Coco estaba mirando fijamente el plato con almendras. Estaba sentado en la mesa con sus puños sobre su regazo.

Sus cabeza se sentía como dentro de una neblina, sus pensamientos no se procesaban correctamente y no podia ponerle nombre a sus emociones. Siendo francos desde hace semanas sentía que no sabía lo que estaba pasando en el mundo y le daba miedo saberlo.

Pero luego entraba su sentido de la curiosidad, que tenía desde niño, que le decía que buscara respuestas a sus preguntas. A la razón del porque pasaba esto y porque justo ahora.

Si tan solo pudiera hablar con Nozomi...

El sonido de la puerta lo sobresalto y levanto la mirada para ver como la puerta se abría y un hombre de cabello castaño y barba entraba a la habitación. El hombre llevaba una toga muy simular a la que el mismo llevaba cuando tenía que actuar en funciones reales. Y ojos azules muy similares a los es

Su padre, el Rey Almond.

-Ah, aqui estas -su padre le sonrió y cerro la puerta detrás de el- Te estaba buscando Coco.

Coco por inercia se levanto y dio una reverencia.

-Me disculpo su majestad. ¿Que desea de mi?

-Por favor, calmate. Soy tu padre no es necesario que seas tan formal conmigo -Su padre le dijo despreocupado y camino hacia el-

-Lo lame-...Lo siento, lo siento padre -Coco se levantó de su reverencia solo para bajar un poco la cabeza en disculpa-

-Estas tan tenso... -Su padre se rasco la nuca- Aunque supongo que no puedo culparte. No todos los dias tu padre vuelve de la muerte.

-Si...

Después de la llegada milagrosa de su padre. El, Natss, Miruko y Papaya hicieron todas las preguntas necesarias para verificar que, de hecho, ese era su padre y el verdadero Rey de Palmier. Incluso tuvieron que llamar al Rey Dona, el más cercano de su padre para verificarlo.

Las imágen del estoico rey hada, que los entreno a el y Natss, llorando, todavía lo conmocionaba.

- Todos están actuando como si fuera a desaparecer en cualquier momento, son un poco molestos -Su padre se sentó en la mesa en frente de el y el lo siguió rápidamente -

- Todavía es una sorpresa.... Era muy joven cuando.....Te fuiste. Apenas te tecuerdo -Coco admitió como sinceridad -.

- Eso solo significa que tengo que compensar todo el tiempo perdido ¿verdad? -su padre le dió una sonrisa divertido, hasta que frunció el ceño - O al menos eso me gustaría decir. Pero por como están las cosas ahora....

-Si... Sobre eso...Padre, Natss y yo estuvimos alrededor de dos años conviviendo con las Precure. No es posible que ellas hicieran algo para hacernos daño, mucho menos está guerra. Algo mas debe estar sucediendo, algo que no sabemos -Coco dijo con insistencia y esperando parecer seguro ante de su padre -

No queria pelear con Nozomi.

- Entiendo como te sientes. Pero en realidad, después de los conflictos que enfrentaron juntos, no sabes que pasó cuando tú no estabas ¿o si?

-Yo...-Coco titubeó - No, no lo se. Pero conozco a Nozomi, jamás querría hacer algo así.

-Las personas pueden cambiar, o puede que algo los obligue a actuar de manera diferente.

- ¿¡Entonces estas de acuerdo conmigo?! -Coco apoyo sus manos en la mesa con una gran sonrisa -

-No realmente, no conozco a las Precure ppr lo que solo las veo como enemigas y un peligro para el reino -Coco se desinfló en su silla- Pero entiendo que son tus amigas y no quieres pelear contra ellas. Aunque eso no significa que debamos detenernos.

- Padre, ¿Que quieres decir?

-Estoy diciendo -su padre cruzo sus brazos y lo miro con seriedad- Que tomaré el mando hasta que derrotemos a las Precure.

- ¿¡Que?! -Coco se levanto de la mesa- No es necesario. ¡Los reyes actuales deben hacer este trabajo! ¡Esta guerra es algo en lo que tenemos que participar ¡Son nuestras amigas y lo que sea que les este pasando, debemos descubrirlo nosotros! ¡Se los debemos!

- Precisamente porque son sus amigas es que creo que tendrás problemas para liderar adecuadamente la batalla -el hombre dijo sin quitar la mirada de Coco- No solo tu también hablo de Natss. Ninguno es apto para luchar esta guerra con las que antes eran sus amigas. Por eso tomaré el mango hasta que esta guerra termine.

-Pero..

Su padre se levantó de la silla y puso una mano en su hombro .

- Ambos son jóvenes y todavía no han visto lo cruel que puede ser la guerra, lo cruel que hay que ser para ganarla. Por eso, dejenme a mi la tarea de manchar mis manos para ganar está guerra. Al menos hasta que las derrotemos.

Coco miro fijamente los ojos de su padre ojos azules como los de el, brillando con temple y determinación esperados y adecuados de un rey, dispuesto hacer todo por el bien de su pueblo.

Forzó a los engranajes de su cabeza a pensar en una contramedida para las palabras de su padre, una refutación, algo para no tener que permitir que esto sucediera.

Pero los argumentos de su padre resonaban en su mente, sumado a los poderes que sabe Nozomi y las demás poseen...

Si su pueblo se enfrentara a esos poderes....

Su estómago se hundió y se dejó caer rendido en su silla.

-De acuerdo...Debido a mi falta de experiencia en en la guerra....Te pasaré la corona temporalmente, padre.

- Gracias hijo, se que es difícil-

-Con una condición -Coco lo interrumpió-

El anterior rey lo miro a los ojos, esperando su respuesta y Coco respiro hondo mientras la decía.

-Cada plan que hagas quiero saberlo, todavía tendré poder parcial para poder decidir que haremos contra las Precure.

Su padre le sonrió con fuerza y vio una especie de brillo que esperaba que fuera orgullo.

-Muy bien, tienes mi palabra, te informaré cada plan, estrategia y táctica que usemos. Pero el poder que tengas sobre su cambio dependerá del costo que podríamos tener de perder.

Coco hizo una mueca internamente, sabía que cualquier plan que su padre hiciera probablemente iba a ser mas brutal de lo que el habría hecho contra Nozomi y las demás. Pero esa perspectiva imparcial de su padre era lo mas necesario para la guerra.

-De acuerdo.

-Excelente -su padre sonrió y se recostó sobre la silla-

- Ahora solo tenemos que decirle a Natss.

-O ya lo hice. El también acepto darme la corona hasta terminar esta guerra

Coco hizo todo lo posible por borrar el sentimiento de traición hacia su hermano porque el mismo ya había tomado exactamente la misma decisión.

- Entonces solo hace falta hacer los trámites y anunciarlo.

-Le dire a Papaya que comience los preparativos lo mas rápido posible. No tenemos tiempo que perder, especialmente porque debido a mi llegada nos retrasamos.

Coco hizo una mueca al escuchar el recordatorio. Originalmente, se suponía que debia enviar su parte de las tropas a la primera batalla en la Tierra, pero debido a la llegada de su padre todo se volvio un caos y no pudieron participar en esa batalla como resultado.

Todavía recordaba lo avergonzado que se sintió al tener que dar la noticia a los otros reyes.

-No te preocupes, Coco. A partir de ahora las cosas solo van a mejorar -Su padre le sonrió alentadoramente y el realmente quiso devolverle la sonrisa pero no pudo-

En cambio, bajo la mirada a la mesa y dejo que sus ojos bajaran por las líneas de la madera y....El plato de almendras que se había olvidado que estaba ahi.

- ¿No vas a comerlas? Las almendras son buenas.

-...No tengo apetito.

-Bien, más para mi -su padre extendió la mano y agarró un puñado de almendras y luego comenzó a comerlas felizmente-

Coco se quedó mirando con algo se surrealismo la escena, pero al final volvió a bajar la mirada y junto las manos debajo de mesa.

Se sentía repugnante.

...

- Kanata, se serio por favor. Nuestro reino podría estar en peligro y tu lo estas arriesgando porque crees ingenuamente en esas niñas que nos traicionaron.

Kanata se mantuvo firme ante la voz de su padre y lo miro a los ojos mientras decía de su declaración..

-La Royal Key no abre ningúna puerta, no importa lo que haga, padre.

-Miss Shamour me informó que tú y la Princesa de las flores estuvieron experimentando los límites y capacidades de esta nueva llave. Según me dijo nació de tu sueño, por lo que debes tener algún control sobre ella.

-Es verdad que la Royal Key nació de mi sueño -Kanata apretó los puños detrás de su espalda- Pero también responde a todas las Precure. No soy solo yo. Si la Royal Key no abre el portal debe der porque quiere proteger a las Precure.

-Inutil -su padre finalmente se rindió con las halagos y le frunció el seño con desagradó a Kanata-  Pensé que podrías ser util por una vez pero veo que me fallaste de nuevo.

El Rey Feanor se dio vuelta, su capa moviéndose detrás de el. Kanata lo miro fijamente hasta que finalmente salió de su habitación. El soltó un suspiro aliviado y relajo los hombros.

- Así que ningún portal hacia la Tierra puede abrirse...

Kanata sabía que debería estar feliz, esto significaba que todos en la Tierra estaban a salvó de cualquier reino que quisiera invadir en el planeta. Pero esto tambien significaba que los aliados tampoco podían entrar.

Ahí va su plan de ser un psudo espía para Haruka y las demás

Se dio la vuelta y vio la razón del regaño de su padre detrás de el. Apoyado inocentemente en su escritorio.

La Royal Key.

-Ni siquiera cuando estoy solo me dejas intentar viajar a la Tierra -Kanata dijo mientras se acercaba a la llave- Dime ¿Esto fue obra de las Precure? ¿Cómo lo lograron? Algo tan increíble, me parece difícil de creer que lo lograron, pero al mismo tiempo solo podrían ser ellas...Pero eso no es importante, lo que importa es que lo hicieron.

El finalmente llego a su escritorio y miro a la llave. Miro fijamente los detalles intrincados de esta. Los cuatro corazones que ko rodeaban. El rojo, el amarillo, el azul y el transparente que estaba en el pecho del vestido que formaba. Junto con el gran moño que simbolizaba aquella cinta de regalo que Haruka le había dado.

- ¿Como llegaste aquí? Sé que no te traje...Dime, ¿Porque estas aquí, sino me permites hacer nada? ¿Porque no me dejas ayudar? ¿Es imposible para mi, porque no tengo poder alguno?

La llave siguió estando quieta en la mesa, sin hacer ninguna señal de que había escuchado sus preguntas. Solo ahi, observándolo.

Kanata siempre sintió que la Royal Key estaba viva, pero a veces sentía que solo era un objeto mágico sin conciencia.

El no sabía muy bien como nombrar está sensación.

-Si eres el lazo que nos une a mi y Haruka entre los mundos....Por favor, hazle saber que quiero ayudar en todo lo que pueda, para detener está guerra y que la Tierra este a salvó. Por favor...Dile que soy su aliado. Que no creo que sean nuestros enemigos.

Se quedo hablando toda la noche, suplicando a la llave, dandole mensajes de cosas que creyó que pudieron ser ayuda a Haruka y al resto. Pero no importa que hizo o dijo, la llave no tuvo ninguna reacción y jamás supo si sus palabras le llegaban a alguien en el otro lado. Y cuando comenzó a sentir como un loco hablandole a una llave inanimada paro y simplemente miro a la llave, hasta que llego la hora de dormir .

Al día siguiente, la llave había desparecido.

...

Laura nadaba rápidamente mientras seguia a la Reina Melusine por los pasillos del palacio.

- Majestad, por favor, reconsidere esto. Hacer una guerra con los humanos es-

-No Laura, las Precure han tomado su decisión y debemos responder a ella. Cómo es nuestra obligacion -la Reina sirena no paro de nadar firmemente por los pasillos - Según nuestros magos, un campo especial a rodeado toda la Tierra, que impide a cualquiera salir o entrar del planeta. Si pudieron hacer eso, no quiero saber que mas podrían hacernos después. Debemos actuar ahora que posiblemente estén debilitadas por creer el campo.

Las Sirenas entraron al castillo y se dirigieron a la sala del trono. Los sirvientes que pasaban por ahi dieron una reverencia a la Reina y a la Futura Reina mientras pasaban.

A pesar de las estoicas palabras de su reina, Laura se mantuvo firme. No podia permitir que la guerra contra los humanos comenzara ¡Los humanos estarían perdidos!

-Su majestad por favor. Manatsu y las demás no...-Laura se interrumpió cuando vio que su Reina se detenía abruptamente ella tambien se detuvo y observo con confusion el porque su reina se había detenido - Su majestad ¿Que ocurre?

Su respuesta llego rápido.

- ¡Buen día, su majestad! ¡Nos alegra ver que llegamos a tiempo!

Laura, lentamente, se dio la vuelta para ver a las cinco figuras que estaban paradas en frente del trono, a unos metros de ellas. No, esas chicas no estaban paradas.... Estaban flotando. Flotando en el agua.

Sintió que su corazon se aceleraba al ver sus trajes. Trajes coloridos de arcoiris que reconocería en cualquier parte excepto...

-¡Me presentare! ¡Mi nombre es Cure Sky! ¡Y hemos venido aquí para hablarle de la situación que están pasando las Precure en este momento! - dijo la chica de cabello azúl y mechas rosas  con una sonrisa en su rostro-

Laura jamás pensó qué sentiría tanto miedo de una Precure.