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013.

Jungkook salió nuevamente de enfermería, le pidieron completo repuso de su mano permaneciendo en su celda por lo que al entrar dejó rápidamente las pastillas debajo de su almohada y decidió por sentarse en la orilla.

Jimin entró poco después, quedándose sorprendido cuando lo vió de regreso.

—¿Estás bien? —preguntó al instante, acercándose para quedar al frente del chico quien simplemente asintió con la cabeza en silencio— ¿Por qué lo hiciste?

Jeon siguió sin responder, bajando la mirada al suelo y suspirando con fuerza.

—Respóndeme.

—No voy a decirte nada.

Park frunció el ceño y presionó con fuerza sus labios, seguidamente se agachó para quedar a la altura de Jeon e intentar mirarlo a los ojos.

—Hey —murmuró, buscando su mirada— No soy idiota... Sé que estás planeando algo. ¿Qué sucede? ¿Qué es lo que quieres hacer?

—¿Desde cuando te importa mi vida? —atacó el pelinegro con voz tosca, mirándole finalmente y sin ninguna expresión en su rostro.

—Te rompiste la mano a propósito, Jeon. ¿Cómo quieres que reaccione? ¿Esperabas qué lo dejara pasar como si nada? ¡Eso no es normal!

—¿Pero qué dices? Si ignorarme es lo mejor que sabes hacer, ¿por qué no te metes en tus asuntos de mierda y me dejas en paz?

Jimin se enderezó, viéndole de forma fría y completamente molesto.

—Vale, haz lo que quieras —sentenció, dándose la vuelta para salir de la celda y sin decir nada más.

Jungkook resopló con fuerza, llevando su mano sana a su rostro y pensando que realmente era un idiota por haber tratado a Jimin así. Él no tenía la culpa de lo miserable que se había tornado su vida. Pero debía hacerlo, lo menos que quería era que alguien le impidiera sus planes. Por mucho que le dolía las consecuencias.

Sólo podía contar las horas para poder finalmente acabar con todo su sufrimiento.

———

Llegó la noche, pronto sería la hora de dormir y los reclusos comenzaban a ingresar a sus celdas conforme terminaban su jornada laboral. Normalmente solían ducharse después de los talleres por el sudor que tenían, por lo que Jungkook esperó hasta que los baños estuviesen completamente vacíos para poder ir.

Se enteró que esto último comenzaba a suceder cuando notó que la gran mayoría se metían finalmente en sus celdas. Suspirando mientras permanecía acostado en su cama, sacó las pastillas que tenía debajo de su almohada y las guardó en su bolsillo. Seguidamente se levantó de la cama, acción que provocó el movimiento de las pastillas en su pantalón por lo que comenzó a acomodarlas mejor.

Jimin quien estaba en su cama leyendo, miró de reojo lo que Jungkook estaba haciendo, logrando divisar que estaba guardando algo dentro de su bolsillo. Frunció el ceño, pero volvió la vista a su libro, aunque eso no duró mucho pues de pronto el pelinegro se dirigió a la salida y antes de irse se volteó a mirarle. Se quedaron viendo sin ninguna expresión en su rostro, hasta que finalmente Jeon suspiró y abrió las rejas, saliendo de la celda sin decir nada.

El pelirosa no podía estar más confundido. ¿Por qué Jungkook querría salir a estas horas? ¿A dónde iría si pronto sería la hora de dormir y harían recuento? Entonces recordó no volver a meterse en los asuntos del chico, por lo que rápidamente le quitó importancia y continuó leyendo.

Por otro lado, Jungkook avanzaba tranquilamente por el pasillo mientras se dirigía a los baños. Por suerte no había ningún recluso adentro, así que rápidamente se dirigió a un cubículo y se encerró con seguro la puerta. Soltando un largo suspiro, apoyó su espalda en la pared y se dejó caer con lentitud hasta el suelo. Inmediatamente las ganas de llorar amenazaron con atacar su cuerpo, y no las retuvo.

Jeon rompió en llanto, cubriendo su rostro con sus manos e intentando no sollozar tan fuerte.

Ya no quería vivir, su vida ya no valía nada y no quería vivir los próximos diez encerrado en ese infierno del que no podía escapar. No tenía el dinero suficiente para poder pagar su fianza, su familia lo odiaba y tampoco podía cargar con el peso de haberlo perdido todo. Estaba cansado. Estaba harto de todo y sólo quería descansar, sólo quería ser libre. Ya no tenía a nadie en la vida. Estaba terriblemente solo. Todas las personas que alguna vez amó le dieron la espalda, y todo por su culpa. No tenía a nadie más por quien luchar, por quien vivir, ningún objetivo, nada. Le daba igual la muerte, le daba igual a donde iría.

Jungkook sólo quería desaparecer completamente.

Por lo que, en medio del llanto, sacó el tarro de pastillas y depositó en su mano sana unas cinco. Las contempló por unos segundos, pensando fuertemente lo que iba a hacer, pero al parecer no lo pensó demasiado. Pues sin dudar más se las llevó a la boca y las tragó en seco con cierta dificultad. Esperó hasta sentir que bajaban totalmente por su garganta, para después repetir la misma acción con otra cantidad de pastillas y así sucesivamente hasta que no pudo seguir consumiendo más por el dolor inmediato que sintió en su estómago.

—Ahg... —se quejó, llevando una mano a su abdomen y frunciendo el ceño. Inmediatamente sintió ganas de vomitar pero las intentó reprimir lo más que podía. Si vomitaba, el efecto sería en vano. Extrañamente el dolor fue desapareciendo, pero al instante, llegó otro síntoma.

Su respiración comenzó a dificultarse gradualmente, era como si algo comenzara a bloquear su garganta y de paso su conducto nasal, impidiéndole respirar. Sintió pánico, e  intentó levantarse del suelo para poder abrir el pestillo de la puerta pero fue inútil, su cuerpo se debilitó de manera considerable y volvió a caer. Entonces se apoyó nuevamente a la pared, comenzando a respirar por la boca y sintiendo los latidos de su corazón ir cada vez más lento.

Entonces cerró sus ojos, convenciéndose de que estaría bien y pronto todo dolor iba a desaparecer.

Sólo debía esperar un poco más, y finalmente todo acabaría.


——— [ 🖤 ] ———


Jimin suspiró mientras le daba una nueva página a su libro, intentaba concentrarse en su lectura pero le daba cierta inquietud el hecho de que Jungkook se fue hace rato y no había vuelto. Pronto cerrarían las celdas y podrían sancionarlo sino se encuentra a tiempo para el recuento.

Inmediatamente se detuvo así mismo. ¿Por qué se preocupaba por ese idiota? Era estúpido si el chico le había dejado en claro que no lo hiciera.

En ese momento, se escuchó una extraña alarma en todo la prisión, llamando la atención de todos los reclusos:

"Atención, todos los reclusos del módulo 2, tienen que formar en la puerta de sus celdas... Se va a proceder a un registro"

—¿Qué? —susurró para sí mismo, frunciendo el ceño pero de igual forma bufó y rodando sus ojos, bajó de mala gana de su cama para dirigirse hasta la entrada de su celda y alinearse con los demás reclusos.

Miró a su alrededor, notando que todos habían salido y obedecido a las órdenes del gobernante. Sin embargo, no veía a Jungkook en ningún sitio y comenzaba a preocuparle.

¿Dónde mierda estaba?

El gobernante junto con otros seis funcionarios, avanzaron hasta detenerse al inicio del pasillo con semblantes para nada amigables. Nadie entendía que sucedía hasta que el gobernante abrió la boca:

—¡Atención! —exclamó con fuerza— El doctor Hwang informa que ha desaparecido uno de sus medicamentos, quiero que la persona que robó esos medicamentos se entregue, o tendrá consecuencias mucho más graves. Este no es un jardín de juegos, así que espero que me digan la verdad o si no haremos registro en cada una de las celdas. ¿Alguno quiere hablar?

Todos se quedaron completamente en silencio, nadie dijo nada pues nadie sabía nada. Por lo que el gobernante resopló con fuerza y ordenó de inmediato a los funcionarios que comenzaran con el registro. Uno por uno, fueron metiéndose en las celdas y revisando sin ninguna delicadeza todo lo que veían a su paso. Los presos no podían hacer nada, más que quedarse en su posición y esperar que no les encontrasen nada sospechoso.

Jimin cerró sus ojos y suspiró con fuerza, cuando un funcionario se colocó al frente suyo y le miró de forma interrogante.

—¿Dónde está tu compañero?

—No lo sé.

El oficial frunció el ceño, acercándose de forma amenazante hacia el pelirosa.

—Mira, más vale que me digas la verdad ahora o te mando a aislamiento por el tiempo que me dé la puta gana. Te conozco, si le hiciste algo-

—¡No sé dónde está! —espetó furiosamente, con la respiración pesada y reprimiendo las ganas de golpear a aquel sujeto.

El funcionario le dedicó una última mirada antes de alejarse y avisar en su radio que Jeon Jungkook no se encontraba en su celda.

—Me lleva el diablo —maldijo el gobernante e inmediatamente alzó la voz— ¡Búsquenlo, ahora mismo!

Los funcionarios abandonaron las celdas y comenzaron a buscar al recluso. Jimin mordió su labio, sintiéndose inconscientemente mucho más preocupado de lo normal. Entonces comenzó a pensar y a analizar los hechos referentes a Jungkook, recordando cuando le preguntó a Seokjin sobre aquellos analgésicos y después como insistió tanto en tenerlos. Más la fractura que se causó para poder ir al médico, y ahora que unos medicamentos han desaparecido. Sin olvidar su comportamiento aislado y depresivo.

Oh, no.

Y finalmente lo entendió todo.

—Mierda —soltó al instante y sin pensarlo, rompió la fila y comenzó a correr rápidamente hasta las escaleras.

—¡Hey! ¡Park, vuelve ahora mismo!

Inmediatamente los funcionarios intentaron detenerle y comenzaron a seguirle, Jimin terminó por bajar rápidamente las escaleras al primer piso donde se encontraban los establecimientos y corrió sin detenerse por ningún segundo hasta los baños.

Abrió las puertas de un golpe, mirando con desesperación a su alrededor y localizando uno de las puertas del baño cerrada. Corrió hasta la puerta e intentó abrirla pero estaba cerrada con seguro.

—¡Jungkook! —llamó, forcejeando fuertemente y colocándose de puntillas para visualizar del otro lado la figura de alguien en el suelo. Finalmente gruñó y con un fuerte empuje de su hombro, logró romper el seguro de la puerta y poder abrirla.

Jungkook se encontraba apoyado débilmente sobre la pared, con el rostro pálido y labios color púrpura mientras respiraba pausadamente por la boca, manteniendo sus ojos entreabiertos.

—Joder... —Jimin inmediatamente se agachó a su lado y tomó su rostro, sintiendo su piel helada— Jeon, mírame. ¡Reacciona! —gritó, palmeando una de sus mejillas y sintiendo la desesperación dominarle.

Al instante los dos funcionarios que le seguían entraron al lugar y se quedaron completamente sorprendidos ante la escena.

—Mierda —soltó uno de ellos— ¡Encontramos a Jeon! ¡Llamen al médico de inmediato! —avisó por el radio al mismo tiempo que se acercaba— ¡¿Qué ha sucedido?! ¡Aléjate de él! —le ordenó a Jimin, intentarlo agarrarlo pero este se defendió y soltó de un golpe.

—¡Déjame y ve por ayuda! —le pidió con enojo en su mirada.

El oficial se quedó anonadado pero de inmediato captó que tenía razón y salió rápidamente para avisar a los demás, dejando a Jimin con el otro funcionario quien se acercó e intentó ayudar. Sacando a rastras a Jungkook del cubículo y dejándolo en el suelo.

—No podemos hacerle vomitar, es tarde —avisó el funcionario— Consumió opiodes y podría generarle un desgarre gástrico, lo que tenemos que hacer es mantenerlo despierto y respirando mientras llega el médico.

Jimin mordió su labio con fuerza e intentó por todos sus medios hacer reaccionar a Jungkook, tocando incontables veces su rostro y moviéndole desesperadamente.

—Jungkook, por favor... —susurró, intentando que le mirase a los ojos.

Finalmente lo consiguió, Jeon le miró por un momento totalmente confundido y débil.

—De... deja... déjame... —habló con una voz casi inaudible que sólo Park pudo escuchar— Por... por favor...

—¡Y una mierda, Jeon! —contestó el pelirosa con lágrimas en sus ojos— ¡Mírame, joder! —pero el chico no lo hizo— ¡Vamos, no hagas esto! ¿Dónde mierda está el médico?

Cómo si de película se tratase el doctor llegó en ese momento junto con otros funcionarios y el gobernante, de forma inmediata uno de ellos le tomó y lo alejó de Jeon. Rápidamente el doctor se colocó al lado de Jungkook y sacó en su maleta un medicamento para después extraerlo con una aguja. Hecho esto, la introdujo lentamente en el cuello del muchacho.

Jungkook sólo sintió un pinchazo y seguidamente se dejó llevar por aquella fuerza que le obligaba a cerrar sus ojos. Cediendo por completo.

Aclaración ⚠: Veo que muchas personas han comentado lo mismo y vengo a aclarar algunas cosas en palabras de una médica, debido al tipo de medicamento que Jungkook consumió que serían los opiodes en este caso, es IMPOSIBLE inducirlos al vómito ya que esto podría generar un desgarre drástico y provocar una contucion en la pared estomacal, por lo que lo recomendable es centrarse en la respiración, facilitar la ventilación y administrar naloxona. Esa es la razón por la que no puse que Jungkook haya vomitado. 

Bueno gente 🤠 A veces no somos lo suficientemente fuertes como creemos ser y cuando una cruda realidad nos golpea, no sabemos qué hacer. Espero puedan ponerse en el lugar de Jeon y a pesar de los privilegios que ha tenido en su vida, cualquiera podría intentar lo que hizo. 😔 Lastimosamente es algo que pasa mucho en prisión. Les veo el miércoles, chau.

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