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II. DETENCIÓN PARA DOS

CAPÍTULO DOS:

DETENCIÓN PARA DOS.

      Cuando Nova se despertó la mañana siguiente, Pansy Parkinson estaba parado al lado de su cama con un ligero frunce sobre sus labios.

      —Merlín, Parkinson—, se quejó Nova, llevando la sábana por sobre su cabeza para no tener que ver a la chica —. ¿Qué diablos quieres?

      Parkinson le quitó la sábana, provocando que Nova Nott la mirara —. Quiero hablar sobre Draco.

      —Genial—, murmuró Nova con sarcasmo —. Mi tema favorito.

      En el curso de cuarto año, después de un severo lapso de falta de juicio, Nova había accedido a ir al Baile con Malfoy. Entonces comenzó su relación de corta duración, la que terminó al comienzo del verano debido al hecho que Nova simplemente no podía enamorarse.

      Ella intentó forzarlo. En el Baile, Malfoy no había sido más que cortés y dulce. Le había dedicado cumplidos, bailó con ella, e incluso se rió con ella una o dos veces. Pero eso era todo. No había nada más que decir sobre su relación.

      Nova no era inocente. Sabía que nunca había experimentado los fuegos artificiales, ni siquiera una chispa. Pero no sentía otra cosa que amistad por Malfoy cada vez que lo veía a los ojos. Ella era cruel, pero no era lo suficientemente cruel como para ilusionarlo.

      —Necesito saber si crees que aún hay algo entre ustedes—, dijo Parkinson, ignorando su comentario —. Como sabes, me gusta. Y sé que él sigue enamorado de ti, pero estoy trabajando en ello. De todos modos, es muy difícil, y será aún más difícil si tú sigues teniendo sentimientos por él.

      Parkinson debía ser la chica más distraída y molesta del planeta. Nova estaba segura que ya no iba a volver a dormirse, por lo que se quitó las sábanas de encima y caminó hasta el ropero, tomando el uniforme escolar y estirándose.

      —No escucho una negación—, agregó Parkinson con su molesta voz nasal.

      — ¿Realmente necesitas una?—, contestó Nova, girándose para mirarla. Ante la mirada fría, Parkinson tembló. Nova sonrió —. No siento nada por nadie. Malfoy y yo ya terminamos. Sé feliz, Parkinson.

      Con eso, Nova ingresó al baño y cerró la puerta. Escuchó los pasos de la chica que la molestaba abandonar la habitación y suspiró aliviada, quitándose su pijama y colocándose su uniforme escolar. Su cabello tenía mucho frizz esa mañana como para llevarlo suelto, por lo que rápidamente se hizo una trenza y colocó un moño de Slytherin al final.

      Una mirada corta hacia el espejo le dijo que el agarre de Theo le había dejado un moretón. Su hombro latía por el dolor cuando se movió rápidamente. No dejó que su rostro mostrara dolor, en su lugar, prefirió ignorarlo mientras se movía hacia la puerta del baño.

      Cuando salió de la habitación y bajó las escaleras hacia la Sala Común, Theo estaba esperándola.

      Él lucía demacrado, como si no hubiera dormido nada la noche anterior. Lo que la hacía sentir ligeramente mejor. Él la miró e inmediatamente se acercó a ella, tomando sus brazos suavemente antes de abrazarla.

      —Lo siento tanto, Nova. No sé qué sucedió. Solo me enojé tanto, y--.

      —Está bien—, dijo suavemente, envolviendo sus brazos alrededor de los hombros de su hermano —. Está bien, Theo. Sé que no lo hiciste a propósito.

      Ella no había podido dormir la noche anterior. En cambio, se quedó despierta toda la noche, preguntándose qué había sucedido para que Theo reaccionara de esa forma. Cuando finalmente la golpeó, quiso regañarse a sí misma. Claro que estaba a la defensiva. Desde que su madre había fallecido, solo había sido Theo y Nova, unidos como uña y carne en contra del mundo. Cuando discutió con él, él entró en pánico. Creyó que ella iba a alejarse.

      —Siempre estaré aquí—, le recordó, su voz sonando ahogada por sus uniformes. Pero sabía que la había escuchado.

      —Lo sé—, respondió una vez que se separaron —. Vamos a buscar algo para desayunar. Estoy muerto de hambre.

      —Siempre tienes hambre—, respondió Nova, rodando los ojos. Él sonrió porque sabía que ella tenía razón. Sin la presencia de Malfoy y cualquier otro Slytherin, Nova se permitió sonreírle de vuelta mientras él la tomaba por el brazo y la sacaba fuera de la Sala Común de Slytherin para llevarla al pasillo.

      Las mesas ya estaban repletas de comida para el desayuno, Theo inmediatamente se sentó para tomar un par de panqueques y jugo de calabaza. Mientras llevaba la comida dentro de su boca, ella se encontró inundada por la calma de que ellos volvían a estar bien.

      Con pensamientos de lo que había pasado la noche anterior, sus ojos se desviaron hacia la mesa de Gryffindor.

      El trío de alborotadores estaban sentados, desayunando. Granger tenía su cabeza enterrada en el Profeta (una sorpresa ya que Nova había visto lo que la editorial decía sobre Dumbledore y Potter, y no creía que Granger quisiera estar cerca de la publicación), mientras los otros dos solo comían su desayuno.

      Fue solo un segundo, pero los ojos de Weasley se levantaron y escanearon la habitación hasta que cayeron sobre ella. Ella le envió una mirada que él regresó antes de que ella volviera a girarse sobre su asiento, sus ojos posados sobre su propio plato.

      —Nott, Theodore—, la voz monótona de Snape resonó, tirando el horario de Theo sobre su comida y manchándola con jarabe. Theo lucía menos que complacido —. Nott, Konstantinova—, Nova fue capaz de atrapar el suyo antes de que aterrizara sobre su comida. Snape se marchó antes de que ella pudiera quejarse.

      —Tenemos Pociones doble, y Defensa doble juntos—, dijo Theo, dubitativo mientras mordía su comida, su horario al lado del de ella para compararlos —. ¿Por qué diablos tomas Aritmancia?—, demandó.

      —Es mejor que Adivinación—, replicó Nova, señalando la materia en el horario de su hermano. Sus electivas eran entre Snape y Umbridge, la primera ellos habían decidido tomarlas separados, considerando que tenían diferentes opiniones en las materias. Adivinación había sido su experimento del año anterior, mientras Aritmancia había sido comprobado durante su tercer año. Sin necesidad de decirlo, cada hermano odiaba la opción del otro.

      —Al menos puedo dormir en Adivinación. Solo nos pregunta qué soñamos. Puedo mentir y decir que tuve un sueño sobre nosotros y que íbamos a comprar helado en Florean Fortescue.

      Nova rodó los ojos. Prefería estar atrapada en una habitación con Vector que con Trelawney.

      —Tenemos un período libre hasta entonces—, mencionó Nova, tomando un trago de su jugo de calabaza —. ¿Quieres ir a la biblioteca?

      Ante la mirada incrédula de Theo, Nova rió.

      —Quinto año es año de T.I.M.O.s, ¿recuerdas? Tenemos que estudiar.

      Theo no se unió a Nova en la biblioteca. Era probablemente lo mejor. Él solo la distraería hasta que fuera hora de su lección de Pociones de todas formas.

      (Cuando ella se sacara una mejor nota en sus T.I.M.O.s, él lo lamentaría... mientras, ella utilizaría las palabras "te lo dije" demasiadas veces.)


──────────────


      —Silencio—, la voz fría de Snape se deslizó hasta los estudiantes de Hogwarts, que tomaron asiento en el salón. Nova examinó sus manos, girándolas de un lado al otro mientras Snape se movía hacia el frente del salón. Theo sacó su libro de Pociones y lo colocó entre ellos.

      Si había algo que Nova no esperaba, era tener Pociones doble con Gryffindor. Granger se tomó el trabajo de mirar preocupada a Nova, probablemente pensando en la noche anterior. Weasley solo la miraba de reojo cada vez que ella se giraba, un favor que ella estaba feliz de devolver.

      —Antes que comencemos la lección de hoy, creo que es apropiado recordarles que en Junio estarán rindiendo un examen importante, durante el cuál ustedes demostrarán qué tanto han aprendido sobre la composición y la utilización de pociones mágicas. A pesar de que sé lo imbéciles que algunos de ustedes son, espero que puedan obtener un "Aceptable" en sus T.I.M.O.s, o sufrirán mi... descontento.

      Nova lo miró, sin emociones. Aunque él podía darle tantas detenciones como a le quedaba de vida, no la asustaba. Sabía que podía obtener un Excepcional en Pociones.

      —Tendría que haber ido contigo a la biblioteca esta mañana—, mencionó Theo mientras Snape hablaba sobre las clases E.X.T.A.S.I.S.. Nova ahogó su sonrisa —. Snape me matará con este examen.

      —Será mejor que cierres la boca y prestes atención, entonces.

      Theo sonrió mientras Snape señalaba la pizzara, los ingredientes para una Poción de la Paz aparecerieron mientras los ingredientes volaban detrás de ellos desde la alacena —. Será mejor que me ayudes con esto, a no ser que quieras que el salón explote.

      Nova rodó los ojos —. Tendrás que pasar Pociones con un nivel E.X.T.A.S.I.S. para ser un sanador, sabes eso, ¿cierto?

      Entre los mellizos cayó el silencio. Theodore había querido ser un Sanador por toda su vida, pero eso había sido antes que la amenaza de Voldemort se alzara sobre ellos. Con un peso en su pecho que ella reconoció como su corazón, Nova se percató que él nunca se convertiría en un sanador.

      Bajó la vista hacia sus muñecas expuestas para asegurarse. Seguía desnuda, sin la marca de los seguidores de Voldemort. Se preguntó cuánto duraría así.

      —Traéme estos ingredientes, ¿sí?—, le susurró a su hermano, entregándole el papel en donde había escrito los pasos e ingredientes —. Y no te atrevas a tirar nada.

      Theo soltó una carcajada, despegando hacia la alacena. Nova esperó, impacientemente moviendo su pie de arriba a abajo mientras miraba el salón de clases. Granger ya estaba ocupada con su poción, hundiéndose en el caldero con vigor. Weasley y Potter lucían menos que complacidos, especialmente porque Granger no los estaba ayudando.

      Weasley observó la alacena fijamente, sus ojos entrecerrándose mientras intentaba leer. Se estiró para tomar el frasco que contenía polvo de piedras de la luna y estaba preparado para vertirlo cuando los labios de Nova se burlaron.

      —Merlín, Weasley—, siseó, dándole una dura mirada cuando él se alarmó y la miró —. Debes medir el polvo primero. ¿Intentas colocar a alguien en coma?

      — ¿Por qué no te concentras en tu poción, Nott?—, susurró en respuesta el pelirrojo, su rostro estaba hecho piedra.

      —Perdóname por intentar ayudar—, ladró justo cuando Theo volvió con los ingredientes. Enojada, ella midió el polvo de luna antes de arrojarlo dentro del caldero —. Estúpido Weasley.

      —Deja de quejarte de él y comienza a ayudarme. Estoy perdido sin ti.

      Nova midió otra ronda de polvo de luna y lo depositó en el caldero de Theo —. No voy a poder sentarme a tú lado durante el examen y decirte qué hacer, Theo.

      —Iré a la maldita biblioteca contigo después.

      Nova agregó el resto de los ingredientes, su hombro soltando una sacudida de dolor cada vez que se movía demasiado rápido, a lo que lo masajeaba suavemente cuando Theo estaba concentrado en su poción. Si él lo notó, no dijo nada.

      Con diez minutos restantes de la lección, el profesor Snape anunció —. Un vapor ligeramente plateado debería alzarse de su poción.

      Nova examinó su propia poción antes de asentir para sí misma y mirar la de Theo. La de él también estaba perfecta. Su labio superior se levantó gentilmente en una sonrisa cuando se percató que los únicos que había logrado realizar la poción además de ellos fueron Malfoy y Granger.

      —Potter—, mencionó Snape y Theo se removió sobre su asiento. Él amaba cuando Snape ridiculizaba a Harry —. ¿Qué se supone que es esto?

      El resto de los Slytherin sonrieron, sin molestarse en esconder el gesto.

      —La Poción de la Paz—, respondió Harry, y Nova pudo ver un músculo de su mandíbula tensarse.

      Mientras Snape regañaba a Potter por no seguir las instrucciones correctamente, Nova notó a Granger observarla. Cuando Nova frunció el ceño, Granger no fue afectada en lo más mínimo. Ella simplemente alzó su mano y apuntó a su hombro.

      Nova no tenía tiempo para acertijos. Cuando Snape los liberó (después de descartar los contenidos del caldero de Potter), Nova tomó su mochila y guardó su poción, colocándola sobre el escritorio de Snape. Cuando ella se giró, se encontró con Granger y Weasley.

      — ¿Qué quieren?—, Nova hirvió.

      —No me mires a mí—, demandó Weasley, cruzando sus brazos por sobre su pecho —. Le dije a Hermione que deberíamos dejar que te ahogues en tu dolor.

      —Ron—, siseó Hermione antes de sacar un pequeño recipiente que contenía un líquido transparente —. Conseguí esto de la ala del hospital. Debería ayudar con tu hombro adolorido.

      Los ojos de Nova se abrieron mientras miraba el frasco, Granger estirándolo hacia ella. Ellos se quedaron en esa posición por lo que deberían haber sido minutos antes que Nova finalmente lo tomara, sus ojos entrecerrados mientras miraba a Granger —. ¿Por qué buscaste esto?

      —Porque es una buena persona, a diferencia de ti y tu hermano—, respondió Weasley.

      —No hables de mi hermano—, replicó Nova, acercándose de una forma amenazante. Aunque él no se encogió, sí dio un paso atrás —. Eres la mitad del hombre que él es.

      —Pero no me ves dejando moretones en mi hermana.

      La boca de Nova se cerró con un sonido audible. No podía discutirle, y lo odiaba. Cada palabra que escapaba de su boca sucia de traidor a la sangre era cierta. Podía sentir los músculos de su mandíbula tensarse, trabajando más fuertemente para mantener su boca cerrada para no enterrarse en un agujero.

      Y para que ellos no notaran que sus palabras la habían herido más de lo que deberían haberlo hecho.

      —No es una mala persona—, dijo ella, su voz más suave ahora, pero aún fría como el hielo —. Él cometió un error. ¿Nunca has cometido un error, Weasley?

      Con eso, Nova lo empujó para pasar a su lado. Escuchó una respiración de dolor salir de sus labios mientras se dirigía a los calabozos. Sus pies pisaban con fuerza el corredor hasta que encontró el baño más cercano. Asegurándose que estuviera vacío, dejó que sus labios temblaran una vez antes de abrir el frasco que contenía la poción curandera que Granger le había dado y la dejó caer al inodoro.

      —No es su culpa—, murmuró Nova miserablemente, mirando el frasco vaciarse hasta que solo quedaba una gota.

      En una rápida decisión, ella se giró y arrojó el frasco contra la pared. Se estrelló y rompió en un millón de piezas que alguien tendría que limpiar con un hechizo. Después de que se percató de lo que había hecho, caminó con calma hacia el lavabo para lavarse las manos.

      Al observar el espejo, se esforzó. Se obligó a permanecer calmada, mostrando el rostro sin emociones que había estado manteniendo desde su primer día en Hogwarts.

      Cuando ingresó al Comedor para almorzar, Theo le dio una sonrisa confundida.

      — ¿Estás bien?—, inquirió. Ella asintió y tomó el plato de comida que le ofreció.

      — ¿No lo estoy siempre?


──────────────


      Nova se las arregló para pasar Aritmancia sin sufrir ningún dolor mayor en su hombro, y para el momento en que tuvo Defensa pensó que estaría bien por el resto del día. Theo estaba esperándola frente al salón, sus brazos cruzados por sobre su pecho mientras ella caminaba hacia él.

      —No quiero estar en esta clase ahora—, gruñó Theo cuando Nova se encontró lo suficientemente cerca para escucharlo. Nova no pudo evitar estar de acuerdo. Ya podía sentir su corazón latiendo. Theo pareció notar que ella entró en pánico y rápidamente le sonrió —. Tendré cuidado. Nova, lo prometo.

      Quería creerle, pero conocía a su hermano. Soltó un suspiro antes de ingresar al salón, encontrando dos asientos vacíos cerca de Zabini y Malfoy. El Slytherin de cabello plateado le dio una mirada placentera mientras se sentaba a su lado.

      —Bueno—, comenzó Umbridge cuando notó que todos los estudiantes habían hecho una fila —. ¡Buenas tardes!

      La respuesta fue silenciosa, excepto por un par de estudiantes que le respondieron.

      —Tut, tut. Eso no servirá, ¿cierto? Me gustaría que, por favor, respondieran "Buenas tardes, profesora Umbridge". Una vez más, por favor. ¡Buenas tardes, clase!

      —Sobre mi cadáver—, murmuró Nova a su hermano después de asegurarse que Umbridge no la miraba. Theo asintió, estando de acuerdo, mientras el resto de la clase regresaba el saludo.

      —Bien ahora, eso no fue muy difícil, ¿no? Guarden las varitas y saquen las plumas, por favor.

      — ¿Guarden las varitas?—, Zabini repitió. Nova se encogió de hombros, dejando su varita sobre su falda mientras se estiraba para tomar una pluma de su mochila —. ¿Está hablando en serio?—, continúo.

      Umbridge sacó su varita y golpeó la pizarra. Nova entrecerró los ojos —. Bueno, su enseñanza en la materia ha sido bastante interrumpida y fragmentada, ¿no es cierto? El cambio constante de profesores, la mayoría de los cuales no siguieron el currículum aprobado por el Ministerio, desafortunadamente resultó en ustedes estando por debajo del standard que se espera en su año de los exámenes T.I.M.O.

      Nova ponía eso en duda. Mientras que ella no era Hermione Granger, obtenía notas decentes. Sus mejores clases eran Pociones y Defensa. El hecho que estuviera siendo tratada como una niña de primer año la hacía apretar la mandíbula mientras sus dientes chocaban entre sí.

      —De todos modos, estarán complacidos de saber que esos problemas serán rectificados. Este año seguiremos un curso de Magia Defensiva estructurado cuidadosamente, centrado en la teoría y aprobado por el Ministerio. Copien lo siguiente, por favor.

      —Esto es basura—, susurró Theo a Nova mientras empezaban a escribir los objetivos del curso que Umbridge había escrito en la pizarra. Ella entonces regañó a la clase nuevamente por "malos modales" antes de darle las instrucciones para que utilizaran la sección Básicos para Principiantes de sus libros de defensa —. Ya estudiamos todo esto.

      Nova inconscientemente dibujaba en un pedazo de pergamino en lugar de leer, cuando Malfoy llamó su atención al golpearla con su codo. Antes de que pudiera insultarlo, Malfoy giró la cabeza hacia dónde Granger estaba sentada, su mano alzada en el aire mientras intentaba captar la atención de Umbridge.

      —Esto será bueno—, murmuró Zabini.

      — ¿Quieres preguntar algo sobre el capítulo, querida?—, inquirió la profesora Umbridge a Hermione, quien bajó la mano una vez que obtuvo lo que quería.

      —No, sobre el capítulo no.

      —La sangre sucia se la está buscando—, susurró Malfoy.

      Nova se encogió nuevamente. Había algo sobre esa palabra que le dejaba un mal sabor de boca. Escuchar a Theo utilizarla la hacía sentirse enferma. Debería estar acostumbrada a escuchar a Malfoy decirla, especialmente dirigida a Granger, pero aún le tomaba un gran trabajo morderse la lengua.

      Es solo Malfoy siendo Malfoy, se recordó a sí misma. Ser Malfoy es lo que mejor sabe hacer.

      — ¿Usar hechizos de defensa?—, inquirió Umbridge una vez que Nova volvió a prestar atención a la conversación —. ¿Por qué? No puedo imaginar una situación que requiera la utilización de un hechizo de defensa, señorita Granger. Seguramente usted no está esperando que la ataquen durante una clase.

      — ¿Y qué sobre fuera de la clase?—, Nova no pudo evitar que la pregunta dejara su boca. Todas las cabezas se giraron hacia la Slytherin, sorprendidos de que haya hablado. Ella estudiaba sus uñas vagamente —. El punto del curso no es usar hechizos de defensa en las clases. Es prepararnos para los peligros fuera de Hogwarts.

      —Los estudiantes deben alzar la mano cuando deseen hablar en mi clase, ¿señorita...?

      —Nott—, respondió Nova, no haciendo señal de alzar la mano. Las cejas de Umbridge temblaron, denotando su molestia —. Y era solo una observación, profesora—, Nova alzó su propia ceja antes de girarse en su asiento.

      —Aprenderán hechizos de defensa en una forma segura, sin riesgos--.

      — ¿Eso de qué sirve?—, preguntó Harry Potter, finalmente decidiendo unirse a la conversación —. Si vamos a ser atacados, no sería--.

      —La mano, señor Potter—, llamó Umbridge en una voz enfermizamente dulce. Hacía que las orejas de Nova silbaran.

      La mano de Potter se alzó en el aire, pero Umbridge prontamente lo ignoró. Alrededor del salón, habían reclamos sobre cómo se podrían defender a sí mismos si Umbridge no iba a dejarlos utilizar magia. Nova creía en el poder de los libros, que si estudiabas lo suficiente podrías hacer cualquier cosa.

      ¿Pero pelear contra el Señor Tenebroso? Ella no era estúpida.

      Si Theo no aprendía ningún hechizo de defensa, no tendría ninguna oportunidad de mantenerse seguro si Voldemort quería utilizarlo. La idea envió un escalofrío por los huesos de Nova. Esto estaba mal. No practicar, estar vulnerable, estaba mal.

      —Está bien, Nova—, murmuró Theodore mientras Umbridge discutía con Dean Thomas y Parvati Patil —. Todo estará bien.

      — ¿Quién crees que atacaría a niños como ustedes?—, inquirió Umbridge a Harry Potter, que estaba más cercano a explotar de una manera que Nova nunca lo había visto antes.

      —Hmm, pensemos. ¿Tal vez Lord Voldemort?

      La habitación se sumió en silencio. Weasley soltó un ligero jadeo; Lavender Brown, un grito. Longbottom estaba tan sorprendido que se cayó de su asiento y aterrizó en el suelo. Nova soltó un gruñido.

      —Diez puntos menos de Gryffindor, señor Potter—, Umbridge hablaba calmadamente mientras caminaba hacia el centro de la habitación —. Ahora, aclaremos algunas cosas. Se les ha dicho que cierto mago oscuro a vuelto de la muerte--.

      —No estaba muerto, pero sí, volvió.

      —Señor Potter, ya le ha costado a su casa diez puntos, no me haga empeorar las cosas para usted. Como estaba diciendo, han sido informados que cierto mago tenebroso ha vuelto al poder. Esto es una mentira.

      Nova quería discutir, pero sintió a Theo tomar su mano como advertencia. ¿Qué tan estúpida era ésta mujer como para creer que Voldemort no había vuelto? Había vuelto, y estaba colocando a su familia en peligro. Escuchar a Umbridge minorizarlo como si no fuera nada hacía a Nova querer gritar.

      —NO es una mentira. Lo vi, ¡peleé con él!—, protestó Potter.

      — ¡Detención, señor Potter!—, gritó Umbridge, el volumen de su voz resonando por toda la habitación —. Mañana en la noche, cinco en punto. Mi oficina—, volviendo a girarse a la clase, Umbridge habló nuevamente, su voz dulce como la miel —. Repito, es mentira. El Ministerio de Magia garantiza que no están en peligro de ningún mago oscuro. Si siguen preocupados, vengan a verme fuera de las horas de clase. Si alguien los alarma con cuentos sobre magos oscuros renacidos, me gustaría escucharlos. Estoy aquí para ayudar. Soy su amiga. Y ahora, amablemente continuarán con la lectura. Página cinco, Básicos para Principiantes.

      Mientras Potter se levantaba, probablemente para protestar, Nova no pudo evitarlo —. ¿Entonces qué cree que le ocurrió a Cedric Diggory, profesora Umbridge?

      Los ojos de todos viajaron de Potter a la Reina del Hielo. Algunos lucían sorprendidos, otros impresionados. Theo lucía como si quisiera golpear su cabeza contra la mesa.

      — ¿Discúlpeme, señorita Nott?

      Nova se encogió de hombros de forma aburrida, nuevamente examinando sus uñas —. Solo quiero conocer su teoría. Ya que está tan segura de que no fue Voldemort.

      Todos guardaron silencio nuevamente ante la mención del nombre. Longbottom, quien acababa de recuperarse por la revelación de Potter, gimió y golpeó su cabeza contra su escritorio. Nadie le prestó atención. Umbridge envió una de sus sonrisas falsas a Nova.

      —Lo que le pasó a Cedric Diggory fue un terrible accidente, señorita Nott. Apreciaría que se una al señor Potter en la detención en mi oficina mañana.

      —Ella no hizo nada—, protestó Theo —. Solo estaba pidiendo su opinión.

      Nova pellizcó su brazo para callarlo. Él soltó un gemido y le envió una mirada, pero mantuvo silencio.

      —Fue asesinato. Voldemort lo mató y usted lo sabe—, reiteró Potter.

      —Señor Potter, a mi escritorio. Señorita Nott, si no va a participar en la clase, le pediré que se retire. Tal vez una visita al líder de su casa le haga bien. Y recuerda cariño, mañana a las cinco en la noche.

      Todos observaron a Potter dirigirse al escritorio de Umbridge. Ella le habló en susurros y, cuando las personas se percataron que no podrían escucharlos, las miradas se dirigieron a Nova. Ella tomó sus pertenencias y deslizó su mochila por su hombro.

      —Nos vemos mañana, profesora Umbridge—, llamó Nova antes de abandonar la clase, caminando altanera y calmadamente para dar la apariencia de que no le afectaba en lo absoluto.

      Una vez fuera del salón, se cruzó con Peeves, que abrió su boca para molestarla.

      —Peeves—, dijo con una voz mortalmente calma —. Si abres la boca, encontraré la forma de traerte de vuelta a la vida antes de hechizarte tanto que desearías haberte quedado muerto.

      Él pareció pensar mejor sobre el comentario que había planeado. Ella siguió su camino, girando en la esquina del pasillo hacia el Sala Común de Slytherin. Cuando Harry Potter salió del salón, cerrando la puerta detrás de él; Peeves estaba mirando a Nova, un ligero rastro de miedo presente en su rostro.

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