Capítulo Treinta y Uno [1/4]
“La elección de Mía: Parte 1”
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Entre la calma y el silencio de la gran biblioteca oscura, Lorclus yacía tranquilo leyendo hasta que de pronto un sentimiento para nada agradable empezó a carcomer lo desde su corazón. Era como si estuviera sintiendo que algo malo estaba a punto de suceder. Con el ceño fruncido se levantó y al dar un paso se desplomó contra el piso junto a un dolor punzante atacando su destruido corazón.
Se sentía como si le estuviesen arrancando el alma. Se quedó por unos segundos mareado y sin aire hasta que a los minutos logró recobrar la cordura. Al instante se dio cuenta de que algo le había pasado a su otra mitad, Forcla.
Dejando el libro en el escritorio sin molestarse en devolverlo a su lugar corre inmediatamente por los pasillos desesperado, mareado. Todo parecía ser un sueño otra vez, una pesadilla de la que deseaba escapar pero sabía que por mas que lo deseará no podría.
Entre su carrera escucha unos pasos por el pasillo, inmediatamente reconoció aquel aura poderosa. Se detuvo y espero hasta que ve enfrente suyo a unos metros su tan aclamado Maestro.
—¿P-Por qué? —preguntó ya sabiendo lo que había pasado después de ver que Xendral cargaba su inigualable cetro real.
—Porque puedo —respondió sin rodeos soltando una media sonrisa tranquila y malévola.
Lorclus da unos lentos pasos hacia su líder y al estar más cerca de pronto cae en rodillas ante sus pies.
—¿Ahora si te vienes a arrodillar ante mi? —preguntó irónico viéndolo.
—Lo lamento, me equivoqué. No volveré a dudar de usted ni desobedecerlo.
—El que me haya llevado a Forcla no tiene nada que ver contigo, simplemente se metió con algo que no debía de meterse —se encogió de hombros y sigue su caminata ignorando a su servidor.
Lorclus se le queda viendo a una caja de regalo en manos de su Amo. Ahí se dio cuenta de lo que había sucedido. Sin esperar corrió a la entrada y en esta ve a Goldinius entrando de forma sigilosa.
—¿¡Qué pasó!? —exclamó sin espera. Tomó del cuello al amarillo y lo azotó contra la pared mirándolo con furia en sus ojos. —¿¡Por qué lo hicieron!? ¿¡Por qué!? ¿¡No simplemente pueden hacerle caso al Maestro!? ¿¡Creen que siempre estaré ahí para ayudarlos!? ¡Pues no, no puedo, no siempre puedo!
—Y-Yo, lo siento. No pensamos, yo... —Goldinius estaba sin palabras. Un tanto aterrorizado por haber visto a su compañera del alma irse así como así. Antes cuando Forcla le había preguntado si sentía un vacío en el pecho la miró incrédulo como si esta fuese estúpida pero ahora se daba cuenta de que no lo era. Ahora él sentía aquel vacío después de darse cuenta de que ella se había ido.
Algo en su corazón, si es que tenía, se estaba estrujando y oprimiendo haciendo que se sintiera como una gran herida que llevaba más de miles de años ahí y hasta ahora no se ha marchado. El problema es que ni el mismo sabía de qué era la herida.
—Siempre son unos tontos... —murmuró con recelo el azul soltando al contrario dejando que volviera a respirar.
—Es que teníamos curiosidad, varias veces vigilamos al Maestro Xendral, ¡el tarda casi dos minutos en bajar y recoger el envío, no sé que pasó esta vez! —hablaba aún perplejo de la situación.
—¿Y te escondiste como cobarde dejando sola a Forcla, no? —una pregunta que también sonaba como una afirmación. —No puedo creer que dejarás a tu propia...
Lorclus dejó de hablar al darse cuenta de lo que estaba a punto de revelar.
—¿A mi qué? —ahora Goldinius se lo veía de lo más curioso. —¿Qué pasó? ¿Hay algo que no sé?
—Todo —contestó seco y sin espera se larga de ahí con una cabeza hecha un lío. No sabía qué hacer, ni cómo ni cuándo pero no se quedaría de brazos cruzados. Algo haría para traer a Forcla de vuelta así sea vendiendo su propia alma si es que pudiera, otra vez.
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Después de unos días de aquella gran batalla y de haber encontrado a Michael, los chicos se habían mudado a otro lugar, una casa de la familia Shiba, la cual estaba de reserva. Era bonita y a pesar de no ser tan grande como la anterior era acogedor.
Habían 4 habitaciones. Todas las chicas dormían juntas, Mia, Emily, Lucy y Lauren; mientras los chicos se dividían. En una habitación estaba Antonio, Mike y Jayden, y en otra Michael, Kevin y Blake. La habitación restante era del mentor, el cual obviamente se sentía más cómodo que los demás.
—Esto es abusar de su poder —recriminó Mike señalando con queja a su mayor.
—Efectivamente, sí —mostró un ligero asentimiento el Mentor Ji logrando hacer a algunos reír.
—¡Esto no es justo! —mordió su labio inferior el moreno y con enojo mete la cuchara llena de arroz a su boca pareciendo una ardilla.
—¿Y para qué quieres una habitación propia? —preguntó Jayden curioso. —Es mejor dársela al Mentor ya que es mayor que nosotros.
Mike levantó el dedo índice como diciendo "Dame un momento" tragó con fuerza, tomó el vaso de refresco y luego mira nuevamente a su líder.
—La verdad es que quería una habitación con Emily —admitió con simpleza.
—Ay, no, que asco ¿y escuchar lo que ustedes hagan en las noches? Por mi, mejor nos quedamos así como estamos —bromeó Blake empujando el hombro de Mike ya que este estaba a su lado derecho.
—Ya tu quisieras estar en mi lugar con... No sé, Mía, Lucy u otra. El punto es que estás soltero y desesperado —contestó el verde no dejándose vencer.
—Llevo casi una semana y ya me he dado cuenta quienes son los perros y gatos por aquí —espetó Michael con tranquilidad.
—La verdad —asintió Lucy.
—Pero se tranquilizaron, al principio cuando Blake llegó era tan odioso que tenía ganas de lanzarlo por un ventana del octavo piso —asumió Kevin con relajo y al darse cuenta de la intensa mirada de Blake sonríe nervioso. —Sin ofender, claro.
—Aquí todos son unos miedosos —se carcajeó Antonio hasta el punto de atragantarse con la comida en la boca, empezó a toser y Lauren, quien estaba a su lado sentada empezó a darle palmaditas a su espalda.
—Se que quieres convertirte en un ángel y volar pero aguanta un poco —arrojó la rubia con cierto humor.
—Me alegro que todo este volviendo a la normalidad. Hablando de ustedes chicos —de repente habló con cierto orgullo y nostalgia el Mentor —tuvieron muchos problemas y me alegra ver como lo solucionan.
—Creo que sí, nada podrá separarnos y arruinar nuestra amistad —asintió Jayden.
Siguieron hablando de varias cosas y entre tanto parloteo Michael se dio cuenta de las dulces miradas que Blake le enviaba a cierta asiática, fruncio el ceño pensativo. Recordó que en su estadía, no mucho a penas tres días, que el pelinegro la trataba muy bien, demasiado bien como para ser simples amigos.
Todos terminaron de comer, limpiaron, ordenaron y lavaron los platos. Después de ello cada uno se fue por su lado distrayéndose.
Blake estaba acostado en su cama escuchando música tranquilamente con los audífonos mirando el techo. La habitación se encontraba sola hasta que entra por la puerta Michael y se sienta en el borde de la cama agitando el brazo del menor.
—Oye.
—Dime —contestó quitándose los audífonos mientras se sentaba.
—Quiero hacerte una pregunta.
—Claro, con confianza.
—¿Te gusta alguien, verdad? —arrojó directo haciendo que Blake lo mirada con los ojos bien abiertos. —Y más específicamente en este grupo, ¿no?
—Claro que no —negó con rapidez.
—Claro que sí.
—Claro que no —volvió a negar golpeándolo ligeramente en el hombro. —Estas creando muchas historias locas en tu cabeza.
—¿Por qué no quieres admitir que te gusta la rosada? Es Mia, ¿no? —Michael sonrió victorioso al percatarse del ligero sonrojo de su menor además de los ojos temblorosos.
—N-No es nada —intentó esquivar la pregunta. Se levantó y se puso los zapatos.
—¿Por qué te levantas? —intervino tomándolo del brazo.
—Mejor no hablemos de esto.
—¿Por qué lo evitas? —su rostro se suavizo al darse cuenta de como el de Blake parecía apagarse.
—Solo... —balbuceo. —Al principio si traté de conquistarla, acercarme a ella, luchar pero...
—¿Pero...?
—Pero no creo que yo le guste, además hay otro miembro también, enamorado de ella. Él es una buena persona, no es un odioso como yo, no esta lleno de defectos, es tranquilo, agradable, es alguien que de verdad merece la felicidad —explicó recordando aquellos momentos cuando Jayden se sacrificó quedándose en el otro mundo, cuando volvió salvándolos a todos, lo ha salvado a él de no ser comido por aquel monstruo marino en el agua, lo volvió a salvar cuando la mansión explotó, logró traer a Michael a este mundo. Ha hecho un montón de cosas buenas, da todo por su equipo y hasta por él a pesar de que al principio vino de malas. —Él sin duda alguna se merece la felicidad y si para llegar a ella es estar con Mia, entonces no me interpondre.
—Has cambiado mucho —Michael le palmeo la espalda dándole apoyo. —Me alegro poder ver cuanto has madurado y crecido en tan pocos meses.
—Han pasado siete meses.
—¿Y te parece mucho? Cambiaste mucho, estoy feliz por ti —le sonrió sinceramente para luego darle un cálido abrazo de amigo a amigo.
—Gracias...
Después de separarse del abrazo Michael habló. —Se que esta bien velar por la felicidad de los demás pero también tienes que velar por la tuya. Ahora más que nunca eres susceptible a caer, has cambiado para bien pero conociéndote se que el pasado te atormentará hasta quien sabe donde. Piensa y has algo que te haga feliz para ti, por favor.
—Si, está bien.
(...)
De pronto el sensor de fisuras empezó a sonar alertando a todos los habitantes de dicha casa. Cada uno corrió hasta llegar a la sala reuniéndose.
—Están atacando en un campo —aviso el Mentor Ji dándole la dirección a los jóvenes. Quienes asintieron y partieron rumbo hacia aquel lugar transformándose mientras salían por la puerta de la casa.
El Mentor y Michael fueron los únicos que se quedaron en la casa siendo especantes de la próxima batalla.
Nuestros Rangers llegaron al lugar encontrándose con nada más y nada menos que Lorclus junto a más de una veintena de Yurkes atacando y asustando a los campesinos.
—¡Dejalos! —exclamó Jayden señalándolo.
—Oh, que bueno verlos mis queridos Rangers. Hace tiempo no vengo en persona a deshacerme de ustedes —sonrió de lado denotando pura malicia. —Yurkes ataquenlos.
Los héroes empezaron a luchar contra aquellos montones de iguales. Fueron Jayden, Kevin y Antonio quienes tomaron la delantera luchando directamente contra Lorclus, pero aquel ser era demasiado poderoso como para ser verdad. A penas y podían esquivar unos cuantos de sus ataques y no le atinaban a ningún golpe, él los esquivaba todo.
Lorclus hizo aparecer en su mano la gran catana, la cual sacó un aura con intensidad azul. Atacó a cada miembro con ello y al final lanza un ataque del color de la noche mandándolos a volar.
Jayden, Kevin y Antonio cayeron junto a una explosión detrás suyo.
—¡Chicos!
Los demás corrieron hacia ellos con preocupación justo acabando de destruir a todos los Yurkes.
—¿Estás bien? —Mia tomó a Jayden y lo ayudo a levantarse preocupada por él.
—S-Si, gracias...
En ese momento Lorclus pasó su mirada en cada ranger femenina. La roja, muy poderosa a decir verdad, solo que no ha sacado su potencial completo cohibiéndose un poco; la amarilla, viéndose a simple vista alguien tan dulce y amable; la blanca, desde tiempos memorables él la conoce sintiendo cierta empatía por ella, desde siempre ha sido muy callada ocultando sus palabras; la rosada, amable, lista y poderosa.
¿A quién debería llevarse?
Recordar el porqué vino aquí lo hacia tener más ganas de realizar su previsto. El Maestro Xendral lo estaba vigilando, tenían un trato pendiente.
~~FlashBack~~
Después de que se llevarán a su amada Forcla, Lorclus no dudo ni un segundo en dirigirse hacia la Sala Real de su Maestro. Quería entender por qué, si él ha estado cumpliendo bien su parte del trato. Hizo todo, lo ayudo en todo, le fue fiel y en serio lo quería seguir siendo pero Forcla, estaba haciendo todo esto por aquella chica entonces ¿por qué se la llevó? ¿Acaso no lo necesitaba más?
—Mm... Veo que vienes a mi —asumio Xendral soltando una sonrisa irónica analizando a su contrario azul.
—Maestro, con todo respeto le rectifico que esto no era parte del trato —sentenció con cuidado. Sabía que cualquier paso en falso podría desencadenar la ira de su maestro y la verdad no deseaba eso si quería volver a ver a la rosada caminando por los pasillos del castillo.
—Lo sé —asintió al tanto. —Pero ella rompió una gran regla, les dije que no salieran justo a esa hora y mira, ¡lo hizo! Cuando digo algo, tienen que cumplirlo si o sí porque sino entonces ¿para qué soy su Amo y Señor, el gran Maestro?
—Tiene razón —asintió bajando la cabeza.
—La mandé a un lugar en el que nunca podrá volver a salir —admitió haciendo que Lorclus lo mirara confundido. —Esta dentro de mi Cetro de las almas.
Lorclus se sorprendió. Supo en aquel instante que ya ella nunca mas podría salir. La había perdido. ¿La había perdido después de tanto luchar? Una simple estupidez hizo que desaparezca sin poder volver nunca más. Lorclus es un ser el cual aceptó que su vida se viera encadenada gracias a aquella mujer y ahora que se iba ya no tenía razón de ser, ¿qué haría? ¿Qué debe de hacer?
—Pero... —el maestro interrumpió sus pensamientos. —Hay una manera de que la puedas sacarla de ahí.
—Digame, por favor —arrojó viéndose desesperado.
—Como dice el dicho "Ojo por ojo, diente por diente". Para sacarla de ahí tienes que meter a alguien más en su lugar, debes de buscar a una chica e intercambiarla por ella, preferible una de los Samurái —sonrió malicioso.
El Maestro Xendral ya se estaba empezando a hartar de los jueguitos. Ahora empezaría la verdadera acción, conocerían de lo que él es capaz.
~~FindelFlashback~~
Los rangers corrieron hacia Lorclus, quien a penas volvió a la realidad de aquel recuerdo. Empezaron a luchar todos contra él, que a pesar de tanto seguía pudiendo evitar todos sus golpes a la par.
—¿¡Cómo es que puede esquivar todo!? —exclamó Mike confundido después de haber caído contra el suelo.
—Es bueno —asumió Lauren.
—Pero no podemos perder, nosotros podemos —animó Mia. Ella fue a atacar al Nixortom con su espada pero esta fue tomada por él acercando a la rosada hacia si. Siendo más rápido que ella la agarra del cuello levantándola del suelo y lanza la espada a un lado.
«¿La elijo a ella?»
Todos los rangers se detuvieron estando atentos antes cualquier movimiento del azul.
—¡Mia! ¡Sueltala! —gritó Jayden aterrado.
—¡Dejala en paz y lucha contra todos! —esta vez alzó la voz Blake.
Lorclus analizó a la chica delante de sus ojos viendo como trataba de inútilmente de zafarse de su agarre en el cuello, se empezaba a quedar sin aire.
—Sabes que no la puedes matar, ¿no? —volvió a hablar el negro señalándolo con su espada.
—No la voy a matar —contestó con seguridad. —Me la voy a llevar.
Al decir aquello abre un portal hacia el otro mundo. Todos los rangers se alertaron y corrieron hacia el.
Antonio logró patear la pantorrilla del Nixortom haciendo que se tropezará. Blake pasó ambos brazos por el cuello de Lorclus haciéndolo retroceder. Kevin haló el brazo de el haciendo que soltará por un momento a Mia y por último Jayden tomó a la chica y la atrajó hacia sí. Ambos cayeron rodando encima del otro quedando Mia arriba de él.
Ella se levantó con rapidez un poco nerviosa.
—¿Estás bien? —preguntó Emily acercándose a la rosada en su lado derecho.
—¿Te hizo algo? —habló Lucy en su lado izquierdo.
—Estoy bien, chicas. Gracias.
Lorclus al notar que algunos de los rangers sacaron su Zord Ancestral decide empujar a los pocos que tiene a su alrededor y largarse de ahí aun pensativo, impotente de no haberlo logrado, de no sentirse lo suficientemente malo de llevarse una vida.
—Uff, que bueno que se fue —asintió Antonio.
—Ay sí —concordó Mike.
Todos se destransformaron y soltaron suspiros aliviados. El viento golpeaba muy fuerte y el cabello de Mia se desordenó, mientras lo trataba de controlar Jayden se acercó y la ayudo haciendo a un lado el cabello de su rostro. Sus miradas se encontraron y sus ojos brillaron, las palabras se sentían de más.
—Bueno vámonos de aquí, chicos —apresura a decir Kevin, que sin darse cuenta rompe el momento de la pareja.
(...)
Antonio, Mike y Blake se hayan jugando en la consola de vídeo juegos de carreras. Gritos y reclamos hacia el de al lado se daban, estaban tan abortos en el juego que no despegaban la vista de la pantalla ni un segundo.
Jayden se asoma en la puerta de la sala y mira a Antonio, quería llamarlo pero no se sentía capaz. Quería buscar al dorado para contarle algo privado además de pedirle ayuda, su corazón palpitaba y esperaba ansioso a que terminará la partida.
El juego terminó siendo ganador, por quinta vez, Mike.
—¡Si! ¡Gané! —gritó con emoción saltando encima del sofá con la mano hecha un puño en el aire.
—¿¡Otra vez!? —Antonio con queja arroja la consola a un lado.
—¡Esto es trampa! ¿¡Cómo es que siempre gana!? —señalo Blake indignado.
—¿Olvidan quién soy yo, chicos? Yo hago vídeo juegos, pasar estas cosas es pan comido —sonrió orgulloso bajándose del sofá y empieza hacer un extraño baile de la victoria. Se acerca a ambos chicos y les pone su trasero en la cara palmeándolo con un mano y meneándolo. —¡Si, ajá, ajá! ¡Gané, gané y ustedes son unos perdedores! ¡Gané, gané! ¡Mike es el mejor!
—¡Ya callate! —Blake harto de que Mike siempre le mostrará su trasero en la cara se levantó y lo tira al sofá, se pone encima de el y empieza a "ahorcarlo" con las almohadas.
—¡Y así señoras y señores son los privilegiados pasos para hacer enojar al Señor de la Muerte! —dijo sarcástico el dorado y como si fuera un presentador toma una botella de agua al revés como micrófono.
Jayden suspiró y decidió que ya era hora de acercarse.
—Ah, veo que decidiste por fin acercarte —soltó Antonio al ver a su líder posándose al lado del sofá.
—¿Por fin?
—¿Crees que no nos dimos cuenta? Llevas media hora dando vueltas por aquí pareciendo querer decirnos algo y cuando siento que vas a venir te acobardas y te vas —Jayden río nervioso y junta sus manos al escuchar tal afirmación de su compañero.
—En realidad... Quiero hablar de algo contigo —aviso llamando la atención hasta de Mike y Blake, quienes se detuvieron en su matazón y lo miraron espectantes. —A solas —declaró.
—Oh, claro —asiente un tanto confundido. Deja al par de locos y acompaña a Jayden hasta su habitación. El red ranger con cuidado revisa que nadie los haya seguido y cierra la puerta con seguro. —Dime qué sucede, amigo.
—Creo... —se sienta en la cama y mira fijamente un zapato como si este fuera interesante de ver. Dio una gran bocanada de aire y soltó todo lo que tenía que decir de una—Voy a invitar a Mia a salir y le pediré ser mi novia.
Antonio quedo unos segundos inexpresivo analizando la información.
—¿¡Qué!? —exclamó super emocionado. —¿¡En serio!? ¿¡Por fin!? ¿¡Ya tendré sobrinitos!?
—¡Callate! —se levantó de la cama y le tapó la boca a su amigo explosivo. —No quiero que nadie nos escuche.
—Wow, entonces pídele una cita ya.
—Estoy nervioso.
—¿Qué? ¿Por qué? Tienes que tener más confianza, Jayden. Este es un gran paso que vas a dar para por fin convertirte en una persona normal, bueno, no digo que no lo seas pero, tanto encierro, práctica, deber y blah blah blah que no te ha dado tiempo de ser una persona normal —se explicó Antonio realmente feliz desde su corazon por su amigo, quien es, casi como su hermano.
—Pero... ¿Y si a Mia le gusta Blake? —dudó. —Los dos parecen tener una química, no quiero arruinar lo suyo, ser un tercero innecesario.
—Bueno... No estoy seguro de nada pero deberías tener mas confianza en ti mismo, además los meses que hemos conocido a Blake, es suficiente como para saber que si de verdad le gustará Mia te la hubiera robado hace mucho. Él es mucho mas rápido que tú, ha hecho lo que a ti te ha tomado hacer en cuatro años, o quien sabe, hasta más.
Jayden con molestia toma un libro de la mesita de noche y se lo lanza a su amigo, quien lo recibió justo en su nariz.
—¡Auch! ¡Eso dolió! ¿Qué te pasa?
—Pasa que no ayudas, deberías decirme que Mia me ama a mi, que ella solo me quiere a mi y que me va a aceptar, que estoy imaginando mucho y no estas cosas —reclamó con molestia, se cruza de brazos y suspira con desilusión.
—Bueno, bueno, lo siento, bro. Solo ve con Mia ahora mismo y dile "Oye, ¿quieres venir conmigo el sábado a comer torta?" y ya, así de fácil —explicó con sencillez levantando los hombros a la par. —No le veo lo difícil.
—Si pedir una cita no es tan difícil entonces ¿por qué todavía no le has pedido una a Lauren? —preguntó Jayden a la defensiva logrando que Antonio se atragantara con su propia saliva.
—¿Ah? ¿Cómo? ¿Qué te pasa? ¿A lauren? ¡Push! —ríe nervioso tratando de verse lo mas natural posible aunque no lo logró.
—No te hagas el estúpido, desde la otra vez que fuimos al Líbano me he dado cuenta, en realidad, creo que soy el último que me di cuenta. Soy un poco lento y al principio si me costó aceptarlo pero no creo que Lauren y tu sean una mala pareja. En realidad... —Jayden se rasca la nuca pensativo, no sabiendo como ordenar sus pensamientos en palabras. —A fin de cuentas, todos somos humanos, Lauren vivió una vida muy encerrada... no tiene tiempo para el amor, los sueños y es muy mala haciendo amistades, algo que es muy contrario a ti. Se que estará en buenas manos contigo, eres mi amigo y te conozco de pequeño, además de que le enseñarás a vivir, quiero eso de ti... Que le enseñes vivir.
—Emm... Yo...
—Pero —interrumpió. —Si le llegas a romper el corazón juro que te partiré la cara, te arruinare la vida y haré lo que sea para que vuelvas a convertirte en un pescado, ¿entendido?
—S-Si, si, si, gracias, gracias en serio —Antonio no tenía mas palabra que decir, ¿qué mas podía decir además de agradecer?
Un gran alivio pasó por su interior, como si tuviera un peso menos en el cuerpo. Si fuera por él, Lauren sería su novia desde hace un buen tiempo pero su amistad con Jayden lo ha detenido. Es un gran problema salir con la hermana de tu mejor amigo y no deseaba arruinar su amistad pero tampoco dejar el amor que le tiene a la hermosa rubia así como así. Ahora por fin podría salir con ella, con su amada chica.
—Bueno, Jayden. ¿Qué tal si llamó a Mia y le digo que vaya al pateo trasero para que puedas hablar con tranquilidad, te parece? —propuso logrando un asentimiento de parte del contrario.
(...)
—¿Tu crees que debería hacerlo? —le preguntó Blake a sus dos oyentes después de hacer dado una gran charla sobre su idea.
Hacia unos minutos dejo a Mike ya que se puso muy empalagoso con Emily, entonces al llegar a su habitación ve a Michael y Kevin hablando con tranquilidad. No supo como agarró la confianza y el valor de contarles aquello pero lo hizo.
—Entonces... Recapitulemos, ¿quieres pedirle una cita a Mia pero es solo una "cita de amigos" para tratar de decirte a ti mismo que eso son "simples amigos" o llegar a descubrir si es que pueden llegar a más? ¿Por qué simplemente no puede ser una cita normal y ya? Cita es cita, independientemente de lo que quieras decir. Simplemente dile "Mia ¿podemos salir el sábado?" y ya, ¿qué tanto problema? —hablo Kevin con el ceño fruncido levemente analizando la situación.
—No podemos, ¿y si Jayden de verdad le gusta Mia, o si Mia de verdad le gusta Jayden? Tal vez arruinaría sin querer lo suyo, por ello debe de ser una Cita de Amigos, más nada —explicó el negro.
—Acabas de crear un revuelo en mi cabeza —asume Michael rascándose la nuca aun confundido. —Cita es Cita, no existe una cita completamente de "Amigos" sin siquiera a haber cierta chispa o coqueteo, no lo sé, digo yo.
—Si vas a ser una Cita de amigos mejor no la tengas —recomendó el azul con simpleza.
—Es que... —se pasó la mano en la frente angustiado. Suspiro y soltó todo lo acumulado en su ser. —Soy un bueno para nada, un narcisista y orgulloso, que aunque se todos mis defectos no hago nada para arreglarlos. Fui un pilar importante para la destrucción de mi mundo, mi familia, mis amigos, no sé lo que es una buena vida, mi padre un maldito infiel y mi madre enferma desde que tengo memoria, malo, creído, altanero, siempre creando conflictos y problemas, nunca sentí paz hasta... Que la conocí —su voz se quebró al referirse a Mia —Me metí al grupo porque me sentí bien al hablar con ella la primera vez, me arrepentí de llamarla "princesita débil", me arrepentí de haber sido un maldito infeliz, un tonto, me arrepentí de todo. Siento que por fin cambie pero cuando lo hice, me di cuenta de que no tengo nada. Realmente no tengo nada...
Paró un momento su declaración mientras mira por la ventana de la habitación con tristeza, con las lágrimas acumuladas en sus ojos pero que a pesar de todo no salía ni una. —Se que es mucho pedir al mundo que ella me acepte porque no lo hará, no merece estar con alguien como yo, lleno de cicatrices y heridas que tal vez, nunca desaparezcan, por ello... quiero una cita, una cita es suficiente para mi. Tenerla aunque sea una hora solo para mi, hablar como si verdad fuéramos a convertirnos en pareja, sonreír y ser felices, y al menos en aquel momento olvidar lo que soy. ¿Es mucho pedir una hora? Tiene toda una vida por delante con Jayden, días, horas y años. Mientras yo, soy estoy pidiendo una hora...
—Dices que quieres una cita el sábado con Mia, ¿no? —preguntó Kevin recibiendo un asentimiento de parte del pelinegro. —Bueno da por hecho esa cita. Voy a llamarla por ti, esperala en el pateo de enfrente de la casa. Mereces esa hora, Blake, en serio la mereces.
—Podemos hasta ayudarte con los preparativos —sonríe con cierta pena Michael palmeando el hombro del pelinegro.
Después de todo, Blake solo pedía una hora el sábado, eso no podría arruinar el futuro por delante de Jayden y Mia, ¿verdad?
••••••
¿Jayden o Blake? ¿A quién Mia elegirá para tener una cita? ¿A quién prefieren?
¿Lorclus podrá traer de vuelta a Forcla? ¿A cuál ranger femenina ustedes creen que él se lleve?
Próxima Actualización:
04/08/20 (Es decir, Mañana)
▶️Dato:
Este capítulo —31— es un poco largo, tanto que me alcanzo a hacer 4 episodios, es que me inspiré. Entonces se dividirá en 4 Partes como si fuera un especial.
En realidad ya yo lo tengo casi todo escrito y listo pero no soy tan buena como para publicar todas las partes, quiero verlos sufrir 🔥
Disfruten cuatro días seguidos con nuevas actualizaciones. Se los doy como regalo por su paciencia y apoyo 😊🥰
Antes de que digan algo mejor hablaré. Ni yo se porqué tardo tanto tiempo en actualizar. Tardó un mes aproximadamente en hacer un capítulo. Puedo durar horas (sin mentir) pegada al teclado pero no escribo mas de 500 palabras, la inspiración no sale😢
Por lo menos no soy de esas que actualizan cada seis meses (? Actualizo como una vez al mes, algo es algo, ¿No?
🌟Agradecimientos y dedicatorias 🌟
Muchas gracias por aquel voto, comentario o vista que me hayan dado. Me hace el día y me pone muy feliz, se los agradezco de corazón ❤️
Si quieres una dedicación recuerda que con solo votar una vez o comentar es suficiente para anotarte😊
¡Hasta mañana!
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