Capítulo 48

Ya solo falta un poco, detenerte sería retrasarte, por lo que sabes que, en el fondo, estás tomando la decisión correcta. Además, esa extraña sensación de que algo te persigue se difumina conforme te alejas. La subida se vuelve más vertical conforme se acercan al exterior del gigantesco cráter, sobrevivir a la explosión y haberse librado de los posibles horrores de la cueva son grandes noticias. Aunque la explosión fue bastante llamativa, tal vez había ahuyentado a los depredadores o los había atraído.

Sabías que la mayoría de los animales de la fosa eran sensibles a la luz y usaban esto para cazar, la luz provocada por la explosión podría ser todo un foco de atención, por lo que alejarse a toda prisa era una prioridad, aun con el calor in crescendo del traje.

—Resiste, ya casi salimos —dice Lambert teniéndote su brazo para sostenerte y apoyarte de él a través de la cornisa—. Dicen que la noche es más oscura antes del amanecer.

—Misión —agrega el Supervisor con su voz formal de siempre—, su traje ha comenzado una etapa de auto-sostenimiento. Está gastando gas en enfriarse. Debe tener mucho cuidado.

"Copiado", piensas. Quizá no es tan buena idea ir gastando energía en enfriarte, pero al cabo de unos minutos ya están fuera.

La lámpara parpadea y te quedas completamente a ciegas un segundo, pero la luz se reincorpora y la visión vuelve. Suspiras. Lo peor que podría pasarte sería que se atrofiaran las baterías y te quedaras sin iluminación, gracias al cielo Lambert está junto a ti, él se mueve vigilante y cuidadoso con el entorno, que es diferente al del interior del cráter, ahora todo lo que tienen a su alrededor es tierra y camino plano. Sus huellas se marcan en la arena conforme avanzan y dejan atrás el hoyo.

Casi inmediatamente afuera lo ves.

Hay un camino, ¿qué? Sí, hay un jodido camino.

Lambert lo ve poco después de ti.

Es un sendero marcado con rocas de lado y lado, las rocas están desnudas. Eso te desconcierta, ¿no se suponía que las cosas viejas bajo el mar eran cubiertas por coral que indicaba su edad? El científico había dicho eso nada más empezar el descenso.

Pero esos muros de roca rectangulares parecían casi intactos, sin mencionar el deterioro, por supuesto. Seguramente siglos antes habían poseído marcas y relieves, ahora no eran más que barras lisas, pero de ninguna manera eran naturales.

El mapa se carga por completo esta vez. Hay un punto azul justo abajo, en el fondo del plano cartesiano y una línea recta de color verde que señalaba hasta las coordenadas del punto de encuentro.

APROX. 1 KM.

Hay una pequeña flecha que señala tu dirección con referencia al punto de encuentro, giras un poco a la izquierda y apunta también a la izquierda en color amarillo, giras un poco más y se vuelve naranja, parpadea. El sistema te avisa si te desvías de las coordenadas. Es una brújula digital. Al fin algo útil.

En sendero no luce tan mal, son unos cinco metros de ancho con buen aspecto a pesar de su edad, excepto por las placas que aún quedan allí, formando el techo unido solamente por hilos de materia orgánica formada por el tiempo, quizá algas. 

—Este es el acceso a la Ciudad Hundida —pronuncia Christopher—. Si Supervisión puede escuchar esto, deben estar felices, a pesar de todo estamos a poco de llegar a La Pirámide. Distingo tres posibles rutas. Podemos atravesar al acceso principal, luce en buen estado, sorprendentemente bueno para la edad que debe tener.

Se lo piensa unos segundos.

—Aunque yo no me fiaría tanto, podemos evitar el acceso y cruzar por el camino de alrededor, hay menos riesgo de que alguna roca nos caiga encima, pero el piso luce más inestable. Es un tiro al azar —Se vuelve hacia ti— ¿Alguna sugerencia?

No hace falta ser especialista para darse una idea de que ir en línea recta es peligroso, pero ir por el sendero también. La espada y la pared.

a) Ir en línea recta supone riesgo de caer en un subnivel. El sendero es una buena alternativa. (Ir al Capítulo 61)

b) Ir en línea recta es posible teniendo mucho cuidado. ¿El sendero? Ni de broma. (Ir al Capítulo 63)