ʚ🌼ɞ Capitulo 6.
Una semana había pasado desde la noche que compartió con Riku, donde sus miedos e inseguridades salieron a la luz de la peor forma posible. Desde ese día, el hombre con el que se casó no estuvo ni un solo día sin tratar de comunicarse con él.
Yusei, por su parte, no estaba listo para mantener una charla, agregándole el hecho de que sus reuniones con la editorial que lanzaría su próximo libro exigían su concentración al 100%. No podía darse el lujo de perder todo lo que le costó construir por los egoístas caprichos de Riku.
-¿Entonces ya solicitaste formalmente el divorcio? -Ethan, quien le hacía compañía como la mayoría de las tardes, lo observó teclear en su portátil lo más rápido que sus dedos se lo permitían.
-Correcto. Hace unos días hablé con mis abogados.
-Cuando tu divorcio salga y seas libre de ese matrimonio, saldremos a beber.
-Por mí, encantado -Yusei le dio una rápida mirada, con picardía. -También, podrías presentarme a uno de tus amigos, a uno que le atraigan los donceles.
-Ni lo sueñes -Ethan fue conciso.
El contrario le dio una pequeña mirada furtiva a su amigo, deleitándose con la expresión agria que llevaba. Desde el día que le confesó que compartió la cama con Riku, Ethan se comenzó a comportar como un auténtico hombre de las cavernas, no le molestaba que actuara de esa manera, le divertían todas sus reacciones.
Al parecer el hombre se hizo la idea de que él ahora se enredaría con cada hombre que tocara a su puerta, lo cual era completamente falso. Admitia que el sexo fue una de las mejores cosas que probó en su vida, pero no era un promiscuo.
-Hey... -Decidió molestarlo un poco más -Seré un hombre soltero, tengo un plan de vida y una estabilidad económica bastante decente, tener un revolcón con alguien de vez en cuando no estaría de más
-¿Qué te sucede? -El azabache lo miró horrorizado. Ese hombre te perturbó la mente.
Yusei apartó su cansada vista del portátil y le sonrió dulcemente a su amigo.
-Por supuesto que no... él sólo -Yusei dejó de hablar al momento en el que su teléfono comenzó a sonar, notificando que estaba recibiendo una llamada. La pantalla iluminada mostraba el nombre de Riku, suspirando, se disculpó con Ethan y la aceptó.
Antes de siquiera poder hablar, el castaño tomó la ventaja -Tu padre ha venido a visitarme esta mañana, Yusei. Al parecer ya escuchó las noticias de que te quieres divorciar
Yusei enmudeció momentáneamente, procesando las palabras que riku dijo. Por más que ahora fuera un hombre adulto y no dependiera económicamente de su padre, el hombre seguía entrometiendose en su vida.
Al momento de hablar con sus abogados, pidió la mayor discreción posible, para evitar los rumores de los medios y por supuesto, para que su padre no metiera la nariz en asuntos que no le conciernen, sin embargo, no se pudo evitar.
-¿Qué fue lo que te dijo? -Preguntó con cautela.
-Prefiero hablar contigo en privado. Estoy en mi estudio de la ciudad, ven en una hora.
Yusei suspiró, cansado de la situación, miró su reloj de la muñeca, verificando la hora y a qué hora debería salir.
-Bien. Envíame la dirección por mensaje.
Sin más de qué hablar con Riku, colgó primero. Volvió con pasos lentos y pesados a donde Ethan lo esperaba, con el ceño fruncido y su rostro mostrando una preocupación genuina.
-¿Para qué llamó? -Su amigo se le acercó, colocando una mano en su hombro y apretando levemente el mismo.
-Mi padre fue a verlo, se enteró del divorcio antes de lo pensado. -Yusei se pasó las manos por el rostro, con frustración. -No tengo idea de lo que hayan hablado, pero Riku quiere que vaya a verlo en una hora.
-¿Irás?
-No tengo otra opción. He estado ignorandolo durante una semana y necesito saber lo que el loco de mi padre ha ido a decirle.
-¿Quieres que te acompañe? -Ethan preguntó mientras lo tomaba de las mejillas.
Yusei buscó refugio en las manos de su amigo y negó lentamente.
-Iré solo. Estoy seguro de que él sigue pensando que estoy contigo y se pondrá a la defensiva.
꒦꒷꒦꒷🌼꒦꒷꒦꒷
Una hora más tarde, tal y como habían acordado, Yusei se encontraba en el ascensor dirigiéndose al último piso del edificio donde Riku tenía su estudio. Nunca estuvo ahí, ni siquiera sabía de la existencia del mismo, conocía las oficinas pero ignoraba que el castaño tuviera un espacio en la ciudad.
En cuanto las puertas del ascensor fueron abiertas, Yusei se encontró con algo totalmente diferente a lo que se imaginaba. No era un estudio de trabajo, era uno de arte.
Bajo sus pies se encontraba un hermoso y brillante piso de porcelanato simil madera, había grandes ventanas que dejaban la entrada al sol, las paredes poseían colores naturales, el lugar estaba lleno de lienzos, bastidores y caballetes. Los materiales para pintar estaban cuidadosamente guardados, mientras que otros pocos estaban sobre una gran mesa, al parecer Riku estuvo pintado hasta hace poco.
Se aferró a la correa del bolso que estaba sobre su pecho y observó con deleite las pinturas ya terminadas que estaban allí, exhibiéndose orgullosamente.
De una puerta, a la cual Yusei no le prestó mucha atención, salió Riku vistiendo nada más que un pantalón de chándal gris, su pecho estaba al descubierto y se podían observar pequeñas gotas de pintura sobre él, en sus manos llevaba un trapo que daba la sensación de que lo uso múltiples veces.
-Hey- Riku sonrió, dejando de lado los auriculares que llevaba -No te escuché llegar.
-Hola. -Saludó Yusei, despegando la vista del estómago de su contrario-Pensé que te notificaron de la recepción, ellos me dejaron pasar.
-Sí, ellos sabían que vendrías. ¿Quieres algo para beber? ¿o comer? ¿Ambas?
-Jugo estaría bien
Asintiendo, Riku buscó en una pequeña heladera que tenía una botella de jugo. Se la entregó mientras que él tomaba una también.
-Tengo un sillón por allí, sentémonos- Señaló el castaño.
Yusei dejó con cuidado su bolso a un costado del mueble, tenía miedo de arruinar alguna de las obras de su contrario. Con nerviosismo tomó la botella que se le entregó y dio un largo trago.
-No sabía que pintabas. -Comentó en voz baja.
-Desde pequeño. Realmente me encanta, quería dedicarme a esto cuando era más joven... pero la vida no siempre nos da lo que queremos.
-Tienes mucho talento. -Yusei lo halagó, pegando su vista en una de las pinturas que llamó su atención desde que llegó al lugar. -Tal vez deberías aventurarte y conseguir lo que quieres.
Riku no le contestó.
-Entonces... -Yusei volvió a hablar, incómodo- ¿Qué te dijo mi padre?
-Él llegó a verme esta mañana a mi oficina diciendo que estaba en la ciudad por un viaje de negocios, no tardó demasiado en decirme la verdadera razón de su visita. Se encargó de rebajarte como las peores escorias, también dijo que estabas loco por desear el divorcio y que si lograba persuadirte de esa idea me haría su heredero.
Yusei no esperaba absolutamente nada más que eso, nunca fue respetado por su padre y al parecer, nunca lo conseguiría.
-¿Por qué me estás contando esto? - Preguntó, receloso.
-Tu padre nunca fue de mi agrado y no me gusta que hable así de ti, como si fueras una cosa.
-El trato te hubiera convenido. Mi padre es rico -Hizo oídos sordos a las palabras de Riku- Sin embargo, no hubieras obtenido nada, porque la idea de querer divorciarme sigue tan latente como el primer día.
Pudo ver cómo la mandíbula de Riku se tensaba, sin embargo, no dijo nada, lo cual lo sorprendió.
--Déjame demostrarte que puedo ser un buen esposo, hasta que salgan los papeles del divorcio, si para ese entonces no has cambiado de idea, no insistiré más y te daré lo que quieres
-Estás loco -Yusei rió.
-Mis abogados estiman un tiempo de seis meses. Dame seis meses para demostrarte lo que soy capaz de hacer por ti.
-¡¿Seis?! El proceso se puede acortar, lo sabes.
-Lo sé. Pero seis meses son adecuados para que tomes una decisión... en caso de que te niegues, puedo hacer que incluso se alargue más, años.
-¡¿Me estás amenazando?! -Yusei habló con incredulidad, su boca abierta de par en par
-Tómalo como una advertencia.
El tono en el que Riku se dirigía a él era tan calmado y pausado, como si estuviera comentando qué tan bueno estaba el clima hoy. Yusei apretó sus dientes y con decisión se puso de pie para marcharse de allí lo más rápido posible.
-No huirás -Riku lo tomó del brazo e hizo un rápido movimiento para tenerlo sobre sus piernas.
Yusei estaba pasmado, lo miraba incrédulo.
-Suéltame -Reclamó.
-No lo haré. -Lo dijo con determinación -Piensa adecuadamente en lo que te estoy proponiendo. Son seis meses, has estado casado conmigo seis años, no harán la diferencia.
El pulgar de Riku se situó en su labio inferior y lo estiró suavemente.
Yusei observó los oscuros ojos del castaño y por un breve momento temió de lo que pudiera salir de su boca.
-Te daré el último empujón que necesitas. -Riku le dijo, antes de apoderarse salvajemente de sus labios.
Las manos que recorrían sin pudor su cuerpo y los labios expertos hicieron un desastre de él, sus sentidos se vieron perjudicados por el aroma de su contrario y perdió la conciencia sobre sus actos.
Dejó que el castaño se deshiciera de sus prendas y que lo besara a su antojo, Riku dejó marcas rojas en su pecho y hombros, mordió levemente uno de sus pezones, arrancando un suave gemido de su garganta.
Riku lo recostó sobre el sillón e hizo un camino invisible de besos húmedos sobre su estómago hasta llegar a una de sus zonas más íntimas.
-Iré por el lubricante- Riku le avisó.
El corazón de Yusei latió fuertemente, anticipándose a lo que sucedería en minutos. Estaba loco.
¿Cómo siquiera llegó allí? ¿Por qué mierda no se ponía de pie y se marchaba con la poca dignidad que le quedaba?
Antes de que más pensamientos contaminaran su mente, Riku llegó con una pequeña botella de lubricante. El hombre se colocó entre sus piernas, acariciándolo suavemente y logrando que su piel se erizara con su toque.
Los labios de Riku llenaron los suyos mientras sus dedos se encargaban de dilatarlo lo suficiente para que pudiera entrar en él.
Gimió contra la boca de Riku cuando rozó su punto dulce, sus uñas se clavaron en los hombros de su contrario y cerró sus ojos fuertemente.
-¿Te gusta? -Riku preguntó en su
oído.
-Sí -gimió.
Abrió sus ojos como platos al sentir cómo Riku entraba en él lentamente, cruzó sus piernas sobre las caderas del hombre una vez que él estuvo completamente dentro.
Un gutural gemido salió de Riku que logró sorprenderlo. Yusei lo observó con curiosidad, queriendo saber qué había causado aquello.
-Se siente muy bien estar en ti -Aclaró, con picardía.
Yusei escondió su rostro en la curvatura del cuello de Riku y gimió al sentir los movimientos que este realizaba. Sintió los dedos de Riku en su rostro, haciendo que lo mirara a los ojos.
--Déjame mirarte.
El hombre obedeció, haciendo breves exposiciones cuando el placer era demasiado y sus ojos se cerraban inconsciente. Las manos de Yusei viajaron por toda la espalda de su amante, apretando levemente cuando Riku estimulaba su próstata.
Su respiración se detuvo momentáneamente al momento de venirse sobre su estómago, apretó sus ojos y gimió una última vez. Poco después, el hombre que estaba sobre él, apretó sus muslos y soltó unas cuantas maldiciones.
-Tendríamos que haber hecho esto hace años -Riku murmuró, depositando suaves besos en su sudoroso cuello.
Intensooo 🔥
Igual que el episodio de ayer, estoy molesta con Hira! Por qué no entiende que Kiyoi lo quiere y el es más que suficiente! ಠωಠ
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