Kyle fue irresponsable respecto a su celo, eso quedaba claro si lo veías ahora mismo sólo en ropa interior en la habitación de su compañero, pero no pudo evitarlo.

Al menos estuvo lo suficientemente lúcido como para guardar su placa en el bolsillo del pantalón que segundos antes se había quitado.

Su ciclo de calor empezó antes de lo que pensaba y la llamada de Mikhail no ayudó, Kyle extendió una mano en su dirección, ya que su compañero ni siquiera se veía seguro de moverse, lo que probablemente quería decir que lo había asustado con su comportamiento.  

—Ven aquí —Mikhail por fin obedeció y gateó por la cama hasta situarse encima de él, una rodilla entre sus piernas haciéndolo realmente sensible.

—¿Está bien hacer esto? —Kyle gruñó, no era de extrañarse que pensara que había tomado alguna droga, el problema sería si perdía la conciencia en algún momento.

—Sí —murmuró quitándole la camisa, Kyle acarició su abdomen cuadriculado y terminó en sus pectorales con un gemido —. Ven aquí y fóllame.

Mikhail lo besó profundamente jalándole el pelo para subir su cabeza y facilitar el proceso, Kyle le arañó el pecho y agradeció que su compañero estaba lo suficientemente perdido con su aroma como para no quejarse. 

—Me siento mareado desde que entraste a esta habitación, tu olor me está volviendo loco —gruñó Mikhail separándose con trabajo, lo que quería decir que sus feromonas estaban actuando y afectando a su compañero.

—Eso está bien —dijo desabrochando el cinturón, Mikhail lo vio con atención mientras le quitaba el pantalón y lo dejaba en ropa interior.

Mordió su labio inferior y comenzó dejándole besos en la mandíbula, luego el cuello, Kyle gimoteó cuando chupó un pezón y pellizcó el otro. Su compañero humano estaba perdiendo la cabeza por esto también.

Mikhail siguió mordiendo y chupando los planos de su abdomen hasta que llegó al borde de su ropa interior y la quitó con un solo movimiento.

—Pero, ¿qué…? —Kyle gruñó, había olvidado cierto detalle sobre los Omegas que sería bastante molesto de explicar, sin embargo, su cabeza cooperó lo suficiente como para poder conseguir una justificación.

—Estaba jugando conmigo mismo antes de que llamaras —lo que lo hacía quedar como un pervertido, pero al menos no como un Omega.

Mikhail probó que su teoría fuese cierta deslizando un dedo en su interior, gracias al lubricante entró sin problema alguno haciéndolo poner los ojos en blanco.

—Sería mi primera vez con un hombre —murmuró rozando su punto y arrancándole un gemido.

—Está bien, no será tan diferente, busca un jodido preservativo y fóllame.

—¿No hay que prepararte?

—Créeme, ya estoy lo suficientemente preparado —eso no tuvo que decirlo dos veces, Mikhail estiró una mano y tomó un preservativo de la gaveta, lo rompió y colocó lo más rápido que podía.

—¿Estás seguro? —Kyle torció los ojos y se aseguró de tomar el mando dejándolo contra el colchón.

—Sí —dijo subiéndose a horcajadas, Mikhail aguantó sus caderas y lo ayudó con el siguiente paso.

Kyle gimió cuando dejó que su pene se abriera paso en su interior, suspiró una vez estuvo todo dentro, Mikhail le acarició la mejilla.

—¿Estás bien?

—Bien, comencemos de una vez —gruñó dándole un beso y moviendo sus caderas, Mikhail le mordió el labio inferior y se movió profundizando.

Kyle colocó ambos brazos a cada lado de su cabeza y se dejó hacer todo lo que este hombre quisiera hacerle.

……

Kyle despertó y miró el reloj en la mesita de noche, eran más de las once y su celo parecía estar más controlado. Miró a su compañero y acarició su cuello, había dejado una marca en su piel, tenía un aspecto terrible y Mikhail probablemente no lo notó en el calor del momento, pero lo haría una vez despertara, debía ser doloroso.

Kyle olvidó por un momento que no estaba junto a un cambia-formas y lo mordió, la sábana aún tenía un poco de sangre y se odiaba por hacerle esto a su humano.

Se dio un baño para sacar todo lo pegajoso de su cuerpo y se colocó la ropa con la que llegó, debía irse ahora mismo o su celo reaparecería más fuerte que antes, necesitaba su medicación de una vez por todas.

Kyle salió de la habitación y a punto de salir se detuvo gracias a la voz del hijo de Mikhail desde el sofá.

—¿No te dije que no vinieras otra vez? —gruñó poniéndose de pie para enfrentarlo.

—No tengo porqué obedecerte —dijo abriendo la puerta.

—Te lo advertí, te irá muy mal si…

Kyle perdió la paciencia y empujó al chico con un movimiento brusco.

—Deja de amenazarme, no pierdas el tiempo, no me alejaré de él.

¡Clink!

Kyle abrió los ojos al reconocer el ruido e intentó tomarla antes de que el humano lo hiciera, el muchacho lo empujó y cogió la cadena antes que él.

Kyle le gruñó.

—Una chapa de identificación, Kyle Lynn, veintinueve años, Omega —el chiquillo se rió a carcajadas—, eres un Omega y aun así te atreviste a amenazarme.

Kyle lo acorraló contra la pared, su mano quedó apretándole el cuello, no demasiado, pero si lo suficiente para asustarlo.

—Soy un Omega, pero sigo siendo más fuerte que tú, humano, ahora devuélveme eso —Kyle le arrebató la cadena, el idiota le sonrió.

—¿Mi padre sabe lo que eres?

Kyle le golpeó la cabeza contra la pared.

—No te atrevas a decirle nada a tu padre o vas a lamentarlo —el muchacho tosió y agarró la mano que tenía en su cuello—. Recuerda mantener la boca cerrada.

Kyle se fue luego de la última amenaza y realmente esperaba que el chiquillo le hiciera caso o todos sus planes se irían al demonio.

……

Mikhail despertó y fue hacia el baño, su cabeza dolía justo como si tuviese resaca, su cuello quemaba, así que se miró al espejo, una marca de mordida estaba en la curvatura de su hombro, frunció el ceño, ni siquiera recordaba en qué momento Kyle terminó mordiéndolo, también tenía marcas de arañazos en el pecho, su espalda escocía.

Sin pensarlo demasiado se metió en la ducha, se puso un parche en la mordida del cuello y luego salió para encontrarse con su hijo. 

—Deja de traer desconocidos a casa, ¿ahora te acuestas con hombres? —le gruñó Justice en cuanto lo vio.

Mikhail achicó los ojos ante su actitud, Justice siempre fue un chico malcriado, más bien, él lo hizo así.

—Respétame de una vez, ¡soy tu padre!

Justice le dio un manotazo al vaso frente a él y se puso de pie, el cristal se hizo añicos en el suelo.

—¿Cómo puedo respetarte cuando haces estas cosas? Estás manchando la memoria de mi madre.

—Tu madre está muerta hace diecisiete años, yo no —aclaró, Justice lo fulminó con la mirada, en estos momentos se parecía demasiado a ella.

—No hables así de mi madre.

—No deberías tener este nivel de inmadurez a tu edad, pero todo esto es culpa mía, creciste sin una madre y no te puse los límites que debía —suspiró.

—¿De qué hablas?

—Justice, no deberías salir cada vez que te plazca o cada vez que hago algo que no te gusta.

—Yo no hago eso —Mikhail torció los ojos.

—Te castigué y lo primero que hiciste fue escaparte por la jodida ventana, ¿qué debería hacer, clavar la ventana, te encadeno a tu habitación, acaso?

—Desde que ves a ese hombre no paras de pelearme —gritó, Mikhail se peinó hacia atrás tratando de conseguir un poco de paciencia.

—Él no tiene nada que ver con esto, se trata de nosotros dos.

—¡No me importa! No quiero que lo sigas viendo.

—¿No puedes parar de pensar en ti por un momento? ¿Por qué tengo que hacer lo que quieras?

—Porque siempre lo has hecho.

—Pero tu madre ya no está y me sigues pidiendo que me quede solo, eres demasiado egoísta.

—No soy egoísta, te casaste con mamá.

—Sí, y es hasta que la muerte nos separe, esperé demasiado, es hora de comenzar a vivir mi vida otra vez.

—Ese tipo no te conviene.

—Eso no es tu problema, ahora ve a tu cuarto y si vuelves a escapar no seré tan condescendiente otra vez, hazme caso por una vez en tu vida.

—No sabes cuánto te odio —escupió de camino a su habitación.

Mikhail suspiró, recogió los cristales del suelo y se fue a su habitación para ponerse un traje, gracias a que tenía que entrar hoy a la una por las reformas no llegaría tarde, dejó una nota para Justice pidiéndole que calentara su almuerzo antes de comerlo y se retiró con su maletín.

Luego de su trabajo atendió una llamada de Kyle.

—¿Kyle?

—Hola, ¿estás ocupado? —su voz parecía un poco insegura, por lo que frunció el ceño.

—No, acabo de terminar mi trabajo.

—¿Podemos vernos?

—Sí, ¿dónde?

—Cerca de tu casa hay una cafetería, ¿sabes cuál es?

—Sí, nos vemos ahí en veinte minutos —murmuró Mikhail antes de colgar.

Llegar no fue más del tiempo que dijo, Mikhail se sentó en una de las mesas a esperarle, Kyle llegó cinco minutos después y se disculpó con una sonrisa.

—Lo siento, vine caminando, no pensé que me demoraría mucho.

—Está bien, toma asiento —dijo señalando al frente.

Kyle tomó asiento, tragó nerviosamente y se señaló el cuello del lado en el que tenía el parche.

—¿Duele?

—No, ya no —dijo con una sonrisa, Kyle mordió su labio inferior.

—Lo siento, estaba un poco fuera de sí.

Mikhail frunció el ceño.

—¿Vas a decirme qué tomaste?

—No lo sé.

—¿Ordenarán algo? —preguntó la camarera interrumpiendo la conversación, Mikhail miró a Kyle, él no se veía muy emocionado por pedir nada, así que ordenó por los dos.

—Dos cafés y un pastel.

—Enseguida traeré su orden —dijo la rubia retirándose, Mikhail le prestó atención otra vez.

—Kyle…

—Estoy bien, no ocurrirá otra vez, siento mucho si fue desagradable para ti —murmuró con las mejillas rojas mirando hacia la mesa.

Mikhail le acarició una mejilla.

—No me malinterpretes, no fue desagradable, no me arrepiento de nada de lo que pasó, sólo estoy preocupado.

Kyle lo miró, sus ojos verdes parecían un poco azules.

—¿Nada de arrepentimiento, aunque te acostaste con un hombre?

—No —Kyle suspiró.

—¿Entonces, no vas a decirme que no quieres verme de nuevo?

—¿Qué? Claro que no, quiero verte otra vez.

La sonrisa de medio lado de Kyle fue bastante tierna.

—Bien, porque yo también quiero eso.

—¿Por eso estamos aquí, estabas asustado por lo de antes? Todo lo que hice fue consciente, si alguien tiene que preguntar si hay arrepentimientos soy yo.

Kyle negó.

—De lo único que me arrepiento es de hacerte daño.

—Estoy bien, no duele.

—Aquí tienen la orden, que lo disfruten —murmuró la camarera dejándolo todo frente a ellos, Kyle tomó una cucharilla y cogió una porción del pastel, luego la llevó a su boca.

—Tengo que irme con mi familia mañana.

—¿Eh? —murmuró Mikhail un poco confundido con el cambio de tema.

—Quizás no podamos comunicarnos muy bien, ya que estaré en un bosque, pienso ir un par de días.

—¿Por qué me dices esto? —Mikhail tomó un sorbo de su café, estaba terriblemente amargo.

—Porque no quiero que pienses que te ignoro o no quiero nada más contigo, quiero evitar malentendidos, tengo una emergencia en casa y debo ir.

—¿Algo grave? —Mikhail ni siquiera sabía porqué le interesaba algo así, Kyle sonrió.

—No, más bien todo lo contrario, tendré nuevos primos.

—Oh, felicidades —suspiró.

—Gracias.

—¿Te encontraste con Justice antes de irte?

—¿Justice? —Kyle parecía confundido, así que le especificó.

—Mi hijo.

—Ah, sí, tiene mal carácter, no se parece mucho a ti.

—Lo sé, salió a su madre, me disculpo por cualquier cosa que te haya dicho.

—Está bien, no me dijo nada por lo que tengas que disculparte —ciertamente lo dudaba mucho, pero Kyle quería ser agradable y él no lo rechazaría.

—¿Quieres que nos quedemos un rato? —Kyle le sonrió.

—¿Esta sería nuestra primera cita?

—Creo que sí.

—Entonces me gustaría quedarme un tiempo más.

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