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019.

El trascurso de los días era lento, sin embargo gracias a los talleres los hacían menos tortuosos e insoportables. Como ya llevaba bastante tiempo en la prisión, Jungkook fue removido a un trabajo distinto del invernadero a la biblioteca, cuya extensión era grande y espaciosa. La mayoría del tiempo se encontraba desocupada, pues los reclusos preferían apartar los libros y leerlos en la comodidad de su celda.

Su trabajo consistía en acomodar y organizar los libros por su temática, fecha de publicación y etc. Era entretenido como aburrido a la vez, aunque le favorecía el que no hubiera tantas personas porque no le gustaba mucho sociabilizar.

La única persona con la que hablaba era con Yoongi, quien era el que más visitaba la biblioteca. Aunque bueno, tampoco es que hablasen mucho pues Yoongi no era la persona más amable del mundo, ni mucho menos Jungkook era lo suficientemente paciente como para tolerar sus molestas actitudes. Por lo que en la mayoría de tiempo pasaban discutiendo, su relación no era de las mejores pero se toleraban por ser de la misma pandilla.

Y respecto a Jimin, todo seguía igual pero diferente. Pues los problemas del pasado se habían resuelto, ambos se trataban bien, sin embargo, la extraña relación sexual que habían forjado no seguía dando frutos. Jimin ni siquiera le tocaba o besaba, y tampoco él lo intentaba porque el aura que trasmitía su compañero no le incitaba a hacerlo. Entonces quedaron en un ambiente color gris, donde no había ni blanco, ni negro, sólo gris. El intermedio de ambos. Y eso comenzaba a irritar a Jungkook.

Aunque la gota que colmó el vaso, fue cuando una noche Jungkook se despertó y al darse cuenta que Jimin no estaba en su cama, salió a buscarlo. Sabía que podía ser cualquier cosa, pero desde aquella vez que unos presos se metieron a su celda y lo amenazaron, ya no confiaba tanto en las "salidas nocturnas". Nunca se sabe si pudo haber pasado algo, por lo que no dudó en dirigirse a los baños.

Y bueno, no había ni entrado cuando escuchó gemidos provenientes de allí. Era como un deja vú, aquella vez que encontró a Jimin y Namjoon teniendo sexo en los baños, se estaba repitiendo. Sólo que esta vez era diferente, porque ni siquiera se había dignado a verlos. No era necesario, podía reconocerlos por sus voces. Y en vez de sorprenderse, sintió una extraña sensación de rabia dentro de su ser.

Sabía que Jimin frecuentaba a hacer este tipo de cosas, pero después de haberse acostado con él, muchas veces, Jungkook había llegado a pensar que quizás era algo diferente a los demás. Una excepción. No uno más. Y había olvidado ese pequeño detalle de que él no era el único con el que Jimin se acostaba, y eso... joder, eso despertó algo en su interior que no le gustó para nada.

Finalmente gruñó con rabia antes de darse media vuelta y alejarse de allí.

——— [ 🖤 ] ———

Al día siguiente, Jimin se encontraba tranquilamente en la cocina, ayudando a los demás reclusos con la comida. Ese era su taller, aunque no lo hiciese del todo bien. Por lo que sólo le ponían a remover el contenido de las ollas y mezclar los ingredientes.

—¡Apúrate! —le ordenó el recluso chef principal— ¡Que no tenemos todo el día, rosita!

Jimin bufó, volteando lo ojos.

—Lo estoy intentando, ¿okay? Por cierto, vaya mierda de comida es esta...

—Mira, si tienes algún problema conmigo no te quejes, hazlo con el director —avisó el chef mientras continuaba su labor y continuaba después dándole más órdenes.

Por otro lado, Jungkook ingresaba rápidamente a la cocina de forma improvista y sigilosa. No había podido soportar la agonía de sus pensamientos y tenía que hablar con Jimin. Así que cuando lo localizó, rápidamente se acercó y agarró su muñeca, captando al instante su atención.

—Ven conmigo —le susurró antes de arrastrarlo lejos. Y Jimin algo extrañado, le hizo caso.

—¿Pero a dónde te lo llevas? —reclamó el chef sin entender nada— ¡Tiene trabajo, Jeon!

Sin embargo, Jungkook hizo caso omiso a sus palabras y guió a Jimin hasta el ascensor montacargas que había en la cocina, presionando inmediatamente un botón para abrir las puertas e indicándole a Jimin con la mirada que entrara. Y cuando lo hizo, seguidamente presionó otro botón para retener el ascensor de no moverse. Al instante que las puertas se cerraron, Jungkook tomó el rostro de Jimin y unió sus bocas con desesperación.

—¿Pero qué haces? —cuestionó el pelirosa al separarlos de forma inmediata.

—Lo siento —suspira el pelinegro, negando con la cabeza y pasando una mano por su rostro— Lo siento, pero es que no puedo... no puedo.

—¿Qué sucede? —pregunta con preocupación— ¿No puedes qué?

En ese momento Jeon le miró fijamente a los ojos y resopló con fuerza.

—No soporto que te acuestes con otros hombres, especialmente con Namjoon.

Park le miró completamente sorprendido y confundido.

—¿Qué? Pero-

—Lo sé. Sé que es una locura pero joder, Jimin... Dime que no soy uno más del montón, dime que no soy sólo un pasatiempo y ya.

—Pero, Jungkook... —relamió sus labios, negando con la cabeza y sin saber exactamente que decir— Lo que pasa entre nosotros sólo es sexo, nada más.

La mirada de Jungkook se suavizó lentamente antes de tragar saliva.

—¿Nada más? —repitió, acercándose lentamente conforme el otro retrocedía— ¿Estás seguro de eso?

Jimin pegó su espalda contra la pared del ascensor, suspirando e intentando no dejarse intimidar por la cercanía de Jungkook.

—Jeon, yo... no estoy para estas cosas y lo sabes... Es más, pensaba hablar contigo al respecto. No pienso que debamos seguir con esto, hay que parar...

—¿Por qué? —susurró el contrario, alzando una mano para acariciar su rostro— Creí que la pasabas bien conmigo...

El pelirosa tragó saliva, mirándole fijamente.

—Y así es... pero esto se está saliendo de control. Mira, hasta te has puesto celoso por tonterías.

—¿Me vas a decir que no estoy en mi derecho?

—No lo tienes —espetó— Porque tú y yo no somos nada. ¿O se te ha olvidado?

—No lo olvido —responde, ignorando aquellas palabras hirientes— Pero yo sé que soy diferente porque... soy el único al que besas... ¿Acaso ya no sientes nada por mí?

—Sí, lo hago. Por eso es que prefiero que todo esto se acabe y hagamos como si nada pasó... —sentenció inmediatamente, alejándose y haciendo ademán de presionar el botón para abrir las puertas pero antes de eso, Jeon le detiene del brazo y obliga a mirarle.

Encontrando su mirada asombrada.

—Ahora entiendo todo, tienes miedo... —concluyó Jungkook, sonriendo lentamente— Tienes miedo de enamorarte de mí, ¿no es así?

Jimin le miró igual de sorprendido por un segundo pero inmediatamente cambió su expresión, frunciendo el ceño y zafándose de su agarre.

—Eso no es verdad.

—Claro que lo es.

—Pues no me conoces —se defendió — La verdad es que ya no me interesas, ya no me gustas... ¿Por qué crees que te he evitado estos últimos días? ¿Por qué crees que no hemos vuelto a follar como antes?

Jungkook presionó sus labios, frunciendo el ceño y manteniendo la respiración pesada.

—Intentas herirme, pero sé que mientes —suspira— Déjalo... Deja todo esto, Jimin.

—Sabes que no puedo. No voy a hacerlo y mucho menos sólo porque tú me lo pides.

—Buscaremos la forma de remediarlo, si es por el dinero, yo me hago cargo. No te preocupes por eso, pero no quiero que sigas vendiendo tu cuerpo...

Jimin abrió levemente su boca de la impresión e inmediatamente negó con la cabeza.

—No, no, no, ¿qué estás diciendo? —bufó— Por supuesto que no, no dejaré que hagas eso y ya deja de decir estupideces. Ya basta. Estaremos mejor sólo como amigos, por favor.

—¿Amigos que sienten algo uno por el otro? —murmuró, acercándose nuevamente al pelirosa e invadiendo su espacio personal— ¿No crees que sería una tortura?

—He lidiado con cosas peores...

—¿Por qué te niegas, Jimin? —preguntó, frunciendo levemente el ceño— Me gustas, lo sabes perfectamente. Y me importa una mierda cual sea mi sexualidad ahora mismo, es más, creo que comienzo a enamorarme de ti...

Jimin le miró completamente sorprendido por unos segundos para después tragar saliva y negar con la cabeza.

—No es lo adecuado.

—¿Ah no? —responde Jeon, tomándole de la cintura y acercando sus labios— ¿En serio ya no te gusto? —susurra de forma seductora sobre su boca— ¿Ni un poco?

—Yo... —murmura el pelirosa perdiéndose en la cercanía del pelinegro y sin verse capaz de alejarlo.

Entonces Jungkook le da un casto beso, seguido de otro y otro más. Llevándole a tomar su rostro y ejercer presión sobre sus bocas para comenzar a besarlo de verdad. Jimin en ningún momento se opuso, más bien le correspondió. Jungkook lentamente lo movió hasta chocar su espalda con la pared, comenzando a manosear su cuerpo hasta llegar a su entrepierna. Y Jimin jadeó.

En ese momento se escuchan fuertes golpes en la puerta.

—¡¿Qué ha sucedido?! —cuestiona un funcionario del otro lado, sin poder abrir las puertas.

Jungkook despega sus labios de Jimin para gritarle:

—¡Está atascado! —y volver nuevamente a besarlo con ganas.

—¡Joder! ¿Cuántas veces les he dicho que no suban al montacargas sin un funcionario? —regañó el hombre, alejándose del ascensor e informando por la radio que llamaran al técnico.

Por otro lado, Jungkook y Jimin continuaban besándose, moviendo intensamente sus labios con perfecta sincronía y agilidad. Metiendo de por medios sus manos, las cuales tocaban partes íntimas de sus cuerpos, rostro y cabello, haciendo todo mucho más intenso.

—Espera —pidió Jimin, comenzando a negarse y deteniendo todo— Para, para, para.

—¿Qué pasa? —pregunta Jungkook, completamente excitado y confundido.

—No, no puedo —confiesa el pelirosa, negando con la cabeza— No más.

Jungkook muerde su labio, acariciando suavemente su mejilla y acercándose.

—¿Estás seguro, cariño?

Jimin se le quedó mirando de forma incógnita y en silencio por unos segundos hasta que finalmente pierde la cordura y se impulsa hacia Jungkook para estampar sus bocas con desesperación. Inmediatamente Jeon no puede evitar gemir y corresponderle de la misma manera, ambos moviéndose dentro del ascensor de un lado para otro sin ningún rumbo en específico.

En un ágil movimiento el pelinegro levantó al pelirosa del suelo para cargarlo y empotrarlo con brusquedad contra una pared, sacándole un gemido. Sin esperar más, vuelve a besarle y entre los dos intentan bajarse rápidamente los pantalones, sin despegar más de un segundo sus bocas. Era como si fueran dos imanes que se negaban a separarse y se atraían sin poder evitarlo.

Actuaban como si estuvieran contra tiempo porque en realidad sí lo estaban, por lo que inmediatamente que Jungkook preparó a Jimin, no dudó en levantarle nuevamente por los muslos y penetrarle con fuerza. Park gimió al mismo tiempo que Jeon besaba ansiosamente la piel de su cuello y comenzaba a embestirle de forma ruda.

—¡Ah! ¡Jungkook! —comenzó a gritar, aferrándose a los hombros del pelinegro y sintiéndose sumamente en otro nivel.

Jungkook sostenía con fuerza sus muslos, dándole la perfecta seguridad de que no caería y le follaría hasta el alma. Lo cual se estaba dedicando arduamente a hacer. Jimin literalmente le miró sorprendido pues le estaba embistiendo cada vez más fuerte, queriendo llegar a lo más profundo y haciéndole ver estrellas. Lo sentía hasta posesivo la forma en la que le tomaba, era increíble.

Escucharon ruidos afuera del ascensor, lo que les hizo ir más rápido de lo normal y prácticamente intentar hacerse venir lo más deprisa. Jungkook aumentó la velocidad de sus embestidas, teniendo a Jimin elevando de forma considerable el tono de sus gemidos y sintiéndose al borde del éxtasis.

—Mírame —ordena Jeon sobre sus labios en medio de jadeos— Mírame.

Entonces Park lo hace hace, le mira antes de venirse, ambos rozando sus labios y aferrándose a sus cuerpos cuando el orgasmo les golpeó de forma turbulenta e inesperada. Haciéndoles gemir en sincronía sobre sus propias pieles y logrando que varios ecos resonaran por todo el ascensor, terminando con el sonido de sus respiraciones aceleradas.

Y en cuanto sintieron el ascensor moverse, rápidamente se separaron y comenzaron a arreglarse a la velocidad de un rayo, intentando disimular las manchas en sus topas. Logrando de forma milagrosa que se viesen "decentes" y con las respiraciones pesadas más los labios hinchados cuando el funcionario logró finalmente abrir las puertas.

—¿Están bien? —preguntó el guardia mirándoles con preocupación.

Ambos asintieron fugazmente con la cabeza, actuando como si nada hubiese pasado y entonces el funcionario les dió espacio para salir. Inmediatamente Jimin fue el primero en hacerlo, apartando la mirada mientras se limpiaba la boca y se alejaba rápidamente de allí. Por otro lado Jungkook tragaba saliva e intentaba controlar su alterada respiración cuando el funcionario le dedicó una mirada sospechosa.

—¿Qué estaban haciendo para que el ascensor se quedara atascado? ¿Seguro que están bien? Escuché gritos.

—N-Nada. Lo siento, no volverá a pasar.

—Eso espero. Ahora, ve a trabajar.

Jungkook asintió y soltando un largo suspiro se dispuso a también irse del lugar.

Buenas gente, qué tal les ha tratado la vida? En realidad este capítulo tenía dos partes but como hice maratón la vez pasada, no quería seguirlo. Así que para el sábado hay maratón de dos capítulos, uwu. Creo que lo que pasó en este cap era algo que estaba propenso a suceder, les dije que en algún momento los sentimientos iban a crecer hasta traer problemas, pero quizás no sean tan difíciles de resolver como parecen, sólo es cuestión de que ambas partes estén de acuerdo. Ya verán.

Bueno, chau 🖤

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