Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5.

Mientras habla con ellos, mira hacia mi dirección varias veces. Me estoy asustando. Espero que no sea nada malo. Poco después, los oficiales se van y Jack regresa al vehículo conmigo. ¿Por qué este momento se me hace tan familiar?

La cabeza comienza a dolerme y nuevos recuerdos golpean mi mente.

Después de la salir de la estación de policía, Jack me lleva en su jeep a la casa de seguridad que me han proporcionado hasta que resuelvan la situación. Pero en el camino, alguien nos ataca y cuando logran derribarlos, baja diciéndome exactamente lo mismo que me dijo esta noche: "No salgas del vehículo". Habla con sus agentes y regresa conmigo nuevamente.

"¿Ahora entiendes por qué hacemos todo esto contigo?"

Fue lo que me dijo.

Abro los ojos.

— ¿Estás bien? — pregunta, al notar mi momento en transe.

—Sí. Estoy bien. — espero estarlo realmente. Estoy haciendo mi mayor esfuerzo en disimular la demencia que últimamente he tenido.

— ¿Otro recuerdo? — asiento con la cabeza. — ¿Qué era esta vez?

—Cuando me llevabas a la casa de seguridad y unos tipos nos atacaron. Fue similar... a esto.

—De cierto modo, sí. Pero es un recuerdo muy viejo. — conduce.

—Entonces, te conozco desde hace mucho tiempo.

—Unos cuantos años.

—Me queda mucho por recordar todavía, ¿verdad?

—No te agobies con eso, ¿de acuerdo? — pone una mano sobre mi muslo. ¿Qué hace?

Nota mi incomodidad y la retira.

—Lo siento. Es la costumbre. — se concentra en la carretera.

—Dijiste que no estamos juntos desde hace un año. ¿Cómo no te has podido desacostumbrar? — tarda en responder.

—Ni siquiera he podido dejar de amarte. Quizás ahí esté la respuesta. — me sorprende que sea tan abierto conmigo. Por su apariencia diría que es el hombre más reservado y asocial del mundo, pero es todo lo contrario. Al menos conmigo.

Minutos más tarde, creo que llegamos.

Hay enormes muros delante, por lo que parece ser muy segura y costosa. Abre todas las puertas con escáner hasta que estamos dentro.

— ¿Melanie? ¡Oh, mi lady! — dice otro chico de repente al verme.

—Calma, Frederick. Sus heridas duelen todavía. — Jack le avisa antes de que pueda acercase a mí. Por la cara que pone, veo que lo entiende.

—No te acuerdas de mí, ¿verdad? — me apena su cara de tristeza.

—Quisiera pero...no.

—Tranquila, estarás bien. Seguramente tampoco recuerdes tu plato favorito, pero yo sí. Así que si me disculpas, voy a cocinarte algo muy delicioso. — vuelve a decir antes de perderse por los pasillos.

Un buen plato, eso me vendría muy bien ahora.

—No te asustes, él es así de raro pero te adora. Al igual que todos en esta casa. — ¿todos en esta casa?

— ¡Oh, por dios! — suena otra voz. Es una mujer. Dos en realidad. Una mayor y otra pequeña.

— ¡Melanie! ¡Sabía que volverías algún día! — me abraza la niña. No sé quién es pero la trato como si de verdad la reconociera.

—Bienvenida a casa. — me dice Jack con una hermosa sonrisa. Supongo que tendrán que contarme muchas cosas.

Horas después.

Luego de una extensa plática con todos y que me contaran los momentos más divertidos y bonitos que hemos vivido juntos, Jack me lleva a mi nueva habitación. Ya tiene todo acomodado para mí.

— ¿Cuándo compraste todo esto? — observo todas las cosas que tiene en esta habitación.

—Me gusta estar un paso al frente siempre. Además, como te quedabas mucho, procuraba tener este espacio especialmente dispuesto para ti. —se recuesta en la puerta.

— ¿Me quedaba a dormir aquí, en esta habitación? —me siento en el borde de la enorme cama.

—No. Dormías conmigo, en mi cama. —se acerca. Trago saliva.

— ¿Hacíamos muchas...cosas juntos? —sabe a qué me refiero. No deja de mirarme sin pestañear y eso me pone muy nerviosa.

— ¿Qué...cosas, Melanie? — el simple hecho de mencionar mi nombre de ese modo me provoca muchas cosas. Me siento ridículamente atraída por este hombre.

Noto que oculta su media sonrisa.

—Tú sabes muy bien a qué me refiero. —esta vez no oculta su sonrisa mientras me mira los labios descaradamente. —Date un baño y cámbiate de ropa. Te llevaré a un lugar y luego iremos a cenar. —cambia de tema sin responder mi pregunta.

—Pero ¿no cenaríamos con tu familia?

—Karol se irá en unos minutos a Filadelfia para visitar a la abuela. — en la plática llegó a contármelo pero se me había olvidado.

— ¿Y Lía? — pregunto.

—Frederick se quedará con ella. Se llevan muy bien. — lo dice con mucha tranquilidad. —Te esperaré. — sale y cierra la puerta. Observo una vez más toda la habitación y voy a darme una ducha.

Busco entre toda la ropa hasta que encuentro algo cómodo y adecuado para la ocasión. Seco bien mi cabello hasta que alguien toca la puerta.

— ¿Quién? — pregunto.

—Freddy. — le abro y entra inmediatamente con una canasta enorme. — Jack me pidió que viniera a ayudarte con el desastre que te hiciste en el cabello. Te lo cortaste muy mal cariño. — acomoda sus cosas y me indica la silla frente al tocador. No quiero perder más tiempo así que dejo que mejore mi aspecto. Confiaré en sus habilidades.

Minutos más tarde.

Debo de admitir que ha hecho maravillas. Mi pelo tiene más volumen y ha terminado de emparejar las puntas. Las ondas que les ha hecho me hacen ver mejor. Le doy las gracias y cuando recoge todas sus cosas, se va.

Deprisa Melanie, Jack te está esperando.

Al bajar las escaleras cierra una llamada y se queda viéndome sin pestañear (otra vez). Parece ser muy común en él.

—¿Qué sucede? ¿Voy mal? — miro mi ropa.

—No. Pongas lo que te pongas, siempre te verás hermosa. Y veo que Frederick ha hecho un buen trabajo con tu cabello. — se acerca. Lleva una linda camisa negra con pantalones oscuros y zapatos blancos.

—Sí. No sé de dónde lo sacaste pero, tiene talento para muchas cosas. Cocinar, atender niños, estética.

—Sí. Tuve suerte de encontrarlo.

— ¿Dónde lo conociste por primera vez? — tengo curiosidad.

—Sus padres lo vendieron a una familia adinerada cuando apenas era un niño. Cuando supieron que era homosexual no lo aceptaron, se avergonzaron y decidieron venderlo antes de que "ensuciara el apellido de su familia. Ha pasado de amo en amo todos estos años. El último murió en extrañas circunstancias y lo culpaban. Estaba bajo sospecha y la policía no lo quería dejar ir. Nos asignaron el caso y...ahí lo conocí. Solo tuve que verlo a los ojos para saber que era inocente. — detalla.

—Vaya. Me imagino todo lo que debe de haber pasado. Suerte que lo encontraste y lo ayudaste a salir de eso. — siempre parece estar feliz y dispuesto. Es increíble como las personas más rotas son las que mejor ocultan su dolor. Freddy es el claro ejemplo de ello.

—Sí. No tenía a dónde ir y rogó un lugar seguro donde pudiera estar. Antes de que otro maniático se lo llevara, decidí hacerlo yo y desde entonces, le he hecho saber que ya es parte de esta familia. Aparte de que, realmente me ayuda bastante, no sé qué haría sin él en estos momentos con Lía en casa.

—Eres una gran persona. Tienes un gran corazón.

—Creo que no todos piensan eso.

— ¿Por qué?

—Cuando termines de recordar, lo sabrás. — me abre la puerta de casa para salir.

— ¿A dónde me llevarás? — quiero saber primero.

—He notado que reconstruir escenarios en los que ya has estado te ayuda a recordar con más facilidad. Eso es justamente lo que pretendo hacer esta noche. — no entiendo —Solo... confía en mí. — añade.

—¿Por qué siento que me has dicho eso muchas veces? — frunzo el ceño y sonríe.

Al menos le hago gracia.

—Entonces...no confíes en mí. — sé que está siendo sarcástico y no evito sonreír también.

Cruzo la puerta, nos subimos en su jeep y conduce.

Siento que conozco estas calles.

Al detenerse, salimos y nos quedamos parados frente al enorme letrero neón que dice "BAR". Otra transición de mí mirando este lugar, viene a mi mente. He estado aquí antes. Jack toma mi mano y entramos.

—Camina hasta la barra, quédate ahí y mírame. — me susurra. La música está muy fuerte y hay mucha gente. No entiendo por qué quiere que haga esto, pero como siempre, termino haciéndole caso.

Hago lo que me dice y lo miró fijamente desde la distancia.

¿Qué quiere lograr con esto? ¿Cuál es el objetivo?

Comienza a caminar a mi dirección y por extraño que parezca, veo este momento en mis recuerdos. Así fue como lo conocí. Aquí fue que lo vi por primera vez aquella noche en la que me ayudó a esconderme de Frank, cuando me salvó, cuando comenzó a protegerme.

Un mareo leve me retumba pero me sostiene.

—Veo que funciona. — respiro profundo para relajarme. — Vámonos, ya es suficiente. — me toma de la mano nuevamente y salimos de este agobiante lugar.

Poco después, llegamos a un restaurante.

Mientras comemos en silencio, no dejo de pensar en los pocos recuerdos que tengo. Todo sigue tan confuso en mi cabeza que creo que me volveré loca.

Si es que aún no lo estoy.

—Si quieres hablar de algo, sabes que estoy aquí. — rompe el silencio.

—Me gustaría saber qué pasó después de que me llevaras a la casa de seguridad. Lo que continúa no lo recuerdo pero si al menos me dices, puedo saber qué esperar. — soy directa.

Suspira.

—Ok. Trataré de resumirlo lo mejor que pueda. — comienza.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro