Pregnant ✨
✦capítulo uno.

Sentado en la tapa del retrete, JeongIn, suspiraba con una sonrisa mientras veía la pequeña pero importante prueba de embarazo que sostenía en sus manos.

positivo.

¡Estaba muy feliz! Era el sueño de niños que siempre quiso cumplir y que ahora, que lo lograba, se sentía como si él hubiera sido un corredor llegando al límite de una carrera.

Aún así, no sabía que podría pasar con su novio, Cristopher. Si él estará de acuerdo o si lo seguirá queriendo.

Y eso le generaba mucha ansiedad y unos nervios que lo carcomian.

Eran pareja hace años, sí. Pero nunca hablaron formalmente de tener un niño.

Él recuerda vagamente haberle dicho algo al respecto y que el mayor lo tomó bien pero nunca se sentaron a hablarlo tomándole su debida importancia.

Pero realmente a él no le importaba. Si el australiano no quería al niño, él lo iba a tener igual. No es algo que esté en negociación para Yang.

Escuchó la puerta de la casa abrirse. Se levantó del inodoro y salió del baño, en busca de su alma gemela.

—¿Innie? ¿Donde estás?— La voz rasposa y ronca de su novio volvió a ponerlo nervioso.

—¡Aquí!— gritó.

—Ey, ahí te encuentras. ¿Cómo estás, mí amorcito?—Preguntó el pelirrojo mientras le acariciaba las redonditas mejillas del menor.

—Bien, Channie. ¿Qué tal te fue en la empresa? ¿Algún conflicto nuevo de idols?— Podría decirse que Bang era mánager de algunos grupos de la gran industria del K-pop.

—Para nada, hoy el día estuvo tranquilo. Innie, estás muy nervioso, ¿Qué te sucede?— le preguntó preocupado.

Carajo, lo notó. Se quejó internamente el menor.

—Yo... Tengo que decirte algo. No sé como lo vayas a tomar...— Se intentó expresar.

—Vamos a sentarnos al sillón, ¿Si?— JeongIn asintió.

El mayor temblaba. Temía por lo que el menor le pueda decir.

Se sentaron y Chan sonrió un poco al ver qué el menor se sentaba en su regazo.

—Channie...—Buscaba las palabras correctas para decirlo.

—¿Qué sucede, cariño?—

—Yo... Creo que estoy embarazado—. Dijo bajito.

—¿Estás embarazado?— Preguntó, aún sin comprender.

El peliazul, si el mayor no fuera su novio, le pegaría un par de golpes en la cabeza por ser tan idiota.

—Sí, estamos esperando un niño—. Chan pareció entender.

—¿Qué?.. ¡Estás embarazado! ¡Seré padre! ¡Seremos padres!— Abrazó fuertemente a su pareja mientras le repartía besos por todo el rostro.

Le agarró sus tiernas mejillas mientras le secaba las lágrimas que, inconcientemente, había soltado el menor.

—¿Estás feliz, Channie?— Preguntó dulcemente el peliazul.

—¡Obvio que sí! Estoy tan contento por esto. Pero...¿Realmente quieres tener un hijo... Conmigo?

—¡Claro que sí! Hace un tiempo que quería esto pero bueno, ya sabes, no quería presionarte ni hacerte sentir obligado a tener algo tan importante como un niño conmigo. Pensé que quizás no era el momento...

—Obviamente querría tener algo así contigo. Yo te amo mucho, mí lindo Innie—. Acunó las mejillas del menor y depositó un tierno beso en sus labios.

—Yo también.