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Capítulo 19: Tormenta

Sábado, 15 de octubre.

Cumpliendo con lo pautado el día lunes, Airi nos informó que recibió la autorización de su madre para que realicemos las secciones de estudio en su casa.

Me estoy dirigiendo hacia allá. No debería tener problemas para llegar, ya que Airi me mandó la dirección.

Con solo colocar la dirección en el GPS de mi teléfono puedo llegar a mi destino fácilmente, todo gracias al avance de la tecnología.

Me sorprende que la casa de Airi este tan solo a unas cuantas cuadras de la mía. Imaginé que viviría más lejos, a pesar de que tomamos el mismo autobús.

Últimamente, me la he encontrado más seguido por las mañanas, intercambiamos algunos temas de conversación hasta llegar a la preparatoria.

Por las tardes, ella acompaña a Yukino, así que no la veo más hasta el siguiente día.

Nuestra relación ha progresado, de eso estoy seguro. Las cosas han ido cambiando poco a poco.

Observó la pantalla de mi teléfono y notó que llegué a mi destino.

- Según la dirección, está debería ser la casa. - Murmuré para mí mismo.

Es una casa de dos pisos, tiene un pequeño patio al frente. Es un buen hogar, se ve acogedor a primera vista.

Observó la hora en la parte superior izquierda de la pantalla de mi teléfono, marca las 13:25.

Airi nos indico que llegáramos a las 13:30, así que estoy un poco adelantado.

Por otro lado, no veo señales de Yukino por ninguna parte, puede que todavía no haya llegado.

Todavía faltan unos minutos, pero iré a tocar el timbre.

Entró en el jardín, me acercó a la puerta y tocó el timbre dos veces.

- Ya voy, esperé un momento. - Dijo alguien desde el interior de la casa.

No reconozco esa voz, nunca la he oído antes. ¿Será la madre de Airi?

Esperé unos cuantos segundos, pude oír unos pasos provenientes del otro lado de la puerta.

Mi campo de visión fue invadido por la imagen de la puerta abriéndose, la persona que apareció es una mujer.

Tiene un cabello rubio y ojos azules. No hay duda, es la madre de Airi.

- Tú debes ser un compañero de clase de mi hija, ¿cierto?

- Así es, un placer conocerla, me llamo Shido Nakamura.

Me presenté mientras agachaba levemente mi cabeza en señal de respeto.

- Vaya, así que tú eres Shido, he oído hablar mucho de ti. - Dijo mirándome a los ojos.

- ¿En serio?

Imaginó que Airi le habrá hablado de mí en algunas ocasiones.

- Sí, pero no sigamos hablando aquí en la puerta. Pasa adelante, siéntete como en casa.

- De acuerdo, disculpe las molestias.

Puedo notar lo que mencionó Yukino, ciertamente, la madre de Airi es muy amable.

Me llevo hasta la sala principal, me hizo tomar asiento y me ofreció una taza de chocolate caliente.

- Aquí tienes, está haciendo bastante frío afuera, así que esto te ayudará.

Me extendió la taza y me la dio.

- Gracias, Aoki-san. Por cierto, ¿dónde está Airi?

- Antes de responder a tu pregunta, no es necesario que seas tan formal, llámame Hana, ese es mi nombre. En cuanto a mi hija, debe estar en su habitación, estoy segura de que escuchó el timbre, iré a buscarla.

- Se lo agradezco, Ao- digo, Hana, gracias por permitirnos estudiar aquí.

- No es nada que debas agradecerme, Airi estaba muy ilusionada cuando me pidió autorización para que vinieran.

Hana subió las escaleras hacia el segundo piso.

Me pongo a observar mis alrededores, es una sala bastante cómoda, podremos estudiar aquí sin problemas.

Tomo mi bolso y saco unas notas que preparé, en ellas tengo escrito el plan de estudio que realizaremos.

Hice este plan teniendo en cuenta las capacidades de Yukino y de Airi, deberían poder adaptarse a está estrategia. En caso de que no puedan hacerlo, tengo un plan B preparado.

- Huh.

¿Qué es esto? Siento algo suave en mi pierna izquierda.

Bajo la mirada para ver la causa y me doy cuenta que un gato de color café está acariciando mi pierna.

- Parece que eres bastante cariñoso. ¿Cómo te llamas pequeño? - Pregunté mientras acarició su cabeza con mi mano derecha.

- Su nombre es Haru.

Una voz familiar dijo esas palabras. Giré la mirada hacia mi espalda para ver de quién se trata... es Airi.

Tiene puesta una camisa blanca y una falda corta de color marrón que deja ver sus piernas.

Su pelo está suelto y ondea en el aire, haciendo que un olor agradable llegué a mi nariz.

La calefacción está activada, así que su vestimenta es fresca. Yo tuve que quitarme mi sudadera al entrar a la casa, ya que empezó a darme calor.

- Ya veo, así que su nombre es Haru. Significa primavera, ¿cierto?

- Así es, mi madre quería ponerle Yuki, pero no me pareció un nombre adecuado. Haru me pareció mejor para ella, además, la primavera es mi temporada del año favorita.

Estoy de acuerdo en que Yuki no habría sido un nombre adecuado. Su significado es nieve, queda mejor en animales con un tono de color más claro o blanco.

Haru no le queda mal, ya que su color es café.

- Entiendo. Por cierto, ¿Yukino no está contigo? Cuando llegué tuve la leve esperanza de que ya estuviera aquí.

- No, eres el primero en llegar, sin embargo, es raro, Yukino-chan no es impuntual. ¿Le habrá pasado algo?

Miré la hora en la pantalla de bloqueo de mi teléfono, son las 13:54, ya van catorce minutos de retraso.

- Intenta llamarla, quizás le surgió algún imprevisto.

- Tienes razón, la llamaré a su teléfono. Puedes ver la televisión mientras esperas, el control debe estar por ahí tirado en el sofá.

Acepté su oferta y empecé a buscar el control. Lo encontré después de unos segundos.

Presionó el botón de encendido, en la pantalla puedo visualizar el canal de noticias, parece que están hablando del clima frío que está azotando a la ciudad de Tokio.

Empiezo a subir el volumen poco a poco, hasta el punto en el que pudo oír claramente el reportaje.

- Noticia de última hora, una tormenta extremadamente fuerte está por caer en la ciudad de Tokio. Se les recomienda a los ciudadanos no salir de sus casas, se tiene previsto que para el día de mañana a las 9 se disipe está tormenta.

Decidí asomar la mirada por una de las ventanas de la casa. A través del cristal, puedo ver a lo que se referían en las noticias.

Ya empezó a llover, gotas de agua recorren la ventana.

Ciertamente, es una tormenta considerablemente fuerte, las hojas de los árboles se mueven bruscamente de un lado a otro, no sería muy seguro salir con este clima.

En ese momento, una inquietud atravesó mis pensamientos, tengo que preguntarle.

Me alejó de la ventana y empiezo a caminar por el pasillo por el que se fue Airi. Necesito saber si se logró comunicar con Yukino, ella venía para acá, si está en las calles con está tormenta...

- Airi, ¿lograste comunicarte con Yukino? - Le pregunté con un tono de voz sereno.

- Sí, me dijo que se retraso debido a algunas cosas que tuvo que hacer en casa, y cuando estaba a punto de salir empezó está tormenta. En resumen, no podrá venir.

- Es un alivio escuchar eso. Cambiando de tema, ahora estoy en un problema, parece que está tormenta no parará hasta mañana, tendré que regresar a casa como pueda. - Continúe.

- Si me pongo la sudadera encima de mi cabeza y corro... creo que lograré llegar sin empaparme demasiado.

- ¡¿Qué?! Eso es muy peligroso, no sabes lo que te pude llegar a pasar por el camino. - Dijo Airi con un tono severo.

- Soy consciente del riesgo, sin embargo, no quiero causarles molestias a ti y a tú madre quedándome aquí. Solo son unas cuantas cuadras, estaré bien.

Seguí insistiendo en mi decisión de irme.

- ¡De ninguna manera! No causaras molestias quedándote aquí por hoy. Estoy segura que mi madre estará de acuerdo, no puedo dejar que te vayas.

Extendió sus brazos para bloquear la salida del pasillo.

- Es tal y como dice Airi.

La madre de Airi apareció y dijo esas palabras. Continúo hablando.

- No puedo dejarte ir en medio de está tormenta, si te llegará a suceder algo... no sería capaz de perdonarme por haberlo permitido. No hay problema, puedes quedarte aquí hasta mañana, dormirás en el sofá, espero que no sea un problema para ti.

Airi y Hana están decididas a no dejarme ir, parece que no tiene sentido seguir insistiendo, no cambiarán de opinión.

- De acuerdo, se los agradezco.

Terminé cediendo.

- Ni lo menciones, ahora debes llamar a tus padres e informarles que te quedarás aquí está noche. - Dijo Hana.

- Eso haré, ahora mismo llamó a mi padre. Denme un momento.

Me alejé de ellas y regresé a la sala principal. Sacó mi teléfono de mi bolsillo derecho, lo desbloqueo y marco al número de mi padre.

Suena tres veces, a la cuarta vez, mi padre contesto.

...

Le informé de la situación en la que me encuentro a mi padre, me dijo que no tenía problema con que me quedará aquí, hizo énfasis en que es lo mejor para mantenerme seguro.

Parece que está lluvia también lo atrapó en su oficina junto a sus compañeros de trabajo en la empresa, así que todos ellos dormirán allá para evitar riesgos.

- ¿Todo bien con tu padre? - Me preguntó Airi.

- Sí, está de acuerdo en que me quedé aquí.

- Que bueno, me alegra. - Dijo con una sonrisa y dejo salir un poco de aire de su boca en señal de alivió.

- Pasando a otro asunto, creo que deberíamos estudiar un poco hoy, aunque Yukino este ausente.

Son las 15:15, no hemos estudiado nada, ese era el motivo principal por el que nos reuniríamos hoy.

- Ahora que lo mencionas... está bien, estudiemos un poco. Soy el punto débil del equipo, así que me vendrá bien que te concentres en enseñarme exclusivamente a mí por el día de hoy.

Asentí con la cabeza.

- Ya que estamos de acuerdo, no perdamos más el tiempo. Vamos a estudiar hasta las 18:00, ¿estás de acuerdo?

- ¡¿Qué?! Eso es demasiado, no hay necesidad de excederse.

- Serán un poco menos de tres horas si empezamos ahora, yo lo considero un buen tiempo de estudio. Recuerda que es para mejorar tus puntos débiles, te ayudaré para que mejores con todo mi ser.

- No es necesario que exageres de esa manera... De acuerdo, confío en ti, vamos a empezar. - Dijo Airi con una sonrisa.

Nos dirigimos a la mesa de la sala principal.

- Tengo claro las materias en las que no eres buena, así que empezaremos por esas y luego repasaremos tus puntos fuertes. ¿Te parece bien?

- Sí. Bien, ¡daré todo! - Dijo mientras levantaba su mano derecha empuñada para demostrar su motivación.

Me concentré en enseñarle y el tiempo paso volando, son las 20:05. Nos pasamos considerablemente de la hora planteada.

Puedo ver el cansancio de Airi en su expresión facial. Se esforzó bastante, diría que ya es suficiente, debo dar por terminada la sección de estudio.

- Ya puedes parar, dejémoslo por hoy, Airi.

- ¿En serio? Menos mal, pensé que nunca terminaría, estaba a punto de colapsar.

- Buen trabajo, logramos un gran avance en la sesión de hoy. Ya manejas mejor tus puntos débiles, podemos considerar que fue un éxito este plan de estudio.

- Valió la pena el esfuerzo. Ahora me merezco un descanso. - Dijo somnolienta.

Tras decir esas palabras, Airi recostó su cabeza sobre sus brazos y cayó sobre la mesa. Se quedó dormida.

Está situación se me hace familiar, recuerdo lo ocurrido a principios del segundo semestre. En aquel entonces, Airi se quedó dormida en el autobús.

- En ese momento, tuve la impresión de que le molestó que la viera, pero ahora acaba de quedarse dormida otra vez en mi presencia. - Murmuré.

- Eso se debe al hecho de que te ganaste su confianza.

Una voz sonó por mi espalda. Al girar la mirada me percaté de que se trata de Hana.

- ¿A qué se refiere con eso? - Le pregunté sin levantar mi tono de voz.

- Me refiero justamente a eso, Airi no suele dejar que las personas que la rodean vean estás facetas de ella. No es el tipo de chica que diría (confío en ti) a cualquiera. Parece que te has ganado un lugar en su corazón.

Así que escuchó cuando me dijo eso, ¿eh?

- En realidad, no he hecho mucho por ella, simplemente la he apoyado un poco, pero nada más.

- Quizás para ti no signifique la gran cosa, pero para ella puede significar mucho. Las personas tienen diferentes puntos de vista sobre las cosas.

Hana tomo una manta y la coloco encima de Airi.

- En eso tiene razón, supongo que Airi me tiene en una estima considerable.

- Te lo agradezco, Shido.

Me agradeció mientras agachaba la cabeza.

- No haga eso, Hana. No necesita agradecerme nada, por favor, levanté la cabeza.

- Es necesario que te agradezca, gracias a ti, Airi empezó a mejorar. Tu influencia cambio algo en ella, como madre te estoy muy agradecida.

- El cambio en Airi es debido a su propio esfuerzo.

Hana levantó la cabeza.

- Ella me dijo que tú le diste las bases para cambiar, lo que sea que le dijiste abrió sus horizontes, no tienes que ser tan modesto.

No estoy intentando ser modesto, de verdad pienso que lo que hice no fue la gran cosa.

- Bueno, ya te agradecí, así que ahora me la llevaré a su habitación. Yo me iré a descansar, tú deberías hacer lo mismo, debes estar cansado. Buenas noches.

- Eso haré. Buenas noches.

Recogí mis útiles, me fuí al sofá y me acosté. El sonido de las gotas de agua cayendo una tras otra se expande por la sala.

Empiezo a cerrar mis ojos poco a poco.

Así que confianza, ¿eh? ¿Eso es lo que define los cambios en la actitud de Airi hacia mí? Me quedé dormido mientras pensaba en eso.

...

En la mañana, me desperté debido a unos ruidos provenientes de la cocina.

- Buenos días, Shido, ¿te desperté?

- Buenos días, Hana, no se preocupe por eso. Por cierto, ¿la lluvia ya ha cesado?

- Así es, ahora ya es seguro salir, aunque por lo visto, algunos árboles se derribaron y causaron fallas eléctricas. Eso es lo que informaron durante las noticias de la mañana.

Era de esperarse, la tormenta fue realmente fuerte.

- Entiendo, recogeré mis cosas y me iré a casa.

- Espera, antes de que te vayas deberías desayunar. Toma, es una parte de la comida que prepare. - Dijo mientras me extendía un plato con unos sándwiches.

Dudo que puede negarme a recibirlo, así que no seré grosero y aceptaré su generosidad.

- Gracias, aceptó encanto.

Me dirigí a la mesa y tome asiento en una de las sillas.

- Gracias por la comida. - Dije juntando mis manos.

- Tengo que salir, puedes irte cuando termines de comer. Airi ya está despierta, así que debe bajar dentro de poco. Nos vemos, Shido.

Tras decir esas palabras, Hana se fue.

Empecé a comer, pasaron dos minutos y...

- Buenos días, Shido. Veo que sigues aquí, pensé que ya te habrías ido.

- Buenos días, Airi, esa era mi idea, pero tu madre me ofreció desayuno, no podía negarme.

- Ya veo. Hablando de ella, ¿dónde está?

- Acaba de salir hace unos minutos.

Airi se acercó a la mesa, sin embargo, cuando dirigió sus pasos hacia la cocina se tropezó.

Reaccione rápidamente, me levanté de la silla y coloqué mis manos en sus hombros para sostenerla. Logré evitar que cayera al suelo.

- ¿Estás bien? ¿Te hiciste daño? - Le pregunté.

- Estoy bien... Gracias. - Dijo con un tono de voz suave.

En este momento, nuestras caras están a una corta distancia la una de la otra. Por un instante, nos miramos fijamente a los ojos.

Airi, al notar esto, desvío la mirada y se alejó rápidamente de mí. Se dirigió a la cocina con un paso acelerado.

- Ya... terminaste... de comer, ¿no?

- Así es, ya terminé, solo me falta lavar el plato. - Dije mientras miraba su espalda.

- No te preocupes por eso, yo me encargo. Ya debes regresar a casa.

Me está hablando mientras me da la espalda.

- Está bien, si estás de acuerdo con eso. Me voy a casa, nos vemos el lunes.

Ella asintió con la cabeza sin girar la mirada para verme.

Salí de la casa y pude visualizar los estragos que causó la tormenta. Caminé dos cuadras, mantuve un paso constante, sin embargo, me detuve por un momento.

Lo que ví se está reflejando en mi cabeza.

¿Habrá sido mi imaginación? Me pareció ver por un instante como las mejillas de Airi se tornaron rojas.

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