Kyle marcó su número, pero como esperaba el buzón de voz lo recibió, este rechazo era demasiado cruel, Mikhail sabía lo que significaban los compañeros y aún así le dijo que viviera sin él.

Kyle no estaba dispuesto a obedecerle, ese testarudo humano sería suyo no importa lo que tuviese que hacer. Se detuvo al ver a su hermano recostado en la puerta de su apartamento, el que acababa de alquilar, por cierto, pero Ross siempre sabía dónde estaba, por lo que eso no le sorprendía.

—¿Qué pasa? —preguntó sacando sus llaves, Ross lo impidió tomándolas.

—Le haremos una visita a ese idiota —gruñó mostrándole los colmillos, Kyle negó.

—No, te dije que no te metieras en eso, no quiero más problemas.

Ross arqueó una ceja con suficiencia.

—Por lo que puedo olfatear el humano te rechazó otra vez, salgamos un rato.

—Tengo miedo de tu definición de salir.

—Luego de enseñarle una lección a ese Alfa iremos por ahí, te consolaré toda la noche —Kyle negó.

—¿Soy yo el que debe ser consolado realmente?

Ross se paralizó y lo miró fijamente.

—¿A qué te refieres con eso?

—También sufres con lo que le haces a tu compañero —Ross refunfuñó con mal humor.

—No toques ese tema, es jodido.

—¿De verdad estás bien?

—No estoy listo para un enlace —Kyle se rindió con el último comentario.

—Bien, vayamos a donde quieras.

—Por eso me agradas más que Emie —dijo pasando un brazo alrededor de su cintura y comenzando a caminar, Kyle se carcajeó.

-—Te agrado más porque soy Omega, ustedes dos pelean todo el tiempo.

—La verdad es que es un poco insoportable, mucho más ahora que encontró a su compañera, no para de hablar de eso.

—Ross, también tienes un compañero par...

—Detente —dijo frente a un club nocturno, la verdad es que sólo habían dado prácticamente unos pasos desde su edificio.

—¿Uh, qué pasa?

—Estamos aquí —dijo señalando el lugar, Kyle se estremeció.

—¿En este lugar?

—Mmm... soy un buen rastreador, me sorprendí bastante al captarlo tan cerca de ti, ese imbécil va a pagármelas.

—Por favor, vámonos, ya estoy arrepentido —murmuró jalando su camisa.

—No seas cobarde —replicó dándole un manotazo.

—Por lo que puedo oler hay más de diez Alfas ahí dentro, no puedes con todos.

—Entremos de una vez —dijo Ross jalándolo de la muñeca.

Kyle perdió el aliento apenas entró, el lugar tenía la música muy fuerte, estaba bastante oscuro, pero aún así se podían ver a algunos Alfas festejando con Omegas.

Parecía un burdel, las feromonas eran tan intensas que casi lo hacen vomitar, Ross se burló del interior como si fuese un niño curioso.

—Esto es tan asqueroso —murmuró rodeándolo con un brazo, Kyle por fin pudo relajarse con un olor conocido.

—¿Y tú quién eres? ¿Tienes invitación?

—¿Invitación, para esto? —preguntó señalando alrededor, el otro cambia-formas colocó una mano sobre su hombro, eso era un gesto para intimidar.

—Deberías irte si no es así.

—¿Qué harán si no me voy?

—Tendré que sacarte yo —dijo con seguridad, Ross dejó salir sus feromonas, el Alfa lo miró impactado, una gota de sudor resbaló por su sien.

—Pensé que me sacarías de aquí —el Alfa retrocedió atemorizado, la atención de todos se concentró en ellos, Kyle agarró la parte de atrás de la camisa de Ross.

—Vámonos de aquí —murmuró, Ross hizo un puchero.

—¿Eh? La diversión ni siquiera empieza —dijo con una sonrisa, Kyle se estremeció, por éstas razones no salía con Ross.

Uno de los Alfas se acercó, Ross lo miró significativamente y lo alejó del camino cuando un golpe fue dirigido hacia él, Ross le dio una patada.

—Ir contra el Omega, pero que bajo —dijo enseñando sus ojos dorados, Ross por fin vio al Alfa que buscaba—. Entré aquí por ti, ¿por qué no te acercas?

—¿Quién es este, tu novio? —Ross chasqueó la lengua.

—Hermano, con el que no debiste meterte.

—¿Fuiste a darle las quejas a tu hermano mayor, Omega?
—Kyle enrojeció fulminándolo con la mirada.

—Soy su hermano menor, idiota —gruñó Ross dándole un buen golpe en la nariz, el Alfa aulló y se llevó una mano al lugar.

—Atrapen a esos dos imbéciles para mí.

Kyle le dio un golpe a uno que pretendía acercarse, sin feromonas intimidantes podía pelear al nivel de un Alfa, Ross sonrió y golpeó a otro dejándolo inconsciente.

Kyle jadeó al recibir un golpe, luego de unos minutos sólo habían logrado dejar fuera de combate a cinco, quedaban al menos diez, Ross tenía moretones, su nariz sangraba al igual que su boca. Su hermano menor se había llevado casi todos los golpes que eran para él, eso de todas formas no lo salvó del daño.

Ross se carcajeó mirando hacia la entrada, parecía haberse vuelto loco por completo, Kyle comprendió después cual era el motivo. Mills se apareció ahí, su cabello negro parecía brillar, las betas azules destacaban, lo peor de todo eran sus ojos reptilianos.

—Ya había demorado demasiado —Kyle suspiró, al menos estaban salvados gracias al compañero dragón de Ross, uno que no quería y con el que se empeñaba en jugar.

......

Mikhail levantó el teléfono sólo porque era del trabajo y se llevó una buena sorpresa al escuchar que Kyle estaba causando problemas, eso lo puso frenético.

Agarró un abrigo y se metió a su auto, no había pasado mucho tiempo desde que lo había visto por última vez y aún así ya lo estaban llamando porque Kyle estaba formando un revuelo, por esto los cambiantes eran tan problemáticos, demasiado volubles.

Condujo lo más rápido que pudo y se puso su placa al cuello antes de bajar del coche, aunque no era necesaria, ya que con mirar su uniforme nadie se atrevería a preguntar.

Mikhail se detuvo frente a tres esposados, Kyle no era el único, antes de poder decir una palabra siquiera alguien se acercó a él y le dio un informe completo de la situación.

—Los tres sospechosos irrumpieron en el local y acabaron con al menos quince Alfas —Mikhail asintió mientras leía el reporte, le entregó el talonario a su dueño y luego los miró.

Kyle se encogió, parecía bastante avergonzado por la situación, aunque era el menos golpeado de los tres.

—Díganme, ¿qué se supone que hacían? —preguntó con una sonrisa, el castaño se encogió de hombros, aunque la posición parecía incómoda, los tres estaban esposados con las manos en la espalda.

—Defendía a mi hermano —gruñó el hombre fulminándolo con la mirada, Kyle lo regañó.

—¡Ross!

—¿Qué?

—Espera... —dijo abriendo los ojos, luego lo miró de arriba abajo—. ¿Este es tu humano? Es... un General de...

Mikhail frunció el ceño, ¿es que ahora tenía el olor de Kyle o algo parecido, cómo lo reconoció?

—¿Quién es tu hermano?

—Kyle, ¿quién más? —dijo como si fuese obvio cuando en realidad sólo se parecían por sus ojos verdes.

—¿Y este es? —dijo levantando el mentón del hombre de pelo azul, Ross gruñó fuerte y claro, Mikhail comprendió que no debió de tocarlo.

—No es de tu incumbencia.

—¿Es un lobo también?

—Sí

—¿Y los ojos de reptil? El informe decía que...

Ross sonrió con ironía.

—No me digas que te creerás la sarta de estupideces que dijeron esos lobos.

—Ustedes no me han dicho nada.

—Son ellos los que deberían estar esposados, sobre todo ese imbécil después de golpear a Kyle.

—¿Golpear? —murmuró Mikhail, Kyle replicó por lo bajo.

—Ross, él no lo sabía.

—¿No le dijiste?

—Sí, pero no dije que fuese un cambia-formas.

—¿Quién fue?

—El de cabello gris —dijo Ross apuntando con la nariz.

Mikhail suspiró y les quitó las esposas, el único que no tenía daño alguno en sus muñecas era el del pelo negro, lo cual era extremadamente extraño.

—Los dejaré ir esta vez, pero no pueden repetir esto.

Fue una riña entre nuestra especie, los humanos ni siquiera deberían estar aquí.

Mikhail lo ignoró, luego miró a Kyle.

—Espérame en el auto.

—Estoy cerca de casa, así que simplemente debería caminar hast... —Mikhail lo fulminó con la mirada y dio una orden por si no le había quedado claro.

—En mi auto, ahora.

—Bien —murmuró con las mejillas rojas.

Mikhail caminó hacia el cambia-formas de cabello gris y lo tomó por detrás del cuello, los oficiales lo ignoraron por completo.

—Ahg, esto es abuso policial, me haces daño —murmuró.

—Para tu mala suerte no soy policía, mira bien mi uniforme, idiota.

—¡Mierda! —respingó echándole un vistazo.

—Bien, ya nos vamos conociendo —gruñó dándole un rodillazo, el contrario jadeó e intentó resistirse, esta especie era más fuerte que él, pero con las técnicas adecuadas Mikhail lograba someterlos, tuvo años para aprender.

—¿Qué quieres? —jadeó.

—Al Omega, ¿por qué lo golpeaste?

—Porque fue divertido —Mikhail lo agarró del pelo y empotró su cabeza contra la pared dos veces, en estas ocasiones era bueno que fuesen resistentes.

—¡Bien, bien! fue un crío, él me pagó por ello, al principio pensé que sería un desperdicio golpear al chico, después de todo es un Omega, ellos son útiles para cosas mejores, sin embargo me dio mucho dinero —Mikhail le dio otro rodillazo sólo por la ofensa.

—Carajo, no insultes al Omega, me dan ganas de matarte —gruñó, Mikhail apenas se reconocía, ni siquiera sabía la razón por la que estaba haciendo esto.

—Joder, eres su compañero.

—Sí, lo soy —dijo posesivamente a pesar de que horas antes lo rechazó.

—Entonces eres el padre del chiquillo.

—¿Cuál chiquillo?

—El que me pagó por golpearlo —eso fue como un balde de agua fría, Mikhail le había enseñado muchas cosas a Justice, pero nunca a ser injusto.

—¿Mi hijo?

—Sí, dijo que debía alejar al Omega de su padre —Mikhail empujó al tipo, este se giró para verlo.

—Te quiero a más de cincuenta metros del Omega o sabes lo que te pasará, con este uniforme me dejan pasar muchas cosas, ¿entendiste?

—Sí, señor.

—Ya puedes irte —murmuró, Mikhail hizo una llamada y colgó luego de unos minutos.

Antes de ir de vuelta al auto se arregló, Kyle ya estaba sentado ahí, los dedos de su mano derecha tamborileaban sobre su muslo de forma nerviosa.

—No fue mi intención que las cosas se pusieran así, Ross puede ser un poco impredecible en ocasiones —Mikhail no dijo una palabra y comenzó a conducir, la repuesta nula puso nervioso al Omega.

—Siento que te hayan llamado, ni siquiera sé cómo pasó eso...

—Di la orden de que me llamen si estás involucrado en algo.

—¿Por qué? —preguntó Kyle tímidamente.

—Porque siento esta necesidad enfermiza de protegerte y estar al pendiente de ti.

—Lo siento —Mikhail frunció el ceño y lo miró.

—¿Por qué te disculpas exactamente?

—Por crear un lazo.

—Aunque no lo tuviese seguiríamos siendo compañeros —Kyle asintió y miró por la ventanilla.

—Pero no lo sentirías tan intenso, los humanos apenas pueden hacerlo.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—¿Decirte que? —murmuró con confusión.

—Que gracias a Justice recibiste aquella paliza, ¿él estaba ahí?

—Mikhail, eso pasó hace un tiempo ya, ni siquiera es importante —Mikhail agravó su voz, lo enojaba cuando no respondían sus preguntas.

—¡Kyle! ¿Estaba ahí?

—¡Sí! No me hables así, es extraño reaccionar a tus órdenes cuando no tienes voz Alfa.

—¿Reaccionar a mí?

—Olvídalo —murmuró haciendo una seña.

—¿No planeabas decírmelo?

—¿Me hubieses creído? —preguntó con una sonrisa de medio lado—. Dejémoslo ahí, yo también tuve parte de la culpa en esto, lo amenacé.

—No lo justifiques, debe tener sus límites, tendré una conversación con él apenas llegue.

—¿A dónde me llevas?

—Ya llegamos —dijo frenando, Kyle tragó en cuanto vio el hotel.

—¿Por qué estamos aquí?

—No es por lo que piensas, dormirás aquí por un tiempo, llamé y pagué todo, no te quiero cerca de esos animales, mucho menos de ese imbécil que te hizo daño —dijo con un gruñido, Kyle gimió.

—Te ves tan sexy cuando te enojas.

—Detente, tengo este instinto de protegerte, pero no irá más allá, mantengo lo que dije antes, Kyle.

Mikhail se fue de ahí odiándose por hacer que Kyle pusiera una expresión tan lastimada después de escucharlo.

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