Capítulo 16.
— ¡Jack, hola! ¿Qué haces aquí? — me acerco.
Estoy nerviosa.
— ¿No tienes algo que responderme primero? — nos mira de forma sospechosa a los dos.
—Bueno, mejor los dejo a solas. — Jacob se levanta. No esperaba menos, siempre huye.
—No te pierdas de vista. Tengo que hablar contigo. — Jack le avisa, mirándolo por encima del hombro. La cara de miedo de Jacob es un poema. Es como si se preguntara: ¿ahora qué más hice mal?
—Okey, no lo haré. — cierra la puerta al salir.
Jack vuelve a fijar los ojos en mí.
—Entonces, ¿qué es eso de lo que no debo enterarme? — me rasco la frente pensando en una mentira piadosa. — Y no te atrevas a mentirme, Melanie. — como si pudiera leer mi mente. Me conoce muy bien, no puedo mentirle. Solo espero que no se enoje.
—Siéntate.
— ¿Por qué debería sentarme?
—Porque posiblemente te enojarás.
— ¿Y que esté sentado lo evitará? — tiene razón, es una estupidez pero me hará sentir más tranquila. — Okey, me siento pero tú también. Estás temblando. ¿Qué sucede? — se sienta y hago lo mismo.
—Quiero encontrar a Melodie. Parece que conoce una parte muy importante de la historia que yo no y necesito saberla. Obviamente no tengo idea de cómo empezar, así que supuse que contratar a Jacob era una buena opción. — confieso.
— ¿Eso pensabas ocultarme? — está muy calmado.
—Sé que es una locura pero...estoy desesperada. Ahora que no tendrá cargos en su contra no tiene porqué huir y dijo muchas cosas que me dejaron dudas. Puedes molestarte si quieres, lo entenderé.
—No tengo que molestarme por eso. Entiendo lo frustrante que ha sido enterarte de la existencia de una hermana gemela que hasta hace poco no sabías que tenías. Y todo por la demencia de tu madre. — respiro profundo. — ¿Qué pasó con esos doctores que le pagabas? Aparentemente no le ayudaron nada.
—Ni siquiera yo lo sé. Estaba controlada y estábamos bien, pero... semanas antes de mi cumpleaños se comportaba muy extraño. Tampoco sabía de su romance con Miller hasta esa noche y ya sabes qué pasó después. — por mi participación en el juicio ya lo sabe.
—La doctora dijo que era la única responsable de su obsesión con tu caso pero algo me dice que hay más personas detrás de todo esto.
—¿Cómo quiénes?
—No lo sé pero Martha seguramente encabeza la lista. No creo que haya sido una simple casualidad que la doctora se empeñara tanto en encerrarte en el mismo lugar en el que tu madre y tu gemela han estado. — y pensándolo bien, tiene mucha razón.
—Melodie también mencionó algo sobre que el oficial Cowen.
—¿El oficial Cowen? ¿Qué tiene que ver en todo esto? — frunce el ceño.
—Ella podría responderte esa pregunta mejor que yo. — parece estar pensando en algo. — Me dejó claro que no quiere hacerme daño y a pesar de que no le creo, necesito hablar con ella por última vez.
—Está bien, cuenta conmigo. Le pediré a Paul que encuentre la forma de saber dónde está pero no quiero que te expongas. Antes de hacer cualquier cosa, dímelo primero, ¿de acuerdo? — se sienta a mi lado y besa mi frente.
—Lo haré, lo prometo. — sonrío. — ¿Y qué hay de tu hermano? ¿Las cosas van bien entre ustedes? — cambio de tema.
—No sé cómo responder eso. — resopla. — Tenía esperanza de que...fuera alguien diferente pero cuando terminamos con nuestro padre parece que todo volvió a ser como antes para él. Entiendo lo de Filadelfia pero se quedó porque quiso. Desapareció porque parece que eso es lo único que sabe hacer.
—Jacob es un idiota, pero si de algo puedo estar segura es que nunca les haría daño. Solo recuerda todo lo que hicieron juntos, aunque eso tampoco justifica su insoportable comportamiento.
—Lo único que me duele es cómo le afecta a Lía todo esto. Solo quiere estar con su padre y él nunca está.
—Es un doblemente imbécil. — volvemos a reír. — Las visitaré muy pronto. Extraño conversar con tu mamá, Freddy y Lía.
—Se pondrán muy feliz cuando te vean. — besa mi mejilla.
—¿Y qué opinas de mi empresa? Creo que jamás habías venido.
—Es increíblemente grande y maravillosa. — observa el alrededor. — Estoy muy orgulloso de ti. — me mira a los ojos. — Y seguramente tu padre también lo estaría. — esto me conmueve mucho.
—Eso...es muy bonito. — juego con mis dedos, tratando de no llorar. — Gracias por decírmelo.
—No agradezcas, solo créelo. — mira mis labios y los besa.
Cierro los ojos y disfruto cada sensación que sus suaves labios me transmiten.
—Gracias por entenderme. — pegamos nuestras frentes después de romper el beso.
—Siempre lo he hecho. — estamos madurando cada vez más y eso es bueno. Pensé que se enojaría por siempre ser tan confianzuda, pero esto ha sido un claro ejemplo de que hablando las cosas se entienden mejor.
—Pero también vine por otra cosa. — se levanta y se arrima delante de mi escritorio. —Vengo a hacer negocios contigo.
— ¿Negocios? ¿Qué clase de negocios? — me levanto y frunzo el ceño.
—Estoy construyendo un colegio para niños que no tienen los recursos para recibir una buena educación. De hecho, ya está terminado. Contraté a los mejores docentes, la mejor junta directiva, los mejores orientadores y un excelente equipo de limpieza. Solo nos falta diseñar un prototipo de uniformes para nuestros niños. Algo novedoso y no se me ocurrió una mejor diseñadora que tú.
— ¿Un colegio? ¡Vaya! ¿De tanto me he perdido?
—He ampliado mis inversiones. Pensé en esto y con mucho asesoramiento, lo logré. Me mantuvo ocupado y con la mente...despejada. — ahora podría entender porqué parecía haber superado lo nuestro tan pronto. Creo que hice lo mismo con mi empresa y nos olvidamos de nuestros problemas personales por largo tiempo.
—Pensé que jamás volveríamos. No lo sé, nos alejamos tanto. Ninguno de los dosparecía estar sufriendo por nuestra separación y creo que el orgullo nos ganó. Y debo confesar que estaba más que decidida en dejarte ir. Incluso pensé que estaba mejor sin ti, pero...tuvo que pasarme todo esto para darme cuenta de que mi lugar seguro siempre serás tú. Tenía la certeza de que cualquier cosa nos volvería a unir. — juego con su corbata.
—Iba a buscar la manera de estar cerca de ti de cualquier forma. Lo de buscarte para que fueras mi diseñadora lo tenía muy planeado. — sonríe.
—Eres todo un caso. — nos reímos. — Y por supuesto que me encantaría ser tu diseñadora. — le doy un beso.
—Entonces... ¿estamos bien? — me quedo pensando algunos segundos.
—Sí, estamos bien. — sonrío y lo vuelvo a besar.
—Entonces creo que te devolveré algo que te pertenece. — saca algo de los bolsillos de su traje. — Este anillo se verá mejor en tu dedo. — me muestra el anillo de promesa que me dio en aquel hospital hace años.
—Lo conservaste. — me emociona la idea de saber que lo ha guardado durante un año completo esperando devolvérmelo alguna vez.
Me da una sonrisa y lo pone en mi dedo nuevamente.
— Sé que no seguimos ninguna tradición pero ¿piensas cambiarme este anillo algún día? — bromeo.
—No lo sé, quizás te puedo sorprender. — enredo mis manos en su cuello y lo vuelvo a besar. Desliza sus manos por debajo de mi gabardina, me sostiene fuertemente de la cintura y me pega más a él. Extrañaba mucho besarlo así. Sentirlo tan cerca de mí y recordar cuánto lo amo.
Un leve gemido escapa de mí al separar nuestros labios. Estoy consumida con el tacto de sus manos en mi piel, sus besos y lo protegida que me siento cuando lo tengo así de cerca.
Con una pícara sonrisa, va hasta la puerta y le pone seguro.
— ¿Por qué le pones seguro?
—Este escritorio parece ser de los buenos. Creo que resistirá. — vuelve a acercarse.
— ¿Resistir a qué? — se muerde el labio inferior y de un rápido movimiento, me sienta sobre el escritorio bruscamente. — ¡Jack! ¿Qué haces? — lo sé perfectamente pero quiero que me lo diga.
—Quiero celebrar nuestro nuevo negocio juntos. — besa mi cuello.
—No aquí. Es mi oficina. — intento apartarlo suavemente.
—Lo sé, nadie nos verá.
—No está bien hacerlo aquí.
— ¿Por qué? ¿Nos pueden despedir? — usa su sarcasmo. Obviamente no mientras yo sea mi propia jefa. Me vuelve a besar con mucha pasión mientras va subiendo mi vestido hasta la cintura. Le acaricio el pelo suave que le sobresale en la parte baja de su cuello y toco su entrepierna para sentir su erección.
Nos estamos quemando del deseo.
Baja el cierre de mi vestido hasta dejar mis pechos desnudos. Con su lengua juega con mis pezones y presiona sus labios sobre mi entrepierna. Muerdo mi mano para evitar que un gemido ruidoso salga de mí y alguien lo escuche mientras sigue adueñándose de mi vagina con sus ágiles movimientos.
Cuando se levanta, bajo el cierre de su pantalón, tomo su erección y lo ayudo a meterse dentro de mí. Ahogo mi gemido en su cuello y me aferro a su espalda para no resbalarme.
Entra y sale de mí sin piedad alguna mientras seguimos besándonos con mucha pasión. Tiene las orejas muy rojas y las mías deben de estar exactamente igual. Con su tacto, con sus besos y sus ágiles embestidas, no falta mucho para correrme y no quiero hacerlo aquí. No sé cómo pero lo entiende sin que le diga nada y se detiene.
Necesitamos un par de segundos para recuperar el aliento.
—Sé que no quieres manchar tu vestido, tranquila. Terminaremos en casa. — vuelve a besarme y se arregla la ropa. Es increíble lo mucho que me conoce en todos los aspectos y en todo este tiempo, no es para menos. — Le diré a Frederick que organice una cena en mi casa esta noche. Espero que vengas.
— ¿Una cena romántica?
—Una cena familiar. Nos caería muy bien, sobre todo a ti. — no entiendo mucho lo que quiere decir con eso pero me parece bien.
— Ahí estaré entonces.
—Pasaré por ti a las ocho. Espérame lista. Ponte algo cómodo. — me da un último beso y sale de mi oficina después de arreglarse el traje completamente.
Respiro profundo y una tonta sonrisa sale de mí.
5pm.
Jack Connor.
— ¿Puedes quedarte quieto al menos dos minutos? — ver a Jacob moverse tanto en mi oficina me pone nervioso. Es muy inquieto. Ni siquiera puede sentarse.
—Llevo aquí 10 minutos y aún no me dices nada. ¿Cómo quieres que esté tranquilo?
—Cuando puedas sentarte hablaré. — estoy perdiendo la paciencia.
—Muy bien. — se sienta de un salto en la silla. — Habla.
—Le dije a Paul que identificara al hombre que mataste anoche. Mateo Gutiérrez, mexicano. Acusado de narcotráfico y homicidio. Hace poco estaba en la cárcel y una persona que no aparece en ningún sistema de reconocimiento pagó mucho dinero para sacarlo. Tengo la impresión de que sea quien sea, trabajas para él. — digo con mucha tranquilidad y seguridad.
—No tengo idea de nada. — miente, ya lo conozco muy bien.
—También descubrimos que no es la primera vez que alguien paga la libertad de estos delincuentes y "casualmente" aparecen muertos un día después. Esta gente debe ser muy profesional porque nunca han dejado pruebas y anoche te vi asesinando a uno de ellos. — intenta ocultar su nerviosismo — Ya no puedes esconderte más. Al menos no de mí, Jacob.
—Sí, es verdad. Soy miembro de una compañía muy grande que hacen lo que el estado no puede hacer por temas morales. Somos basura que elimina la mugre de las calles. Es todo lo que puedo decirte. — confiesa al fin.
— ¿Y debería preocuparme por esta compañía? — es todo lo que me interesa saber.
—No. No dan un solo paso sin mi permiso. Soy su mejor cazador. Les hice firmar con sangre muchas condiciones para seguir trabajando con ellos y una de ellas, fue no tocar a mi familia. Puedes estar tranquilo.
— ¿Y qué pasó con lo que el presidente te encargó? Se suponía que después de ser su guardaespaldas por 6 meses podrías irte de la ciudad pero por lo visto te tomaste todo un año y algunos meses más de... vacaciones.
—Y lo hice. Cumplí mi parte del trato y después me largué. Tenía trabajo que hacer.
— ¿Escogiste seguir matando antes de regresar con tu hija? — el hecho de que se comporte así, como si no quisiera aceptar que tiene una hija esperándolo en casa, me enfurece.
—Quiero darle un mundo mejor. Quiero que pueda salir a la calle sin miedo, ¿entiendes?
—¡Lo que ella necesita es tener a un padre a su lado! Deja de evadir tu realidad con esta maldita obsesión por el mundo que quieres llevar. — es imposible convencerlo de algo pero al menos lo intento, solo por Lía.
—Quiero quedarme un largo tiempo en la ciudad para pasar tiempo con ella pero no puedo prometer que nunca me iré de nuevo. Esta no es mi ciudad, no es nuestra ciudad. Además, como creo que ya lo sabes, Melanie me contrató para encontrar a su hermana gemela de la que hasta ahora no tenía idea. Pero ya tengo una dirección donde podría estar escondida. Será algo rápido.
—¿Cómo diste con ella? — junto mis manos por encima del escritorio.
—Soy bueno rastreando. Además, si es una copia exacta de su cara, es mucho más fácil todavía.
— ¿Te contó todo?
—Sí, eso creo y aún... lo estoy procesando. Me he enterado de cosas peores, me adaptaré fácilmente. — saca un dulce de la porcelana. — Me voy unos meses y ya tiene una empresa. ¡Que locura!
— ¿Y qué pasará cuando la encuentres?
— ¿Con ella?
—Contigo. ¿Te marcharás?
—No, Jack. Acabo de decirte que me quedaré un largo tiempo. ¿Los disparos te tienen sordo? — prefiero ignorar su horrible sentido del humor.
—Muy bien. Entonces, cuando encuentres a Melodie, llévala a mi casa esta noche.
—¿Qué?
—Cenaremos todos juntos y así Melanie estará rodeada de todos los que la protegen mientras habla con la rara de su...hermana.
— ¿Yo también?
—Sí, tú también.
—De acuerdo, como digas. Nos veremos al rato entonces. Tengo un nuevo objetivo que alcanzar. — se coloca sus guantes de cuero negro y sale de mi oficina.
Espero que, por una vez en la vida, cumpla sus promesas.
Melanie Cross.
Acabo de salir de dar un discurso a la prensa y al resto de nuestros socios. Creo que hablé lo suficientemente claro para que nadie se invente versiones falsas de mi situación. Saben perfectamente que no cualquiera tiene las fuerzas para salir adelante como yo lo he hecho después de todo lo que me ha pasado, pero sigue siendo vergonzoso que todos sepan mi historia.
Ya son las seis de la tarde.
Tengo que irme a casa para darme un baño y arreglarme. No quiero llegar tarde a la cena en la casa de Jack y recojo mis cosas para irme.
Me encuentro con Junior en el estacionamiento.
Es incómodo no hablar con él mientras me mira con tanta angustia. Algún día volveremos a la normalidad, pero por ahora, quiero respirar un poco de lo que me recuerda cada vez que lo veo.
Manejo con cuidado hasta llegar a casa. Uno de los oficiales que protege mi casa (por órdenes de Jack) me saluda antes de entrar.
— ¡No dé un paso más! — me doy la vuelta y lo veo apuntándole a Junior.
— ¿Qué haces aquí? ¿Me estás siguiendo? — el policía no deja que se acerque a mí.
—No, yo solo...Jack me invitó a cenar en su casa esta noche, así que supuse que habrías sido tú. Solo quería saber si estaba todo bien entre nosotros.
— ¿Él te invitó? — frunzo el ceño.
—Sí. ¿No sabías?
—No. Pero supongo que si lo hizo fue por alguna razón, así que... no faltes. — le pongo la mano en el brazo al policía para que baje su arma. — Tienes un coche. Llega por tu propia cuenta y allá nos vemos. — agacha la cabeza y se marcha.
Sé que la está pasando mal y yo también, pero no dejaré que el hecho de que sea mi hermano me haga olvidar todas las cosas que me ha ocultado aun cuando sabía que podría salvarme de toda esa situación. Por suerte, tener policías cerca, me alivia bastante. A veces la sobreprotección de Jack me tranquiliza.
Entro, me doy una ducha y me pongo algo cómodo, (tal y como me lo sugirió) y en pocos minutos más, ya estoy lista.
"Estoy muy cerca de tu hermanita. La llevaré a casa pronto".
Leo el mensaje entrante de Jacob ¡Que rápido! Creí que tardaría más pero al parecer, lo subestimé. Esto seguramente es lo más sencillo que ha hecho en toda su vida.
"Ya estoy afuera, sal". Recibo otro mensaje pero esta vez de Jack. Así que tomo mi bolso y salgo enseguida. Y ahí está, abriendo la puerta de su Cherokee para mí. Va con una chaqueta negra sobre una camisa blanca, jeans y zapatos.
Se ve muy guapo.
—Buenas noches. — le doy un tierno beso.
—Buenas noches. — me ayuda a entrar al coche y conduce.
— ¿Por qué invitaste a Junior? ¿Por qué quieres que vaya? — rompo el silencio mientras sigue conduciendo.
—Pensé que era necesario que estuviera. ¿Te molesta?
—Más que molestarme, me hace sentir incómoda tu misterio con esta cena "familiar".
—No hay nada de qué preocuparse. Pensé que después de todo lo que pasó, una cena donde cada uno podría dar su opinión al respecto sería bueno.
— ¿Quiénes más estarán?
— ¿Por qué estás tan nerviosa?
—Porque todos me mintieron. Todos ellos sabían algo para poder ayudarme y no lo hicieron.
—Eric no, Lisa menos. El único que supo toda la verdad fue Javi y hoy no está con nosotros para contarlo gracias a Martha. Y tu hermano, su problema es algo más complejo. Entiendo que haya sido difícil para él delatar a su propia madre.
— ¿Ahora lo defiendes?
—Solo trato de definir las cosas. Luego de eso, nos alejaremos de los que quieras. Dales una oportunidad. Solo por esta vez. Me lo agradecerás después. — toma mi mano y la besa.
Respiro profundo.
—Muy bien. Ya veremos.
Minutos después, llegamos.
Tras cruzar la puerta, ahí están todos. Lisa, Jasper, Eric y...Junior.
Saludamos y nos sentamos con ellos en la mesa.
—Gracias por la invitación Jack. Creo que nos hacía falta reunirnos así. — dice Lisa, muy contenta.
—No es nada. — Freddy nos sirve champagne en las copas que tenemos en la mesa. —El motivo de esta cena es simple: cerrar situaciones inconclusas. Entiendo que cada uno de los presentes ha afrontado todo esto desde una perspectiva diferente y sé que tienen muchas preguntas, muchas dudas y muchas cosas que decir. Este es el momento. — le da una mirada intensa a Junior, quien está sentado al lado de Eric frente a mí.
— ¿En serio iban a cenar sin nosotros? Me siento muy ofendido. — interrumpe Jacob, con alguien más detrás de él que le grita que la suelte.
¡Oh por Dios! ¡Es Melodie! La impresión de verla hace que me levante de la silla.
— ¡Maldito imbécil! ¿De verdad contrataste a este idiota para buscarme?
—Este idiota tiene su nombre y es: Jacob. Pequeña doble descerebrada. — Jacob le responde y Melodie le golpea la cara con su mochila varias veces.
— ¡Suficiente! ¡Ya basta! — Jack interviene, alejándolo de ella.
— ¡Sea cual sea la tarifa que acordamos me la pagarás al doble! Fue muy fácil encontrarla puesto que soy buenísimo, pero es la segunda cosa más insoportable que he hecho en esta vida. — está muy molesto.
— ¿Ah, sí? Déjame adivinar la primera. Apuesto que fue nacer. — intenta acercarse de nuevo pero Jack lo detiene. — ¿Y qué se supone que hago aquí? Esta gente ni siquiera me conoce. — Melodie sigue hablando. Ahora que los miro, puedo ver la sorpresa en sus rostros. Sobre todo de Lisa y Jasper.
Supongo que ver una doble de mí, les está reventando todas las neuronas en este momento.
—De hecho justamente por eso le pedí que te trajera aquí. Eres la pieza más importante en el tablero para poder cerrar esta situación, Melodie Cross. — Jack le contesta.
—No confío en ustedes.
—Ni nosotros en ti, así que estamos a mano. Esta noche puede ser la decisión definitiva de lo que pensamos de todos nosotros. ¿Quieres colaborar? — le indica una silla al lado de Jacob.
Me mira y le asiento.
Con mi mirada entiende que todo estará bien, así que baja la guardia. Antes de poder sentarse, arrastra la silla un poco más lejos de él y luego se sienta. Ya veo lo bien que se llevarán estos dos.
Jasper y Lisa siguen sin saber cómo reaccionar.
—Dejen de mirarme como si fuera un bicho raro. Para mí ustedes son peor que eso. —les dice Melodie.
Freddy trae una bandeja y casi la deja caer al verla. Tampoco comprende qué sucede, aunque supongo que algo tendrá que haber escuchado.
—Discúlpanos, es que...no teníamos ni idea de que Melanie tuviera una gemela. Martha jamás lo dijo y...nunca te habíamos visto. — dice Lisa.
—Porque ella se encargó de encerrarme todos estos años. Los únicos lugares que conozco son: la casa de la abuela, el orfanato y el manicomio. Apenas otros lugares que he ido explorando desde que salí de ese infierno. — parece estar enojada con todos, incluso consigo misma.
— ¿Pero, sí fuiste diagnosticada con algún trastorno mental? — sigue preguntándole Lisa.
—No. Solo me sacaron del orfanato por golpear a otra niña. Martha se encargó de hacer que me encerraran en ese lugar para cumplir su propósito.
— ¿Cómo Martha podría haber hecho eso? — Eric pregunta.
— ¿Hace falta recordarles quién es nuestro padre? ¿Las personas poderosas con las que se ha acostado a lo largo de los años? El dueño de ese lugar es uno de ellos. Con Jorge pude descubrirlo. — me mira. Sabe que lo he conocido. — Solo quería esconderme haciéndome asquerosas promesas.
—Y yo que finalmente pensé que estaba cambiando, pero algo siempre me decía que una persona que fue capaz de hacerte lo que te hizo desde el inicio, lo volvería a hacer otra vez. Nunca mereció tu perdón ni tus segundas oportunidades. — Lisa me mira.
Y pensar que una vez llegamos a ponernos de enemigas por su culpa. Que tonta fui.
— ¿Cuál sería la razón por la que se empeñó tanto en esconderte? ¿Lo sabes? — Eric le pregunta.
—Quedó embarazada de dos gemelas. Tenía problemas mentales, ¿qué creen que hubiera hecho? Embarazada de un mafioso muy peligroso, una buena historia de ficción. Sabía que no podía seguir con sus planes teniéndonos a las dos en la misma casa, así que intentó asesinar a una de nosotras apretándonos la naríz horas después de nacer. ¿Cómo lo sé? La abuela la vio y me lo contó años después. — se me revuelve el estómago de escuchar esto.
—Ella lo impidió y por eso levantó múltiples cargos contra ella. Cargos que nadie escuchó. Primero vivíamos con ella, Junior apenas tenía dos años. Ahí crecimos, hasta esa noche, en la que se equivocó de gemela. Consiguió esa casa y se los llevó. Cuando descubrió que se había equivocado quería volver por mí pero la abuela no la dejó. La amenazó con matarla si se oponía en su camino y lo cumplió. — hace una pausa. — La vi sacar el cuchillo de su estómago mientras estaba escondida en el armario de mi habitación. Tenía un agujero lo suficientemente grande para poder verlo todo y ahí me quedé por mucho tiempo hasta que esos policías llegaron. — parece que no soy la única que pasa por cosas trágicas en la familia Cross.
— ¿Por qué me odiaba tanto?
—La abuela decía que siempre te trató diferente porque tus ojos tenían algo que le recordaban a Richard y todo lo que le hizo. Al final, se arrepintió de todo pero fue demasiado tarde. Todos los errores que había cometido nunca dejarán de perseguirla por más que intentó hacer las cosas bien. Y se rindió. — después de esto, ya nada puede sorprenderme más. — No siempre estuve encerrada ahí. Me escapé por muchas ocasiones a pesar de que no tardaban en encontrarme y volver a encerrarme. ¿Recuerdas ese día, cuando salías de ese mercado? Se te cayó una manzana de la bolsa. La que casi te atropella fui yo. — sí lo recuerdo.
No puedo creerlo. ¿Cómo es posible que el mundo de tantas vueltas?
—Por lo que veo tienes muchas razones para hacerle daño a Melanie. ¿Qué nos asegura que la que mató a Javi realmente no fuiste tú? — pregunta Jasper.
Noto que está muy resentido y puedo entenderlo.
—No lo hice. No tenía por qué. Tampoco soy una asesina a sangre fría.
—Pero mataste al señor Miller con un disparo en la frente, ¿no?
—No me interesa que me creas. Me das igual.
—Pues que bueno porque no creo ni una sola palabra que sale de tu boca. Martha fue muchas cosas pero jamás la di capaz de asesinar a alguien con el que compartió tanto por mucho tiempo.
— ¿Eso opinas de una madre que ha sido capaz de hacerle todo esto a sus propios hijos? Eres demasiado manipulable.
—Lo siento, no puedo. — Jasper se levanta de la mesa.
— ¡Jasper, espera! Todo lo que dice es verdad. — intento detenerlo.
— ¡Sí! Puede que sea inocente y que no esté mintiendo, pero no le creo. Y no me pararé en frente de alguien que vio cómo asesinaban a mi amigo y no fue capaz de hacer nada nada impedirlo. — está muy furioso. Buenas noches. — recoge su chaqueta y se marcha.
—Bien, uno menos en el club. — comenta Jacob.
— ¿Esto era lo que querías? — miro a Jack.
—Sí. Quiero que digan la verdad para saber a quiénes llamaré amigos a partir de ahora. ¿Junior, tienes algo que decirles a tus hermanas?
—No lo presiones. — no quiero que la cosa empeore.
—Perdónenme. — nos interrumpe la voz de Junior y lo miro. — Sé que será difícil, pero a veces nuestro mayor error es confiar y dejarnos guiar por las personas equivocadas. Jamás me imaginé que sería nuestra propia madre. Y a pesar de todo, sigo amándola. Y me siento más tranquilo de que esté recibiendo su castigo, pero no quiero que ustedes se alejen también. Son mi única familia.
— ¿Y qué hay de tu padre? — Melodie pregunta.
— ¿Cómo sabes de él?
—Cómo no podría saber, sería la pregunta. Lo que pasó en el restaurante fue noticia internacional, recalcando que era parte de la política. ¿No hablas con él?
—Es una situación complicada.
—Entonces haces bien. No vale la pena.
— ¿Yo tampoco valgo la pena? ¿No merezco un perdón, ni una segunda oportunidad a su lado? — sus ojos se llenan de lágrimas y me conmueve.
— ¿No nos ocultarás nada más?
—No tengo porqué.
—Entonces todo estará bien. Todo está bien.
—De mi parte sí. — cruza los brazos y alza las cejas.
—Aun así, tendrás que ganarte mi confianza. Y después de todo esto te advierto que no será nada fácil. — me levanto de la mesa, no quiero aguantar esto más.
—Ganarme tu confianza, es lo que menos me importa pero acepto llevar las cosas por la paz. — también se levanta. — Lo único que quería era una familia. Pero cuando describí lo que es la nuestra supe que estoy mejor así.
—Todos hemos sufrido bastante. No nos demos más dolores de cabeza entre nosotros, ¿sí? — intento llevar las cosas por la paz.
—Te voy a probar que cumpliré mi palabra. — Melodie se acerca y noto cómo todos, sobre todo Jack, se acercan para impedir que intente hacerme algo. Está parada justo enfrente de mí y cuando esperaba cualquier otra cosa, simplemente me abraza.
Se siente como abrazarte a ti misma pero con un alma distinta.
—¿Puedo unirme al abrazo de hermanos? — Junior pregunta.
Abrimos un espacio y lo incluimos.
— ¿Me abrazarás así alguna vez? — le pregunta Jacob a Jack.
—Jamás. Ni en tus sueños. — le responde y todos reímos.
—Bien, esta noche parece ir mejor de lo que esperaba. — Jack está sereno.
Volvemos a la mesa.
—Ya que tengo claro que todos ustedes son de fiar, estoy dispuesta a responder todas las preguntas que tengan. — dice Melodie después de sentarnos otra vez.
Empezamos a comer.
— ¿Crees que estés lista para el supremo interrogatorio del mismísimo agente Connor? — Eric bromea.
—Yo también tengo muchas cosas que preguntarle, ya que es el novio de mi hermana. Tengo derecho.
—Oh, no. Ni sueñes meterte en esto. Eres nueva en la zona. — bromea.
—Entonces no hagamos más preguntas y dejemos que todo fluya. Disfrutemos de esta cena. — propone Lisa, levantando su copa para brindar.
—Prometo no hacer más preguntas con una condición. — miro a Melodie.
— ¿Cuál?
—Que me lleves a casa de la abuela mañana. — su sonrisa se borra. Seguramente los recuerdos que tiene en ese lugar no son nada bonitos. — Sé que no es algo fácil, a mí también me costó volver a la mía, pero ahora no estás sola y solo así tu corazón podrá entenderlo. — coloco mi mano sobre la suya.
Respira profundo.
Jacob no deja de mirarla con dudas.
—De acuerdo. Te llevaré esta misma noche si quieres.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro