Kyle gruñó, los golpes a nivel de sus costillas aún escocían un poco, Mikhail también despertó y acarició su cabello hacia atrás, el humano era atractivo hasta cuando acababa de despertarse.

—¿Duele?

—No, estoy bien —realmente lo estaba a no ser por sus costillas, ya casi todo el daño había desaparecido, pero como Mikhail parchó todos sus moretones apenas podía notarlo.

—Entonces me iré, tengo trabajo —Kyle colocó una mano en su pecho, ahora que no estaba en su ciclo de calor podía notar una gran cicatriz en su hombro, era sospechosamente parecida a la forma de unas garras.

—A penas son las cinco de la mañana.

—Debo pasar por casa a recoger mi ropa de trabajo, no puedo aparecerme ahí sin más.

—Puedes tomar la mía.

—No creo que tengas algo que me acomode para ir al trabajo —Kyle se sentó a horcajadas sobre él.

—No vayas hoy entonces.

—¿Hay algún motivo por el que no deba ir? —preguntó su compañero arqueando una ceja, Kyle hizo un puchero.

—Sí, tienes que cuidar de mí.

—¿No lo hice anoche?

—Yo me refiero a otro tipo de cuidar —murmuró sobre sus labios mientras movía las caderas, Mikhail detuvo el movimiento haciendo un poco de presión innecesaria.

—Deja de hacer eso, en serio tengo que irme.

Kyle dejó salir sus feromonas haciéndolo gemir.

—¿Qué pasa con ese detalle de que tu olor me vuelve loco?

—¿De verdad? —preguntó inocentemente, Kyle no podía decirle que era gracias a sus feromonas.

—Sí, es muy raro.

—¿Por qué?

—Porque parezco algún tipo de animal.

—Enséñame que tan loco te ponene mi aroma —murmuró Kyle con una sonrisa pícara, Mikhail invirtió las posiciones en la cama y lo miró con intensidad.

—Eres tremendamente molesto —gruñó mordiendo el lóbulo de su oreja, Kyle cerró los ojos y gimió.

Mikhail siguió mordisqueándole el cuello suavemente hasta llegar a la curvatura, Kyle lloriqueó, ese punto era el más sensible de los cambia-formas, su compañero sonrió con suficiencia.

—Te ves tan tierno cuando estás a punto de llorar —Kyle lo fulminó con la mirada.

—Deja de jugar conmigo.

—No lo hago, ya que faltaré al trabajo debo aprovechar el tiempo.

—Eres... —Kyle gimió interrumpiendo sus palabras.

—¿Qué soy? —preguntó lamiendo su erección.

—No hagas eso.

—¿Mmm? ¿Por qué no?

—Eso...

—¿Se siente bien? —Mikhail deslizó una mano cerca de su muslo, Kyle se estremeció, se sentó agitadamente y cerró las piernas.

—Espera, yo me prepararé.

—Puedo hacerlo —replicó arrodillándose en la cama.

—Si yo lo hago será más rápido y menos doloroso.

—No tengo experiencia, pero...

—¿Puedes hacerme caso por una vez?

Mikhail se vio decepcionado, pero asintió.

—Está bien, hazlo tú —Kyle suspiró aliviado, Mikhail aún no podía enterarse de lo que era.

Mikhail se puso de lado dándole espacio, Kyle tomó lubricante de su gaveta y se sonrojó, su compañero se burló con una risita.

—No te rías de mi —Mikhail sonrió y le dio un beso en la frente.

—No lo hago, pero te ves tan avergonzado que es lindo.

—Cállate —gruñó esparciendo el lubricante en sus dedos, Kyle lo llevó al lugar indicado y puso uno, mordió su labio ahogando un gemido.

—No te muerdas, quiero escucharte —dijo acariciando la herida.

Para no tener experiencia en el tema Mikhail sabía exactamente qué decir. Kyle agregó otro dedo, a estas alturas ni siquiera hacía falta, pero debía disimular un poco.

—Listo —murmuró entre jadeos, Mikhail arrugó las cejas.

—¿Tan pronto?

—Ah, sí, puedes comprobarlo tú mismo —Kyle enrojeció al darse cuenta de lo que había dicho, Mikhail sonrió.

—Ya que lo dices tendré que hacerlo.

Mikhail lo arrastró hasta acostarlo nuevamente en la cama y levantó sus piernas, las plantas de los pies quedaron sobre el colchón dándole una visa de todo, Kyle lloriqueó de vergüenza.

—¿Qué pasa? No es como si fuera tu primera vez —dijo Mikhail limpiando sus lágrimas.

—Nunca soy de intimar demasiado.

Kyle solía ser un poco dominante a pesar de ser Omega, las pocas veces en las que se acostó con alguien había dirigido todo el proceso y nunca dejó a alguien hacer algo como esto, pero las dos últimas veces demostraban que las cosas con su compañero eran distintas.

—Mmm... eso me hace un poco feliz —replicó deslizando un dedo en su interior, Kyle gimió agarrando las sábanas.

—Deja de jugar y fóllame.

—No seas grosero —Mikhail puso otro dedo y acarició su polla con lentitud, Kyle se estremeció y terminó corriéndose para mayor vergüenza.

—Tienes que estar jodiéndome —respingó mirando la mano de Mikhail manchada junto a su abdomen, Mikhail levantó las cejas.

—Aún no lo hago —Kyle le dio un golpe en el hombro.

—Por esto te dije que me follaras de una vez.

—No importa, haré que te corras otra vez —Kyle gruñó cuando puso un tercer dedo en él—. Creo que estás lo suficientemente preparado.

Mikhail se sacó el pantalón de piyama que le había prestado enseñando su erección, Kyle rebuscó nerviosamente un preservativo en su gaveta, Mikhail volvió a burlarse de él y se colocó el látex en cuanto se lo entregó.

—¿Listo?

—¿Tu qué crees? —Mikhail torció los ojos y se metió entre sus piernas, Kyle se acomodó y lloriqueó mientras Mikhail se deslizaba por completo en su interior.

—¿Cómo se siente?

—Sólo muévete y deja de preguntar estupideces —dijo tratando de mover sus caderas, Mikhail lo agarró impidiendo todo movimiento.

—¿Cómo deberías pedirlo?

—No me jodas —gruñó con exasperación.

—¿Debería detenerme?

—No te atreverías.

—¿Es un reto?

—¿Podrías moverte de una vez? —Mikhail levantó las cejas, Kyle finalmente se rindió—. ¿Por favor?

Su humano era más quisquilloso de lo que pensaba, Mikhail por fin comenzó a moverse llevándolo directamente al cielo.

.......

Mikhail dejó su maletín en el sofá y se retiró a su cuarto a cambiarse la ropa, el traje que llevaba lo estaba haciendo transpirar, dejó la chaqueta en un asiento y se retiró al baño.

El trabajo de hoy fue demasiado para un día, sus reclutas eran bastantes indisciplinados este año y él era el encargado de corregir ese comportamiento. Mikhail suspiró bajo el agua, Justice estaría fuera de casa toda la noche, así que ya que no podía disciplinar a su propio hijo al menos aprovecharía que no estaría.

Mikhail se envolvió en una toalla y agarró su teléfono, le envió un mensaje a Kyle y comenzó a vestirse, la respuesta no demoró demasiado y sonrió al verla. Salió a la cocina luego de ponerse una camiseta y un pantalón corto, Kyle pronto estaría tocando el timbre de su puerta.

Mikhail buscó todos los ingredientes de la comida y los colocó sobre el mostrador, Kyle tocó el timbre unos minutos más tarde. El muchacho parecía haber corrido una maratón, el cabello rubio estaba revuelto por la brisa, su camisa estaba sudada.

Mikhail le dio un pequeño beso en los labios haciéndolo reír de medio lado.

—Puedes bañarte si lo deseas.

—No lo dices porque apesto ¿verdad? —preguntó nerviosamente, Kyle a veces parecía un chico de preparatoria en vez de un hombre de veintinueve.

—No, no lo haces, puedes quedarte así.

—Prefiero bañarme, estoy todo pegajoso —Mikhail resopló, era como hablar con un niño.

—Está bien, puedes tomar la ropa que te acomode.

—Bien, ya vuelvo —dijo corriendo hacia allí.

Mikhail puso el agua a hervir, buscó las especias y luego tomó el cuchillo, Kyle regresó luego de un rato y lo abrazó por la cintura, su nariz acarició la curvatura de su cuello.

—¿Qué haces?

—La cena —Kyle hizo algo parecido a un ronroneo.

—¿Puedo ayudarte?

—Está bien, toma ese cuchillo y corta el tomate —Kyle se separó e hizo lo que le ordenó, su cara de confusión al ver el tomate lo hizo reírse a carcajadas—. ¿Cuál es el problema?

—¿Qué se supone que debo hacer?

—Cortarlo —dijo, obviamente Kyle colocó el filo justo en el centro del tomate.

—¿A la mitad?

—¿No sabes cocinar? —preguntó sorprendido, Kyle se puso la mano del cuchillo en la cintura y lo fulminó con la mirada.

—Oye, no a los estereotipos, no todos los homosexuales tienen que saber cocinar.

—No dije nada —murmuró.

—No te hace falta, tu cara de horror es suficiente.

—No exageres, simplemente me sorprendí.

—¿Por? —Kyle obviamente buscaba un motivo por el que pelear, Mikhail sonrió angelicalmente tratando de calmarlo.

—No pareces alguien que no sepa cocinar.

—¿Y cómo se ven esas personas?

—Olvídalo —dijo girándolo y colocándose a su espalda, la mano de Kyle se apretó en el mango del cuchillo, sus mejillas se colorearon de rojo—. ¿Qué pasa? —murmuró cerca de su oído, Kyle dejó salir un tierno gemido.

—Estás muy cerca.

—Eres tan tierno —replicó acariciándole el cuello con la punta de la nariz.

—No hagas eso o no comeremos en absoluto.

—Correcto —carraspeó tratando de recomponerse, Mikhail tomó su mano con el cuchillo y ubicó el tomate en la tabla—. Primero cortas los extremos —explicó haciéndolo—. Luego lo cortas en pequeños trozos cuadrados.

—No es tan difícil —murmuró, Mikhail lo soltó y dejó que lo hiciera solo, evidentemente Kyle subestimó el trabajo e hizo un desastre cortando, su cara no podía estar más roja—. Lo siento.

—Está bien, vamos a utilizarlo en una salsa, no era necesario que estuviese perfecto, sólo cortado.

—Soy un desastre

—Si realmente quieres puedes aprender —Kyle lo miró como si se le hubiese ocurrido algo.

—¿Qué tanto te gusta estar en la cocina?

—Mmm... a penas nos conocemos y ya quieres que cocine siempre?

—Bueno, es una opción.

Mikhail puso los ojos en blanco y se carcajeó.

—Ve a poner la mesa yo acabaré aquí.

Mikhail terminó de hacer lo que faltaba rápidamente y luego colocó un recipiente con el espagueti en el centro, la salsa con la carne al otro lado.

—Comamos antes de que se enfríe.

Kyle asintió, para sorpresa de Mikhail el muchacho comía como si estuviese en crecimiento, Mikhail sonrió y no dejó de ver lo contento que estaba Kyle comiéndose unos simples espaguetis.

—¿Estuvo delicioso? —Kyle se pasó la lengua por los labios y asintió.

—Sí, gracias por invitarme —Mikhail se puso de pie y apoyó una mano en la mesa, se arqueó para poder llegar a su nivel y lamió su labio inferior llevándose consigo una mancha de salsa.

—Por nada —murmuró muy cerca, Kyle miró hacia sus labios y hubiesen estado sólo a milímetros de besarse si el timbre no suena.

Mikhail gruñó.

—Espera, iré a ver quién es —Kyle asintió, Mikhail caminó a la puerta y se sorprendió al ver a su hijo.

Justice estaba de pie ahí con los brazos cruzados, su rostro enojado como siempre.

—Pensé que te quedarías a dormir con tu amigo.

—Sí, pero se me quedaron algunas cosas.

—Está bien, ve a por ellas —Justice asintió y entró, luego se paró en seco al ver a Kyle, el rubio también se puso de pie.

—¿Y tú que haces aquí?

—Justice, él es mi invitado, no seas descortés.

—¿Puedes ir por mis cosas? Sólo necesito una muda de ropa, el cepillo de dientes y los juegos en mi gaveta.

Mikhail no estaba seguro de dejarlos solos luego de ese tono, pero Kyle le asintió confirmando que estaba bien.

Mikhail recogió las cosas lo más rápido posible y las colocó todas en una mochila, antes de salir se detuvo escuchando una conversación.

—¿Qué carajo haces aquí?

—Tu padre me invitó.

—¿No te quedó clara la advertencia? —Mikhail arqueó una ceja, ¿advertencia?

—No respondo bien bajo amenazas.

—Resulta que yo tampoco, no importa cuántas veces me amenaces no te dejaré en paz.

—Eres tan diferente a tu padre -?—resopló Kyle, Mikhail salió de la habitación para ver a su hijo tomando a Kyle del cuello de su camisa.

—Un padre al que engañaste, por eso es tan agradable contigo.

—Baja la voz.

—¿No quieres que se entere de tu sucio secreto?

—No es un sucio secreto —Mikhail se cruzó de brazos mirándolos a ambos.

—¿Se puede saber de qué están hablando?

—No es nada importante —murmuró Kyle, su semblante parecía enfermo a diferencia de antes.

—¿Por qué no se lo dices de una vez?

—Justice, basta de eso, si no lo quiere decir tendrá sus razo...

—Papá, es un maldito Omega—gruñó Justice fulminándolo con la mirada.

Mikhail miró a Kyle en estado de pánico, Kyle simplemente se encogió en su lugar, pero no dijo ni una palabra.

—Dime que eso no es cierto —Kyle mordió su labio inferior y sólo dijo dos palabras, unas que fueron muy decepcionantes.

—Lo siento.

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