020.
—¿Ese es tu plan ahora? ¿Ignorarme?
Espetó firmemente Jungkook hacia Jimin en cuanto entró a su celda. Aquellas palabras iban ligadas a que desde el encuentro en el ascensor, Jimin había evitado cualquier cercanía con Jungkook durante el resto del día. Sin embargo, nunca podría huir totalmente de él si al final del día ambos volvían a la misma celda.
—No te he estado ignorando... —respondió sin mirarle mientras hacía su cama para dormir.
—Por supuesto que lo haces —contradijo, avanzando hacia su posición— Y quiero saber la razón.
Jimin suspiró y le encaró con una mirada seria.
—Lo que pasó en la mañana no puede volver a ocurrir.
—¿Dices que fue un error?
—Exactamente.
Jungkook bufó.
—¿Por qué eres así? —reprochó— ¿Por qué te cierras tanto? ¡Te ofrezco mi ayuda y la rechazas!
—¡No quiero tu ayuda!
Se quedaron mirando en silencio de forma fulminante y tensa, rompiendo poco a poco la paciencia de cada uno. Entonces Park hizo ademán de irse pero Jeon le detuvo fuertemente del brazo, donde le atrajo a su cuerpo y mantuvo sus rostros cerca.
—Escúchame —susurra, intentando calmar las cosas— Dejemos el orgullo de lado y hablemos como personas civilizadas.
—No tenemos nada de hablar.
Jungkook chasqueó la lengua y en un ágil movimiento tomó con ambas manos el rostro de Jimin y juntó sus labios, dándole un suave beso que al principio no fue correspondido. Pero hasta la persona más orgullosa no podía luchar contra sus propios instintos.
—¿Qué nos está pasando? —pregunta el pelinegro en voz baja, juntando sus frentes y manteniendo una respiración calmada.
—No lo sé... —responde el pelirosa de la misma manera— Lo único que sé es que tengo una terribles ganas de golpearte ahora mismo.
Jungkook reprimió una risa.
—¿Por qué?
—Porque eres el único hombre en este puto lugar que me ha movido el suelo. Joder, te detesto. Siento que me haces débil...
—Te equivocas —responde con una sonrisa— Tú me haces más fuerte. En estos meses que he estado a tu lado, me he dado cuenta de que te necesito.
Jimin tragó saliva, mirándole de forma insegura.
—¿De qué manera? Estaremos juntos en esta celda por los próximos cuatro años. No vas a perderme... Aunque quiera alejarme de ti, sé perfectamente que no lo lograría.
—No te quiero de esa manera, joder —suspiró, alejando las manos de su rostro— No sé realmente lo que quiero... Pero sí tengo claro algo, y es que no quiero que sigas en ese estilo de vida...
El pelirosa de inmediato entornó sus ojos, cruzándose de brazos y negando con la cabeza.
—¿Estás celoso? ¿Esa es la raíz de todo?
—En parte sí, en parte no. ¿Por qué no quieres dejarlo? —frunce el ceño— ¿Acaso te gusta hacerlo?
—No —responde de inmediato— Pero no tengo otra alternativa. Y no voy a permitir que gastes dinero en mí, ni mucho menos tener que depender de tí. Yo le debo mucho dinero a Namjoon, no podrías pagarlo... Es estúpido.
—El dinero no es un problema para mí... —confesó, suspirando— No te lo había dicho pero a pesar de que mi padre me haya mandado a la mierda, mi madre no lo hizo del todo. Ella me envía paquetes con dinero para poder sustituir en este lugar, aunque no me habla. En fin, es suficiente para poder pagar tu protección y la mía.
—Jungkook, no —sentenció molesto, dirigiéndose a su cama— Gracias, pero no. Así estoy bien, no tienes que preocuparte por mí.
Jungkook gruñó.
—Joder, Jimin... lo veo en tus ojos, quieres aceptar. ¿Por qué mierda te niegas?
—Yo no quiero deberte nada, Jeon.
—¡No tienes que hacerlo! —exclamó, comenzando a alterarse— No te estoy pidiendo nada a cambio, sólo quiero ayudarte.
Entonces Jimin le encaró, con el ceño fruncido y las manos envueltas en puños.
—No, tú sólo quieres que me acueste contigo y nadie más. Estás actuando de forma posesiva. Y me conoces, sabes perfectamente que no me gusta que me controlen... Por eso no, no aceptaré.
—Estás mal entendiendo todo. Sé que así parece, no puedo evitar sentirme celoso porque realmente te quiero de esa manera... Pero fuera de eso, realmente quiero ayudarte, Jimin... Al menos, piénsalo, ¿vale?
Jimin suspiró.
—Está bien, lo pensaré...
Jeon sonrió y después recordó algo importante.
—¿Entonces en qué quedamos? ¿Somos amigos y ya? —preguntó, quitándose la camisa para comenzar a ponerse la pijama.
Jimin no pudo evitar mirarlo con cierto deseo por unos segundos y rápidamente apartó la mirada, tragando saliva.
—Somos lo que somos, Jeon. Compañeros de celda, nada más. Sin amistad, sin amoríos ni mucho menos follar.
Jungkook asintió, aunque muy en el fondo no estuviera totalmente de acuerdo.
—Bueno, fue lindo mientras duró... —confiesa, revolviendo su cabello negro y avanzando al contrario.
—Sí, realmente lo fue...
—Quizás si dejaras de tener miedo por el pasado estaríamos juntos... —se atreve a decir, tomando su cintura y acercando su rostro.
Pero inmediatamente Jimin aparta esas manos de allí y voltea la mirada.
—Sí, bueno... Es mejor que vayamos a dormir ya.
—Tienes razón.
En silencio cada uno se dirigió a su respectiva cama, apagando las pocas luces que tenían y esperando a que el sueño les venciera. Aunque realmente ninguno de los dos podía dormir.
—Sabes, ahora que he descubierto que no soy del todo heterosexual... —comenzó Jungkook, sabiendo que Jimin estaba despierto y le escucharía—Quizás podría intentar relacionarme con otros presos, ¿qué te parece?
—No creo que mi opinión sea importante... —responde el contrario, suspirando— Es tu vida y lo que hagas con ella es cosa tuya.
—¿No te pondrías celoso si follo con alguien más?
—Me da igual —mintió.
—Vale... —asintió, sonriendo lentamente cuando una idea le llegó a la cabeza— Buenas noches, Jimin.
—Buenas noches, Jungkook.
El siguiente capítulo ya está publicado para que vayan a verlo, es uno muy importante en la historia porque marca un antes y un después de todo.
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