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Capítulo Veinticuatro

“Es tu culpa”











Pasado.





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En las desoladas calles de Stania, un auto pasaba entre aquella inmensa oscuridad que emanaba soledad. Allí, yacente se encontraba Lionor —la madre de Blake— conducía entre sonoros lamentos y lágrimas ya que había peleado recientemente con Manuel, su esposo.

El celular a su lado en el otro asiento sonaba y sonaba indicando que alguien le llamaba, era él pero... No quería responderle por nada del mundo.

Hasta que por fin se apago la llamada, nuevamente este suena pero era su hijo el que llamaba. Ella tomó el celular y contestó colocándolo en su oreja.

—Mamá, ¿dónde estás? ¿Qué pasó? —preguntó Blake confundido desde el otro lado de la línea.

—No pasó nada, hijo —respondió con temblor y sollozos en medio. No quería que supiera nada, no quería que sufriera.

—Mamá, ¿te hizo algo papá? —nuevamente preguntó el chico adolescente que no pasaba de los dieciséis años.

—No pasó nada, sólo déjalo —dijo.

—¡Mamá! ¡Respondeme bien! —se quejó Blake gritando entre el otro lado de la línea. Desde chiquito y era todo un mandón —Papá está en la sala bebiendo y gritándome, dime ¿quieres qué lo golpeé?.

—Solo déjalo, Blake. —Contestó con estrés sintiéndose cansada de la conversación, mientras más hablaba más se distraía y no podía concentrarse en conducir bien en aquella oscura calle.

—Lo iré a golpear y haré que hablé —contestó él con seguridad.

—¡Blake! ¡Te dije que dejarás a tu padre en paz! ¡Hasle caso a tu madre o si no—justó entre sus regaños las palabras nunca salieron ya que sonó un enternecedor sonido de un choque. Algo chocó, volcó y explotó.


Un camión la había arrollado.

—¿Hola? ¿Mamá? ¡Mamá!.




» Si, está bien lo admito. Mi padre, Manuel Castillo posee una de las mejores empresas del país, ¿dinero? Nunca fue mi problema ¿felicidad? Lo tenía cuando estaba sólo con mi madre. Él, solo nos gritaba, nos regañaba, nos maltrataba y era lejano, muy lejano. Mi mamá pensaba que no lo sabía pero... Lo sabía, sabía que en las noches en las que él no llegaba a casa se perdía con otras mujeres, sabía que cuando él le sonreía a la pantalla del celular era por otras mujeres y cuando iba a sus “reuniones” junto a empresarios estaba con otras mujeres...

Por eso, sabiendo que el choque fue culpa de mi padre y que su infelicidad haya sido por culpa de él, lo odié. Por fin después de tantos años un sentimiento apareció en mi corazón por él, pero no era específicamente amor «







—¡Mamá! ¿¡Dónde está mi madre!? —gritaba el pobre pelinegro corriendo por el hospital sin estar tranquilo.

Detrás de él venía con tropiezos y balanceo su padre borracho, quien se apoyo en la recepción mientras frotaba sus ojos.

—Esa maldita mujer... —susurró entre dientes.

Blake al escuchar aquello se enojó tanto que ya no le importó nada y solo se abalanzó contra su padre, lo golpeaba una, otra y otra ves queriendo y buscando la manera de desquitarse de todo lo que estaba sintiendo.

—¡Es tu culpa! ¡Todo tu culpa! ¡Todo es por ti, por ti! —gritaba aferrándose a esa idea, se repetía a si mismo aquellas palabras queriendo creerselas, queriendo que fueran ciertas.




«Todo fue mi culpa»



Y desde ese momento su madre «mi madre» enfermó. No podía pasar un día fuera del hospital, todo su sistema nervioso daño y las enfermeras, su única compañía.





........

(Años después... )






—¿No visitarás a tu madre? —le preguntó Martha a Blake mientras ellos junto a los demás rangers caminaban.

—Después lo hago, no es para tanto —respondió este sin tomarle importancia.

—Los Nixortom algo deben de estar buscando en Stania, no creo que duremos mucho, deberías de pasar por tu madre. Pronto volveremos a Nueva Zeldania —le dijo Michael a su amigo con preocupación.

—No te metas —habló entre dientes Blake enojandose con su líder —es mi problema, no tuyo.




¿Por qué hablaría con un cuerpo "muerto"?
Eso pensaba.



Su madre cayó en coma hace ya tres años y poco la visitaba, pues, se volvió un rangers y "no tenía tiempo". Estaba más ocupado en ser mejor que Michael que en ir a verla.

Y pronto, por su estupidez lo perdería todo. Eso pensaba el Maestro Xendral ansioso a sabiendas de todo.






.......





De un momento a otro resultó que estaban atacando en dos lugares distintos, aquellos rangers se dividieron en dos. Michael, Melissa y Noah por un lado y Blake, Lucy y Dan por otro lado.

Luchaban entre tantos que se volvían locos y especialmente en el bando de Blake se encontraban peleando contra un Nixortom parlachín, quien no dejaba de hablar y comportarse raro.

—¡Deja de decir idioteces y se serio de una ves! —le gritó el ranger negro propiciandole una paliza.

—Ay, que amargado —asumió el enemigo con sarcasmo. Luego este miró la hora y una gran sonrisa de lado a lado se formó en sus labios.

—¿¡De qué te ríes, monstruo sin cerebro!? —exclamó Blake.

—Déjalo, solo quiere bromear —interrumpió a decir Dan mientras protegía a Lucy a su costado.

—Si bromear significa perder a alguien, bueno entonces, si estoy bromeando —rió con ironía —Blake, solo tienes treinta segundos para ver a tu madre antes que muera.

—¿Qué? —soltó de repente estando sorprendió. —¿¡De qué hablas mocoso!?.

Justó en ese momento le entró una llamada, era Michael y contestó con frustración. —¿¡Qué quieres!? ¿¡No ves qué estoy ocupado!?.

—¡Dan ganas de no hacer nada por ti con esas palabras! —frustrado hablo el líder para luego soltar un sonoro suspiro preparado para aquellas duras palabras — pero es tu madre y no lo puedo ignorar —decía el rojo con cansancio como si estuviese corriendo hacia un lugar.

—¿Qué tiene? —preguntó confundido. Ya se estaba empezando a asustar. No podía, no debía de pasarle nada a su madre.

—No estoy seguro pero noté algo raro, iré a verla —contestó inseguro.

—¡Entonces ve rápido! ¡Iré detrás de ti! —exclamó y salió corriendo dejando a los tres presentes ahí parados.

—No alcanzará... —asumió el Nixortom.

—Lucy, ven con el —demandó Dan a su acompañante.

—Dan, pero tu...

—¡Solo ve! —exclamó y ella solo asintió para irse detrás del pelinegro.

—Ahora quedamos tu y yo azulito..—ironizo este monstruo sin parar de reír.

—¿Qué hicieron? —preguntó siendo directo.

—No hicimos nada, igualmente su madre moriría. —Contestó seguro.

—Entonces... Ustedes están detrás de esto —más que una pregunta era una afirmación. Cruel y vil que no dejaba de atormentarlo.

—Es sólo... Una forma de aprendizaje que le está dando nuestro Maestro, para que aprenda que aunque ustedes lleguen a vencernos aún así, les dejaremos una marca de por vida...






........






Michael corría y corría por las calles para llegar al hospital, estaba cerca, tan cerca, una cuadra más y llegaría ante ella pero en su intento de cruce encuentra a una pobre anciana que se había caído en la calle, no pudiendo ignorarla se acercó para ayudarla. La tomó en brazos y la siguió hasta su recorrido pero lo que este no sabía es que el dicho «Ojo por ojo y diente por diente» era tan literal que con los pocos segundos que gastó en la anciana eran suficientes para haber salvado a aquella mujer, madre de su amigo.

Michael subió las escaleras y llegó a la habitación de ella con un portazo. Al verla tan relajada, todo se veía tan tranquilo por lo que se relajo y dejó de ajercer tensión contra sus brazos, hasta que notó como todos los aparatos que la mantenían con vida se encontraban apagados y desconectados.

—¡Doctor, un doctor por favor...! —gritó con pánico.

Llegaron los doctores con rapidez, hicieron todo lo posible por revivirla pero ya era tarde, unos pocos segundos tarde. Blake destrozado, destruido viendo como trataban de revivirla, como trataban de salvarla y no dejar que se la lleven.

—¡M-Mamá no te vayas...! —gritaba entre sollozos viendola por la entrada de la habitación en donde unos guardias lo tomaban del brazo y no lo dejaban avanzar. —¡L-Lo lamento...! ¡F-Fui un mal hijo, un M-maldito t-tonto...! ¡M-Mamá, p-por favor vive! ¡M-Mamá p-por favor! ¡M-me por-tare bien y-y te v-visitaré...! ¡V-vendré todos l-los días...!.

Pero ya era tarde y aquella mujer había perdido la vida dejando a su hijo, Blake entre grandes llantos que no sesaban. Su única familia «mi única familia» y su padre, un infeliz que nunca la visitó ni le intereso «alguien como yo».

—Lo lamentamos, al nosotros llegar iba a ser imposible salvarla y lo sabíamos, si alguien hubiera llegado unos segundos antes su vida habría sido un éxito. —El doctor hablaba y hablaba diciendo unas palabras que Blake no lograba escuchar, ni le interesaba, estaba sumergido en su tragedia y al solo escuchar aquella pequeña oración que soltó aquel hombre lo descolocó.





«Si alguien hubiera llegado unos segundos antes»




—¿¡Y tu qué andabas haciendo, maldito!? —exclamó el pelinegro con suma ira y rencor dándole un gran puñetazo a su amigo, quien solo se sentía culpable de algo que no era su culpa.

Y una ves más el Maestro Xendral había hecho de las suyas. El ganar no era importante para él, mientras pueda dehacerse de toda esa felicidad y el hacer sufrir era un perfecto premio para su retorcida mente. Blake, tan débil y dolido con un carácter orgulloso y fácil para manejar, era su perfecto muñeco y ver como este buscaba al culpable en todos los sitios posibles lo hacía reír de lo tonto que era. Dan, la única persona que supo el verdadero asesino pero solo calló, no dijo nada y aquello le lastimaba por dentro de una sobremanera pero era lo mejor, no decirle nada a Blake y que siga creyendo que una persona humana cometió tal crimen.







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Presente.






~Año 2015~






Entre las grandes montañas los rangers se encontraban paseando y buscando a aquel monstruoso ser marino. Estaban en un gran bosque y para llegar al río tenían que cruzar por aquellas zonas montañosas. Su caminata lenta y se podría decir normal pero no del todo, el ambiente, un poco tenso e incómodo en donde todos pensaban en el extraño comportamiento de Blake y él solo perdido en sus recuerdos.

De alguna forma sólo necesitaba llorar, quería llorar, nunca desahogo todas sus penas y en aquel momento tan vulnerable como en aquellos años. Pero lo más sorprendente aquí fue la reacción que este dichoso ranger dio en el hospital al enterarse de la verdadera causa de la muerte de su madre, no gritó, no uso su sarcasmo, no maltrató, ni odio y el rencor no lo gobernó. Él... Solo estaba cansado de todo.


Algo le hizo un “tic” y el aura orgullosa y prepotente desapareció dejando confundidos a todos los demás.

Mia estando en el frente de la caminata dobló un poco su rostro queriendo ver al cabizbajo Blake, quien sólo parecía perdido y de último en la fila.

—Intentaré hablar con el... —susurró ella hacia sus amigos para luego retroceder e ir a posicionarse al lado del pelinegro.

Jayden la vio irse con el otro y aunque se halla sentido un poco extraño pensó que era lo mejor. Las charlas de Mia eran lo mejor.

—¿Estás bien? —le preguntó la rosada al pelinegro solitario. Ella antes de hablar se aseguró de estar un poco más alejada de los chicos para que no los escucharán.

—No lo sé... —contestó pateando una piedra en el suelo.

—No lo estás —asumió segura.

—Creo que estoy mal... —asintió apretando sus labios sin saber que decir.

—¿Y qué harás?

—En memoria a Michael y mi madre trataré... —suspiró pesadamente sintiendo como sus ojos se cristalizaban. —No lo sé... —solo se rindió.

Mia de alguna forma no supo que decir ni que responder. Se quedó trabada ahí viendo con sus propios ojos como parecía estar destruyéndose aquel chico, algo en su corazón se contrajo y sintió una gran impotencia, algo más fuerte de lo que sienten los simples amigos. No entendía mucho aquello pero pensaba que Blake, le estaba empezando a gustar aunque todo era confuso para su corazón pues Jayden era su amor platónico; estar de esta forma se sentía mal, un tanto confundida.

—No puedo creer que estemos subiendo esta montaña —se quejó Antonio con cansancio mientras arrastraba sus pies en la tierra.

—Por lo menos no está tan inclinada y se nos hace más fácil —asumió Kevin encogiendose de hombros.

En aquel instante Lucy a su lado se tropezó y se resbaló cayendo hacia abajo. Rápidamente el azul con preocupación se acercó y la tomó en brazos impidiendo que cayera. —¿Está bien? ¿Te lastimaste? ¿Quieres qué te ayude?.

—Estoy bien, gracias... —respondió ella levantándose junto a la ayuda de su amigo.

Casi una hora después ellos ya habían subido la gran colina y ahora solo quedaba bajar.

—Me arrepiento de haber usado esta ropa —dijo Emily sintiéndose un poco indignada viendo como su ropa estaba sucia y un poco rasgada.

—Yo te lo dije pero como siempre la princesa quiere verse linda —dijo con sarcasmo el verde logrando un golpe en su cara de parte de la amarilla.

—Solo cállate y ayúdame.

—Y eso pasa cuando un hombre se deja dominar por una mujer —rió Antonio burlándose de su amigo.

—¿Y qué es todo lo que tienes? —preguntó Mike irónico apuntando al dorado pues, Antonio cargaba un gran bolso en su espalda, una mochila de lado y en cada mano andaba con un termo.

—En el bolso esta la ropa de Lauren, en la mochila sus maquillajes y cosméticos, en un termo hay café y en el otro agua —explicó tranquilo —Osea no puedo dejar que una dama cargue todo esto sola.

—Y yo la primera ves que la vi pensé en una luchadora libre, ahora veo que mujeres son mujeres —habló el verde alzando una ceja.

—Las mujeres necesitamos de todo eso, Mike. Así que ve aprendiendo, que nuestro aniversario se está acercando —dijo Emily.

—No le den ideas por favor —pidió exagerando la piedad.

—Antonio, agua —demandó Lauren estirando su brazo al menor.

—Aquí —asintió con rapidez pasándoselo.

Ella tomó el termo y cuando probó su interior lo escupió todo en el rostro del dorado.

—¡Este es café! —exclamó dándoselo mientras él se limpiaba el café de su rostro.

—Ah, perdón. Toma —esta ves le paso el otro termo y ella lo probó.

—¿¡Y esto qué es!? —exclamó en queja nuevamente.

—¡Agua! —respondió obvio.

—Te pedí agua mineral fría y me diste agua potable tibia —dijo quisquillosa para darle el termo a malas ganas y seguir caminando dejando atrás a Antonio.

—¡O-Oye no espera...!

—¿Con qué cara el viene a decirme que estoy dominado? —susurro Mike con burla.

Todos parecían reír menos Blake, quien absorto en sus pensamientos se encontraba, ver a aquel equipo reír le hacía de alguna forma sentir calma. Anteriormente cada ves que veía a aquel grupo ser feliz sentía una ola de celos y rencor increíble por ello arruinaba sus momentos con sus comentarios sarcásticos e hirientes. Odiaba verlos reír sabiendo que todo un mundo había sido destruido pero ahora, de alguna forma sentía paz; después de todo, aún con sus intentos todo había sido tirado por la borda y se había encariñado con esos tontos. Si y mucho.




» Un monstruo no puede querer «



Escuchó como en su mente hablaba una extraña voz dando un eco infinito. Sobresaltado miró hacia todas las direcciones posibles ¿quién le había hablado? ¿O era solo su imaginación? ¡El Nixortom!.

—¡Chicos! —exclamó sorprendiendolos. —Sentí algo extraño.

—¿Cómo así? —preguntó Jayden acercándose con el ceño fruncido.

–Creo que es el Nixortom, deberíamos de estar atentos —asumió seguro de sus palabras.

—Bueno ya casi estamos cerca del pantano, la misión esta hecha —concluyó Mike con una sonrisa victoriosa.

—No te confíes tanto —dijo Kevin haciendo que aquella sonrisita de su amigo desapareciera.

En varios minutos ya habían logrado bajar la montaña y empezaron a caminar por el pantano. Todo tan oscuro y ciniestro, solo se escuchaban sus pasos y algunas cuantas ranas.

—Siento que aparecerá un cocodrilo en cualquier momento para convertirnos en su almuerzo —aseguró Antonio con algo de temor.

—Querrás decir cena —corrigió Lucy.

—Cualquier cosa tenemos la cara de pokér de Blake, suficiente para ahuyentar a esos cocodrilos —bromeó Mike.

—Y por si las dudas te sacrificamos —contraatacó Blake con broma, no sonaba a burla ni a algo hiriente. Más bien parecía una simple broma que le decías a un amigo. Su voz, aparte sonaba algo cansada y sin ganas de buscar alguna pelea.

—¿Yo? ¿Y por qué yo? —preguntó Mike a la defensiva apuntándose a si mismo mientras reía.

—No me hagas enumerar las razones —negó levemente con su rostro cruzándose de brazos obvio.

Los demás no pudieron evitar reír ante lo escuchado. Blake si sabía como poner en su lugar a las personas, siempre ganaba en las batallas verbales.

Mia estando sonriente notó algo en el lago moverse, algo extraño había llamado su atención. Con inseguridad se acercó al río sin poder evitarlo agachandose para meter su mano en aquella agua sucia.

–¿Qué hace... —Jayden no pudo terminar su palabra ya que de pronto Mia había sido jalada por algo en el océano llevándosela hacia abajo en un abrir y cerrar de ojos.

Todos quedaron boquiabiertos por lo visto, había sucedido tan rápido que no se dieron cuenta en que momento Mia se había acercado al río.

—¿Mía...? —susurró Jayden shokeado. De pronto todo su interior reaccionó agachandose en el lugar donde ella estaba hace un momento. —¿¡Mia!? ¿¡Mia!?.

—Hay que bajar, tenemos que buscarla —asumió Kevin apresurado.

Para interrumpir sus planes llegó Ilucdiuns con risa y risa descaradamente enfrente de aquellos rangers.

—¡Ay, miren sus caras! —rió a carcajadas señalandolos. —¡Yurkes, ataquen!

Sin previo aviso empezaron a atacar a los rangers y estos no hayaron más que transformarse y pelear contra esas bestias.

Blake, el único parado en su mismo lugar viendo en el lugar en donde Mia había sido tragada, seguía en su inminente shock aún procesando aquella información. Todo su interior de pronto pedía a gritos sacarla, quería sacarla, debía de hacerlo pero sus planes habían sido interrumpidos.

—¡Iré por Mia! —más rápido había sido Jayden, quien sin esperar se tiró al lago en su forma samurai.

Blake apretó los puños impotente y solo se limito a transformarse y pelear junto a los demás.

—Oh, vaya, vaya... ¿Qué tenemos aquí? —preguntó con ironía aquel Nixortom.

—Tú cállate y no interrumpas —siseó entre dientes tratando de atacar a aquel monstruo.

—Nuevamente perderás a las personas que amas, siempre será así —aseguró aquel monstruo y de pronto, por un milisegundo detrás de sus ojos se veía tristeza, arrepentimiento, terror; todo había sido tan rápido que Blake no logró darse cuenta de aquel leve detalle. Al igual, lo que le sucedió a Jayden en aquella lejana ves, Blake sólo se limito a luchar sin prestar atención.

Algo grave, un grave error...

—Todo es tu culpa, Blake y siempre lo será —sus palabras habían sonado un tanto rencorosas, como si también estuviera enojado con el chico después de todo lo que pasó.

—¿De qué...? —no pudo terminar su frase el pelinegro ceñudo ya que no sabía que decir ¿por qué de pronto aquel ser se comportaba raro?. Parecía dolido pero solo desechó esa idea sacudiendo su mente, era imposible ¿por qué lo estaría si ellos mismos querían destruir el planeta? No lo entendía y no cabía en su mente.

Ellos no nos están viendo —aseguró Ilucdiuns de pronto dejando de luchar para luego con su espada apuntar al pantano —Te recomiendo ir por tus amigos antes de que mueran ahí abajo.

—¿Qué? —aún seguía atónito el black Ranger sin poder articular palabra. ¿Qué estaba...?

No pudo terminar su pensamiento siendo interrumpido por aquel empujón que le había propiciado el Nixortom al pantano.

—Vaya, no fue tan difícil deshacerme de ti —bromeo Ilucdiuns notando como los demás rangers lo veían horrorizados y con mucho enojo.

—¿¡Cómo pudiste!? ¡Ya verás! —gritó Mike acercándose velozmente con toda la intención de lastimarlo.

Ilucdiuns respondió ante aquellos golpes sonriendo maliciosamente, comportándose sarcástico pero sobre todo usando aquella frazada para que Ellos, quienes lo veían desde lo lejos se tragaran sus palabras.

Mientras tanto, Blake al caer al agua en lo único que pensó fue en salvar a su equipo, bajo y bajo nadando con suma rapidez. La buena suerte es que hace años con tal de convertirse en el mejor líder aprendió unos cuantos trucos de natación y también sus trajes poseían una característica especial de guardar una cápsula de aire por si estaban debajo del agua o en el espacio exterior —lo malo es que era un poco limitado—. Blake no tenía tiempo y probablemente los chicos tampoco.

—¡Mia, Jayden! ¡Jayden, Mia! —gritaba a todo pudor con los nervios de punta. Tenía que salvarlos a como de lugar.

Ya todo se estaba volviendo borroso y los minutos pasaban sin perdonarle, poco a poco su traje empezó a avisarle que de a poco el aire se estaba agotando.


«¿Dónde están?» Se preguntó con estrés y mucho enojo.

A lo lejos ve algo rosado, ¡tenía que ser Mia!. Sin espera de acercó nadando más hacia abajo visualizando mejor el cuerpo inerte de Mia con algo extraño rodeándolo jalandola más hacia las profundidades, era como la mano de un pulpo pero no podía localizar a ese animal.

—¡Mia, ¿Estás bien?! ¡Voy por ti! —exclamó acercándose furiosamente hasta llegar a ella y romper todas las cosas que la rodeaban.

Luego la agarró, una mano en su cintura y el otro tomando su rostro contra su hombro.


«Tengo que llevarla arriba pero necesito ir por Jayden también» en su debate mental se decidió.

Sacó con rapidez su Zord Anguila eléctrica metiendo a Mia adentro.

—¡Ve hacia arriba y llévala, luego vuelve! —le explicó con rapidez. El Zord se fue hacia arriba dejando a su dueño sin espera.

Blake siguió bajando y bajando hasta que por fin encontró a Jayden, quien parecía luchar contra aquellos brazos de pulpo extraños.

—¡Jayden! —exclamó llamando la atención del líder.

—¡Blake! ¿¡Qué haces aquí!? ¡Vuelve! —le exclamó Jayden.

—¡No, tenemos que volver juntos! —se negó apresurado a acercarse al rojo, no se perdonaría dejarlo ahí solo por su propia cuenta.

Blake se acercó y cortó algunos brazos de pulpo hasta por fin llegar a Jayden, tomarlo del brazo y empezar a jalarlo.

—Vamos juntos.

—Esta bien —asintió el rubio nadando hacia arriba con rapidez.

De pronto un brazo tomo el pie de Jayden jalandolo con fuerza hacia las profundidades.

—¡Agh...! —el red ranger se zafó del agarre de su amigo tratando de cortar aquello que cada ves lo llevaba más al fondo.

—¡Jayden, no me sueltes! —se quejó Blake tomando a Jayden y cortando los brazos de pulpos que cada ves más llegaban y a montón.

—No podremos deshacernos de ellas —aseguró el rojo con pesar, estaba un poco abrumado.

—¡Listo! Ninguno te está agarrando, corre y sube, voy detrás de ti. Tienes que vencer al Nixortom —demandó Blake y el líder asintió nadando hacia arriba sin darse cuenta de que habían tomado de las piernas a su compañero.

Jayden subió desapareciendo de la vista del pelinegro, quien sólo luchaba contra esos brazos que cada ves venían y lo jalaban más. Y no sólo eso sino que el traje dejó de darle aire, ya... No estaba respirando...



« Talves... Debo de irme, si sólo cierro los ojos y me voy, nadie más sufrirá. No volveré a lastimar...»





Y con ese pensamiento cerró los ojos perdiéndose entre tanta oscuridad siendo arrastrado por aquel monstruo debajo de las profundidades.


De pronto, algo inesperado sucedió.



Blake, Blake, Blake...


Algo lo llamaba interrumpiendo su paz interior, con dificultad abrio los ojos encontrándose con una luz, algo de allá arriba venía acercándose a toda velocidad. Y ese algo era Jayden, él había vuelto.

—¡Blake! —exclamó viendo como este no parecía responder. Se acercó y con más fuerza se deshizo de aquellos brazos que parecían ser infinitos. —Vamos te sacaré de aquí.

El Zord Anguila llegó a su rescate junto al rojo, estos dos personajes entraron a su interior para por fin descender.

Blake se quitó el casco y empezaba a respirar con dificultad mientras su pecho subía y bajaba ferozmente. Estaba a punto, estaba cerca... De morir.

—Tú... —trató de hablar con jadeos el pelinegro. —¿Por qué... me salvaste? —preguntó desconcertado.

—¿Por qué preguntas algo obvio? —ahora Jayden parecía más desconcertado.

—¿Obvio? —susurró confundido y ahí es cuando más pensó que él en verdad era un monstruo.

—Somos un equipo, tenemos que cuidarnos y ayudarnos entre nosotros. No me tratas bien, lo sé pero ese es mi deber como líder —explicó Jayden sacándose el casco y acercándose al negro para arrodilla y quedar a su misma altura —No tanto el hecho de destruir a los monstruos, sino en poner a salvo a los que amamos. —Lo tomó del hombro mirándolo directamente a los ojos queriendo darle fuerza.

¿Salvar o matar? Sin duda alguna Blake elegía matar al enemigo en ves de salvar al aliado.

—Yo... —estaba aturdido, confundido, desorientado. Michael era un verdadero líder, lo era y más por el hecho de que lo había salvado y él, como un tonto nunca le dio la mano, nunca pensó en hacerlo y ahora se arrepentía con toda su alma. Era la hora de hacer las cosas bien, tenía que hacerlo por Michael, por Jayden, por él mismo... Tenía que cambiar y era el momento de hacerlo.

El Zord Anguila salió por fin del agua colocándose en tierra.

—Ahora vamos, tenemos que ir a ayudar a los demás —apresuró a decir Jayden saliendo de ahí.

Blake se puso su casco y trató de seguir a su líder pero algo lo interrumpió...




» Un monstruo nunca cambia «


Esa voz, la misma de hace rato. Antes había jurado que era la del Nixortom pero ahora se daba cuenta que estaba equivocado.

Miró a sus costados atento y preparado para cualquier movimiento.

—Te alarmas por una estupidez, llevo rato llamándote y guiándote pero haces oídos sordos —la voz había sonado más clara y ruda, era una voz varonil, áspera y un poco ronca.

Blake se giró y logró ver a un Zord flotando enfrente suyo ¡Era el Leviatán!.

—Pero estabas tan sumergido en tus pensamientos que no pudiste acudir a mis llamados —aseguró ese ser. —Pero se que elegí bien. Asesinos en ves de héroes, algo muy poco visto pero un sentimiento recurrente, bueno, solo para aquellos como tú.

—¿Qué quieres decir con todo eso?

—No creas que eres un monstruo, mal guiado tal vez, un poco de orgullo también pero los verdaderos monstruos están lejos de la realidad. Los monstruos no sienten culpa, no cambian y nisiquiera se superan. Sólo están ahí —explicó con seriedad dando un ambiente muy profundo para el oyente. —Ahora, solo usa mi poder y acaba con aquel monstruo.

—Yo... —de un momento parecía indeciso aquel chico pero fue y atacó. Tomó al Leviatán y decidido a cambiar, a no sentirse más como un monstruo esta ves si vencería bien y a lo grande. —¡Oye tú, cabeza hueca! ¡Ya verás!.

—¿Qué es eso que tiene en la mano? —se preguntó Emily confundida viendo a Blake.

—¡Creo que es el Leviatán! —aseguró Lauren con emoción.

—Desde el poder de la oscuridad del inframundo ¡Lexis Trans! ¡Activado! ¡Ranger Black Lexis! —se transformó teniendo una super armadura con su bastón negro predominando el lugar. —Es hora de la acción ¡Ataque Super Black Lexis!

Y así corrió, con su poder eléctrico junto a su bastón lanzó un rayo destruyendo y explotando por completo a aquel monstruo, acabando y venciendo una ves más los rangers.












.......




¿Qué es lo que tenía Ilucdiuns?
¿Habrá algo malo con algunos Nixortom?
¿Qué tan radical sera el cambio de Blake?
¿Romance, drama, acción?
Muy pronto... 😏😏


¡Espero que les haya gustado este capítulo!


Se me hizo difícil escribirlo, tenía que hacerlo bien, 100% bien para por fin así acabar con el drama de Blake. Pronto el protagonismo pasará a otros miembros del equipo generando más drama y romance.

¿Jayden y Blake de amigos? Mm... Más o menos, el problema aquí es Mia.

Admitire que el shippeo de ellos dos me gusta: Bladen (¿seré la única que lo hace?🤔)





Para los que le gusten Super Sentai (es decir la misma saga de Power Rangers pero la original y japonesa) puede pasarse en mi ¡nueva historia!

Es Gokaiger, ¡los piratas espaciales! Si tendrá algo de acción aunque no tanta, es una historia más corta y enfocada a mi querido romance principal.


























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