principio... ¡Yo no quería hacerlo!
—Es tarde para arrepentimientos —dice el rubio, moviendo frenéticamente su pierna y con la cabeza gacha— Déjame pensar en una solución...
Jimin suspiró con fuerza, mirando a su alrededor y sintiéndose igual de impotente.
—Si necesitas ayuda, dímelo —murmura con voz insegura— Quiero ayudarte, sólo dime que necesitas...
En ese momento Taemin se queda quieto y levanta su cabeza hacia Jimin, viéndolo ligeramente sorprendido por unos segundos.
—¿En serio? ¿Harías cualquier cosa?
—Sí, lo que sea.
Taemin se levanta del sillón, avanzando lentamente hacia Jimin para después alzar una mano y acariciar su mejilla con delicadeza.
—Ya tengo una solución... —dice mirándole de una forma extraña que Jimin nunca entendió en ese momento— Pero tienes que confiar en mí, ¿de acuerdo?
Jimin asiente varias veces con la cabeza, sin apartar sus brillantes e inocentes ojos de Taemin, quien le mira fijamente por unos segundos más para después suspirar con fuerza.
—Está bien —sentencia, dándose la vuelta y acercándose a su mochila— Eres mayor de edad, ¿cierto?
—Sí, tengo dieciocho. ¿Acaso se te olvidó?
—No, sólo quería confirmarlo —explica antes de sacar de su mochila una bolsa de papel la cual se notaba que traía algo de tamaño mediano adentro junto a una pequeña hoja y seguidamente se acercó al chico— Escúchame con atención, tienes que seguir exactamente todo lo que te diga y te prometo que todo saldrá bien. ¿Vale?
—Vale.
En ese momento Taemin le entrega una hoja a Jimin, la cual traía una dirección y la foto de un hombre.
—¿Qué es esto? —pregunta el pelirosa, frunciendo el ceño y mirando interrogante al rubio.
—Tienes que ir a esa dirección, identificar al hombre de la foto y después... —le pasa la bolsa al contrario quien inmediatamente siente algo duro y pesado dentro de ella— Lo matas.
Jimin reconoce la silueta de un arma dentro de la bolsa e inmediatamente abre sus ojos en sorpresa, negando incontables veces con la cabeza se la regresa por instinto a Taemin pero este se la devuelve y la mantiene entre sus manos.
—No, no, no... —niega Jimin con voz temblorosa, intentando retroceder pero Taemin le tenía agarrado— No, no, no puedo.
—Sí, puedes.
—No, Taemin... P-Por favor, no... Lo que sea menos esto, y-yo nunca-
—Tienes que hacerlo —insiste— Dijiste que harías cualquier cosa, Jimin.
—Sí, p-pero... —niega varias veces con la cabeza mientras sus ojos se llenan de lágrimas— No puedo... Por favor, no, no quiero hacerlo...
Taemin gruñe, molesto.
—Pues tendrás que hacerlo, es la única forma para acabar con todo.
Jimin suena su nariz roja al igual que sus ojos, tragando saliva.
—¿Y tú qué harás?
—Estaré aquí, esperándote. No puedo hacerlo yo porque me conocen, en cambio tú podrás pasar desapercibido y nadie sospechará de ti. Una vez hayas terminado el trabajo, me llamas y yo vendré a por ti. ¿Entendido?
Sin embargo, Jimin vuelve a negar.
—No, no puedo...
Al instante Taemin toma su rostro entre sus manos y le obliga a mirarle fijamente a los ojos para hablarle con voz suave.
—Escucha, todo saldrá bien... Sólo confía en mí... Por favor, necesito que me ayudes en esto...
Jimin muerde su labio inferior con inseguridad.
—¿Seguro que estarás ahí?
—Te lo prometo.
Y Jimin le creyó. Sin saber que ese sería su último día de libertad, sin saber que su vida cambiaría para siempre y totalmente ignorante de que se dirigía hacia una descarada trampa de la cual nunca logró salir.
————————
Tal y como lo prometió, Jungkook no hizo nada contra Taemin.
En realidad toda la pandilla de Namjoon, porque prácticamente se metieron con uno de ellos y eso no les iba a salir barato, pero al igual que Jungkook, se abstuvieron a las palabras de Jimin.
Desde entonces las cosas entre ambas pandillas se mantuvieron tensas, en una inactividad que les ponía los pelos de punta y a estar alertas a todo movimiento del bando enemigo.
Mientras tanto, pasaron tres meses y dos semanas para que finalmente Jimin saliera de aislamiento. Pensaba que iba a durar mucho más tiempo, pero los demás castigos por sus acciones los pagaría al salir, por lo cual no se habría librado del todo. De todas formas, estaba emocionado por volver a ver a sus amigos y especialmente a Jungkook.
Joder, lo extrañaba muchísimo. Quizás el haberse apegado tanto al pelinegro no fue buena idea, porque realmente sufrió más por no tenerlo a su lado que por estar ahí encerrado. Y eso le preocupó mucho, porque a Jimin no le gustaba perder el control y mucho menos de él mismo. Pero cuando se trataba de Jungkook, todo era diferente. Ni siquiera podía describir con palabras lo que sentía.
Y realmente tenía miedo de que Jungkook se hubiese convertido en su única debilidad, porque de ser así, estaría jodido.
Al salir, fue llevado hasta la entrada de su celda donde un funcionario le quitó las esposas para después irse y dejarlo allí. Las puertas de la celda estaba abiertas, logrando visualizar perfectamente a Jungkook sentado con los pies sobre la mesa mientras leía un libro. Jimin sonrió al verlo, sintiendo una gran emoción en su interior la cual acostumbraba a sentir cada vez que lo veía. Jungkook no había notado aún su presencia, por lo que decidió apoyarse sobre el marco de la reja y darle unos pequeños golpes a la pared para llamar su atención.
—Hola, querido.
Inmediatamente Jungkook levantó la cabeza del libro, ampliando su mirada al ver a Jimin y sin dudar dejó todo tirado. Ambos se acercaron rápidamente para abrazar sus cuerpos y unir sus bocas con desesperación. Literalmente gimieron de satisfacción al besarse de nuevo, después de tanto tiempo y deseo acumulado.
Jimin mantenía sus brazos alrededor del cuello de Jungkook, tocando también su cabello y moviendo profundamente sus labios de forma ansiosa. Jungkook le agarraba fuertemente de la espalda, besando y succionando cada centímetro de su boca hasta hacerle perder el aliento. Se mantuvieron por varios minutos besándose intensamente y con extrema necesidad, queriendo reponer el tiempo perdido en el que no pudieron tocarse ni besarse.
Fue hasta que les comenzó a faltar el aire que finalmente rompieron el beso.
—¿Cómo estás? —pregunta jadeante Jungkook tomando el rostro de Jimin entre sus manos para mirarlo fijamente a los ojos— ¿Haz comido bien? Te siento más delgado... ¿Estás enfermo?
Jimin suelta una pequeña risa, mirando a Jungkook con cariño para después acariciar su cabello largo.
—Estoy bien, tranquilo... ¿Qué hay de ti? —susurra observando su rostro, notando al instante un moretón en su mejilla— ¿Qué ha pasado? —le mira con preocupación, tocando la herida.
Jungkook niega con la cabeza y aparta suavemente su mano, restándole importancia.
—Nada, un pequeño problema que tuve con un recluso pero no fue nada.
—¿Qué clase de problema?
—No fue nada, descuida —vuelve a decir, juntando nuevamente sus labios mientras acariciaba su rostro y les movía de posición— Mierda, no sabes cuánto te he extrañado...
Lentamente Jungkook acorrala a Jimin hasta la pared más cercana, bajando sus labios hasta su cuello y comenzar a besarle de forma lenta.
—Yo también... —responde Jimin en medio de jadeos, aferrándose a Jungkook y manteniendo su vista afuera de la celda para notar el momento en que Taemin pasaba por el pasillo. Inmediatamente su mirada se oscurece, y entonces busca los labios de Jungkook para besarlo con necesidad en un intento de distracción mientras por otro lado tanteaba con sus manos los bolsillos de su pareja hasta sentir algo filoso. Sonríe en medio del beso al acertar, Jungkook siempre llevaba esa arma consigo. Entonces succiona más los labios de su novio al mismo tiempo que mete disimuladamente la mano en su bolsillo y saca el arma, guardándola rápidamente en su propio bolsillo. Y es ahí cuando rompe el beso— Pero tendrás que esperar un poco más...
Jimin se aleja completamente de Jungkook, dirigiéndose a la salida.
—¿A dónde vas? —pregunta al instante Jeon, bastante confundido y agitado.
Park se voltea y se encoge de hombros con una sonrisa.
—No he ido a un baño decente en tres meses, volveré enseguida.
Dicho esto, sale de la celda sin molestarse en mirar una vez más a su novio, comenzando a dirigirse a pasos tranquilos hasta el final del pasillo donde se encontraba la celda de Taemin.
Una vez allí, se asomó con disimulo para notar que el rubio se encontraba solo acomodando algunas cosas de un mueble, desde su posición logró distinguir un moretón en su mejilla, de seguro habrá sido Jungkook, sólo esperaba que no hayase roto su promesa. Finalmente decidió entrar.
—Lo lograste.
Taemin alza la mirada e inmediatamente su rostro se torna pálido.
—Jimin... —murmura, sorprendido.
—Lo lograste... —repite el pelirosa, adentrándose a la celda con los brazos cruzados y una suave sonrisa.
—¿De qué hablas? —interroga, confundido.
—Lograste separarme de Jungkook, eso era lo que querías, ¿no?
Taemin alza sus cejas.
—A-Ah... No sé de qué-
—Ay, por favor —interrumpe, volteando los ojos— Deja de verme la cara de idiota, sé perfectamente que le mentiste a todo el mundo para alejarme de él... Bueno, de todas formas no valía tanto la pena si no dudó en traicionarme al delatarme con el director...
Inmediatamente un extraño brillo logra notarse en los ojos del rubio quien sonríe de forma maliciosa y asiente con la cabeza.
—Vaya, tan idiota no eres...
—¿Y por qué lo hiciste? —pregunta el pelirosa, comenzando a acercarse lentamente— ¿Te arrepentiste de haberme dejado y ahora quieres volver conmigo?
—Bueno, la verdad es que nunca te he superado —confiesa, sin inmutarse ante la cercanía del contrario— Sin embargo, las cosas se dieron de otra manera y tuve que tomar decisiones apresuradas...
—¿Decisiones como mandarme a la cárcel? —vuelve a preguntar, viéndole de una forma que hizo al rubio por un momento tener escalofríos.
Taemin traga saliva, comenzando a retroceder pero sin querer mostrarse asustado.
—Pues sí.
Entonces Jimin corta la distancia que tiene con Taemin, invadiendo su espacio personal y mirándole fijamente a los ojos.
—¿Alguna vez me amaste de verdad?
—No... —responde sin chistar, perdiéndose en la cercanía y sin poder apartar sus ojos de los labios contrarios.
Jimin se ríe, acercándose más a la boca de Taemin y colocando sus manos en su pecho.
—¿Sigues pensando que soy incapaz de matar a alguien?
El rubio sonrió, no estando totalmente consciente de las indirectas preguntas que le hacía el pelirosa pues se encontraba demasiado distraído con su presencia.
—Bueno, lindura... déjame recordarte que esa es la principal razón por la cual te arrestaron...
—Oh, cierto... —Jimin colocó sus brazos sobre los hombros de Taemin y dejó que este le tomara por instinto de la cintura— ¿Te gustaría que aquel rumor que inventaste se hiciera realidad?
—Me encanta este nuevo tú —dice el rubio— Antes ni siquiera podías decir la palabra "sexo" sin sonrojarte y ahora eres todo un profesional, ¿no?
El pelirosa se encogió de hombros con una sonrisa traviesa.
—Míralo de la forma que quieras... ¿Tanto deseas follar conmigo?
—Creo que no hay nada que más desee en este momento...
Entonces es cuando Jimin junta sus labios con los de Taemin, comenzando a besarle de forma lenta y precisa al mismo tiempo que lo empujaba hasta caer en el colchón de la litera de abajo, subiéndose sobre su cuerpo y volviendo a besar su boca mientras sentía las manos del chico sobre su trasero. A continuación sus labios bajan hasta el cuello del rubio para dejar besos húmedos, logrando escuchar los jadeos que este soltaba y más porque había comenzado a moverse sobre su erección.
—¿Te cuento un secreto? —susurra en su oído. El contrario atinó a asentir varias veces con la cabeza sin abrir sus ojos— Yo maté al hombre que abusó de mí.
—¿Qué? —suelta, sin embargo no puede concentrarse debido al placer.
—Sí... —murmura sobre su cuello, tanteando su propio bolsillo y sonriendo— ¿Te cuento otro más?
Taemin asiente con la cabeza. Entonces Jimin se acerca más a su oído y dice:
—Prometí que te mataría.
Justo en ese entonces Jimin entierra la cuchilla en el pecho de Taemin, sacándole un grito ahogado y que le mirase con los ojos totalmente abiertos. Jimin mantenía la respiración agitada, su mirada completamente oscura y sin mostrar ninguna emoción. Entonces saca el arma y la vuelve a incrustar con más fuerza, sacándole más sangre.
—Todo esto es tu culpa... —dice entredientes, comenzando a apuñalarlo sin parar— ¡Perdí a mis padres por tu culpa, me violaron por tu culpa, mi futuro universitario se arruinó por tu culpa y me convertí en esto por tu culpa...! —gritó, observando la gran mancha de sangre en el pecho del rubio y como este estaba agonizando a punto de morir— Pero aún así, gracias... —le sonríe— Gracias a ti pude encontrar a alguien mucho mejor, así que gracias por intentar arruinar mi vida... Porque así me permitiste acabar con la tuya...
El corazón de Taemin dejó de latir y Jimin se quedó inmóvil sin dejar de observarlo, cayendo en cuenta que finalmente había muerto. Había matado a Taemin. Y justo en ese momento entran a la celda varios funcionarios a la vez, apuntándole con sus armas.
—¡Las manos arriba! —gritaban. Y Jimin alzó sus manos ensangrentadas como su propia ropa, soltando de paso la cuchilla que tenía.
Rápidamente los funcionarios se acercaron y lo agarraron para sacarlo a rastras de la celda, al salir lo primero que visualizó fue a Jungkook forcejeando con otro funcionario para que lo dejara entrar, sin embargo se detuvo en el momento en que chocaron miradas. Jungkook le observó de pies a cabeza, completamente petrificado y con una expresión de película, tanto así que Jimin no pudo evitar comenzar a reírse.
—¡Oficialmente somos una pareja de asesinos, amor! —exclamó, los funcionarios no tardaron en esposarlo y llevárselo de allí a quién sabe dónde, mientras que a su vez intentaban despejar el lugar.
Desde su posición Jungkook tragó saliva. Y Jimin no quitó la sonrisa de su rostro aún cuando volvieron nuevamente a encerrarlo en aislamiento.
You got me feeling like a psycho, psycho ~
Buenu, Jimin mató a Taemin. Lo cual era demasiado predecible, no entendía a las personas que decían que Jungkook lo haría, gente, obviamente Jimin a como es su personalidad no iba a dejar que alguien le defendiera o vengara, prefería hacerlo por él mismo.
Anyways, prepárense para el siguiente capítulo porque se viene intenso, chau <3
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