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ʚ🌼ɞ Capitulo 8.






Un mes y medio había pasado mucho más rápido de lo que él lo hubiera deseado, su libro había tenido un buen recibimiento por el público y las ventas estaban siendo un éxito, incrementaron considerablemente y vendieron mucho más que las primeras semanas del primer libro de esa trilogía

Yusei pudo terminar el tercer y último manuscrito con anticipación y ahora estaba siendo revisado por la editorial.

Dejando aquellos pensamientos de lado observó los insistentes ojos de Ethan, su amigo desde hace una semana le estaba insistiendo de que fuera a la clínica para hacerse una prueba de sangre. Yusei no era conocido por ser testarudo, pero justo en ese instante él realmente no quería arriesgarse a destruir su estabilidad emocional.

-No te comportes como un niño ahora, Yusei -Ethan no lo dejaba de observar ni por un segundo, el hombre llevaba las llaves del auto y se las meneaba en la mínima oportunidad.

-No es eso. -Yusei se defendió. -Solo que después de unos días que Riku  viajó yo me hice una prueba y salió negativa. ¿Para qué quieres que me someta a ver otro resultado negativo?

-Sabes que las pruebas de orina solo detectan cierto nivel de hormonas y te la has hecho con muy poco tiempo desde que te acostaste con él -Ethan lo tomó de la mano -La prueba de sangre es más asertiva y no pierdes nada.

-No lo sé -Yusei no quería lidiar con otra desilusión, él no se sentía nada embarazado.

-Mi hermana tuvo un falso negativo con la prueba de orina y ahora tengo dos sobrinas -su amigo insistió un poco más

Yusei intentó poner su mejor cara de perro mojado, pero aquellos ojos avellanas jamás se dejaban llevar por sus encantos, a menos que de verdad Ethan se lo quisiera dar. Suspirando y asumiendo la derrota contra su amigo, se puso de pie y caminó hasta donde estaban sus zapatos.

-Cuando salgamos de allí y esté deprimido espero que me compres lo que se me antoje -Yusei refunfuñó mientras se terminaba de calzar. -Querré muchas cosas para comer.

-No seas pesimista -Ethan lo consoló con un suave toque en su espalda.

-Callate y prepara tu billetera.



•🌼•




Después de que le hayan extraído sangre Yusei se encontraba dormitando en el hombro de Ethan. Su negatividad había exasperado a su mejor amigo por lo que tuvieron una pequeña pelea en el auto antes de que él se bajara y solicitara que se le hiciera la prueba de sangre.

Pocos minutos después su mejor amigo lo acompañó y sostuvo su mano cuando la aguja fue introducida en su piel.

-Perdón por insistir tanto. Sé que es un tema delicado para ti y sin embargo fui muy testarudo con ello -Ethan le susurró cerca del oído mientras jugaba con los dedos de Yusei

-Está bien, no te aflijas demasiado. Tendrás que poner tu billetera en esto -Yusei le sonrió dulcemente mientras se erguía en el asiento. Su espalda ya comenzaba a doler.

Antes de que alguno pudiera decir algo más su nombre fue dicho por una de las enfermeras de la clínica. Sus manos comenzaron a sudar y su boca se quedó completamente seca, sin poder emitir alguna palabra se acercó donde la mujer sostenía un sobre blanco. Lo tomó con sus manos temblorosas y se despidió de la enfermera con un leve asentimiento.

Ethan lo siguió silenciosamente hasta que entraron a su auto.

-Ábrelo tú, por favor -Yusei le extendió el sobre a su amigo.

El azabache lo tomó silenciosamente y esperó unos segundos, los más largos para Yusei. Sin poder mirar lo que su amigo hacia volteó el rostro, esperando una pequeña palmada en su espalda que confirmara sus pensamientos; no estaba esperando un hijo.

-¡Yusei! ¡Mierda, Yusei! ¡Seré tío!

-¿Qué?- Logró pronunciar, sintió como el peso invisible que se había instalado en su espalda desaparecía al escuchar las palabras de su amigo -No juegues conmigo -Pidió con lágrimas en sus ojos.

-No estoy jugando contigo, bobo. -Ethan le extendió el papel donde estaban los resultados de su prueba.

Él no se tomó el tiempo de leer tranquilamente los resultados, simplemente buscó con la vista aquella palabra que confirmaba su más grande anhelo en el último tiempo.

Cuando encontró la confirmació, dejó que las lágrimas descendieran por su rostro, alguna de ellas impactando directamente en el papel.

Abrazó a Ethan y lloró en el hombro de su amigo. La sensación cálida y la felicidad inundaba su cuerpo, quería chillar de felicidad y gritar que sería papá.

-Felicidades -Ethan lo acarició con una sonrisa.

-No lo puedo creer -Yusei no dejaba de sonreír, por más que sabía que probablemente fuera un desastre de lágrimas y mocos -Seré papá.

-Lo serás y uno muy bueno. Tu hijo o hija es muy afortunado por tener un padre como tú.

Yusei llevó su mano a su estómago y lo acarició suavemente, quería disculparse por haber negado su existencia y ser tan testarudo.

-Celebraremos con un batido de frutillas y crema.

-Pensé que no te gustaba -Yusei le sonrió mientras limpiaba el rastro de lágrimas en sus mejillas y ojos.

-No me gusta -Confirmó -Pero te llevaré a ti y a mi futuro sobrino, sobrina

Veinte minutos después Yusei se encontraba con una gran copa de batido y crema. La dulzura de la bebida lo ponía de un mejor humor del que tenía, Ethan por su parte, lo miraba sonriendo mientras bebía café.

—Odio ser el aguafiestas... pero, ¿Cuándo le dirás a Riku?

-No lo sé, estaba pensando en decirle después de cumplir los cuatro meses de embarazo.

-¿Esperaras tanto? -El entrecejo de Ethan se frunció levemente.

-Quiero que sea seguro cuando le diga. Los primeros meses son críticos, puedo sufrir un aborto espontáneo y perderle.

-Bien, es tu decisión- Su amigo tomó un sorbo de su bebida -Pero recuerda que él es el padre también y tiene derecho a saber.

-No le sacaré sus derechos, solo quiero estar seguro. También me sirve para tomar esto con calma.

-De acuerdo. Recuerda hacer una cita con el obstetra.














Bebé en camino 🍰
















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