Alza la mirada de su cuaderno y la fija en el chico sentado junto a ella en el piso de su habitación, el cual parece estar consumiendo sus últimas neuronas en un arduo esfuerzo por lograr resolver los complicados problemas matemáticos que les han dejado como tarea.

Y, Dios, se le hace sumamente adorable, porque, tal como lo ve ahora, no parece en lo más mínimo ese pandillero con reputación manchada, sino que otro alumno común y corriente viviendo su vida estudiantil. Esa brutalidad y sed de sangre que suele envolverlo la mayoría del tiempo ha desaparecido en su totalidad, dejando en su lugar a un muchacho que, por cualquier comentario directo a halagar o ligeramente subido de tono, termina sonrojándose de forma brutal. Porque no está acostumbrado a los cumplidos y, mucho menos, a la atención femenina. Dos cosas de las que Momo se encarga de otorgarle en grandes cantidades cuando están a solas y deja su guardia baja.

La chica es consciente de que Kazutora no sabe cómo resolver los ejercicios. Que no ha entendido nada de lo que le ha explicado con anterioridad y que aun así, no quiere preguntar otra vez debido a que se siente como un idiota por no poder comprender con tanta facilidad como ella. Le da vergüenza ser incapaz. Ya van casi cinco minutos y el único ejercicio que ha desarrollado, parece estar mal a simple vista, sin embargo, no sabe cómo arreglarlo.

Joder, se siente como un completo estúpido y el estrés solo aumenta.

Momo no había querido decir nada, a la espera de ver cuánto duraba Kazutora aferrándose a su orgullo, pero ya no puede seguir manteniéndose al margen. No después de notar la manera en que maltrata su labio inferior para no terminar gritando de frustración.

En silencio y de forma audaz, se desliza más cerca del joven y apoya su mentón en el hombro del contrario para ver qué es lo que ha hecho, captando su atención y consiguiendo que su cuerpo se tense de forma adorable porque aún no está totalmente acostumbrado al contacto físico, mucho menos repentino. El aroma de Hanemiya se filtra por su nariz y la hace sonreír. Le gusta mucho el perfume que el chico usa, y él lo sabe, razón por la que siempre se asegura de aplicarse un poco antes de cada encuentro.

— Si te estresas y te rehúsas a pedir ayuda, es normal que no puedas conseguirlo — murmura Momo, rozando de forma superficial la punta de su nariz contra la tersa piel del joven. Juguetona, divirtiéndose por la manera en que los vellos de su nuca se erizan como respuesta a su acción.

— No quería retrasarte... — responde en un tono igual de confidencial, inspirando aire de manera profunda mientras gira su rostro en dirección al de ella.

Sus miradas colisionan en un acto fatal. La tensión entre ambos es innegable y a pesar de que Hanemiya desea lanzarse para devorar esos dulces labios que se hayan tan cerca, se obliga a sí mismo a mantener la compostura porque... Lo prometió minutos atrás. Cita de estudio. Nada de besos o caricias a no ser que ella las permita. Regla estúpida para muchos, pero necesaria teniendo en cuenta las constantes ganas que tiene el chico de ponerle las manos encima a la joven y de dejar de lado los deberes, porque no son para nada divertidos.

— Supongo que te falta motivación... — murmura Momo, deslizando las yemas de sus dedos por la mejilla de Kazutora en una caricia efímera que altera sus hormonas de adolescente.

— Podría decirse. ¿Alguna idea para remediarlo?

La sonrisa que la chica le regala se le hace un ataque directo. Traviesa, habla de dobles intenciones y él no quiere hacer más que oír lo que le va a proponer, porque está seguro que le encantará y hará todo más divertido.

— Puede ser... — Se acerca a su oído tras haber dejado un comprometedor beso revoloteando en su cuello. — ¿Qué tal si... por cada ejercicio correcto me quito una prenda?

— ¿La que yo quiera?

— La que yo quiera.

Su entrecejo se frunce con disgusto por esa condición.

— Eso no es justo. Así comenzarás sacándote los calcetines.

— Y tú querrás que me saque el bra de manera mágica sin haberme quitado la blusa antes — Lo mira encarnando una ceja.

Lo conoce bien.

— Dime, ¿aceptas o no? Te puedo dar un incentivo ahora mismo.

— ¿Sacándote los calcetines?

— Estaba pensando en la blusa, pero si prefieres verme los pies, allá tú — Se encoge de hombros, haciendo amago de sacárselos cuando es detenida rápidamente por Kazutora en un abrazo improvisto.

— ¡No, no, no! ¡La blusa está perfecto! — exclama con los ojos refulgentes de emoción, sacándole una risa a la chica, quien termina asintiendo.

Se ha motivado completamente y más fácil de lo que esperaba.

— Bueno, apresúrate si quieres ver más — le apremia, deshaciéndose de la prenda con naturalidad y notando como los orbes amarillos no se despegan de su anatomía.

— Sí... Yo... Tengo dos dudas — menciona, subiendo la mirada a los ojos de la fémina tras observar de forma descarada sus pechos.

— ¿Cuáles?

— Primero, ¿cuántas prendas llevas? Porque me imagino que, si contamos el par de calcetines como una sola, serían en total cuatro, por lo que quedaría un ejercicio sobrante aquí — dice, refiriéndose a los cinco ejercicios anotados en su cuaderno.

— Wow... Ahora se te da bien la matemática — bromea la chica, haciendo que sus orejas se enciendan por el comentario. — Dejemos el quinto como un bonus.

— ¿Puedo...?

— Tocar.

La sonrisa que se dibuja en el rostro de Hanemiya no hace más que sacarle una escandalosa risa a la joven, porque luce tan emocionado con la idea que llega a ser adorable. ¿Cómo es posible que este chico sea el mismo que va por la ciudad metiéndose en peleas? Ugh, tiene que ser una broma.

— ¡Muy bien! ¡Comencemos con esto!

— Espera, dijiste que tenías dos dudas — le recuerda.

— ¡Ah! Sí — Asiente. — ¿Me vuelves a explicar cómo hacerlos? Que no he entendido nada la primera vez — le pide con una expresión que se le hace imposible resistirse a Momo, por lo que besa sus labios cortamente para seguido comenzar con la explicación. 

Iba a comenzar con algo más sad, pero luego recordé que como simp de Kazutora tengo la estabilidad emocional en el piso y cambié de idea jajan't

Esto salió de la nada y muy rápido. Personalmente me gustó el resultado y espero que a ustedes también. Gracias por leer 💙