Capítulo 36

Niegas.

No quieres que Christopher manipule tu casco ni tenga acceso a los sistemas del traje.

Conoces tus razones, y agradeces que la falla de tu sistema de comunicación te ahorre la necesidad de darle explicaciones.

—Está bien. Ahora la prioridad es movernos, ¿no?

Christopher te ofrece un punto de apoyo para incorporarte.

—Debemos movernos ahora. —musitas para ti.

—Esta cueva puede servirnos como un atajo para llegar al punto de encuentro, son una especie de pasadizos. Cuando esto todavía no se hundía fue alguna clase de camino dentro de una montaña o yo qué sé. El experto en eso era el profesor Harding pero debe estar muerto. —Extiende su brazo dentro de la mochila y te muestra algo.

Es una pequeña cápsula tubular de metal con un prisma triangular debajo que permite sostenerla, tiene varios puntos pequeños de color naranja que la hacen parecer una fruta robótica con semillas.

—Esta es la razón por la que volvía al Explorer cuando te encontré, antes de la explosión.

¿Qué es eso?

Lo levanta frente a ti y pareces recordar haber visto uno idéntico dentro del otro Explorer, en el que chocaste.

—Es el escáner primitivo del Explorer —dice—. Su función es diagramar obstáculos y el ambiente en la pantalla del submarino para tener una idea tridimensional del recorrido en un perímetro amplio. Y tiene la facilidad de poder ser adaptado a la computadora del traje. Así que estaba sintonizando su señal a la mía para usarlo cuando ocurrió el destello.

Manipula el aparato con cuidado, sabe que dañarlo podría ser riesgoso.

Una parte de ti te dice que están perdiendo el tiempo, pero antes de que siquiera pudieras manifestarlo, su voz te interrumpe.

—El doctor Ido piensa en todo. A él se le ocurrió darle esta especie de "conexión Bluetooth" a los trajes. La idea original era usar radio pero... lo tengo. Está conectado. Hora de encenderlo.

Gira la articulación triangular del escáner y salen varias burbujas por los orificios anaranjados como si cobrara vida. Varios hilos de luz láser emergen y se deslizan cual flash por todos los recovecos de la cueva. El piloto Lambert se queda absorto en los diagramas que aparecen dentro de su casco unos segundos que te parecen eternos.

—Sígueme. —Ordena Christopher tomándote del brazo—. Podemos salir más rápido del cráter por esa ruta, —señala directo al fondo de la cueva con su brazo—. Date prisa, cada mililitro de oxígeno es vital.

a) Confías en Lambert y prefieres acompañarlo en su nueva ruta. (Ir al capítulo 46)

b) No confías en Lambert y prefieres salir de la cueva a la ruta original. (Ir al capítulo 45)