Debido a que había una gran cantidad de autos estacionados fuera del establecimiento Yusei tuvo que ingresar a la clínica sin Ethan mientras él se encargaba de buscar un lugar donde estacionar.

Esta iba a ser su cuarta revisión con el médico, los siguientes meses después de que se enteró de su embarazo se habían pasado demasiado rápido para su gusto, aún no adquiría el valor para decirle a Riku que iban a ser papás, su ansiedad iba en aumento cada vez que pensaba en ello y todavía cargaba con la presión de que sólo quedaban dos meses para decidir si quedarse al lado del castaño.

Su mal hábito de morderse las uñas regresó paulatinamente desde que tuvo que esconderle la noticia a Riku. Dándose cuenta de sus actos, quitó sus uñas de su boca y observó la limpia e iluminada sala de espera.

Le insistió a Ethan para que llegaran temprano por lo que aún tenía que esperar alrededor de veinte minutos para que fuera atendido. Posó su vista en un joven de cabello rubio ceniza, él tenía una gran barriga, Yusei pudo deducir fácilmente que estaba en el último trimestre de su embarazo. Mordió su labio, tratando de ocultar su sonrisa al imaginarse en ese mismo estado.

Cuando levantó sus ojos de la panza del rubio se encontró con unos dulces y brillantes ojos mirándolo atentamente al mismo tiempo que una hermosa sonrisa decoraban su rostro. Si Yusei alguna vez estuviera interesado en los donceles, definitivamente él sería su tipo.

Con dificultad, debido a su panza, el hombre se levantó de su asiento y con lentos pasos se acercó a donde Yusei  se encontraba. Su nerviosismo aumentó al verlo sentarse a su lado.

-Soy Nunew. ¿Tú cómo te llamas? -Una pequeña y regordeta mano fue ofrecida en forma de saludo.

Tomándola delicadamente y con sus mejillas coloradas, habló -Me llamo Yusei.

-Qué lindo nombre tienes. -Nuevamente, una sonrisa deslumbrante le fue ofrecida- ¿Tienes cita con el obstetra?

—Sí -Su cara enrojeciendo nuevamente — ¿Tú también?

-Oh, no, no. Ya la tuve -Negó suavemente con su cabeza -Estoy esperando que mi pareja venga a buscarme... tuvo que estacionar el carro lejos y no quiere que camine.

La atención de Yusei nuevamente fue dirigía al hinchado estómago de Nunew.

-¿Quieres tocarla?

-¿Disculpa?-Los pequeños ojos de Yusei se abrieron más que de costumbre.

-Mi estómago. Llevas observándolo desde hace mucho.

-Lo siento- Se disculpó, profundamente avergonzado por sus actos -Es sólo que me llamó mucho la atención.

-Nah, está bien -El rubio tomó la mano de Yusei y la colocó justo en el momento que la pequeña persona que se estaba formando allí pateó.

-Oh, Dios -El castaño apartó su mano sorprendido por el movimiento.

-Tuve la misma reacción cuando sentí que se movía. ¿Puedo preguntar cuánto tiempo tienes?

-Tengo 18 semanas. -Yusei respondió, orgulloso y feliz -¿Y tú?

-Siete meses. Estoy ansioso de que dentro de poco podre verla.

-Te ves increíble. -El pálido dijo, sin pensar demasiado en sus palabras.

Yusei jamás pensó que alguno de sus actos o palabras pudiera poner nervioso o avergonzar a alguien, así que él estuvo completamente sorprendido al ver las tiernas mejillas rojas de Nunew.

-Tal vez en otra vida podamos intentarlo- Nunew le sonrió, todavía conservando su lindo color carmesí

-Yo... yo-Esta vez fue su turno el ponerse nervioso

Nunew desvió sus ojos momentáneamente y la sonrisa coqueta que llevaba fue suplantada por una con ternura.

-¡Natasitt! Ven, quiero presentarte a alguien. -El brazo del rubio se movía frenéticamente en el aire, tratando de obtener la atención de otro muchacho, este llevaba lentes oscuros y vestía extremadamente bien, Yusei  por poco dejaba caer su mandíbula. ¿Acaso hoy se iba a encontrar a jóvenes y atractivos hombres por todos lados?

Yusei no lo notó apenas lo vio, pero el joven recién llegado tenía una pequeña panza que fácilmente se podría ocultar.

-Natasitt, él es Yusei... probablemente nos casemos en nuestra siguiente vida -Habló Nunew cuando el extraño se acercó -Yusei, él es Natasitt, el griego con los ojos más lindos que podrás encontrar.

El pálido pudo comprobarlo en el momento que el joven se sacó los lentes de sol, unos brillantes y vivaces ojos grises lo observaron.

-Hola -Yusei pudo percibir un acento desconocido para él- Gusto en conocerte.

-Hola...- Tomó la mano que se le era
ofrecida. -Digo lo mismo.

-¿Nunew? -Una calmada y gruesa voz llenó el lugar donde se encontraba. Sus ojos viajaron al hombre de porte extraordinario y se sorprendió con la velocidad en la que el rubio había llegado a sus brazos.

-Zee, te extrañé -Los carnosos labios de Nunew besaron suavemente la nuez del hombre.

Unos gruesos brazos rodearon por completo el pequeño cuerpo de Nunew y el sujeto le sonrió tiernamente mientras depositaba un suave beso en su nariz.

Yusei supo que ellos no tendrían otra vida juntos como Nunew aseguraba porque el amor que irradiaba juntos era resplandeciente.

-Chicos, me voy. Hablen entre ustedes. Se llevan muy poco tiempo entre sus embarazos y pueden entenderse perfectamente -antes de marcharse, Nunew le pidió su número asegurando que lo contactaría pronto.

"Zee" se despidió de ellos con un leve asentimiento mientras que Nunew movía su mano frenéticamente para saludarlos.

Natasitt tomó el lugar que Nunew dejó y lo escuchó suspirar.

-Nunew es alguien bastante peculiar. No puedo creer que... no importa, ¿cuánto tiempo tienes? -Natasitt le dio una pequeña sonrisa.

-Oh, cuatro meses, ¿tu?

-Cinco -Nuevamente, un suspiro salió de sus labios- ¿Viniste solo?

-No, me trajo mi... -Antes de poder
continuar un agitado Ethan llegó a donde se encontraban- Él viene conmigo

-¿Es el papá? - Yusei percibió un tono de alegría en su contrario.

-No -Rió -Es mi mejor amigo... el papá, todavía no lo sabe.

La curiosa mirada que recibió del chico le provocó algo de vergüenza.

-¿Tú vienes solo? -Yusei decidió cambiar el rumbo de la conversación.

—Sí... el padre tampoco lo sabe.

Sintiendo un poco más de confianza con el muchacho le hizo señas a Ethan para que se acercara y así presentarlos. Mantuvieron una corta charla hasta que el doctor lo llamó, se despidió del joven no sin antes dejarle su número.

-Te veré pronto -Natasitt se despidió.

•🌼•

Ethan lo dejó en casa una hora después de su cita con el médico, su amigo insistió en que quería ser el primero en comprarle algo a su bebé por lo que antes de dejarlo pasaron por el centro comercial. El azabache se había emocionado más de la cuenta y terminó comprando mucho más que solo un body infantil.

Debido a eso, tuvo que dejar los regalos con Ethan, no había manera que los tuviera en casa sin que Riku se percatara de ellos.

En el garaje se encontraba el auto del castaño, le sorprendió encontrarlo allí ya que normalmente Riku llegaba un poco más tarde. Con curiosidad lo buscó en el interior de su hogar, al no encontrarlo en los típicos lugares donde lo podría encontrar se dirigió a la habitación que compartían.

Frunció el ceño al verlo, sentado en el piso, rodeado de papeles y su traje arrugado.

-¿Riku?- Preguntó extrañado mientras se acercaba.

A medida que la distancia se reducía pudo ver exactamente los papeles que se encontraban en el suelo, su corazón se detuvo y tragó sonoramente.

Riku tenía en sus manos su última ecografía.

Su contrario levantó el rostro y Yusei  pudo ver una imagen que jamás en su vida se imaginó. Los morrones ojos del hombre estaban completamente rojos y llenos de lágrimas, no podía asegurar cuánto tiempo llevaba así pero sí podía decir que era bastante ya que los mismos estaban hinchados.

-Lo siento

Riku se arrastró hasta donde se encontraba y abrazó sus piernas, su llanto volviéndose más fuerte.

-¿Por qué lo sientes? -Yusei preguntó, el nudo en su garganta le dificultaba hablar con claridad.

-Por no poder brindarte la seguridad y confianza necesaria para que pudieras compartir conmigo qué estás esperando un bebé.

Dejando que sus barreras se derribaran se dejó caer junto a Riku. Se sintió bien el estar en los brazos del hombre, se sintió mejor al sentir la temblorosa mano del castaño en su estómago y tocarlo suavemente, como si le fuera a causar algún daño.

-Mi estómago todavía no crece mucho — Yusei sorbió sus mocos -Pero está allí. Es tuyo y mío.

Una mezcla de llanto y risa salió de Riku.

-Mi hija o hijo sabrá que soy un idiota. — Riku le besó las mejillas, tratando de quitar las lágrimas que aun caían por los ojos de Yusei

-Lo eres solo un poco -Yusei se atrevió a colocarse encima de las piernas del castaño -Pero no tengo dudas de que serás el mejor papá de todos.

Una pequeña risa se escapó de los labios de Riku. Sin quitar la sonrisa de su rostro, lo besó profundamente, Yusei sintió que ese beso lo recordaría para toda la vida, no era el más higiénico ni el más lujurioso que habían tenido, pero estaba cargado de significado para ambos.

Y nos llegó Natasitt 🙊