Capítulo 23

—Misión. La zona está limpia, sea lo que sea ha decidido irse.

Izquierda. Nada. Derecha. Nada.

Tu visibilidad dentro del Explorer es casi nula, la arena sigue removiéndose con lentitud alrededor de la sombría cabina de mando del submarino.

El sudor frío te llega a las puntas de los dedos, y una gota se derrama en silencio mientras dejas que los segundos pasen y la oscuridad te consuma.

A tus recuerdos vienen los centenares de afilados dientes de la criatura monstruosa que habita el abismo y debe estar sedienta de tu sangre.

¿Pudo ser ella la que devoró al resto de la tripulación muerta que está contigo?

Quizá, el rostro sin carne del copiloto parece respaldar la idea. El pensar que puedes terminar así te revuelve el estómago, aunque tienes el casco y respiras oxígeno puro, lo cual de por sí marea, puedes imaginar el olor putrefacto que despiden los cadáveres, más ahora que los han sacudido.

Pero no se los comió... joder.

Te acomodas despacio, no quieres mover ni un músculo para atraer a la criatura.

Quizá salir ahora sea buena opción, después de todo las alternativas muchas no son, y tu vida sigue en riesgo a cada segundo, todo lo que escuchas es el constante crujido del metal, y el zumbido de la maquinaria dañada. El monitor del piloto está chispeando por toda la cabina y la lluvia de chispas te cae en los pies.

Una masa negra pasa alrededor del Explorer como una serpiente reptando alrededor, y puedes ver decenas de ventosas adherirse al extremo inferior de la cabina de mando, pero es como si fuera transparente.

Algo se sacude debajo y pierdes el centro de gravedad. El Explorer se tambalea como un barco hundiéndose y te revuelcas dentro de él, un cable de alta tensión se te enreda en el brazo y te inmoviliza.

Te estrellas el casco contra algo y el agua entra a la velocidad del sonido directo a tu cabeza, tu cráneo se quiebra igual a una sandía y se mezcla en el caldo de tus sesos, en cosa de un segundo.

Por la grita del traje, se observa una masa de carne y hueso emerger como tentáculos envueltos en una nube submarina de sangre.

Has muerto.

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