𓏲 Capítulo 1
Te iba a dejar por dos semanas.
Empezando el día de tu cumpleaños.
¿Cómo se atrevió?
— ¡Lo siento! Realmente no pude opinar al respecto. — Chaeyoung retrocedió levemente para alejarse de tu ira.
Te quejaste.
La adorable Tzuyu intervino para romper la creciente tensión. — No deberías ser tan dura con Chaeyoung, Mina.
— Sí, sí, Mina. Chaeyoung dijo que no tiene elección. — Dijo Momo después de comer un poco de su pollo frito.
— Por alguna razón, que Momo me defienda no me hace sentir nada segura. — La más baja del grupo hizo un mohín mientras miraba dudosamente a su amiga.
Tus cejas se fruncieron al escuchar el automático quejido de Momo.
— Pero juro que te protegeré.
— Sí, sí...
— Creo que Tzuyu tiene razón, Min-. — Tzuyu no pudo ni terminar su oración cuando la miraste.
— ¡Ahh, Mina! ¡No seas mala con mi Tzuyu!
La mirada fija en tu rostro se suavizó. ¿Acaso tú, Mina, la miembro más amorosa del grupo, miraste con furia a Tzuyu?
La chica de cabellos negros y piel suave como de bebé se veía un poco deprimida por la penetrante mirada que le habías mostrado.
— L-lo siento, Tzuyu. — Tartamudeaste, sintiéndote culpable por hacer sentir mal a la más jóven del grupo.
— Ahora ya sabes con qué tipo de mirada tengo que lidi-
— Nos estamos yendo del tema de nuevo, Chaeyoung. — Interrumpiste y cruzaste tus brazos. Estabas más enojada que desde... la semana pasada. Era difícil no verte alterada con Chaeyoung y Momo juntas. En especial cuando se abrazaban o miraban demasiado.— ¿Desde hace cuánto sabías que te ibas?
— Ehm... ¿Cómo una semana? — Alcanzó a decir Chaeyoung.
— ¿Y no nos dijiste?
— ¡Estaba ocupada! — La chica de cabello teñido de castaño claro gritó impotentemente, despeinando su cabello con frustración.
— ¿Por qué no dejamos a Chaeyoung un momento en paz? — Dijo Dahyun tratando de calmar las cosas.
Hmm...
Decidiste interrogarla un poco más.
— ¿Ocupada con qué exactamente? Incluso te libramos de los ensayos la semana pasada. —Hasta agregaste un tono molesto a esas palabras.
Las demás chicas permanecieron en silencio. Conocían tu lado diva y sabían que no debían intervenir.
— Estaba... haciendo algo. — De repente Chaeyoung se quedó extrañamente en silencio, mirando a nadie más que a ti.
— ¿Haciendo algo...?
— Sí. ¡Pronto lo descubrirás así que deja de insistir! — Frustrada y sin energía, la coreana se dejó caer en la mesa.
Te sentiste triunfante por su derrota pero eso no alivió tu molestia.
Chaeyoung jamás se había perdido ninguno de tus cumpleaños desde que se conocieron.
— Bien. — Dijiste con tono de molestia una vez más y tomaste una lata de soda que tenías enfrente para tomar del líquido vigorizante que vagamente olía bien. Esperando que eso aliviara tu hipertensión. — Te lo recompensaré. Te lo prometo, cielo.
Te atoraste con la Coca-Cola que estabas bebiendo, pues no esperabas que tu amiga se dirigiera así hacia ti. Miraste a Chaeyoung sólo para ver que tenía esa astuta sonrisa.
Oh, no te atrevas a echarme en cara eso Son Chaeyoung...
— Mira lo que hiciste. Derramaste tu refresco. — Tu amiga se rió mientras agarraba unas servilletas. — Déjame limpiarlo por ti, linda.
Chaeyoung estaba limpiando el líquido de tu blusa cuando decidiste darle el golpe final.
Tu mano izquierda golpeó su frente levemente.
— ¡Auch!
Las chicas solo continuaron como si nada hubiera pasado.
[ 🎀 ]
Dos chicas están sentadas espalda contra espalda sobre una alfombra de peluche café. Una de ellas mira un papel con líricas mientras que la otra tararea un ritmo suave. —Siempre me ha gustado escucharte cantar. Haces de cada día nublado uno soleado.
[ 🎀 ]
Pronto, te encontrabas en el aeropuerto a las 5:00 AM en la mañana de tu cumpleaños.
Llamando a los pasajeros del Vuelo 149 de la Aerolínea Coreana. Está próximo a su salida.
— Chaeyoung~.
— Momo unnie.
Las dos chicas se abrazaban, un poco dramáticamente a decir verdad. Demasiado para ti y para la familia Son.
— ¡Voy a extrañarte, honey! — Declaraba la mayor mientras seguía abrazando a Chaeyoung.
— También voy a extrañarte. Recuerda limpiar el cuarto, ¿de acuerdo~?
Casi refunfuñas por su humorístico intento de parecer la compañera de cuarto responsable que nunca ha sido.
— Pero tú nunca lo haces, Chaeyoung, ¿por qué debería limpiar yo? — Se quejó Momo, esperando que la castaña se compadeciera de ella.
— ¡Porque te lo ordeno, Soldado! —Soltó Chaeyoung, obviamente imitando a un Sargento.
Su conversación rápidamente perdía sentido.
Llamando a los pasajeros del Vuelo 149 de la Aerolínea Coreana. Está próximo a su salida.
— Creo que todos deberíamos despedirnos ahora, Mina, pronto abordarán el vuelo. —Finalmente habló Jihyo después que notase tu diversión al ver el show que Chaeyoung y Momo estaban haciendo a medio aeropuerto.
Preferiste ignorar la peculiaridad de Jihyo y asentiste, aceptando su consejo aunque honestamente ni siquiera sabías cómo hacerlo. Nunca antes le has dicho adiós a Chaeyoung, no en serio. Nunca se ha ido por más de una semana.
Te negabas a aceptar que ibas a extrañarla.
— Que tengas buen viaje, Chae — Tzuyu inclinó su cabeza respetuosamente sólo para terminar siendo atrapada por el cuello.
— ¡No finjas que no me extrañarás, Tzuyu! —Chaeyoung acusó falsamente mientras apretaba las mejillas de la menor.
— Chaeyoung, no hagas eso, lastimarás a mi Tzuyu. Además no está completamente despierta a esta hora. — Una vez más, como si estuviera pasando muy seguido; Momo fue hacia Tzuyu para sobar sus mejillas y protegerla del peligro.
Comprobando la declaración de Momo, Tzuyu estaba apenas despierta en términos de funciones mentales ya que aún bostezaba a pesar de ser casi ahorcada. Y el hecho que Tzuyu no se opusiera a que Momo la abrace en un lugar público era prueba suficiente de que Tzuyu aún estaba en el mundo de los sueños.
Reflexionabas sobre Momo que estuviera tan despierta a esa hora. Ella definitivamente no era alguien madrugadora.
Debe ser por Tzuyu... Siempre le ha gustado abrazarla.
— Chaeyoung, ten un buen viaje. — Dijo Jeongyeon, acercándose junto a Jihyo.
La chica más alta le entregó una pequeña bolsa que tenía una cámara digital. — Toma muchas fotos, ¿bien?
Chaeyoung sonrió. — ¡Claro! Por ti, Jeong.
Jihyo parpadeó y luego sonrió. — En realidad es por...
Te dio un vistazo.
¿Eh...?
Llamando a los pasajeros del Vuelo 149 de la Aerolínea Coreana. Está próximo a su salida.
— ¡Oye, Chaeyoung, tenemos que irnos! — Le llamó su padre antes de tomar su maleta y seguir a su esposa.
— Sí, sí...
De repente sentiste la mirada de todos en ti.
— Ehm, Chaeyoung... — Comenzaste, pero con cada segundo que pasaba, encontraste más y más difícil continuar.
— Lo siento, traté de convencerlos. Realmente lo intenté.
La miraste y la viste rascándose incómodamente su mejilla.
No pudiste más que sonreír porque sabías, sólo por ese peculiar gesto, que Chaeyoung lo decía en serio. — Está bien, Chaeyoung.
— No, no lo está. Nunca me he perdido uno. ¡Siento que arruino mi récord!
La miraste desconcertada. —¿Qué récord...?
— ¡Así que, hoy preparé algo para ti!
Claramente, ya no te estaba escuchando. A veces te preguntabas por qué tratas de tener su atención por más de unos segundos.
Chaeyoung abrió su maleta y comenzó a buscar entre los artículos de adentro. Una porción de tu mente estaba alarmada; Chaeyoung tiene la costumbre de sacar cualquier cosa para hacer bromas, pero otra parte de ti tenía curiosidad sobre lo que te había preparado. Ella podía ser muy dulce y considerada cuando quería. Esperemos que trate de ser dulce esta vez.
Viste que Chaeyoung sacó una caja de su maleta.
— Toma. — Te la ofreció sonriendo.
Entrecerraste los ojos por la caja pero la tomaste de todos modos.
— Espero no sea otra broma, Chaeyoung. —Suspiraste.
— No, no lo es. ¿No me tienes un poquito de confianza?
¿Después de todas tus bromas? Tal vez...
— Olvídalo, no contestes eso. — Se despedía y continuaba sonriendo todo el tiempo. —Bueno, ¡Feliz cumpleaños, Minari!
Una tonta sonrisa se marcó en tu cara. Su brillante sonrisa siempre ha tenido ese efecto en ti.
— Gracias, Chaeyoung. Yo-.
Última llamada para los pasajeros del Vuelo 419 de la Aerolínea Coreana. Por favor diríjanse a la zona de abordaje.
El anuncio interrumpió lo que ibas a decir. Comprendiendo que tenía que irse en ese momento, trataste de hablar luego que el anuncio terminó. Sin embargo, rápidamente te encontraste envuelta en un abrazo.
— ¿Chaeyoung...?
— Realmente lamento irme en tu cumpleaños, Minari. Espero que mi regalo pueda compensarlo. — Dijo Chaeyoung. Su voz era suave y totalmente sincera.
Sentiste que tu cara ardía por la forma en que te hablaba. A veces envidiabas lo transparente que era, lo honesta que era con la misma y con las demás.
— Aww, ¿no me abrazarás también? — Bromeó.
— Chaeyoung...
—¡Chaeyoung! — Gritó esta vez su madre.
— Tengo que irme, Mina...
Y con eso, te soltó.
Te quedaste ahí, estupefacta, con tu brazo libre levantada. Estabas a punto de abrazarla también.
— ¡Asegúrate de estar lista a las 7:30 AM, Minari! — Dijo Chaeyoung mientras cerraba su equipaje.
Parpadeaste. Era sábado. Planeabas regresar a dormir cuando llegaras a casa.
— ¿Por qué?
— Voy a llevarte a una cita. — Te guiñó el ojo.
¿Cómo...?
— Lo verás cuando abras mi regalo.
Realmente odiabas cuando tenía ese travieso tono en su voz. Garantizaba que iba a poner en marcha un diabólico plan.
Antes de que pudieras preguntarle, ya se estaba yendo hacia su familia mientras se despedía de ti y del resto de las chicas. —¡Adiós! ¡Nos vemos en dos semanas!
— ¡Adiós!
Decidiste por fin decir algo, así que comenzaste a hablar. —¡Te veré en dos semanas, Chaeyoung, y gracias por el regalo!
Levantó su pulgar y te dio esa maravillosa sonrisa antes que entrara al portal que lo llevó al avión. —¡Sé que lo amarás, Minari!
Bajaste la mirada hacia la caja que tenías en las manos.
Papel con pequeños pingüinos, ¿eh?
[ 🎀 ]
Myoui Mina viendo a través de una cerca de alambre mientras un avión despegaba en el relampagueante cielo. Su cabello ondea hacia el Oeste como una corta cortina de seda. —Hasta que nos volvamos a ver...
••••
N/A: Subiré los demás capítulos más tarde o sino mañana, no les diré mucho así que solo espero que les guste 🎀💗
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