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   Las personas con baja autoestima a menudo se encuentran rodeadas de individuos seguros de sí mismos, lo cual puede intensificar sus sentimientos de insuficiencia. Esta dinámica puede generar un impacto significativo en su bienestar emocional y mental.

Cuando una persona con baja autoestima se encuentra en un entorno donde los demás parecen seguros, es común que se compare y se sienta inferior. Puede que se vea a sí misma como menos capaz, menos valiosa o menos digna de amor y aceptación. Los logros y las cualidades positivas de los demás pueden magnificarse en su mente, mientras que minimizan sus propias fortalezas y logros...



   Jimin se mantenía sentado en su cama, sosteniendo el teléfono entre sus manos mientras releía su última conversación con Jungkook hace más de diez días. Extrañaba hablar con él y veía cada historia que subía, ya fuese entrenando o simplemente descansando.

¿De verdad no le iba a escribir hasta que no tuviera al otro chico? ¿Era eso algo justo o de mutuo acuerdo?

Bloqueó el celular y lo dejó en la mesa, dispuesto a parar de darle vueltas al asunto y poder dormir. Pero una llamada entrante lo alertó.

Rápidamente se sentó y lo tomó, mirando el nombre en la pantalla.

¿Qué pasa si no contesta?

Le dió a desviar y un mensaje entró.

- "¿Muy ocupado? Si estás con alguien más puedes decirme"

Frunció el ceño y lo llamó.

— No estaba con nadie...

— ¿Entonces por qué no respondiste?

— No lo sé... Pensé que no me hablarías más hasta que no encontrara al chico del trío.

— Por eso te llamo... Conocí a uno en la aplicación y es muy parecido a ti, también es dos años mayor que tú.

Por alguna razón, saber eso le dió malestar.

— Vale...

— Podemos reunirnos en mi departamento a finales de mes que estoy más libre pero antes, iré a Seúl en tres días. Espero poder verte.

Automáticamente su corazón se aceleró, ver a Jungkook de nuevo, ellos dos solos era algo que definitivamente quería.

— Está bien, puedo ir por ti al aeropuerto si gustas.

— Me parece.

— Debo dormir entonces, es algo tarde para mí.

— Descansa, nos vemos en tres días.

Terminó la llamada con una mezcla de emociones en su pecho. La relación que tenía con él, era un sube y baja que lo mantenía desconcertado.

Sin embargo sonrió antes de cerrar los ojos y recostar su cabeza en la almohada...

                                ~

   Sujetó el volante con fuerza mientras esperaba al pelinegro en el estacionamiento. Su pie no dejaba de moverse contra el suelo del carro y sus dientes no soltaban su labio. Bajó el retrovisor y acomodó por quinta vez su su cabello, viendo por el mismo como Jungkook, usando gorra y barbijo, se acercaba.

Abrió la puerta y lo recibió cuando este se había subido.

— Hola... — se veía tan atractivo como siempre.

— Ya estoy aquí — sonrió — gracias por venirme a buscar.

— ¿Te llevo a un hotel o quieres ir a mi departamento?

— Tengo una suit reservada pero esta noche me gustaría quedarme contigo.

— Está bien — sonrió de vuelta, comenzando a manejar.

Jungkook miraba las calles — Hace mucho no venía.

— ¿Siempre has vivido en Tokio?

— La mayor parte de mi vida, sí. Pero nací en busan.

— También yo — lo miró y volvió al frente.

— Cool — dijo sacando su teléfono y revisándolo. Sonrió al responder un mensaje y Jimin no pudo evitar querer saber. Sin embargo, su pregunta tuvo respuesta inmediata — estoy hablando con el chico que te dije...

O sea que tenía tiempo para chatear con esa persona y no con él...

— Qué bien — respondió cruzando en una calle.

— Hemos estado conversando desde hace algunos días... Y es una verdadera puta.

Asintió y decidió que no quería responder más.

Cuando llegaron al departamento de Jimin, Jungkook pidió darse una ducha y mientras tanto, dejó su celular en la encimera de la cocina. Recibiendo un montón de mensajes de un tal "Su-Woon". Exhaló profundamente volteando él móvil boca abajo y se sentó a servirse una copa.

Jeon salió secando su cabello con una toalla y vistiendo otra de su cadera hacia abajo. El rubio lo miró y de inmediato giró. Estaba molesto y no sabía porqué.

  El más alto tomó su teléfono y lo dejó en la mesa — Estás muy callado.

— No me gusta hablar solo — dijo bebiendo un largo trago.

— Déjame probar — le quitó la copa y bebió — está rico.

— ¿Cuáles son tus planes en Seúl?

— Tengo una pelea dentro de poco aquí, así que vine por cuestiones de trabajo. Sin embargo, mi reunión es pasado mañana. Por lo que puedo estar contigo toda la noche de hoy y el día completo. Tal vez puedas seguirme leyendo tu libro — se acercó a dejarle besos en el cuello, tomando la mano del rubio para llevarla a su entrepierna y abrir la toalla — o tal vez podrías explicarme cómo Marcus bebió la leche de Jhon... — Jimin Jadeó al sentir su dureza y lo apretó, procediendo a masajearlo — ¿Puedes ayudarme con eso? — preguntó.

El mayor asintió, dando un trago más a la bebida y colocándose entre sus piernas. Pasó la lengua por toda la longitud hasta llegar a la punta. Con sus manos, frotó sus testículos y la cara interna de sus muslos, sintiendo bajo su tacto como la piel se iba erizando.

Con una mano, tomó su verga sin ser capaz de unir sus dedos ante el grosor. Separó sus piernas en el piso, aún de rodillas pero más abierto para poder tomar sus bolas y chuparlas.

— Qué delicia — dijo Jungkook acariciándole el cabello.

Jimin era tímido, pero había leído muchas veces sobre como se debía dar una buena mamada.

"Marcus no solo iba al punto de chupar, él se tomaba el tiempo de estimular cada punto sensible del pene de su jefe"

Sin dejar le lamerle suavemente los testículos hacia abajo, logrando que la piel de su polla se bajara junto al movimiento de su mano, optó por integrar la otra y masturbarlo con ambas mientras pasaba la lengua por las dos esferas cargadas.

Los celos también eran un buen impulso, si Jungkook quería follarse a otro, se aseguraría de que, después de eso lo siguiera escogiendo a él.

Lamió hasta la punta y una vez ahí descendió hasta lo último — Uff — Jeon exhaló y movió la cadera hacia adelante — que bien me la estás mamando — siempre hablaba así de sucio y eso motivaba al más bajo.

Jimin bajó la piel de su pene hasta abajo dejando la cabeza grande e hinchada totalmente expuesta y la tomó entre sus labios para dar lamidas circulares, dejando escurrir saliva. Lo engulló todo otra vez y Jeon lo tomó de forma agresiva por el cabello. Obligándolo a tragarlo hasta el final. Lo separó creando un hilo espeso de saliva y le sostuvo la mandíbula. Pasándole la lengua por los labios.

Eso era lo más cercano a un beso que habían tenido hasta ahora y al mayor le encantó.

Tomó su verga con más ganas y le dió una exquisita felación, sintiendo como su boxer se humedecía cada vez más y su culo anhelaba ser llenado.

— Levántate — le ordenó, atacando de inmediato el botón de su pantalón para bajarlo y voltearlo. Le separó las nalgas con una mano y enterró su rostro en ellas, mientras con la otra se jalaba la polla — que bien sabes — dijo escupiendo en su orificio y volviendo a chupar y lamer. Un fuerte azote fue dejado en su glúteo y Jungkook se levantó a tomar la billetera para sacar un condón y ponérselo, volviendo a sentarse — vamos, métetelo — se sostuvo la base, mientras el rubio, aún de espaldas y con el pantalón a medio bajar, descendía por su verga erecta.

— Mmmg — gimió mordiendo su labio cuando sintió ese tamaño que tanto le gustaba y lo llenaba, cayendo de lleno.

— Eso... Me encanta que no te cohibas y me dejes escuchar como te encanta tenerla adentro — lo volvió a azotar duro, recostado la espalda en el sillón con los brazos a cada lado del espaldar — clávatela tú solo... Vamos.

Jimin sintiendo sus piernas temblar, empezó a subir y bajar por toda su extensión, mantenía los muslos juntos y solo se encargaba de ascender y descender — Umhg... — se sostenía de las rodillas del menor.

— Quítate eso — le pidió y con cuidado, el rubio se levantó y sacó sus zapatos, seguido del pantalón, ante los ojos de Jeon. Este lo tomó de inmediato, haciéndolo sentar sobre él aún de espaldas; con una mano sostuvo su pene y presionó para entrar, abriéndole las piernas de lado a lado. Sujetó el miembro contrario y lo masturbó, comenzando a mover la pelvis para meterse rico y profundo dentro del más bajo — qué caliente eres — dijo mordiendo su hombro.

Jimin se sentía lleno y usado y eso le encantaba.

Jungkook se lo estaba follando delicioso en su sofá, y sus movimientos eran tan precisos que golpeaban su próstata sin parar, haciendo que su órgasmo llegara en pocos minutos.

Sin embargo, Jeon no se detuvo y lo siguió embistiendo duro. Levantándose junto con él para hacerlo poner las manos en la mesa, y cogérselo en esa pose.

Aquellas grandes nalgas rebotaban de forma hermosa y sus manos no podían dejar de estrujarlas, viendo como su polla desaparecía y volvía a aparecer.

En un jadeo, Jungkook la sacó y retiró el condón, masturbando rápidamente para dejar salir su esperma sobre los glúteos del mayor — Ahg... — lo volvió a azotar con fuerza — me la sacas muy rápido — dijo volviendo al sofá, respirando de forma errática.

Jimin siquiera podía enderezarse.

Jeon se dió cuenta de eso y le hizo gracia. Lo ayudó a ir a lavarse; para poco después ir a la cama.












Q riko ombre

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