Corre rápidamente para no llegar tarde el primer día y que le de tiempo a apuntarse al club de dibujo y música. A veces, vale la pena madrugar y esa una de esas veces o al menos eso es lo que piensa Joan.

Llega primero al estante de los del club de música. Allí está el líder con un miembro también de segundo año con pinta de haber estado ya el año pasado.

-Buenos dias, soy Hiro, el líder del club de música-.

-Y yo Alex, ¿quieres apuntarte?-.

-Me gustaría-.

-En ese caso, sólo tienes que poner tu nombre en esta libreta *le da la libreta* tendremos nuestra primera reunión mañana, el club se reúne los martes y jueves-informa Hiro.

Por el camino del es ante de dibujo, se topa con Soul, no se ha apuntado todavía, ya que, ambos han acordado apuntarse al mismo tiempo. Se saludan con un beso iniciado por el peliblanco, algunas chicas que los ven empiezan a gritar como locas.

-Están locas-dice Joan.

-Akira nos habló sobre ellas creo que se llaman Fojushis-.

-¿Cuando dijo eso?-.

-Cuando nos reunimos en casa de Max y Liam, antes de las vacaciones-.

Van al estante de dibujo, como en el anterior hay dos personas en esta ocasión son dos chicas. Una tiene un pañuelo en la nariz.

-¿Estas bien?-pregunta Soul.

-No es nada, sólo os he visto besaros y he pensado que hacéis buena pareja-.

-Eres una cotilla Luna-le dice la otra chica que es la líder del club.

-El yaoi es vida Zoe-.

-En fin, habéis venido a apuntaros, ¿no?-.

Ambos asienten y rellenar los datos necesarios para apuntarse, ambas les informan de que el club se reune los lunes. Después de despiden de las chicas y van hacia clases. Dentro se encuentran con que son los primeros en llegar y al rato vienen Akira y Dante. Por último Liam pero, este último viene solo.

-¿Y Max?-pregunta Joan

-No se sentia muy bien y se ha quedado en casa-.

-¿Qué le pasa?-pregunta Soul.

-Estuvo movitando anoche-.

-Dile que se recupere de mi parte-dice Dante.

-Lo hare-.

Después de tres clases más llega la hora del recreo. Akira se tiene que ir a la cafetería, insiste en que se vayan yendo hacia la azotea y asi lo hacen. No hay mucha cola, a si que, no tardara demasiado. Saca la tablet de la mochila y se pone a leer el Poder de Seis, el libro siguiente a Soy el Número Cuatro, hace poco que lo termino y no se hiba a quedar con las ganas de saber como continuaba la historia de los protagonistas de la saga.

Cuando llegua su turno pide un kit kat, paga y se marcha de la cafetería para reunirse con el resto del grupo en la azotea. Estan sentados en el mismo banco de siempre.

-Has sido rápido-observa Dante.

-No había mucha cola-.

Liam esta pensativo, no puede dejar de preocuparse por Max. Estaba a punto de quedarse en casa pero, el pelirojo insistio en que no se preocupara y que por él no podía faltar el primer día de instituto.

Hora de la salida

Ha salido rapidamente de clase y también se ha dado prisa para regresar a casa. Nada más volver deja la mochila en el salón y va a la habitación, Max parece estar dormido, no quiere despertarlo, a si que, se va al salón y volvera un poco más tarde para preguntar que tal y quedarse con él.

Pasa un rato, hasta que el ojirosa despierta. Ya es capaz, de incorporarse y parece también de levantarse. La hora del reloj, indica una hora en la que Liam ya debe de haber regresado del instituto. Cofirmandolo, la puerta de la habitación se abre.

-¿Ya estas mejor?-.

-Si, ¿Qué tal el primer día?-.

-*Se sienta en la cama* Como otro día más, aunque te he extrañado-.

-Me hubiera gustado estar-dice levantandose de la cama.

-Estas mejor y eso es lo que importa-.

-Si, voy a comer algo ligero, tengo un poco de hambre-.

-¿Quieres que preparé algo?-.

-No, con un poco de queso fresco y jamón de York voy bien-.

Se va a la cocina y toma ambas comidas de la nevera. Se sienta en la mesa, no tarda demasiado en tomarse la comida. Después va al salón y se pone un poco la tele.

Después de terminar deja un plato a un lado. Se recuerda en el sofa y permanece con los ojos cerrados un tiempo. Anoche no sólo no pido dormir por el malestar, también se le unió una pesadilla. En ella aparecían los espíritus de sus padres, regañanole por no haberse ido con ellos en ese accidente de tráfico. Cinco años, es la edad que Max tenía en ese entonces, y años después el recuerdo de haber visto ese coche chocar y ver a sus padres morir, sigue en su mente.

Abre los ojos y deja escapar un suspiro, quizás escribir un poco le sirva para relajarse.

-¿Qué vas ha hacer ahora?-pregunta Liam cogiendole de la cintura.

-Ha escribir un poco-.

-¿Ya tienes energias para escribir?-.

-Si-.

-Entonces también te sentirás bien para...-.

-*sonrojado* Ne...necesito escribir...urgentemente-.

El pelirojo se va a la habitación. Cuando le pasa algo, escribir un pequeño relato siempre le relaja y le hace sentir mejor. Enciende el portátil y empieza a escribir.

"La impotencia es ese sentimiento de no poder hacer nada. Un niño fue el espectador de una desgracia y nada podo hacer para ayudar. Los años no borran la impotencia y los fantasmas del pasado siguen detrás de él. Siempre aparecerán de una manera o otra"

Guarda el documento que acaba de escribir en una carpeta que tiene la costumbre de usar como diario.

-Perdona por lo de antes, creo que he sido demasiado impulsivo-.

-No pasa nada-.

El pelirosa se levanta de la silla y besa a su novio. Pocas veces, es el quien toma la iniciativa. El mayor responde al beso, es el oxigeno quien marca el tiempo que están así. El mayor empieza otro nuevo beso y después permanecen con las frentes unidas.

-Te amo-dice Liam.

-Yo también-responde Max.

Max se vuelve a acostar. Siente el cansancio, Liam se tumba a su lado y cierran los ojos, cayendo en los brazos de Morfeo.
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Holiii Fojushis y Fundashis, ¿que tal os va?

Siento tené un ritmo de actualización pero, como estudiante de segundo de bachillerato tengo que estudiar bastante.

Espero que os haya gustado.