ʚ🌼ɞ Epílogo.
8 meses después...
Esa mañana había decidido que estaba lo suficientemente agradable como para salir a dar un paseo con el pequeño Seon, el adorable niño lo miraba curioso mientras este cantaba una alegre canción de infantes que aprendió debido a que su hijo le encantaba escucharla. Riku terminó de vestir al bebé y miró orgullo la combinación de prendas que eligió.
-Sin dudas eres un hermoso doncel como tu padre- Riku sonrió.
Escuchó como Seon balbuceaba algo inentendible para sus oídos, le enterneció el corazón verlo querer formar sus primeras palabras, una vez que el bebé estuvo listo y abrigado, Riku lo llevó a una zona segura. Seon había comenzado a sentarse y gatear, no quería correr el riesgo de dejarlo en la cama y este cayera al piso.
El castaño preparó el bolso donde llevaría las cosas del bebé y su comida. Agregó un abrigo extra, protector solar, pañales y demás artículos de limpieza. Cuando se encontró completamente seguro de que llevaba lo necesario, se cambió de ropa, llevaría algo adecuado para salir a caminar.
Observó con incertidumbre el coche del niño, no le gustaba mucho el aparato, prefería mil veces más llevar la cangurera pero si no llevaba el coche debía cargar con el bolso y el bebé, los dos al mismo tiempo.
-¿Sabes qué, campeón? Llevaremos los dos. ¿Estás de acuerdo? -Riku giró su rostro para encontrarse al pequeño jugando entretenidamente con un muñeco. -Está bien, ignora a tu padre. Puedo soportarlo.
Estaba a punto de terminar de organizarse cuando el pequeño comenzó a quejarse. Antes de que pudiera darse la vuelta escuchó la suave palabra que salía de sus labios.
-Pa... pa. -Repetía Seon.
Riku giró con sus ojos completamente abiertos de la sorpresa, jamás había recibido más que balbuceos, la pediatra de Seon le dijo que era muy posible que dentro de poco él pudiera formular esa palabra. No podía explicar lo bien que se sintió al ser llamado de esa manera, el que su bebé lo haya reconocido como tal lo hizo sentir como en el cielo.
El castaño acortó la distancia y se puso de cuclillas para llegar a su altura.
-Me haces muy feliz.
-Pa -Volvió a repetir.
-Sí, príncipe, soy tu papá.
-Pa- Seon insistió nuevamente y no fue hasta que Riku se percató que el niño había lanzado su muñeco y quería que se lo pasara.
Riku rió, alegre de escucharlo llamarlo papá.
-Bien, pequeño. Iremos a hacer un poco de ejercicio y luego podremos ir a ver a Minjoon, ¿de acuerdo?
En cuanto el nombre de su hermano fue dicho, los vivaces ojos avellanas del bebé lo miraron. Para la alegría de Riku, ellos se llevaban extremadamente bien, incluso, cuando salía con ambos la gente preguntaba si no eran mellizos por el parecido que poseían, exceptuando los ojos de Seon, los de él eran claros, no llegaban a ser iguales que los de Natasitt, pero sin duda no eran igual de oscuros que los de Riku.
Yusei por a veces jugaba con él, entre ofendido y admirado, diciendo que él no pasó un parto doloroso para que su hijo saliera exactamente como Riku.
"Es el poder de los Hagiwara" Riku le respondía con arrogancia cada vez que el pálido hacia mención de aquello.
El castaño tomó al bebé y ambos salieron de la casa, lo llevaría al parque más cercano y cuando se acercara la hora del almuerzo compraría algo para comer e ir a visitar a Minjoon.
Normalmente esa era su rutina, lo único que variaba es que no todos los días iba al parque, pero sí iba todos los días, sin falta a la casa de Yusei, o él traía a Minjoon a su casa.
Ahora podría decir que se llevaban mejor, o por lo menos Yusei lo soportaba por ser el padre de su hijo, en cualquier caso, aceptaría todo lo que le dieran, no iba a negar que en su corazón aún albergaba la idea de compartir una vida con el doncel.
En esos tiempos jamás pudo sacarlo a de su mente y corazón. No sabía si Yusei aún lo quería, había intentado preguntárselo a Hye, pero ella no soltaba ni una palabra desde que se volvió íntima amiga de él.
Riku estuvo unas cuantas horas caminando y parando cuando alguna señora se detenía a ver a su hijo.
Observó la hora en su teléfono, con lo que tardaría la comida y en llegar a la casa de Yusei caminando, llegaría justo para el almuerzo. Le mandó un rápido mensaje al doncel, diciéndole que no cocinara pues él se encargaría de la comida.
(🌼)
Para haber caminando desde el parque hasta la casa de Yusei se sentía orgulloso del tiempo en el que lo hizo, Seon se había dormido en su pecho en el camino de ida. Estaba seguro que el niño despertaría en cuanto estuviera en la casa de Yusei, parecía tener una alarma cada vez que estaban allí, era agradable ver cómo el pequeño estiraba sus brazos en cuanto el doncel les abría la puerta, Yusei, por su puesto aceptaba gustoso cargarlo y le hablaba con un cariño que provocaba a su corazón saltar emocionado.
Sonrió sin darse cuenta ante el recuerdo traído por su mente.
Estaba llegando a la casa del doncel cuando observó un par de juguetes en el césped que se encontraba en los laterales de la casa. Tal vez Yusei salió a jugar con Minjoon y los dejó olvidados allí. Desvió su camino levemente para poder juntarlos y llevarlos dentro.
Dio una última mirada para verificar que no se olvidó de ninguno y volvió a tomar el coche donde dormía Seon. Emprendió camino para poder ir por la acera hasta que escuchó unas familiares voces.
-¿Podrás sólo? -Riku reconoció esa voz de Akira
—Sí, descuida- Riku vendrá en un momento y Minjoon está durmiendo - Yusei le respondió, su tono fue amable.
-Oh, vendrá él.
-Bueno, sí, viene a ver a su hijo.
-Seguro -Notó el sarcasmo en las palabras del hombre.
-¿Qué sucede con esa actitud? -Escuchó la leve risa de Yusei.
-Nada, no importa. Me iré ahora.
-¡Akira!- Yusei lo llamaba- No seas infantil y dime lo que te pasa.
Silencio. Riku pensó que sería eterno, hasta que nuevamente escuchó la voz de Akira, está vez con duda.
-No creo que haga falta decirlo nuevamente... sabes que me gustas, me vuelves loco, Yusei. Ni siquiera sé cómo puedo aguantar las ganas que tengo de besarte, poder tomar tu mano y mimarte cuando lo necesites.
-Akira...
-Pero si estas pensando en volver con Riku o ver si algo puede funcionar entre ustedes, quiero que me lo digas, si es así, necesito convencerme de que definitivamente no tendré una oportunidad contigo.
-No volveré con Riku -Yusei respondió rápido, perdió cualquier tipo de dulzura.
Los vellos de Riku se erizaron, así que las cosas eran de esa manera. Aquella parte que aún resguardaba esperanzas de tener una oportunidad con el doncel se hizo añicos, le costaba aceptar la verdad, el saber y escucharlo de Yusei le dolió en lo más profundo de su ser.
Era consciente de que conseguir el perdón de Yusei sería una tarea difícil, pero siempre se mantuvo esperanzado, ahora la realidad lo golpeaba duramente.
Sus acciones hicieron un desastre irreparable.
Suspiró tristemente y le dirigió una triste mirada a su hijo. De lejos podía oír lo que hablaban Yusei y Akira.
-No estoy preparado para una relación, tengo un hijo pequeño, debo organizar mi vida y... no quiero hacer de ti un desastre.
-Yusei, puedo esperarte el tiempo que sea necesario, sólo si me aseguras que tengo una oportunidad contigo.
Después de un tiempo sin que ninguno hablara, el doncel respondió.
-La tienes.
Riku supo que ese era el final definitivo para la historia que alguna vez tuvo con Yusei.
Limpió la pequeña lágrimas que derramó su ojos y trató de calmar las emociones que recorrían su cuerpo.
Debería empezar de nuevo.
FIN
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Bueeeeee, así las cosas.
¿Ustedes perdonarían una infidelidad así?
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