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Capítulo 23: Remordimiento

El segundo semestre ha finalizado, he pasado los días en casa, estoy a la espera de una llamada de cierta persona. Estoy seguro que entre hoy y mañana llamará.

De lo contrario, será tarde. En ese momento, mi teléfono empezó a sonar, al fin, la llamada que he estado esperando.

- Te tomaste tu tiempo, Airi. Hoy es 16 de noviembre, ¿quieres hacer todo a último minuto?

- Por supuesto que no, tarde en organizar mis ideas. Ahora tengo el sitio perfecto en mente, estoy segura que a Yukino-chan le encantará.

Todavía no hemos empezado los preparativos para el cumpleaños de Yukino.

Airi tomo la iniciativa, sin embargo, se nos está acabando el tiempo.

- Así que fue por eso, ¿eh? Bueno, ¿vamos a reservar el sitio que me mencionaste?

- Sí, diría que es la mejor opción. Alquilaremos una sala de Karaoke que es popular últimamente. Ya llamé y me confirmaron que estará libre el 18, así que podemos ir hoy a verla y reservarla.

No es una sala de Karaoke común y corriente, es bastante exclusiva y cuenta con un par de cosas innovadoras.

Está dando bastante de que hablar últimamente, las críticas son muy positivas.

Es una buena opción, teniendo en cuenta su gusto por la música. El ambiente será bastante agradable, podrán cantar todo lo que quieran gracias a las paredes insonorizadas.

- ¿Dónde nos encontraremos? - Le pregunté.

- Dentro de quince minutos en donde tomamos el autobús para ir a la preparatoria. ¿Te parece?

- De acuerdo, nos vemos ahí.

Finalice la llamada. Me cambié de ropa, me coloque mi sudadera y salí rápidamente.

Tarde unos cinco minutos en llegar al sitio acordado.

Para mi sorpresa, Airi ya estaba ahí, a pesar de que todavía faltan siete minutos para la hora que acordamos.

- Veo que ya estás aquí. ¿Te hice esperar? - Le pregunté mientras la miraba a los ojos.

- No, no te preocupes, acabo de llegar.

Airi dijo esas palabras mientras desviaba la mirada.

Parece que quiere evitar el contacto visual.

- ¿Ocurre algo? ¿Por qué apartas la mirada?

- No es nada. Vamos, antes de ir a la sala de Karaoke quiero ir a comprar el pastel. Además, todavía no he comprado mi regalo para ella, así que también iremos al centro comercial.

- Ese es el plan para hoy, ¿eh? De acuerdo, me pediste que te acompañará para darte mi opinión, así que eso haré.

Esperamos a que llegará el autobús y nos pusimos en marcha.

...

Llegamos a la primera parada, la pastelería.

- ¿Cuál debería comprar? Hay de tantos tipos y sabores que se me hace difícil elegir. - Dijo Airi mientras sus ojos brillaban al ver cada pastel.

- No creo que Yukino quiera un pastel muy vistoso. Por otro lado, el sabor ya es algo distinto. ¿Qué sabores le gustan? Eso deberías saberlo tú, ¿no? Eres su mejor amiga.

- Ahora que lo mencionas... A ver, déjame pensar. Ya recordé, a Yukino le gusta la vainilla y el chocolate.

- En ese caso, la decisión debe ser tomada en base a esos sabores.

- El año pasado, el pastel de Yukino fue de vainilla, lo mejor será no repetir lo mismo este año. Así que...

Airi empieza a observar los diversos pasteles de chocolate que están en exhibición.

- ... Me decidí.

Tras unos cuantos minutos, eligió un pastel de un solo piso, está cubierto de chocolate por completo.

Además, tiene seis fresas que forman un círculo en la parte superior. Es una buena elección.

- Bien, ya tenemos el pastel. Ahora, vamos al centro comercial.

Asentí con la cabeza.

Tardamos unos veinte minutos en llegar. Está bastante lleno, se pueden ver personas por todos lados.

Era de esperarse, estamos cerca del mes de diciembre.

- Ya tienes pensado lo que le vas a regalar, ¿no? - Le pregunté.

- Sí, de hecho, me decidí ayer en la noche. Por cierto, ¿tú qué le darás?

- He estado pensando en ello, pero no se me ocurre nada. Me sería de gran ayuda que me dieras alguna idea.

- Se supone que me acompañas hoy para darme tu opinión, y ahora resulta que me pides que te dé una idea. Eres bastante listo, pero no lograste pensar en un regalo, ¿eh?

- La inteligencia no va de la mano con este tipo de cosas. Puedes reírte de mí si quieres, pero debo recordarte que tú te decidiste ayer en la noche, así que no eres mucho mejor.

- Lo siento, lo siento, en eso tienes razón. Solo estaba jugando contigo un poco, así que tranquilo, te ayudaré a elegir algo para ella.

Tras decir eso, Airi me dirigió una sonrisa.

Caminamos hasta la sección de ropa, parece que Airi le regalará una vestimenta.

- Bien, entremos y busquemos ropa que le quede bien a Yukino-chan.

- Tú ve, te esperaré aquí afuera. - Dije seriamente.

- ¡¿Qué estás diciendo?! Necesito tu opinión sobre la ropa. Eres un chico, así que puedes darme un buen punto de vista al respecto.

- No es necesario que grites. Entiendo lo que dices, sin embargo, tal y como lo dijiste, soy un chico. Si entro contigo a la sección de ropa femenina podría malinterpretar se, ¿no crees?

Airi se mostró sacudida por mis palabras.

- Vaya, que descuido de mi parte... Discúlpame, Shido.

En su voz pude notar que se puso nerviosa, luego entro a la sección de ropa femenina rápidamente.

Bueno, me quedaré aquí, solo espero que no tarde demasiado.

Ahora que recuerdo, hubo una ocasión en la que mi padre y yo estuvimos esperando por más de treinta minutos a que mi madre terminara sus compras.

¿Por qué las mujeres tardan tanto? Esa es una pregunta común entre los hombres.

Mientras espero, decido matar el tiempo observando mi alrededor.

- Eso es...

A unos cuantos metros de mí, visualizó unos guantes de color azul marino. Son muy lindos, el diseño me gusta.

Regalarle unos guantes, ¿eh? Podría estar bien, estamos en la temporada fría del año, le vendrá bien para proteger sus manos.

Además, regalarle una bufanda o unos aretes hará que parezca que tengo otras intenciones.

La opción de ropa fue eliminada, ya que Airi le regalará eso. Puede que incluso agregué accesorios.

Tiene un precio accesible para mí... Decidido, los comprare.

- Disculpe, quiero estos guantes.

- Entendido. ¿Desea algo más? - Dijo la chica de la tienda.

- Sí. ¿Tiene envoltorios de regalo?

- Claro, tenemos varios.

Al decir esas palabras, extendió los diversos envoltorios sobre el mostrador.

Debo decir que hay varios diseños, aunque en su mayoría son navideños. Debo escoger uno que encaje con el regalo.

Entre todos, hay uno que me llamo la atención, es de color azul cielo y tiene un contorno de copos de nieve. Diría que ese es el adecuado.

- Me da este, por favor.

Ahora mi regalo ya está listo.

- Gracias por su compra, esperamos volver a verlo. - Dijo la chica mientras me alejaba de la tienda.

Volví a la sección de ropa femenina, parece que Airi todavía no ha terminado.

- Disculpa, ¿estás solo? O quizás, ¿estás esperando a alguien?

Una chica que no conozco se me acercó por la espalda y me dirigió esas palabras. Decidí ignorarla y me quedé callado.

- No respondes, ¿eh? Así que eres tímido, aunque eres bastante apuesto, así que digamos que tu apariencia te compensa. Das un aura interesante.

No entiendo a este tipo de personas.

- ¿Todavía mantendrás el silencio? ¿Qué tal si vienes conmigo? Te aseguro que te divertirás.

Está situación ya se ha extendido demasiado, llegó el momento de ponerle fin. Giré mi cabeza para poder ver a la chica directamente a los ojos.

Y justo cuando estaba por decirle que se detuviera y me dejará en paz...

- ¡Shido! Lo siento, te hice esperar. Ya compré todo, así que vamonos.

Airi apareció, me tomo de la mano y nos alejamos de aquella chica.

- Gracias, Airi, fuiste de gran ayuda allí atrás. - Le dije sinceramente.

- Ni lo menciones. Al verte en esa situación... no podía quedarme de brazos cruzados. - Dijo Airi sin soltar mi mano derecha.

Podía salir de esa situación yo solo, pero... agradezco que Airi haya intervenido.

Acabamos de experimentar una típica escena de los mangas y las novelas ligeras.

Aunque en está ocasión ocurrió de manera contraria a como debería ser.

Normalmente, el chico suele ser el que salva a la chica en este tipo de situaciones. Sin embargo, Airi fue la que me rescató, así que se invirtieron los papeles.

Hace una semana, en un programa de televisión, estaban entrevistando a Daiki Yoshida.

Es un escritor de novelas reconocido y respetado actualmente en el mundillo.

Recuerdo que le preguntaron si en alguna ocasión había salvado a una chica de una situación así, ya que en su novela Cielo Estrellado hay una escena que hace referencia a ese tema.

Él afirmó que sí paso por una situación así. Admitió que al principio estaba bastante nervioso, pero que simplemente reaccionó acordé a sus emociones y tomo acción.

Luego el público del show le pregunto el nombre de la chica que salvo.

Él respondió sin dudarlo, sus palabras fueron:

Es una chica que ustedes conocen muy bien, la han visto conmigo en varias ocasiones. Así es, la chica que salve en esa ocasión es Miku Yoshida.

No le dí mucha importancia a la entrevista en ese momento, pero ahora me doy cuenta de que este tipo de cosas en verdad pueden ocurrir.

No es algún invento de la ficción, es una realidad.

- ¡Ah! Pero si son Aoki-san y Nakamura-kun. ¿Qué hacen aquí?

Nos topamos con Suzuki, reaccionó con una expresión de asombro en su rostro al notar nuestra presencia.

Airi soltó mi mano rápidamente al percatarse de Suzuki.

- Vaya, ya me hago una idea. ¿Estoy interrumpiendo algo? - Insinuó Suzuki.

- ¡No! Se lo que piensas, Suzuki-san, pero no es eso. Verás... - Dijo Airi con un tono de voz nervioso.

- Cálmate, Aoki-san, solo bromeaba.

Era obvio que se trataba de una broma, pero parece ser que Airi se lo tomo en serio.

- Ah, claro... una broma.

- Por cierto, Suzuki. ¿No estás con Kimura?

No veo a Kimura por ningún lado, así que decidí preguntar para salir de dudas.

- ... No, en realidad, no lo he visto desde que finalizó el segundo semestre. Decidí pasar un tiempo a solas, así que no le he enviado mensajes ni lo he llamado.

Se nota que algo la está afectando, debe ser por lo ocurrido con Maeda a finales del segundo semestre.

Kimura debe estar preocupado por ella, pero no es el tipo de chico que se acercaría forzadamente cuando una chica le pide espacio. Entiende la situación y se pone en sus zapatos.

- Suzuki-san, ¿vendrías con nosotros un rato? Creo que sería bueno para ti que te sueltes un poco. - Sugirió Airi.

Parece que Airi se dió cuenta de que algo no anda bien.

- ¿Eh? Pero... ¿no los interrumpo en sus compras? No quiero causarles molestias. - Dijo Suzuki mirando hacia el suelo.

- No te preocupes por eso, ya hemos terminado nuestras compras. ¿No es así, Shido?

- Así es, no tenemos más nada que hacer aquí, así que te escucharemos. Siempre y cuando desees ser escuchada.

Suzuki se quedó pensando por un momento. Tras unos segundos, dijo su desición.

- De acuerdo, los acompañaré.

- Está decidido. Entonces, vamos a un parque que queda por aquí cerca.

Airi tomo la iniciativa. Imagino que se refiere al pequeño parque que vimos de camino al centro comercial.

No parece ser un lugar muy concurrido, así que será un buen sitio para hablar.

Empezamos a caminar. Airi y yo vamos al frente, mientras que Suzuki nos sigue a un par de metros de distancia.

- Por cierto, Airi. Está bien que quieras ayudar a Suzuki, pero, ¿no tenemos que ir a reservar la sala de Karaoke?

Dije esas palabras susurrando para evitar que Suzuki me oiga.

- Ah... lo había olvidado. ¿Ahora qué hacemos, Shido?

Esto es lo que ocurre cuando te dejas llevar por las situaciones.

Aún así, no debería haber muchos problemas para solucionar este asunto.

- Tengo una idea, tú dirígete a la sala de Karaoke y reservarla, si vas ahora llegarás a tiempo. Mientras tanto, yo me encargaré de Suzuki.

- ¿Seguro? Puede que sea la mejor opción, pero... No, olvídalo, estoy de acuerdo con tu idea. Eres el mejor para ayudar a Suzuki-san, así que la dejo en tus manos.

Airi detuvo sus pasos, se dió la vuelta y se acercó a Suzuki.

- Lo siento, Suzuki-san, me surgió algo urgente, así que me tengo que ir. No te preocupes, Shido te escuchará. - Dijo Airi mientras me dirigía la mirada.

Asentí con la cabeza en respuesta a sus palabras.

Tras dejar todo claro, Airi se fue y nos dejó a solas a Suzuki y a mí.

- Sigamos, el parque está cerca. - Le dije.

- Sí, de acuerdo.

Reanudamos nuestros pasos.

No sé si pueda ayudar del todo, pero haré lo mejor que pueda. Airi la dejo en mis manos, por lo menos intentaré cumplir con sus expectativas.

- Hemos llegado... De momento, sentemos en esa banca, Suzuki.

Ella asintió y nos sentamos en la banca. Es un pequeño parque con columpios y toboganes, solo estamos Suzuki y yo aquí.

Veamos, ¿cómo debería tratar está situación? Quizás, ¿ir directo al grano?

No, eso podría generar un efecto contraproducente.

Lo mejor será encontrar un tema secundario del cuál hablar, así podré encaminar la conversación poco a poco.

- Nakamura-kun, he escuchado que Arata-kun recibió un consejo de tu parte para mi regalo de cumpleaños.

Mientras pensaba en un tema para entablar conversación, ella se me adelantó.

- Así es, no fue la gran cosa, solo lo libere de sus dudas un poco.

- Entiendo. Te lo agradezco. Cambiando de tema, no es necesario que me escuches, simplemente tengo remordimiento, nada más.

- Remordimiento, ¿eh? Es debido a nuestros compañeros que fueron expulsados, ¿cierto?

- De no ser por mi incompetencia... ¡no habrían sido expulsados! Como dijo Maeda-kun, todo es mi culpa.

Parece que las palabras de Maeda le afectaron más de la cuenta.

Se siente considerablemente responsable de lo ocurrido.

- No fue tú culpa, Suzuki, la responsabilidad fue de Maeda y de los demás.

- Pero... si hubiese dedicado más tiempo a enseñarles... estoy segura de que el resultado habría sido diferente.

- Puede que tengas razón. Sin embargo, eso ya paso, no puedes cambiar el pasado, así que no le des importancia. Lo mejor es dejar ciertas cosas de lado.

- De lado, ¿eh? Lo haces sonar fácil.

- No he dicho que sea fácil, solo es la mejor decisión que puedes tomar. El resto depende de ti.

- Ya veo, de acuerdo, lo tendré en cuenta. Gracias por escucharme, Nakamura-kun.

- No tienes nada que agradecer. Eres la líder de la clase junto a Kimura, no puedo dejar que te desmorones por algo así.

- No me había percatado, pero eres un chico bastante amable. Ahora entiendo el punto de vista de Arata-kun sobre ti.

- Amable, ¿eh? No me considero alguien amable, pero aceptaré el cumplido.

- Con eso es suficiente. Ya me voy, nos vemos, Nakamura-kun.

- Sí. Nos vemos, Suzuki.

Creo que logré hacerla sentir mejor.

Airi, debo llamarla, espero que haya podido reservar la sala de Karaoke.

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