XXVIII. OCLUMANCIA
CAPÍTULO VEINTIOCHO:
OCLUMANCIA.
Si hubo un momento en el que Nova Nott dudó de la inteligencia de Hermione Granger fue cuando ella estaba sentada con su cabello cayendo salvajemente sobre su rostro. Lucía completamente inconsciente del estado de su codo, sus ojos solamente concentrados en las palabras del libro de Encantamientos.
Ron inmediatamente se disculpó el segundo en que llegó a las cocinas con Granger para su pequeña reunión, pero Granger se había decidido a ocupar una de las sillas y no hacer otra cosa que estudiar. Ella aclamó que la Sala Común de Gryffindor era demasiado ruidosa como para que pudiera concentrarse y Nova no tenía dudas de que era sencillo para ella bloquearlos a ellos. No le molestaba que estuviera allí, especialmente no le importaba ahora que ella estaba tan ocupada estudiando para sus T.I.M.O.s como para regañarlos por estar fuera del horario permitido. Cuando Nova lo mencionó, Hermione simplemente respondió que la única razón por la que estaba rompiendo las reglas era para estudiar, por lo que no contaba.
Nova se despertó la mañana del lunes, lista para su examen teórico de Encantamientos con una sensación de calma que estaba segura que sus amigos de Gryffindor no poseían. Allí era donde las cosas diferían entre ambas casas, considerando que todos los Slytherins de quinto año se habían juntado en la Sala Común la noche anterior y habían tenido una gran sesión de estudio gracias a la que Nova estaba orgullosa de decir que se sentía preparada para su examen. Theo estaba un poco más temeroso, pero ella le había dado un apretón a sus hombros que sugería que se quedaría despierta y estudiando con él por tanto tiempo como quisiera. Cuando la mañana llegó, ella estuvo feliz de notar que él lucía fresco y seguro.
—Blaise me ayudó a estudiar ayer en la noche—, susurró cuando se sentó al lado de Nova, ignorando la mirada interesada que ella le dio —. No fue así, Nova. Daphne y yo apenas rompimos ayer.
Ah, cierto. Nova había olvidado aquel pequeño detalle. Daphne estaba sentada con su hermana en ese momento, Astoria le estaba probando con diferentes preguntas sobre Encantamientos, pero lucía como si no estuviera completamente concentrada en ello. Se rehúsaba a mirar en la dirección en la que Theo estaba sentado, y Nova juró que pudo ver lágrimas formándose en sus ojos cuando Astoria le preguntó cuál era el encantamiento para conjurar algo. Aunque una pequeña parte de ella se sentía mal por Daphne, ya que lucía justo como Malfoy cuando Nova había terminado su relación, también había otra parte que sabía que valía la pena ver a Daphne triste si su hermano finalmente tendría un gusto de felicidad.
—Buenos días—, saludó Blaise, sentándose entre Nova y Theo. Él tenía su libro de Encantamientos en la mano, pero no lo abrió al dejarlo sobre la mesa. Nova le lanzó una pequeña sonrisa a Theo cuando Blaise discretamente estiró su mano por debajo de la mesa y Theo la tomó. Theo, que seguía sin acostumbrarse al hecho que le gustaba Blaise, se ruborizó ligeramente por la acción pero no se alejó —. ¿Están listos?
Nova se encogió de hombros —. Eso creo. No estoy preocupada, si es a lo que te refieres—, y era cierto. Ya había estudiado, y estaba confiada de sus habilidades para pasar su examen de Encantamientos —. Esos son los examinadores—, mencionó, señalándolos.
El desayuno terminó y los de quinto y séptimo año permanecieron alrededor hasta que volvieron a llamarlos para que ingresaran al Comedor, que había sido transformado en lo que lucía como un salón de clases gigante, con bancos formando filas y mirando hacia el frente donde la profesora McGonagall se encontraba de pie. Nova tomó una pluma en silencio y esperó a que McGonagall les diera permiso para comenzar, comenzando a tararear bajo su respiración el momento en que comenzó el examen. Las preguntas no eran tan difíciles. Nova podía recordar claramente el hechizo para crear agua, el hechizo Reductor era bastante sencillo, y había una pregunta sobre la maldición asesina con la que Nova no tuvo problemas de escribir sobre su pergamino. Cuando el examen terminó, los estudiantes salieron del Comedor y esperaron a que fuera la hora del almuerzo y sus exámenes prácticos.
—No fue tan malo—, opinó Theo una hora después mientras comían en el Comedor, que había sido acomodado de vuelta a su forma usual con las cuatro mesas diferenciadas por sus casas —. Creo que llegué a una E como mínimo.
—Eso es genial, Theo—, dijo Nova con una pequeña sonrisa. Ella sabía que él quería que le fuera bien, si no por él, por su Padre. Ambos sabían qué diría Edgar Nott si alguno de ellos se atrevía a tener menos que Supera las Expectativas en sus T.I.M.O.s —. Estoy segura que te fue mejor de lo que crees.
Los exámenes prácticos fueron mejor de lo que Nova había esperado. Su examinadora era una mujer llamada profesora Bixly, que le dio sonrisas de apoyo cada vez que realizaba un hechizo. Ella lució bastante impresionada con la precisión de su hechizo Alohomora a pesar que fuera un hechizo de primer año. Cuando Nova lo mencionó, la profesora Bixly respondió que la mayoría de los estudiantes ignoraban ese estilo hechizos, pero los nervios sacaban lo peor de ellos y normalmente lo hacían mal. Dentro de todo, Nova salió de la habitación sonriendo felizmente y aliviada que tenía un T.I.M.O. asegurado. El próximo era de Transfiguración, lo que sabía que no era su fuerte, pero se sentía segura gracias a la sesión de estudio de Slytherin de la noche anterior.
Transfiguración fue transcurrió de la misma forma, al igual que Herbología y Defensa Contra las Artes Oscuras. Umbridge le prestó especial atención cuando realizó el hechizo Aturdidor. Nova intentó contener su sonrisa cuando el hechizo fue perfecto, pero no pudo evitar que las comisuras se doblaran ligeramente hacia arriba. Su siguiente examen fue sobre Runas Antiguas, y vio a Hermione casi arrancarse el cabello mientras observaba el examen frente a ella, pero nuevamente, Nova estaba lo suficientemente segura de sí misma como para no dudar de sus respuestas. Aunque no sintió que había hecho un trabajo tan bueno en Runas Antiguas como lo hizo en los otros exámenes, sabía que al menos obtendría una E. Después de Runas Antiguas, seguía Pociones, y Nova llevó a Theo a una esquina para probarlo antes de que el examen comenzara.
Una vez que Aritmancia y Cuidado de las Criaturas Mágicas pasaron y Nova estaba terminando con su examen de Historia de la Magia, ella tomó una respiración profunda. Sus exámenes casi habían acabado. Era como si un enorme peso hubiera sido levantado de sobre su pecho, sabiendo que no había encontrado mucha dificultad mientras los realizaba. Theo le dio la misma sonrisa que le dejaba saber que Edgar Nott no tendría razón para castigarlo por sus calificaciones. Durante la cena en la noche, los dos probablemente celebrarían con helado antes de dirigirse a sus camas y tener una buena noche de descanso. Nova bajó su pluma para responder la última pregunta de su examen.
Eso fue antes que los estudiantes presentes en el Comedor escucharan a alguien caerse de su silla.
Nova, como la gran mayoría del resto de los estudiantes en el Comedor, se giró para observar la escena. Harry se había deslizado de su silla con un grito de sorpresa, y Nova palideció cuando notó la mirada de horror puro en su rostro. Él lucía como si alguien acabara de quitar la alfombra de debajo de sus pies sin su conocimiento. Uno de los examinadores corrió en su dirección e intentó levantarlo para evitar llamar la atención, pero era demasiado tarde. Todos ya estaban mirando a Harry mientras asentía y hablaba con uno de los examinadores en susurros antes de salir. Nova fue rápida para terminar de responder la última pregunta antes de entregar el examen, intentando mantener una actitud serena y fría mientras se dirigía a encontrarse con Harry.
—Harry—, llamó cuando lo vio, alcanzándolo —. ¿Estás bien? ¿Qué sucedió?
—No importa. Necesito a Ron y Hermione—, él hablaba como si no pudiera soltar las palabras lo suficientemente rápido, como si hubiera un tiempo límite que debía vencer —. ¿Dónde están? ¿Terminaron sus exámenes?
—No estaban muy lejos de mí. Harry, respira—, lo tomó por los hombros y los apretó lo suficiente para captar su atención. Le dio una pequeña sonrisa —. ¿Recuerdas lo que me dijiste cuando intentaba conjurar un Patronus? Concéntrate en algo feliz, ¿sí? Hermione y Ron saldrán pronto y podrás decirles lo que sea que necesitas decirles.
Ella observó cómo sus hombros dejaban de temblar tan arduamente, y estuvo agradecida cuando Ron y Hermione salieron del Comedor. Para escapar de miradas curiosas, Nova tomó la muñeca de su novio y lo llevó hasta un salón vacío, sus otros dos amigos siguiéndolos de cerca —. De acuerdo, Harry. Con calma, dinos qué pasa.
—Voldemort tiene a Sirius.
— ¿Qué?—, preguntó Hermione.
— ¿Cómo lo-?—, comenzó Ron.
—Espera, ¿Sirius Black?—, interrumpió Nova, sus ojos abriéndose en terror —. Harry, ¿por qué importa? Sirius Black mató a tus padres, ¿recuerdas? Él le informó a Voldemort dónde estaban.
Ella nunca había visto furia pura en los ojos de Harry, pero lo vio cuando se giró en su dirección —. ¡Él fue inculpado! ¡No hables de Sirius así!
Ron fue rápido para empujar a su amigo por los hombros mientras su mano alrededor de la de Nova la apretaba con más fuerza —. Amigo, Nova es nueva en todo esto, ¿recuerdas? Ella no conoce a Sirius como nosotros. No te desquites con ella solo porque no lo sabía.
Nova observó a Harry mientras él asentía lentamente, luciendo desesperanzado —. Cierto. Yo... lo siento, Nova, solo estoy... Sirius es mi padrino. Es el único familiar que me queda.
—Bueno, ¿cómo sabes que Voldemort lo tiene?—, respondió Nova, dirigiendo su pregunta a Harry. No necesitaba mencionar el hecho que ya había aceptado sus disculpas —. ¿Lo soñaste? ¿Por eso te caíste de la silla?—, el trío de Gryffindor la miró como si tuviera dos cabezas. Ella rodó los ojos —. Harry, reconozco los síntomas de la Oclumancia y sé que Voldemort practica Legeremancia. Mi Padre nos enseñó a Theo y a mí cuando éramos más chicos.
— ¿Sabes Oclumancia?—, inquirió Hermione de repente, su rostro animándose ligeramente —. ¡Eso es genial! Puedes enseñarle a Harry--.
— ¡Voldemort tiene a Sirius!—, vociferó Harry, interrumpiendo —. Lamento si Oclumancia no es mi prioridad ahora, pero necesitamos salvar a Sirius—, el volumen elevado de su voz fue suficiente para silenciar a Hermione y Nova, y continuó —. Pero Nova tiene razón. Lo vi cuando me quedé dormido. No sé cómo, pero sé exactamente dónde. Hay una habitación en el Departamento de Misterios lleno de repisas cubiertas con unas pequeñas esferas de vidrio, y están al final de la línea número noventa y siete...—, Nova intentó descifrar por qué las palabras de Harry sonaban familiares, como si ya las hubiera escuchado —. Está intentando usar a Sirius para conseguir lo que sea que quiera de allí... lo está torturando—, la voz de Harry se rompió —. Dijo que terminará matándolo—, sus rodillas de repente se doblaron y Nova fue rápida para rodear su torso con sus brazos y ayudarlo a sentarse en uno de los bancos vacíos —. ¿Cómo vamos a ir allí?
— ¿I-ir allí?—, repitió Ron. Su mano apretando con aún más fuerza la de Nova.
— ¡Ir al Departamento de Misterios para rescatar a Sirius!—, gritó Harry, como si fuera lo más obvio del mundo.
—Harry—, mencionó Nova con una voz gentil, intentando convencerlo de que la escuchara —. Sé de Oclumancia y sé cómo trabaja Voldemort. ¿Hay alguna posibilidad de que Voldemort esté plantando esto en tu cabeza para atraerte? ¿Por qué no contactamos al señor Lupin?
—Ella tiene razón, Harry—, asintió Hermione —. Piénsalo. Son las cinco de la tarde. El Ministerio de Magia debe estar lleno de empleados. ¿Cómo podrían Voldemort y Sirius llegar hasta allí sin ser vistos? Harry, ellos son probablemente los dos magos más buscados en el mundo. ¿Crees que podrían ingresar a un edificio lleno de Aurores sin ser detectados?
—No lo sé, ¡Voldemort usó una capa de invisibilidad o algo así! Como sea, el Departamento de Misterios siempre ha estado completamente vacío cuando sea que yo he estado--.
—Nunca has estado allí, Harry. Has soñado sobre ese lugar, ¡eso es todo!—, Hermione lució insegura antes de girarse a Nova repentinamente —. ¡Nova, tú misma lo dijiste! Sabes Oclumancia. Podrías intentar ver si Sirius realmente está en peligro.
— ¿Quieres que mi novia intente entrar a la mente de Voldemort? Sé realista, Hermione, ¡eso no es seguro!—, protestó Ron.
—Además, ¡mi palabra debería ser suficiente! ¡Tenía razón cuando fue el ataque al papá de Ron!
Pero Nova ya no los estaba escuchando. Su mano había caído de la de Ron e intentó deshacerse de sus emociones. Lo que Ron no entendía era que ahora Harry era importante para ella, y si Sirius era alguien que merecía ser salvado en sus ojos, ella cumpliría con su parte. No dejaría que Harry perdiera a alguien más en su vida, no cuando sabía cómo se sentía. Sin embargo, no era lo suficientemente estúpida para intentar entrar a la mente de Voldemort. Su blanco era mucho más sencillo. Mucho más dócil.
Su Padre.
Lo vio, la máscara de los Mortífagos adornaba su rostro como una corona lo hacía con un rey. Estaban parados en el mismo lugar que Harry describió, con pequeñas bolas de cristal cubriendo las enormes repisas alrededor. Ella cerró los ojos, desesperadamente intentando ver más allá de la mente de su Padre antes de que la echara, como si pudiera sentir que ella estaba allí, intentando descubrir qué estaba haciendo. Sintió el golpe antes de jadear y caer al suelo, cesando la discusión entre los tres por un momento mientras Ron se le acercaba con urgencia.
—Debes blanquear tu mente como si fuera un lienzo, Konstantinova—, su Padre le había dicho mientras la sostenía por los hombros —. No hay lugar para debilidades. La Oclumancia es una habilidad que todos mis hijos sabrán. Si eso significa que debo arrancarte las emociones y hacerte fría, así será—, sus manos de repente se movieron a su cuello, y ella lo sintió intentar entrar a su mente. Ella no pudo contener el jadeo que salió de su boca mientras luchaba en su lugar, intentando con todas sus fuerzas mantenerlo afuera.
Los recuerdos surgieron. Su madre, la mirada en su rostro mientras sonreía, el día que había llevado a Nova a juntar flores —. Debes ser gentil con las flores, mi pequeña estrella—, susurró Elizabeth mientras delicadamente arrancaba una flor del suelo —. Las flores son como los humanos, ¿ves? Suaves, flexibles. Pueden flotar lejos en la brisa. Nos podemos romper tan fácilmente. Así que debemos ser gentiles, delicados.
Nova jadeó mientras volvía al presente, una manta de sudor cubriendo su frente. Podía sentir su cabello comenzando a pegarse a su frente mientras dejaba salir un sollozo, observando a Theo al otro lado de la habitación. Él estaba llorando, rogando a su Padre para que parara, pero era en vano. Theo ya había dominado la Oclumancia. Su parte estaba completa.
— ¡No hay espacio para gentilezas en el mundo, Konstantinova!—, ladró Edgar Nott —. Tu madre era una tonta, y tú fuiste lo suficientemente tonta para creerle. ¡De nuevo!
Otro recuerdo. Uno de ella y su hermano, jugando en el patio y saltando entre las colinas y rocas en el suelo —. Voy a vivir en una casa como la nuestra algún día. Viviré con mi esposa y con tres hijos—, Nova había arrugado su nariz.
— ¿Quieres tres chicos con mal olor viviendo contigo? Yo quiero hijas, ¡preciosas! Las vestiré y seré su mejor amiga.
—Las chicas son asquerosas—, respondió Theo y Nova lo miró dolida —. Oh, no hagas un puchero. Sabes que tú eres la excepción.
Una Nova de cuatro años arrugó la nariz —. ¿Qué significa "excepción"?
— ¡Concéntrate!—, su Padre le había rugido cuando fue sacada de su recuerdo. Ella lo observó, en blanco, con lágrimas corriendo por sus mejillas —. ¡Otra vez!
Ésta vez, ella no se dejó sentir nada. No quería estar consciente del dolor, de los horrores que había visto durante sus trece años de vida. Así que observó a Theo y se obligó a sentirse vacía. A ser la Reina del Hielo que todo Hogwarts creía que era. Tal vez fue allí donde realmente comenzó. Cuando Nova había comenzado a odiar a su Padre. Todo lo que sabía era que nunca dejaría que alguien tuviera el poder de lastimarla como él lo hacía cada día.
—Harry tiene razón—, jadeó Nova, como si estuviera saliendo del agua en búsqueda de aire —. Lo vi en la mente de mi Padre. Están en la habitación con las bolas de cristal. Está diciendo la verdad. Voldemort tiene a Sirius. Está diciendo la verdad—, repitió mientras Ron la ayudaba a sentarse, sosteniendo su espalda en caso que fuera a volver a caerse.
— ¿Lo viste?—, cuestionó Harry inmediatamente, apoyándose sobre sus rodillas para poder ver a Nova a la cara —. ¿Viste a Sirius? ¿Está bien?
—Harry, retrocede. Déjala respirar por un minuto—, señaló Hermione, acercándose para apartar el cabello del rostro de Nova —. Tiene fiebre.
Nova intentó alejar la mano de Hermione —. No se preocupen por mí. Voldemort tiene a Sirius, Harry tiene razón. Debemos ir—, Harry se movió como si estuviera listo para irse y Nova comenzó a levantarse para seguirlo, pero Ron fue rápido para hacerla volver a sentarse —. Ron, déjame levantarme. Debemos irnos.
—Acabo de ver a mi novia casi desmayarse, no voy a soltarte hasta que estés bien. Solo quédate quieta por un momento—, dijo, sosteniéndola para mantenerla sobre su espalda. Hermione tenía razón cuando dijo que su piel estaba caliente, y el suelo frío ayudaba a calmar la temperatura —. ¿Por qué diablos hiciste eso? Casi me diste un ataque al corazón.
—Debía ayudar a Harry—, respondió, sacudiendo su cabeza —. Sé lo que se siente perder a alguien. Sé lo que es perder a un padre. Harry ya perdió a ambos. Necesita a alguien. Tener a alguien hace la diferencia—, cerró los ojos —. Sé lo que se siente no tener a nadie.
— ¿En qué estabas pensando?—, preguntó Ron suavemente, quitando algunos mechones de sobre su rostro mientras Hermione y Harry discutían en la esquina de la habitación —. Parecía que viste a un fantasma.
Ella no dijo nada al principio mientras se giraba sobre su lado para mirarlo. Alzó su mano en busca, y él rápidamente tomó su mano, presionando la palma de su mano libre sobre su frente para ver si el frío del suelo la estaba ayudando al menos un poco —. Odio a mi Padre—, soltó ella en un susurro, y Ron nunca la había escuchado sonar tan determinada —. Lo odio. Recordé cuando me enseñó Oclumancia. Practicamos día y noche, invadiendo mi mente hasta que finalmente aprendí a detenerlo. Hasta que finalmente supe cómo sacarlo de mi mente—, una lágrima escapó por la esquina de su ojo y la limpió enojada con su mano —. Todo lo que quería era mantener a Theo a salvo. Eso es todo lo que siempre quise.
—Vamos a llegar a Theo—, contestó Ron —. Me aseguraré de ello.
—No lo entiendes. Él está allí, con mi Padre—, otra lágrima —. Él es un Mortífago. Probablemente supo desde el principio sobre éste plan con Sirius.
Antes que Ron pudiera decir algo, el volumen de la voz de Harry lo interrumpió —. SI CREES QUE VOY A ACTUAR COMO SI NO ACABARA DE VER--, Nova gimió y no escuchó la respuesta de Hermione —. BUENO, SUPONGO QUE DIRÍA ALGO DIFERENTE SI SUPIERA QUE ACABO DE--
La puerta del salón se abrió, brindando una pequeña luz plateada sobre Luna Lovegood y Ginny Weasley. Ginny observó la situación en la que los cuatro parecían estar, sus ojos abriéndose al notar a Nova en el suelo —. Hola—, habló insegura una vez que se percató que no había un peligro real —. Reconocimos la voz de Harry – ¿por qué están gritando?
—No te importa—, replicó Harry rudamente, y Nova vio los ojos de Ginny entrecerrarse ante su tono ácido. No pudo culparla.
—No hay necesidad de hablarme así. Solo me preguntaba si podía ayudar.
—Bueno, no puedes.
—Deja de actuar como un idiota, Harry—, replicó Nova, acariciando sus sienes para evitar que su dolor de cabeza creciera —. Ginny solo está intentando ayudar. No sabe qué mierda está pasando.
Hubo silencio por un momento mientras Harry absorbía las palabras de Nova. Seguro se dio cuenta de lo rudo que estaba siendo, ya que una luz roja se apoderó de sus facciones. Justo cuando estaba a punto de abrir la boca y disculparse, Hermione lo interrumpió.
—Espera... Harry, ellas pueden ayudar.
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