IV. EL AMOR DE UNA FAMILIA
CAPÍTULO CUATRO:
EL AMOR DE UNA FAMILIA.
—Las pruebas para Quidditch para Gryffindor son hoy.
Nova miró a Malfoy desinteresadamente mientras mordía un pedazo de carne. Estaba consciente de las pruebas, y también del hecho que Weasley iba a probar para la posición de Guardián. La información había sido cortesía de Harry Potter, quien le había dado unas palabras de ánimo a su mejor amigo en Pociones esa mañana cuando Weasley lucía enfermo —. Lo sé—, respondió, aburrida.
— ¿Cómo lo sabes?—, inquirió Theo al otro lado. Había terminado su conversación con Greengrass y se había acercado cuando escuchó la respuesta de Nova. Parkinson, quien estaba sentada al lado de Malfoy y básicamente alimentándolo, la observó cuando se percató que la atención estaba sobre Nova nuevamente.
—Tengo detención con Potter, ¿recuerdas?—, respondió, rodando los ojos —. Se ha estado quejando toda la semana de que no puede ir.
—Bueno, hoy es el último día que tendrás que lidiar con él—, le recordó Zabini, como si ella no hubiera estado contado los días restantes toda la semana —. Hablando de eso, ¿cómo han ido los castigos con la vieja bruja?
—Solo escribir líneas. Nada terrible—, Nova se aseguró de esconder su mano debajo de la mesa mientras con su mano derecha utilizaba el tenedor. Hasta ahora, había hecho un buen trabajo en esconder las palabras de su piel. Creyó que Parkinson la había visto una vez, pero ella la odiaba lo suficiente como para no interesarse. Por primera vez, Nova la apreciaba.
Cuando Nova entró a su última detención, Potter ya estaba sentado y listo para irse. Él le envió una sonrisa minúscula y ella asintió en respuesta, colocando su mochila en el suelo y tomando la pluma del diablo. Notó que podía ver el campo de Quidditch desde allí claramente, y ocasionalmente levantaba la vista para ver al equipo de Gryffindor hacer las pruebas.
Su mano comenzaba a arder mientras la herida se abría y la sangre comenzaba a emanar. Apretando los dientes para asegurarse de no soltar ningún ruido, Nova continúo escribiendo. La manga de su remera se pegaba a su piel mientras la sangre recorría su muñeca, y un poco de sangre se derramaba sobre la mesa.
No debo desobedecer.
No debo desobedecer.
No debo desobedecer.
—Veamos si ya obtuvieron el mensaje, ¿sí?—, inquirió Umbridge después de lo que se sintieron horas. En silencio, Nova alzó su mano e intentó no gemir cuando los gordos dedos de Umbridge apretaron sus cortadas. Potter hizo lo mismo, alejando su mano antes que ella pudiera examinarla más —. Sí—, murmuró —. Duele, ¿no?
Ninguno de ellos se atrevió a responder y darle la satisfacción.
—Bueno, creo que he hecho mi punto. Pueden irse.
Nova se levantó de su asiento y salió antes que Potter pudiera pestañear. El segundo en que se encontró fuera de la habitación, ella tomó su mano en un intento de detener el sangrado. Escuchó a Potter salir segundos después, y notó la sangre que se encontraba en sus dedos.
—Bueno—, exclamó Potter en un tono aliviado mientras recorrían el camino familiar —. Finalmente terminamos.
Nova no pudo evitar reír. Potter se sorprendió mientras lentamente se acercaban a donde Nova usualmente doblaba hacia la derecha y desaparecía. De todos modos, ésta noche Nova vaciló, causando que Potter la imitara.
—Mira—, dijo Nova en ese tono de voz que señalaba que iba a comenzar a hablar sin parar. Potter lo había escuchado mucho cuando ella le hablaba a Draco —. No me enfrenté a Umbridge por ti, ¿sabes?
—Lo sé—, replicó.
—Solo porque tenemos la misma opinión sobre Voldemort, no significa que seamos amigos.
— ¿Por qué lo llamas Voldemort?
La pregunta pareció silenciar a Nova. Su boca, que había estado abierta para responderle, se cerró audiblemente. Cruzó sus brazos sobre su pecho y los ojos de Harry ojearon las palabras escritas en su piel que probablemente dejarían una cicatriz. Inmediatamente se sintió horrible.
—No le temo, supongo—, respondió Nova.
— ¿No?—, Harry lo encontró difícil de creer. Todos le temían a Voldemort.
La chica Nott negó —. Como le dije a Weasley esta misma semana, aprendemos a lidiar con el dolor. También aprendemos a lidiar con lo inevitable. Él va a volver, estemos listos o no—, se encogió de hombros entonces, y Harry supo que su conversación estaba por terminar —. He aceptado que pase lo que pase, pasará.
Ella se giró, dirigiéndose a la Sala Común de Slytherin. Con un estallido de energía, Harry de repente la llamó —. ¡Nova!
Su cabeza y cuerpo se giraron para verlo.
— ¿Me apoyas? Para derrotarlo, me refiero.
Nova sabía qué esperaba que respondiera. Su Padre habría estado horrorizado si sabía que ella siquiera estaba dudando en su respuesta. Theo, sin importar qué tanto ella esperaba que permaneciera bueno, probablemente se sentiría igual que su Padre. Pero nunca nadie le había preguntado qué creía. Luz u oscuridad. Harry o Voldemort. Su familia o ella misma.
—Supongo que no lo sé, Potter. Si lo descubro, lo sabrás.
Y entonces ella se marchó, yéndose por el pasillo tan lejos que Harry ya no podía verla. La chica de Slytherin que quería lucir como si no le importara nada, pero que le había dado la respuesta más honesta que había recibido. Girándose en la dirección contraria, él comenzó a caminar hacia la Sala Común de Gryffindor, donde ojalá descubriría que Ron había logrado la posición de Guardián y olvidaría sus castigos con Umbridge.
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La mañana del sábado trajo un par de horas de extra descanso que Nova aceptó con los brazos abiertos. Cuando finalmente despertó, se colocó la ropa con vagancia y ató su cabello antes de unirse a su hermano en el Comedor.
—Buen día—, ofreció él con una sonrisa, ya tomando un plato y cargándolo de comida para ella. Ella lo aceptó y metió la comida en su boca, probablemente de una forma no delicada, pero no le importaba —. ¿Cómo fue tu noche?
Ella se encogió de hombros y continuó comiendo. Los fines de semana eran agradables porque todos lentamente salían de sus camas a diferentes horarios, por lo que Nova no tenía que lidiar con el grupo usual. Aunque no tenía problemas con Malfoy, Zabini y Greengrass, todo su buen humor se iba cuando Parkinson y Bulstrode estaban involucradas. Estando sola con sus pensamientos y su hermano era cómo prefería pasar sus comidas.
Mientras mordía una pieza de tocino, notó una carta debajo de los muslos de Theo. Tragando, le envió una mirada —. ¿Qué es eso?
— ¿Qué?—, inquirió él, sus ojos no desviándose de su rostro. Ella alzó una ceja mientras su pierna se movía sútilmente, un movimiento lo suficientemente pequeño como para que ella no lo notara si no prestaba atención.
—Eres malísimo para ocultar cosas—, mencionó al empujar su hombro. Theo cayó a su izquierda, su pierna se levantó en un intento de mantener el balance sobre la banca. Los dedos de Nova rápidamente tomaron el sobre, girándolo y sacando la pieza de pergamino del sobre.
Theodore,
He escuchado sobre la detención de tu hermana. Mientras normalmente le preguntaría directamente a ella qué sucedió, han habido rumores en el Ministerio y decidí decírtelo a ti en su lugar. Necesito que mantengas a Konstantinova en línea, Theodore. Estos próximos meses son cruciales para ti y tu seguimiento al Señor Oscuro.
Qué poseyó a tu hermana para defender a Harry Potter, nunca lo sabre. Tengo, de todos modos, confianza en que tú puedes llegar al fondo de esto y ver si puedes o no hacerla entrar en razón. La necesitamos de nuestro lado cuando llegue el momento, Theodore. Y aunque eso puede que no implique convertirse en un Mortífago en el futuro, no significa que no puede ser útil.
Sobre el tema, las preparaciones ya están en marcha. Sucederá pronto, Theodore. Puedo prometértelo.
Habla con Konstantinova. Hazla entrar en razón. Cuento contigo.
- Padre.
—No quería preocuparte—, susurró Theo una vez que ella había terminado de leer y había arrojado la carta sobre la mesa —. Nova--.
—Si me disculpas, creo que he perdido mi apetito.
Podía sentir sus manos temblar de la ira mientras apoyaba el plato con fuerza, y se levantó de la mesa de Slyhterin para marchar fuera del Comedor. Sus puños estaban apretados, sus nudillos blancos, y la fuerza provocó que su herida se volviera a abrir. Sintió la sangre y maldijo, presionando su manga contra su mano.
Hubo un claro carraspeo de garganta detrás de ella. No se atrevió a girarse, por miedo a que quien se encontrara detrás pudiera ver las calientes lágrimas de ira que se juntaban en sus ojos.
—Nott—, mencionó alguien con una voz baja, y ella resopló cuando la reconoció.
—Aléjate, Weasley.
Naturalmente, Weasley hizo exactamente lo contrario que Nova quería. Siempre lo hacía. Él se acercó mientras ella intentaba deshacerse de las lágrimas antes que pudiera verlas. Cuando finalmente la alcanzó, él se paró frente a ella sin decir nada.
—Deberías decirle a alguien—, habló finalmente, y cuando ella lo miró, la mirada de él se encontraba sobre su mano —. Le dije a Harry lo mismo, pero se niega a hacerlo.
—Igual que yo—, respondió ella, volviendo a apretar sus puños. Más sangre —. Decirle a alguien es redundante. Umbridge no parece ser de esas personas que siguen las reglas.
—Ahora eso es algo sobre lo que estamos de acuerdo.
Severos segundos transcurrieron en silencio. Nova solo se preguntaba qué diablos hacía Weasley allí. Ellos no eran amigos. Apenas se toleraban el uno al otro. Y aunque ella había pasado sus últimas cuatro noches con Potter, incluso ellos no eran cercanos. Pero allí parados en silencio mientras ella sangraba era incómodo, y Nova quería que terminara.
—Uno de nuestros Cazadores suele arrojar tiros falsos—, dijo de repente. Él la miró con sorpresa, podía ser a causa de que ella le estaba hablando o porque le estaba dando secretos de Quidditch. Ella rodó los ojos ante su rostro sorprendido —. Escuché que ahora eres el Guardián de Gryffindor.
— ¿Escuchaste eso?
—Lo creas o no, no soy una reclusa, Weasley.
—N-no, no es eso lo que yo... yo me refería a... c-cierto—, más silencio incómodo —. Bueno, me iré entonces. ¿Estarás bien?
—He sufrido heridas peores que ésta.
—No me refería a tu mano.
Ella sonrió, pero el tipo de sonrisa que Ron hubiera deseado que no hubiera hecho. Era completamente cínica. Fue golpeado nuevamente por la idea de que nunca había visto una sonrisa genuina en el rostro de la hermana melliza de Theodore Nott —. Estaba esperando que no lo notaras. Pretendamos que no lo hiciste.
Y con eso, ella se marchó, caminando en dirección a la Sala Común de Slytherin. Ron la observó irse con un sentimiento que se hundía en su estómago. No quería creerle a su mejor amigo cuando le mencionó que Nova Nott podría ser más profunda de lo que parecía, pero ahora era obvio que lo era.
Si había algo que Harry Potter y Ron Weasley disfrutaban hacer, era complicar las cosas mucho más de lo que ya lo eran. Estaba seguro que Nova Nott sería solo otro asunto más que caería en esa categoría.
— ¿Esa era Nova Nott?—, inquirió Hermione, apareciendo de la nada con Harry a su lado.
—No lo sé. No le hablé.
—Oh, por favor. Si hay algo en lo que eres incluso peor que en hacer tu tarea, es mentir. Buen intento, Ronald.
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— ¿Suprema Inquisidora? ¿Qué significa eso?
Nova no podía escuchar a Malfoy a través de la sangre que se le subió a las orejas. ¿Quién se atrevió a poner a alguien como ella no solo a cargo de los estudiantes, sino de otros docentes también? Profesores como McGonagall y Snape, que habían estado en la escuela por la mitad de sus vidas.
Ella torció su mano, notando que la herida volvía a abrirse por el movimiento.
— ¿Importa? Ahora tiene poder sobre otros profesores—, se quejó Parkinson y Nova notó que, por primera vez, tenía razón —. Snape no va a tolerarlo.
— ¿Snape?—, rió Zabini —. McGonagall va a destruirla.
Aunque el Profeta había dicho que Umbridge tenía el poder de controlar las enseñanzas de los profesores, Nova estaba aliviada de descubrir que ella no tenía Pociones ese día. Nova tomó su asiento al lado de Theo, Malfoy sentándose al otro lado de ella. Snape entregó sus ensayos, y Nova notó con una sonrisa que Draco no lo había hecho tan bien como lo había creído. Miró su propio ensayo con una "E" y miró el de Theo, aliviada de notar que al menos había obtenido un Aceptable.
—Les he otorgado las notas que hubieran obtenido si presentaran este trabajo en su T.I.M.O.—, dijo Snape con una voz monótona, mirando a la mitad de la clase mientras continuaba entregando los ensayos —. Debería darles una idea realista de lo que deberían esperar en su examen. El estándar general de ésta tarea fue abismal. La mayoría de ustedes hubieran desaprobado su examen. Espero ver un gran esfuerzo por su parte en el último ensayo sobre la variedad de antídotos para venenos, o deberé repartir detenciones para aquellos que obtuvieron D.
— ¿Algunos tuvieron una D? ¡Ha!—, rió Malfoy.
—Cállate, Malfoy—, respondió Nova con un tono aburrido mientras él observaba su ensayo antes de guardarlo en su mochila.
Ellos comenzaron con la poción de fortalecimiento, Malfoy tuvo algunos problemas pero Theo lo hizo sorprendentemente bien. Cuando la clase acabó, Nova estaba mirando a su hermano en shock. Él le envió una sonrisa cómica.
—Ni siquiera pudiste escribir dos palabras de tu ensayo sobre las piedras de luna sin mi ayuda. ¿Cómo hiciste la poción?
Theo rió —. Tomé tu consejo y comencé a estudiar. ¿Sabías que la biblioteca es realmente muy útil?
—Sí, ¿quién lo hubiera sabido?—, respondió Nova sarcásticamente, dándole a su hermano una sonrisa minúscula —. Estoy contenta que hayas estudiado.
Salieron juntos de la clase, caminando a través de los pasillos de Hogwarts hacia el Comedor. Parkinson había tomado a Malfoy por la manga y lo arrastró lejos antes de que pudiera alcanzarlos, dejando a los hermanos Nott a solas.
Nova no había hablado con Theodore sobre la carta de su Padre. La hacía enojar demasiado. No quería admitirle a Theo que su Padre creía que ella se estaba volviendo suave, cuando todo lo que le importaba era mantener a Theo a salvo. De todos modos, él parecía creer que ellos necesitaban discutirlo, por lo que aclaró su garganta.
—Nova—, dijo suavemente. Su cabeza se inclinó en su dirección —. Sobre la carta que escribió Padre--.
—No quiero hablar sobre eso.
—Bueno, necesitamos hacerlo—, insistió Theo. Tomó el brazo de Nova gentilmente y la llevó a un lado del corredor para poder hablar en privado —. Mira, sabes que no lo decía en serio. Solo está preocupado por nosotros.
—Tú—, recordó ella —. Está preocupado por ti.
—Específicamente me pidió ver si algo te estaba molestando—, discutió Theo —. Honestamente, Nova, esto se está volviendo ridículo. ¿Realmente crees que Padre no se preocupa por ti?
—Solo te pidió que me vigilaras porque está preocupado que haré algo que vaya a afectarte a ti. ¿No puedes ver que no le interesamos? Todo lo que quiere es que sigas sus pasos y te conviertas en un Mortífago. No quiere nada más de ti, Theo.
—Eso no es cierto—, dijo enojado, pero ella podía ver las ruedas girar en su cabeza. Él estaba procesando sus palabras, pero la pregunta era si le creía o no.
—Estás siendo obtusa.
—Estás siendo pesimista, como siempre.
Ella tomó su brazo de repente, acercándolo a su rostro mientras levantaba la manga de su ropa. Aún, nada estaba pintado sobre su brazo. Seguía sin ninguna indicación de que él fuera un seguidor de Voldemort. Él se encogió, alejando su brazo de ella.
— ¿Qué estás haciendo, Nova?—, siseó.
No tenía una respuesta. Se estaba fijando, asegurándose a sí misma, de que seguía siendo Theo. Habían millones de respuestas que le podría haber dado, pero ninguna parecía ser lo suficientemente buena. Su boca se abrió y cerró como un pez, pero su hermano solo la miró molesto y se alejó.
Zabini estaba caminando por el corredor con Greengrass a su lado. Ellos estaban riendo sobre algo, pero Zabini saludó a Nova cuando la notó —. ¡Oye, Nott! ¿Vienes a almorzar?
—Ya no tengo hambre—, replicó, pasando a su lado —. Tal vez vaya a cenar.
Zabini la observó confundido mientras ella se escapaba a la Sala Común de Slytherin. Él miró a Greengrass, quien se encogió de hombros —. ¿Soy yo o Nova Nott realmente lucía triste?
—Probablemente solo está molesta—, comentó Daphne —. Nova no se pone triste, ¿recuerdas? Es la Reina del Hielo.
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—Umbridge estuvo en Adivinación—, se quejó Malfoy cuando Nova llegó al salón de Defensa y colocó su mochila en el suelo al sentarse a su lado y frente a Theo que estaba sentado con Greengrass. Intentó ignorar el dolor cuando su hermano ni siquiera la miró —. No fue bien.
—Asumí que no—, respondió Nova.
—Guarden sus varitas—, les recordó Umbridge mientras Nova guardaba su varita de madera de olmo en su mochila —. Como terminamos el capítulo uno la clase anterior, me gustaría que todos vean la página diecinueve hoy. Comenzaremos con el capítulo dos: "Teorías comunes de defensa y sus derivaciones"—, sus ojos se posaron en Nova y, luego, en Theo —. No habrá necesidad de hablar.
Theo le envió una mirada, pero no dijo nada y sacó su libro. Nova abrió su boca, lista para escupir algo, furiosa porque Umbridge había amenazado a Theo, pero Malfoy rápidamente tomó su muñeca.
—No—, dijo Malfoy, acercándose para poder susurrarlo a su oído así Umbridge no le oía. Nova liberó su mano del agarre de Malfoy, pero siguió su consejo. Tener otra semana de castigo no detendría a Umbridge de ser la peor mujer en el planeta.
— ¿Qué sucede ésta vez, señorita Granger?—, preguntó de repente Umbridge, y Nova se giró para notar la mano alzada de la chica.
—Ya leí el capítulo dos.
—Bueno, entonces, proceda con el capítulo tres.
—Ya leí eso también. Leí todo el libro.
Nova no pudo controlar la carcajada que escapó de su nariz. Escuchó los tacones de Umbridge sonar contra el suelo hasta donde se encontraba sentada y sintió que la mujer tocó su hombro con una naturaleza condencendiente.
— ¿Qué encuentra gracioso, señorita Nott? ¿El hecho que su compañera haya tomado la iniciativa de leer el libro entero del curso? Solo puedo asumir que usted no ha hecho lo mismo. A menos que le guste decirme qué dice Slinkhard sobre los contra-maleficios en el capítulo quince.
La clase, que ya había estado en silencio cuando Umbridge se los pidió, ahora estaba callada y expectante. Todos se preguntaban qué iba a hacer Nova. Theo también la observaba con una mezcla de molestía y entretenimiento. Potter le daba la más pequeña de las sonrisas, mientras sus dos compañeros estaban atónitos.
Nova le envió una sonrisa casi tan fatal como la que Umbridge le ofreció —. Dijo que los contra-maleficios están nombrados incorrectamente. Que un "contra-maleficio" es simplemente el nombre que se le da a los maleficios que quieren hacer sonar más aceptables.
Hubo un sonido por parte de alguien más en la habitación y, con una rápida mirada, Nova vio a Potter alzar su mano sobre su boca para contener la risa. Umbridge la miró —. Eso es correcto, señorita Nott—, Nova podía ver que le dolía físicamente decirlo —. Pero creo que éste problema es con la señorita Granger, y no necesita que usted se involucre.
Lo que era otra forma de admitir que Umbridge no tenía nada que responderle.
—Profesora Umbridge—, dijo Granger después que la profesora le devolviera su atención —. No puedo evitar estar en desacuerdo.
— ¿Estás en desacuerdo?—, respondió Umbridge, su mirada volviéndose fría.
—Sí. Al señor Slinkhard no le gustan los maleficios, ¿no es así? Pero yo creo que pueden ser muy útiles cuando son usados defensivamente—, Nova no pudo evitar que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro. En su propia forma, Granger estaba defendiendo a su amigo.
—Oh, usted cree, ¿no? Me temo que es la opinión del señor Slinkhard, y no la suya, la que interesa en esta clase, señorita Granger—, Granger iba a responder, pero Umbridge la cortó como si fuera un cuchillo cortando una rebanada de pan, su voz casi tan peligrosa como un cuchillo —. Eso es suficiente. Señorita Granger, deberé tomar cinco puntos de la casa de Gryffindor.
— ¿Por qué?—, preguntó enojado Potter.
—No te involucres—, regañó Granger. Por un segundo, Granger le recordó a Nova de sí misma, peleando para asegurarse que Theo permaneciera a salvo. Incluso si su oponente era una profesora.
—Por interrumpir mi clase con comentarios redundantes. Estoy aquí para enseñarles a utilizar un método aprobado por el Ministerio que no involucra invitar a los estudiantes a dar sus opiniones sobre asuntos de los que comprenden muy poco. Sus profesores anteriores en esta materia les permitieron tener más libertades, pero ninguno de ellos – excepto por la posible excepción del profesor Quirrel, quien parece que al menos se restringió a utilizar material apropiado para sus edades – hubiera pasado una inspección del Ministerio.
—Sí, Quirrel fue un increíble profesor. Solo tenía ese pequeño desperfecto que Voldemort salía por detrás de su cabeza.
Nova nunca había escuchado un salón estar tan silencioso.
—Creo que otra semana de detención le hará bien, señor Potter.
—Justo cuando creí que Potter no podía ser más tonto—, murmuró Malfoy, rodando los ojos.
Nova no podía estar más de acuerdo.
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Si había una cosa que Harry Potter no esperaba cuando salió de la oficina de Umbridge más tarde esa noche, fue ver a Nova Nott apoyada contra la pared con sus brazos cruzados sobre su pecho.
— ¿Qué haces aquí?—, inquirió Harry mientras caminaba a su lado, escuchando sus pasos a su lado —. No me sorprendería que si ella te viera aquí afuera te daría un castigo.
—No me importa—, respondió Nova con un encogimiento de hombros, sus ojos bajando a su mano. El corte estaba casi curado y aún no podía adivinar si dejaría una cicatriz o no —. Quería decirte lo estúpido que eres. ¿Molestarla de nuevo, Potter? Eres el Chico Que Vivió, no el Chico Que No Pudo Mantener La Boca Cerrada.
— ¿Pero...?—, vaciló él, sintiéndolo en su voz.
Una pequeña sonrisa apareció en los bordes de los labios de Nova Nott —. Hubiera hecho lo mismo. Solo me ganaste a decirlo.
Harry soltó una carcajada. Continuaron caminando por el corredor ligeramente iluminado, sus pasos siendo el único sonido entre ellos.
—Ron me dijo unos días atrás—, mencionó Harry —, que lucías bastante molesta.
Nova se encogió de hombros —. Ya lo superé. Soy la Reina del Hielo de Slytherin, ¿recuerdas?—, negó con la cabeza ante el apodo, y Harry obtuvo la sensación de que a ella no le agradaba tanto como las personas asumían que lo hacía.
— ¿Tiene algo que ver con tu hermano?—, ante su mirada, él le dio una sonrisa tímida —. Ron y Hermione también me contaron eso.
Nova miró hacia delante —. ¿Deseaste alguna vez que tu familia volviera, Potter?—, lo miró brevemente —. Todos escuchamos la historia de James y Lily Potter. ¿Los quieres de vuelta?
—Siempre.
Ella asintió pensativamente. Entonces —. A veces creo que es mejor como tú lo tienes. Tus padres te amaron, e incluso en su muerte, lo sabes en tu corazón. No creo que hayas dudado alguna vez que eras el mundo entero de tus padres—, miró sus uñas —. Yo no tengo eso. No tengo esa seguridad. Si mi Padre muriera mañana, todo lo que sabría es que él creía que era débil.
Harry estaba a punto de disculparse, tal vez incluso ofrecerle consuelo, pero estaba demasiado aturdido. Porque una sonrisa real, genuina y enorme apareció en el rostro de Nova Nott —. Es por eso que estoy agradecida de tener a Theo—, mencionó. Harry no pudo decir nada, demasiado sorprendido porque Nova Nott estaba sonriendo —. Él es lo más cercano que tengo a esa clase de amor.
Ellos llegaron al corredor en donde Nova usualmente giraba a la derecha y seguía caminando hasta alcanzar la Sala Común de Slytherin. Antes de irse, ella suspiró, girándose hacia Harry.
—Estaré aquí mañana.
— ¿Por qué?—, preguntó Harry.
—Buena pregunta—, mencionó, comenzaba a caminar hacia atrás mientras lo seguía mirando —. Te diré si descubro la respuesta.
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