Capítulo 43
Capítulo 43
Hora de salir de la cueva. Sin mirar hacia atrás ni vacilar al respecto de la señal. Si había alguien allí dentro necesitando tu ayuda ya era demasiado tarde.
Sabes lo que viste.
No fue una alucinación ni una ilusión óptica, no fue tu imaginación ni el pánico.
Aquello era una figura caminando hacia ti, una horripilante silueta blanca que caminaba lenta y cuidadosamente en la oscuridad.
Sabes que viene hacia ti.
No necesitas oírle para saberlo, no necesitar sentirle para averiguarlo. Puedes sentir cómo acelera su paso detrás, cómo te pisa los talones.
Así que empiezas a correr.
Todas las alarmas vitales del traje saltan debajo del monitor del casco.
RESPIRACIÓN AGITADA
RITMO CARDÍACO ACELERADO
No me digas, piensas. Todos los niveles del traje se aceleran y estás consumiendo más oxígeno de lo normal.
SEÑAL EXTERNA DETECTADA
SEÑAL EXTERNA DETECTADA
CONTROL DE PROXIMIDAD ACTIVADO
Esa cosa viene hacia ti. La luz de la linterna se sacude y el haz de su luz se mueve frenético de un lado a otro y desdibuja todo a tu alrededor, no puedes ver el camino con claridad. La fuerza de tus botas levanta la arena que se había asentado en el fondo de la cueva y esta comienza a flotar nublando la vista.
Estás casi a ciegas... Estás actuando contra el instinto de auto-conservación, sabes que alguien o algo, está persiguiéndote, sabes que te está alcanzando, pero necesitas parar.
Tu cuerpo grita que sigas adelante, pero el raciocinio es más poderoso esta vez y te detienes para evitar quedarte a ciegas con la arena desatada por tus propios pasos.
Esperas a correr un tramo más para frenar por completo la marcha.
A pesar de la tecnología de alto sumergimiento del traje, la gravedad sigue siendo muy diferente a como sería en la superficie y sientes que el impulso te sobrepasa, el empujón de tu propia fuerza acumulada llevándote hacia delante contra tu voluntad, pero consigues agarrarte con fuerza de un costado y evitar lo que seguramente sería una caída letal.
La alarma del casco sigue parpadeando como loca:
RITMO CARDÍACO ACELERADO.
No sabes cómo apagarla, no importa.
Te giras en todas direcciones y no encuentras nada, pero ¿qué ha pasado? ¿a dónde se ha ido esa cosa?
Maldices, no se ve nada.
Nada a la izquierda, ni a la derecha. Nada detrás.
Y lo peor de todo, nada por delante.
Haces cálculos, ¿cuánto avanzaste antes de ver aquella cosa? Mierda, ya deberías estar casi afuera pero... ¿y la salida?
¡El mapa! Eso es.
La interferencia hace una mala jugada, las paredes representan una barrera contra la imagen previamente generada pero al final consiguen distinguirse el punto de encuentro, justo en dirección hacia... la pared. Pero sí... ya deberías estar afuera.
No, es imposible, todo era en línea recta, no hay forma de que te desviaras, la cueva era uniforme, aunque las sombras podían hacer jugadas extrañas con la roca y la oscuridad.
O quizá solo estás en un error y todavía falta un poco, solo debes seguir adelante, seguro, unos metros más y afuera. Asunto resuelto.
Pero si no es así... te estarías alejando todavía más de la salida. Y ni hablar de lo que sea que te estaba persiguiendo, por el momento no hay ni rastro de su presencia pero volver por donde venía es un riesgo de volverte a encontrar con él, aunque es solo una posibilidad, comparado con perderse dentro de una cueva.
Quizá entrar a una cavidad submarina no era tan buena idea después de todo, pero vale, lo mejor es mantenerse con actitud positiva, respirar y decidir.
Miras en derredor y compruebas lo que ya sabes, tienes camino por delante y por detrás, uno de esos dos lleva a la salida, eso es seguro.
Aunque tal vez solo has tenido un mal cálculo, todo indica que te has perdido.
Tienes dos opciones.
a) Sigues adelante con esperanza de que la salida esté en esa dirección (Capítulo 66)
b) Retrocedes en busca del camino por el que has venido para reestablecer tu ruta (Ir al Capítulo 50)
Hola mi apreciable lector o lectora, estoy tan feliz de que estés aquí, enhorabuena, si has llegado a este punto significa que ya sorteaste los peligros iniciales, los peligros más allá de tu control, ahora las cosas dependerán enteramente del camino que vayas formando a lo largo del juego.
Te lo advierto, cada decisión que tomas en el Nivel 3, te lleva a un destino completamente distinto de la otra.
Muchas gracias por leer mi historia y felices fiestas, ¡nos leemos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro