Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21.

—¿Por qué los trajiste aquí?

—No te preocupes, están de nuestro lado.

—No, están de tu lado y de ti nunca se sabe qué esperar.

—¡Auch! Pensé que nuestra confianza había progresado pero ya que estamos aquí, podemos contarte todo lo que quieras sin ningún problema.

—A mi casa no entrarán. — le advierto.

—Creo que tu hermano tiene problemas de seguridad. — uno de ellos dice.

—¿Problemas de seguridad? — me río. — ¿Ven esas cámaras? Son más que eso. Los están enfocando justo ahora y con una sola señal, les dispararán. — las señalo para que las vean. Por sus caras, ya están teniendo una idea de con quién están hablando.

—Está bien, no hay necesidad de eso. Podemos hablar aquí afuera. De igual forma casi nos tenemos que ir. — les presto atención.

—Soy el hombre misterioso del que ya has oído. Puedes grabarme o tomarme fotos con tus cámaras seguridad pero jamás tendrás más información sobre mí. — dice el de traje, acercándose. — Lo que hago es ofrecerles una nueva oportunidad a los niños perdidos como lo fue Jacob alguna vez. Los recojo de las calles y los entreno para convertirlos en villanos que eliminan a otros villanos. Cuando no hay mucho que hacer, compro la libertad de algunos encarcelados y hago que entren en el juego.

—¿Qué juego?

—Les doy 24 horas para esconderse de mis cazadores, cada hora equivale a un millón de dólares. Si logran sobrevivir, se llevan 24 millones y les doy una nueva identidad. Pero si matan a uno de los que los cazan, se convierten en un cazador. Como te has dado cuenta, todos han muerto y lamentablemente no pudieron ni llevarse los millones, ni convertirse en cazadores. Así funciona esto. — explica, muy tranquilamente.

—¿Y por qué le cuentas esto a un policía? — hablo de mí.

—Porque algo me dice que no dirás nada. Mucho menos después de saber que ayudaremos a tu hermano. Proporcionaré todos los equipos que sean necesarios para esta operación y estaré a tus servicios hasta que esto termine.

—No necesito de sus servicios, gracias.

—Conocí a tu padre, a tu tío también. ¿Quién crees que les ayudó a ocultarse por tanto tiempo? — se atreve a decir.

Saco mi arma y le apunto a la cabeza. Sus "cazadores" me apuntan con las suyas simultáneamente.

—¡Oigan! ¡Oigan! Tranquilos. No hay necesidad de hacer esto. — Jacob se coloca delante de mí, levantando las manos. — Estamos en el mismo bando. Bajen las armas.

—Cuando tu hermanito lo haga primero. — dice otro de ellos.

—Jack...

—¿Tú sabías eso? ¿Sabías que para quien trabajas ayudó a Williams a destruirnos?

—Solo los ayudó a esconderse de los sistemas pero nada más. Me ayudó a encontrarlo y descifrar sus pistas para poder encontrarte. Los mimos, las personas que estaban ayudándome, fue todo gracias a él. — logra convencerme y bajo el arma. Los demás hacen lo mismo.

Miro fijamente al señor de traje, al que no parece importarle mucho que acabe de apuntarle con el arma.

—Entonces ¿por qué están aquí, exactamente? — trato de mantener la cordura.

—Mientras buscamos a esos terroristas, quiero que uses tu influencia para retener al oficial Cowen. — ¿Oficial Cowen?

—¿Qué tiene que ver él en todo esto? — frunzo el ceño.

—Algo me dice que es un soplón. Es quien está pasando información al otro bando. Sé que necesitas pruebas para poder hacerlo, así que te daré una. — me da una memoria USB. — Usa esto con mucho cuidado y toma las medidas necesarias. — la tomo.

—¿A qué nos estamos enfrentando con exactitud?

—A un golpe de estado. — una vez más, mi intuición tenía razón. Las cosas podrían salirse de control, otra vez.

Melanie Cross.

—Y por eso te pido que no le digas nada. Es un tema cerrado. Hicimos un trato y todo está arreglado. — le termino de explicar a Melodie. La he invitado a mi casa para dejar las cosas claras y que no complique más las cosas. Le cuesta aceptarlo pero entiende.

Estamos haciendo una especie de pijamada.

—¿Y qué has hecho con tu nueva casa? ¿Te gusta? — cambio de tema.

—Como no fui ayer, el dueño la vendió a otro cliente. Tengo que buscar otra opción.

—¿Y el dinero que te dejó Martha es suficiente?

—Para comprarme o alquilar una casa, sí. De todos modos, tengo que encontrar trabajo.

—¿Y has estudiado algo?

—No. Terminé el bachiller, pero no he podido entrar a la universidad por obvias razones. Estuve la mayor parte de mi vida encerrada en ese maldito lugar.

—¿Y tienes ganas de estudiar? — se queda pensativa.

—La verdad es que no tengo idea. Estudiar tampoco es lo mío. Prefiero hacer cosas más...prácticas.

—Bien...puedes trabajar conmigo si quieres. Jasper tiene un bar...

—Jasper me detesta. Además, como te dije, no interferiré demasiado en tu vida. Sigo pensando irme de la ciudad. — me interrumpe.

—¿Qué? ¿Cuándo?

—No lo sé, pero espero que pronto. Además, creo que estaré muy ocupada con el viaje a Francia — Tú tranquila. — terminamos de comernos la pizza. — Bueno, ya me voy.

—¿No que te quedarías a dormir? — esa es la idea de una pijamada, supongo.

—Acabo de recordar que tenía algo que hacer. Mañana nos vemos, posiblemente te haga una visita a la empresa. Tengo muchas ganas de verla. — se coloca el abrigo, coge las llaves de su camioneta y se marcha. No hay manera de que la convenza de lo contrario así que la dejo ir.

10am.

Nuevo día en la empresa. Esta vez sí tengo mucho trabajo que hacer.

—Señorita Cross, afuera hay una chica, dice que es abogada y que quiere hablar con usted. — se asoma a la puerta mi asistente. Ya creo saber quién es y a pesar de no tener claro si quiero siquiera verle la cara, la dejo pasar.

Efectivamente es ella: Sarah.

—¿Puedo ayudarte en algo? — y aunque pudiera, no lo haría.

—No, estoy bien. — parece algo tímida. — Solo vine a ofrecerte una disculpa. Sé que no me comporté de la mejor manera contigo.

—No necesito tus falsas disculpas.

—No lo son. Mi...obsesión por tener la atención de Jack hicieron que no tuviera empatía con todo lo que estabas pasando. No sé qué pasaba por mi cabeza.

—Yo sí: te enamoraste de un hombre que nunca sentiría nada por ti porque su corazón le pertenece a alguien más. Agradece todo el tiempo que me alejé para no enterarme de tus estrategias porque nunca lo hubiera dejado caer en tus garras.

—Te alejaste de él por mi culpa y en un cerrar de ojos ya había pasado un año. Jack estaba mal y solo intenté ayudarlo. Él también tenía derecho a rehacer su vida y yo solo intentaba ser parte de ello.

—Es cierto, lo admito. Fui muy tonta y creo que ya pagué por ello. Pero si ahora está conmigo y no contigo, es algo que debes respetar.

—Nunca fuimos nada, así que no te preocupes. Solo quería aclarar las cosas para seguir siendo los buenos amigos que somos sin que malinterprete mi interés.

—Creo que no me has entendido lo suficiente. No quiero verte cerca de mi prometido. Con que desaparezcas de nuestras vidas, será suficiente. — le indico la puerta para que salga y con mala cara, lo hace. A pesar de ser la mujer que más oportunidades da, no puedo serlo con ella. Sé que mientras sienta cosas por Jack y siga a nuestro alrededor podría causar más problemas y es algo que a toda costa quiero evitar.

Jack Connor.

Tengo a mi mejor equipo reunido en la sala de investigación. Con la ayuda de Paul, (sus días de vacaciones han terminado) estudia la memoria USB que me ha dado el señor misterioso.

Ciertamente ningún reconocimiento facial logra identificarlo.

—Estuve examinando la memoria y lo que contiene es muy revelador. — coloca varios videos en la pantalla grande. — Son diferentes grabaciones del oficial Cowen hablando con un sujeto extraño. Persona que gracias a su cubre bocas y su enorme gabardina, es imposible identificarlo. En varias de estas reuniones, el sujeto le pasa un sobre antes de irse, por lo que suponemos que es dinero. — detalla Paul.

—Las grabaciones se ven muy bien para ser de cámaras de seguridad. — dice un agente de mi equipo. (Mi equipo más confiable desde los tiempos de la inspectora Adams).

—Es porque no son de ninguna cámara de seguridad. Fueron grabados desde una cámara pro, manualmente. Me temo que los mismos que le han dado esta información al señor Connor. — me mira y asiento con la cabeza. — El oficial sabe perfectamente dónde hay cámaras en la ciudad. En esta zona no hay ninguna.

—¿Lo que estamos viendo es que está implicado con los ataques terroristas? —otro de ellos pregunta.

—Creo que solo está pasando información. Los brabucones como él solo sirven para llevar y traer. Dejan que otros se ensucien las manos por ellos. — opina otro más.

—Él siempre protesta contra la corrupción. En este departamento, especialmente. Es un hecho que odia al señor Connor por recibir un ascenso y el privilegio del presidente cuando siente que no ha hecho nada para merecerlo.

—No solo al señor Connor, sino a todos nosotros. Cree que todos somos corruptos aquí.

—¿Y realmente lo somos? Digo, me importa una mierda pero al menos quiero escuchar lo que realmente pensamos de nosotros mismos.

—Pues mira, somos tan corruptos que estamos metiéndonos en un caso que no nos incumbe para impedir una posible apocalipsis en esta maldita ciudad. Que quiera pelear por algo que es el primero en hacer, lo vuelve un idiota. Lo hace quedar más mal de lo que ya está.

—La única razón por la que estamos en esto, es porque mi hermano está arriesgando su vida para detener a la gente que sabe todos nuestros movimientos, gracias a Cowen, nuestro fan número uno. — comento. — ¿Paul tienes la dirección?

—Sí. Su última ubicación fue en estos apartamentos. Todavía sigue ahí.

—Prográmalo en los GPS de nuestros autos. — le ordeno.

—¿Cuál será la misión, señor?

—Preparen sus chalecos, sus armas y todo lo que sea necesario. Vamos a detener a ese hijo de perra antes de que haga algo peor. — contesto y con mucha energía, van a sus casillas a prepararse.

—Tengo un mal presentimiento. — comenta Eric cuando todos salen.

—Estas cosas siempre tienen un mal sabor. Ya deberías estar acostumbrado. — recargo mi arma.

—No sabemos lo que nos podemos encontrar.

—¿No eras tú quién quería intervenir en esto? ¿Qué pasa Eric? — sonrío. — Si sientes que no debes ir, no lo hagas, ¿está bien?

—Jamás te dejaría ir solo. Soy el que siempre te cubre la espalda. — sonríe también.

—Entonces no perdamos más tiempo. — salimos de la sala de investigación.

Nos colocamos los chalecos antibalas, los relojes con localizadores, las placas y demás. Cuando estamos listos, nos subimos a nuestras furgonetas personificadas para estas operaciones y vamos en camino.

Llegamos en menos de diez minutos...

El francotirador se coloca en uno de los edificios de enfrente para asegurar el perímetro. Tres por delante, tres por detrás y dos por los alrededores. Disparo al candado (todas las armas tienen silenciador) para abrir la puerta trasera e inspeccionamos el lugar.

No parece haber nadie.

—Revisen cada cajón, cada rincón. Confisquen todo lo que crean servible y sospechoso. — les ordeno. Entro a una de las habitaciones y reviso todos los papeles que hay sobre el escritorio. Porquerías. Solo son porquerías. No hay nada que me sirva aquí. La grieta en una de las paredes huecas llama mi atención.

Me acerco y retiro el armario que tiene delante. Es un pasadizo secreto.

—No hay nada. — dice Eric, alcanzándome. — ¿Qué demonios es eso? — se da cuenta de lo que acabo de descubrir.

—Estamos a punto de averiguarlo. — entramos. Hay muchos monitores, radios y más papeles. Al revisar, veo que tiene muchísimas fotografías mías y de mi hermano en diferentes lugares. ¿Qué es todo esto? Más que preocuparme, me da risa lo imbécil que puede llegar a ser. ¿Qué se supone que quería hacernos?

—¡Agente Eric, venga a ver esto! — uno de los otros lo llama desde otra habitación.

—Ve, yo seguiré inspeccionando aquí. — le ordeno y se va.

Presiono mis auriculares para conectarme con Paul.

—Tengo muchos monitores para ti. Necesito que extraigas todo lo que puedas de ellos.

Estupendo. ¿Ves alguna memoria conectada?

—No, no hay nada.

¿Están bloqueados?

—Sí.

¿Todavía tienes la memoria que te di?

—Sí.

Conéctala a la pc. — lo hago.

—Listo.

Presiona las teclas Win+R y teclea cmd, dale al enter y te abrirá una ventana de línea de comandos. — también lo hago. — ¿Te aparece una pequeña ventana en negro?

—Sí.

Teclea chkdsk D: /f y dale a enter nuevamente. — tecleo lo más rápido que puedo. — Cuando hagas eso, automáticamente seleccionará la memoria como el dispositivo al que quieres pasar los datos.

—¿Y si no tiene los datos que queremos? Si dejó esto con tan poca protección no creo que sea tan tonto para dejárnoslo en bandeja de plata.

Porque no es solo un comando para extraer, también para recuperar los archivos eliminados y traspasarlos a la memoria. — este chico y su inteligencia.

—Bien, ¿qué sigue?

Repite el procedimiento otra vez y vuelve a teclear la D, luego enter y déjalo cargar al menos 5 minutos. — lo hago, esta vez con más sacrificio. Cuando veo la ventanilla de "recuperando información", respiro profundo. Lo hicimos. Sea lo que sea que haya tenido esta porquería, lo sabremos.

Me aparto de los monitores.

—¿Todo en orden por aquí, señor? — entra uno de mis agentes.

—Todo en orden. ¿Encontraron algo más?

—Sí, encontramos un cigarrillo usado. Estaba caliente y encendido, lo que significa que sea quien sea, no debe estar muy lejos de aquí.

—No toquen nada a menos que tengan guantes. Ese cigarrillo nos puede servir. Y estén atentos, si alguien pierde el control, disparen. — asiente y sale con los demás. Regreso a los monitores y al ver la carga completa, desconecto el USB y lo meto en mis bolsillos.

—No te muevas. — suena la voz de Cowen detrás de mí. Siento el material frío del arma en mi nuca.

Levanto las manos.

—Sabía que tarde o temprano descubrirías mi escondite, pero no pensé que sería hoy.

—¿Qué crees que lograrás con esto, Cowen?

—Reestablecer el orden y devolver a los policías de cloaca como ustedes a su madriguera.

—¿Y a los policías como tú, qué crees que les pasará?

—Recibiremos lo que merecemos cuando todos nos agradezcan por devolver la justicia a la ciudad. — está loco, evidentemente.

—Sí, en eso sí estoy de acuerdo. — respondo y con un rápido movimiento, golpeo el brazo con el que sostiene el arma, lo sujeto y le pego varias veces en la cara. Lo empujo a la pared y doblo su muñeca hasta que suelte el arma. Le doy otro golpe en el estómago para inmovilizarlo por unos segundos.

Recojo el arma que ha tirado y le saco las balas.

—Es una pena. Por un momento sí llegué a creer que eras una buena persona. Pero tú obsesión por nosotros te llevó muy lejos. ¿Estás consciente de lo que te pasará ahora? — me agacho para apreciar mejor su cara de sufrimiento.

—Lo que pase conmigo me tiene sin cuidado. Lo que quería que pasara, ya está pasando. Mi trabajo está hecho.

—¿Ah sí? ¿Y cuál era ese trabajo? ¿Intentar matarnos? Tendrás que hacer un mejor intento.

—Adelante, espósame. — me extiende sus manos. Su actitud me intriga. ¿Qué más me estaría dejando en esta habitación? Cuando veo a mi alrededor, algo llama mi atención. Hay una sábana del mismo color de las paredes cubriendo algo. Al parecer, con la pelea, se cayó de una esquina.

Me acerco.

Quito la sábana completamente y me quedo estupefacto al ver lo que hay detrás. Un enorme pizarrón con un sinnúmeros de fotografías de Melanie, Martha, Robert Miller, otra chica que no conozco y... ¿Melodie? Puedo reconocerla por su estilo de ropa. Es muy a lo dark kawaii. ¿Qué demonios...?

Pam.

El sonido de un disparo casi me deja sin audición. Algo me quema en la parte baja de mi estómago donde no me cubre el chaleco e inconscientemente mi mano va directamente de donde me está saliendo mucha sangre.

Observo la sangre en mis manos.

Aunque quiera no puedo mantenerme de pie y fallo al querer sostenerme de la mesa donde están los monitores. Caigo bruscamente al suelo. Veo las siluetas de los demás agentes entrar y dispararles a Cowen, mientras mi visión se nubla y se vuelve cada vez más...oscura. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro