- Por cierto, hay algo que tengo que decirte, Airi.

- ¿En serio? Tenías muchas cosas ocultas por lo que veo.

Ya me sorprendió con lo del Consejo Estudiantil, y ahora dice que tiene algo más.

¿Qué será? Espero que sea algo sin mucha importancia, aunque por su expresión, parece que será algo serio.

- Verás, Yukino ya no está entre nosotros, eso significa que el puesto que ocuparía sigue libre, así que te recomendé para ocupar dicho puesto.

Tras una breve pausa continúo.

- Le hablé a Kobayashi un poco sobre ti. Dijo que tienes posibilidades, debes acercarte a la sala del Consejo Estudiantil antes de que finalice el tercer semestre.

... Me dejó sin palabras, esto es una locura, yo no tengo lo necesario para ser un miembro del Consejo Estudiantil.

Detuve mis pasos al instante. Shido, tras percatarse de que me detuve, se dio la vuelta y me observó fijamente.

- ¿Por qué le hablaste a Kobayashi-senpai sobre mí? Suzuki-san habría sido una mejor opción, yo no soy la adecuada para tomar ese papel. - Le dije mientras tenía la mirada fija en el suelo.

- Eso no es verdad, Airi. Con el pasar del tiempo has mejorado, actualmente tienes las capacidades necesarias.

- Eso opinas tú, pero los del Consejo Estudiantil seguramente pensarán de manera distinta. No me aceptarán, eso es lo que siento.

En ese momento, Shido se acercó a mí. Colocó su mano derecha en mi barbilla y levantó mi cabeza con delicadeza.

Estamos muy cerca, su mirada está atravesando mis ojos.

- Deberías confiar más en ti, Airi. Deja de menospreciarte, eres más capaz de lo que piensas. Soy consiente de tus habilidades, por eso decidí recomendarte.

Shido movió su mano y la dirigió hacia mi cabeza.

Empezó a deslizar la por mi cabello suavemente, como si de un gato se tratase.

- Yo creo en ti, sé que puedes hacerlo. ¿Qué me dices? ¿Lo intentarás?

¿Y este gesto tan de repente? Mou.

Dí dos pasos hacia atrás para liberarme de esa situación tan vergonzosa.

- ... Está bien, lo intentaré, mañana iré a la sala del Consejo Estudiantil. - Dije mientras ocultaba mi rostro.

Seguramente estoy roja como un tomate, no quiero que me vea así.

- Bien, eso era todo lo que tenía que decirte, sigamos caminando. - Dijo Shido y reanudó sus pasos.

Me atrapó con la guardia baja, nunca pensé que haría algo así, mis emociones están descontroladas.

¿Ahora qué? No creo poder expresarme bien en este estado. Mou, no importa, se lo diré de una vez.

- Shido, espera un momento. Tengo que decirte algo importante, quiero continuar con la conversación que dejamos pendiente aquella noche.

El teléfono de Shido empezó a sonar.

- Lo siento, Airi. ¿Puedo contestar?

- ... Claro, no hay problema.

Shido se alejó un par de metros de mí para poder hablar cómodamente.

Que momento más inoportuno. ¿La vida se está burlando de mí?

No, debo detener esos pensamientos, solo fue una mala coincidencia, nada más.

Tengo que ver el lado positivo, puedo aprovechar para tomar un poco de aire y calmarme, estoy muy tensa.

Pasarón un par de minutos, Shido guardó su teléfono y se acercó a mí rápidamente.

Bien, logré tranquilizarme por completo, ahora estoy en una condición óptima.

- Iré directo al grano, Shido tú-

- Lo siento, Airi, tengo que ir a un lugar lo más rápido posible. Seguiremos con está conversación luego, sigue sin mí.

- Espera, ¿a dónde vas con tanta prisa? ¿Sucedió algo? - Le pregunté.

- Te contaré luego, ahora no tengo tiempo que perder. - Me respondió y salió corriendo a una gran velocidad.

Tras unos segundos, lo perdí de vista. Esto no puede ser, ¿habrá ocurrido algo grave? Debí haberlo seguido.

Mou, no pude decirle nada. Este no ha sido mi mejor día, de eso estoy segura.

...

Corro a gran velocidad, tengo que llegar. Darle mi número de teléfono fue buena idea, pero no me imaginé que Haruto atacaría a Miyamoto.

Hace unos minutos...

- Nakamura-kun, ayudame, este chico me tiene acorralada, no puedo escapar.

- ¿Dónde estás? Iré enseguida.

- Estoy cerca de la preparatoria, dijo que tienes quince minutos para venir.

- ¿Sabes quién es?

- No lo conozco, pero dijo que se llama Haruto y que tiene asuntos que arreglar contigo. Por eso me tomo como rehén.

Haruto, esto es malo.

- Ya voy para-

La llamada se cortó, tengo que darme prisa.

Actualidad...

Su voz en la llamada, sonaba aterrorizada.

Que Haruto pasará todo este tiempo sin hacer algún movimiento me pareció extraño.

Aunque puede ser debido a Kobayashi, ella debió limitar sus movimientos hasta cierto punto.

Pero ahora encontró una oportunidad, realizó su jugada y ahora quiere arreglar cuentas conmigo.

No tengo todas mis energías, pero lo enfrentare y haré que libere a Miyamoto.

Dijo que están cerca de la preparatoria, pero no fue específica, tendré que buscar por los alrededores.

Tienen que estar por aquí cerca. Observa todo, piensa el los lugares posibles dónde podrían estar.

No veo a nadie, estas calles se quedan desiertas durante estás horas de la tarde. Todos se han ido.

- Oh, tardaste menos de lo que esperaba en llegar, Shido Nakamura.

Un chico apareció por mi espalda y me sujetó con ambos brazos para evitar que me mueva.

Su cabello y ojos son morados.

- ¿Quién eres tú? Está es la primera vez que nos vemos, ¿estás con Haruto en este asunto? - Dije mientras intentaba liberarme de su agarre.

No sé quién sea este chico, pero su fuerza es innegable.

- Veo que no me conoces, sin embargo, yo te conozco muy bien a ti. Has estado proponiendo estudiantes de tu misma clase para que sean miembros del Consejo Estudiantil, así que te pregunto, ¿quién te crees para hacer eso? - Continúo.

- Solo eres un estudiante del montón en está preparatoria, estoy seguro que te sientes en la cima, pero la realidad es distinta.

- La presidenta Kobayashi a cedido y ha tenido en cuenta tus caprichos, pero yo como un honorable miembro del Consejo Estudiantil no lo pienso tolerar.

Vaya, así que es un miembro del Consejo Estudiantil, ¿eh? Eso explica porque sabe tanto.

- Ya veo, mediante Kobayashi te enteraste de mi relación con Haruto y armaste todo esto para atraerme hasta aquí, ¿verdad?

- Así es, fue fácil lograrlo, solo amenace un poco a tu amiga he hice que te llamará para atraerte. Te bajaré esos humos con mis propias manos.

- Entiendo. ¿Y dónde está Miyamoto?

- La dejé ir, ya había cumplido con su papel, así que no tenía motivos para retenerla.

La liberó, ¿eh? Eso viene bien para mí, podré pelear sin preocupaciones.

- Debo admitir que hiciste una buena jugada... Sin embargo, no creas que todo saldrá como lo tienes planeado.

Aplico fuerza en mis piernas y empiezo a balancear me de un lado a otro.

Luego, con un rápido movimiento de mi brazo derecho, golpeó con fuerza su hombro.

Debido al golpe, su agarre perdió fuerza, así que aproveche la oportunidad y logré liberarme.

No perdí el tiempo y lance una patada con mi pierna izquierda para obligarlo a retroceder.

Él la esquiva sin problema y toma distancia.

- Oh, lograste liberarte de mi agarre. Para ser de primer año, no lo haces mal.

- Ahórrate los elogios. Que un miembro del Consejo Estudiantil recurra a la violencia es algo irracional, ¿no crees? - Le dije mientras adoptaba una postura defensiva.

- Tienes razón, pero no me importa que sea irracional, a los estudiantes que se creen lo mejor hay que darles un golpe de realidad. Tus acciones han escupido en la figura del Consejo Estudiantil, ahora pagarás el precio por ello.

Este chico no tiene intenciones de retroceder, ¿eh?

Viéndolo desde su punto de vista, soy un don nadie que se ha pasado de listo y que se está aprovechando de lo flexible que es Kobayashi.

No está del todo equivocado, ya me había planteado la posibilidad de que mis acciones podrían generar alguna clase de problema con los miembros del Consejo Estudiantil.

Pero no creí que llegaría a este extremo, parece que idolatra al Consejo Estudiantil de manera irracional.

No, no idolatra al Consejo en si, sino a su presidenta, Hana Kobayashi.

Alguien que apareció de la nada no tiene derecho a generar una gran influencia en las acciones de Kobayashi.

Eso algo que no puede permitir, ¿eh?

- Basta de charla. Espero que estés listo para el segundo asalto. - Dijo con una mirada aguda.

Se acercó a mí rápidamente y me dirigió una ráfaga de golpes consecutivos.

Es rápido, su velocidad es superior a la de Haruto.

- ¿Qué ocurre? ¿No puedes hacer nada más que bloquear?

Tiene una sonrisa en el rostro, se nota que está disfrutando esto.

Es increíble que alguien así forme parte del Consejo Estudiantil.

Aunque teniendo en cuenta que Kobayashi le ofreció un puesto a Haruto, no es de extrañar.

Dejando eso de lado, si me mantengo a la defensiva no podré ganar.

Sujeto su mano izquierda con fuerza, sin embargo, se liberó de mi agarre rápidamente y siguió atacando sin dejar una abertura en su defensa.

Esto será más complicado que mi pelea con Haruto. Decidí tomar distancia y me aleje cuando encontré la oportunidad.

Mis brazos y manos están entumecidos, pero aún puedo moverlos.

- ¿Eso es todo? Esperaba más de ti, ¿qué pasó con la fuerza que me demostraste al inicio? Es una lástima, quería divertirme un poco más. Acabaré con esto de una vez, espero que hayas aprendido la lección.

Estoy en clara desventaja, su fuerza y velocidad son abrumadoras, además, tiene mucha energía para continuar.

En el examen de excelencia gaste gran parte de mis energías, sumado a eso, acabo de correr hasta aquí a toda velocidad.

El viento no sopla a mi favor, ¿eh? Perderé si la pelea se alarga, tengo que encontrar una forma de atravesar su defensa y contrarrestar sus ataques.

- ¿Acabarás con esto? Lo siento, no pienso caer tan fácilmente. - Dije mientras lo miraba fijamente a los ojos.

- Oh, veo que no has perdido la motivación. Me gusta esa mirada, pero la borraré de tu rostro.

Se lanzó nuevamente hacia mí sin dudarlo. Realiza hábiles movimiento a una gran velocidad.

Sus golpes son contundentes, una persona sin ningún entrenamiento habría caído con su primer ataque.

Debo usar toda la fuerza que me queda, si cometo un solo error en mis movimientos... todo acabará.

El chico lanza su brazo derecho con fuerza hacia mí. No debo bloquearlo, lo atravesare.

Su brazo rozó mi cuello. Empuñe mi mano derecha y la lancé con fuerza hacia su estómago.

- ¡Huh! - Ese ruido salió de su boca.

Tras unos segundos, empezó a alejarse mientras se quejaba por el dolor.

Colocó sus brazos en su estómago y lo abrazó. En ese momento, cayó al suelo.

Logré lo que buscaba, hice que perdiera el aire.

- Desgraciado... lograste atravesar mi defensa en un breve instante. - Dijo entre jadeos.

El golpe no fue definitivo, solo debe recuperar el aliento y podrá continuar.

No tardará mucho en recuperarse, tengo que darme prisa.

Me acercó a él rápidamente y lanzó con fuerza mi pierna izquierda... pero fue bloqueada en secó.

Tras eso, el chico reacciono rápidamente y lanzó su brazo izquierdo hacia mí.

Reaccioné a su movimiento y me rozó la barbilla.

Eso estuvo cerca, no se ha recuperado por completo, pero puede moverse.

Ese gancho, si lo hubiera recibido de lleno me habría dejado inconsciente.

- Te mereces un elogio por haber esquivado eso. Bien hecho, Shido Nakamura, a pesar de que lance un ataque sorpresa, pudiste reaccionar a tiempo.

Su movimiento fue más lento que los anteriores, por eso pude esquivarlo. Parece que su energía a empezado a ceder.

Un viento frío empezó a soplar, lo observó con atención para intentar predecir su siguiente movimiento.

Levantó mis brazos y adoptó nuevamente mi postura defensiva. Tras ver esto, ese chico empezó a correr hacia mí.

Aprovechando el impulso que tenía, dió un salto y lanzó con fuerza su pierna derecha.

Canalizó fuerza en mis piernas y bloqueo su ataque con mi brazo izquierdo.

Dí un pequeño salto hacia atrás y luego me lancé hacia él rápidamente con la intención de derribarlo. Sin embargo...

- ¡Ustedes dos, ya fue suficiente!

Esas palabras resonaron en todo el lugar.

Reaccioné a esas palabras y me detuve.

El chico hizo lo mismo y ambos dirigimos la mirada hacia la chica que nos ordenó detenernos.

- Vaya, vaya, no pensé que llegarías a esto, Misaki-kun.

- Presidenta... puedo explicarlo. - Dijo con una expresión de miedo en su rostro.

- No hay explicación que valga, ya sabes lo que te espera, ¿no? Será mejor que desaparezcas de mi vista antes de que haga algo fuera de los principios del Consejo Estudiantil.

- Ya entendí, por supuesto, me iré ahora mismo.

Tras decir esas palabras, agachó la cabeza y se fue corriendo sin mirar atrás.

Así que su nombre es Misaki. Parece que le tiene mucho miedo a Kobayashi, no parecía el mismo chico con el que estaba peleando hace un momento.

- Lamento los problemas que te causo Misaki-kun, me disculpó en su nombre. Te aseguro que recibirá un castigo adecuado.

Asentí con la cabeza en respuesta a sus palabras.

Está sensación, el aire se siente denso. Además, la mirada de Kobayashi... es fulminante, es como su me atravesará.

- Que Miyamoto-chan recurrirá a mí fue lo mejor. Deberías agradecerle, estuvo buscandome por los alrededores hasta que me encontro cuando iba de camino a mi casa.

- Ya veo, así que ella te contó lo que estaba sucediendo y por eso viniste hasta aquí.

Misaki cometió el error de dejarla ir. Ella salió corriendo en busca de ayuda como era de esperarse.

- ¿Qué te parece si hablamos un poco? Quiero saber a detalle lo que sucedió aquí. Además, me gustaría saber tu opinión sobre el examen de excelencia.

- De acuerdo. Ya es tarde, así que no tengo mucho tiempo, seré breve si no le molesta.

- Para nada, me parece bien. Puedes empezar, Shido-kun. - Dijo Kobayashi con una sonrisa.