Los días en la cárcel era lo mismo.

Despertar, esperar, a comer, horas libres, trabajo, ir a dormir. Todo lo mismo con la excepción de que los miércoles tocaba baño.

Jungkook estaba algo aburrido de siempre jugar ajedrez con Taehyung y siempre fútbol con Namjoon. Habían más cosas, pero sus amigos no estaban interesados en cambiar las actividades que hacían diariamente, cada semana, cada mes, todos los años.

El rubio rodó los ojos, cuando Taehyung y Namjoon llegaron hablando de la competencia de ajedrez que tendría el primero. Tomó su cuchara y llevó las papas a su boca mientras los miraba sentarse.

─¿Vas a jugar, Jeon? ─preguntó el de cabellos blanquecinos, sentándose frente al castaño y dándole una probada a su "carne".

Jungkook negó ─ Quiero hacer algo diferente hoy. No sé, tal vez vaya a crear placas o algo.

Taehyung asintió y Namjoon lo miró curioso, pero no habló, continuó comiendo mientras lo miraba. Jungkook se encogió de hombros y tomó más de sus papas.

─¿Cómo llegaron a Siren?

En todos los días de su residencia, cumpliéndose ya casi dos semanas de que estaba ahí, se había preguntado como es que ellos habían llegado ahí.

─Yo vivía solo, así que estuve enfermo solo y todo eso. Cuando ya sabía controlar mis poderes, lo que me tomó un año, hice crecer una zanahoria y una vecina mía lo vio. Ella me reportó y me capturaron.

Jungkook asintió, mirando a Taehyung para que él contara su historia, el de cabellos blancos continuaba comiendo. El rubio pensó no recibiría una palabra de él, hasta que dejó su cuchara, limpió su boca y lo miró.

─Mi familia me entregó ─confesó ─. Ellos me tenían miedo, así que me entregaron. Huí durante mucho tiempo, pero me encontraron.

Jungkook tragó con dificultad cuando el de cabellos blancos volvió a su comida, le hizo recordar a su familia y lo mal que se sintió cuando sus padres murieron por su culpa. Estuvo devastado durante años, aunque las últimas palabras de su madre fue la clara frase de "No fue tu culpa".

Él pensó en contar su experiencia, desahogarse de algún modo, lo suyo era igual o más trágico, lo pensaba. Solo que... Había algo que le hizo girar su mirada, posiblemente el repentino silencio que se había instalado en el comedor o el hecho de que sentía su corazón latiendo con fuerza cuando había un claro tarareo que ya no era escuchado solo en sus oídos.

Giró su mirada, encontrando seis guardias rodeando a un hombre, no podía ver bien su rostro, pero notaba por breves momentos su uniforme. Un uniforme a rayas ancas y azules, tenía guantes rojos y  habían cabellos negros meciéndose por arriba de los hombros de los uniformados. Uno se movió muy poco y ahí fue donde vio.

El rostro del hombre más hermoso que había visto en la vida.

El hombre tenía su rostro serio, caminaba despreocupado y tenía sus manos encadenadas frente a su estómago, cabellos caían sobre su frente pero en su mayoría estaban peinados hacia atrás.

─¿Quién es él? ─preguntó en una respiración.

El hombre se seguía moviendo en dirección a donde servían la comida.

─Él es Z9501, el primer y único Z de siren. Es el infectado más peligroso, tiene una cinta negra y está aquí desde hace muchísimo ─explicó la emocionada voz de Namjoon ─. Casi no sale, tiene derecho de salir un viernes, dos al mes. Uno sí, uno no, uno sí, uno no ─el pelinegro se plantó frente a la comida y le sacaron las esposas para poder tomar su charola, los uniformados aún a su al rededor ─. Se supone que no saldría para nada, pero el logró hacer que lo dejaran salir y cuando le ofrecieron salir como nosotros, él dijo que con dos veces al mes era suficiente.

─Le gusta su soledad y por eso nadie se le acerca ─se metió Taehyung en la plática.

─¡Exacto! ─exclamó el torpe hombre de orejas de duende ─. Nadie sabe su nombre, se cree que es el hombre más peligroso en el universo. Mucho más que Taehyung.

Jungkook miró como el pelinegro se sentaba en una mesa, donde habían tipos grandes que se habían quitado del lugar para librar al pelinegro de su presencia. El hombre de cuerpo sorprendente y tamaño interesante se sentó solo y comenzó a hurgar su comida.

─¿Los guardias me dirán algo si me acerco a él? ─preguntó Jungkook.

Namjoon dejó escapar una exhalación rara, un sonido gutural de su asombro que hizo que girara su cabeza, pero volvió a ponerla sobre el de cabellos negros comiendo solo y apartado.

─No lo harán ─respondió Taehyung.

Jungkook asintió, decidido.

─¡No es buena idea hablarle! ─exageró Namjoon.

Jungkook le miró ─. ¿No eso te dijo Taehyung? ─sentenció él ─. Es lo mismo.

─¡Eres cinta azúl!

─Y el negra, pero tenemos éstos ─hizo énfasis en sus guantes ─. No puede hacerme daño, además, siento que lo conozco. Relajate, Namjoon.

Namjoon agitó sus manos y coloró su cara de un morado intenso, haciendo que el de cabellos blancos lo mirara y luego siguiera comiendo. Jungkook comenzó a caminar, pasando de más en mesa, los reos mirándole caminar a donde no debía.

El rubio se sentó y se deslizó por la silla para estar justo enfrente de él. El pelinegro seguía comiendo, ignorándolo, pero Jungkook lo miraba insistente.

"¿Eres tú?"

Jungkook no recibió respuesta, el pelinegro seguía comiendo, pero él había escuchado el tarareo al entrar al comedor, sin duda era él. Pero era ¿era su él?, el que había estado buscando mucho tiempo.

"No mi ignores, me
cuesta mucho usar
este poder con los
guantes."

"Entonces no lo uses
y vete se aquí. "

Cualquiera fuera de aquello pensaría que el pelinegro estaba sin duda ignorando al rubio. Pero hablan por su mente y se sintió tan íntimo de alguna manera.

"¿Eres tú?"

"¿Ya te has acordado de mi?"

"Siempre me acuerdo de ti. "

Esa vez, el pelinegro levantó su vista, sus ojos negros con el azúl rodeando los iris. Tan hermosos y atrapantes como no los recordaba antes los tenía justo enfrente.

"No me hagas esto, Jungkookie."

"Dilo, por favor. Dímelo."

El pelinegro volvió su mirada a su comida, continuando con lo suyo, Jungkook esforzándose por permanecer el contacto con el reo de uniforme rayado. Los guantes le dificultaban, además que el aura poderosa del mayor, había algo en él, como una barrera que él mismo se ponía para que dejará de comunicarse con él, pero Jungkook no iba a desistir.

"Te sangrará la nariz. "

"Entonces dime tu nombre
antes de que eso pase."

"Jeon Jungkook, siempre
consiguiendo lo que quiere.
Tan mimado."

"Solo aceptalo ya y dimelo."

"Solo lo hará más real.
No deberías estar aquí.
Deberías escapar de este
lugar."

"¿Por qué?"

El pelinegro no respondió, la furia de Jungkook creció, su nariz comenzó a sentirse húmeda.

"Respondeme.
¿Cual es tu nombre?"

"Responde."

"Por favor, hazlo."

"Sí lo eres es
porque eres mi única
familia."

La sangre bajaba por su nariz, el pelinegro seguía comiendo, ignorándolo. La respiración acelerada, como apunto de tener un ataque de asma aunque hacia años que no tenía uno, eso logró que el mayor levantara la vista y dejara su comida en una fracción de segundos, instalándose justo frente a él y limpiando la sangre en su nariz con una servilleta que tenía en su bandeja.

─No me hagas esto, no aquí cuando no hay inhaladores ─mencionó comprobando las sospechas de Jungkook, dándole una probada de su voz como la representación afónica del cuero con la vista de un campo lleno de girasoles y sexo desenfrenado. Oh dios, tan dulce y varonil al mismo tiempo ─. Respira, vamos. Inhala, exhala, inhala...

─¿Cuál es tu nombre?

El pelinegro suspiró ─. Park Jimin.

Jungkook sonrió ─. Soy llen llucok.

El pelinegro mostró su hilera de perlas blancas, sus ojos achicándose, su respiración siendo más lenta, una postura más relajada.

─Tienes el cabello rubio y los ojos azules ─reconoció el pelinegro ─. Te ves bien, tan lindo. ¿Por qué estás aquí?

─Por la misma razón que tú. Soy un mutante.

Jimin bufó, sonrió, llevó su mano a la mejilla del rubio y la acarició. Jungkook pegándose a su tacto.

─Te extrañé tanto ─confesó el menor ─. Desde que te fuiste te extrañé demasiado.

─Yo no quería irme, pero tenía que hacerlo o los pondría en peligro.

Jungkook negó ─. Fui a buscarte.

─Lo sé.

─Fui a buscarte y llovió.

─Lo sé.

─Una lluvia de infectados.

─Lo sé.

─¡Me infecté por ir a buscarte! ─gritó en un susurro bajo, aunque todo estaban atentos a lo que sucedía entre el recién llegado y el más peligroso y viejo reo en siren.

─¡Yo no te pedí que me buscaras!

Jungkook bajó la mirada, Jimin resopló. Su comportamiento entre ellos seguía siendo el mismo.

─Debes salir de aquí, Jungkook ─murmuró el pelinegro ─. Te ayudaré a escapar, no voy a permitir que te hagan daño.

─No entiendo de que hablas.

Jungkook sintió como un guardia se acercaba, su mirada no se separó del pelinegro.

─Z9501 es hora de irnos.

─Unos minutos más.

El hombre posó su mano en el hombro de Jimin, lo que pareció ser un grave error, el pelinegro se paró del banco, tomando su mano y doblando al hombre contra la mesa, sonriendole a Jungkook por la impresión de éste. Los uniformados se acercaron, Jimin soltó al que parecía ser nuevo y miró a los hombres, luego regresó su mirada con Jungkook.

─Un gusto en conocerte, B9716 ─habló el hombre en voz alta por primera vez en toda su estadía ─. Si alguien se mete contigo durante este tiempo, no dudes en acudir a mi.

Y luego se fue, se dio la vuelta y se fue, caminando por el comedor. Pero oh no, Jungkook no iba a permitirlo, haciendo algo con su mente para llamar al pelinegro y haciéndolo detenerse y girar, el rubio había corrido hasta él, pasando los guardias y rodeando el cuello del hombre, tomando su rostro y juntando sus labios. Juntando tan mal sus labios que sabía que esa corriente eléctrica recorriendo su cuerpo no era solo por la intensa atracción que sentían. Se separó y le sonrió, le soltó el uniforme y lo dejó ir.

─Creo que Jungkook volvió gay al hombre más rudo de siren ─mencionó Namjoon, el de cabellos blancos asintió en acuerdo.

[...]

─¡Besaste al hombre más peligroso de Siren enfrente de todos los reos! ─exclamó Namjoon, en un todo altamente exagerado.

Jungkook sintió como sus pálidas mejillas comenzaban a tomar color, Namjoon estaba caminando de un lado a otro frente a él mientras Taehyung jugaba ajedrez con un tipo de cabellos verdes.

─¿Y? ─respondió.

─¡Es como si fueras la mujer del mafioso más buscado y peligroso!

Jungkook rodó los ojos, peinó sus cabellos hacia atrás y recargó su espalda en la pared.

─¡Y apenas lo conoces! ─aleteó.

Sabía que su acción de inercia traería consecuencias, algunas. Como el hecho de que los reos lo miraban más, no lo molestaban, porque era Park Jimin el Z9501, la cinta negra, el más peligroso. Pero, lo notaban más.

Esperaba poder pasar tiempo con Jimin y hablar más claro, había intentado hablar con él por su mente, pero no lo encontraba. Jimin no respondía, no estaba, era como si hubiera desaparecido.

─¡Exijo una explicación! ─gritó Namjoon ─. Como tu mejor amigo en Siren, necesito una explicación.

Jungkook sonrió, ¿mejor amigo?, solo tenía uno y era el responsable de  todo, de absolutamente todo.

Se movió, cruzando sus brazos y mirando al de cabellos morados, peinó sus cabellos rubios hacia atrás y observó comí tanto el de cinta azúl como el de cabellos blancos e incluso el de cabellos verdes esperaban una explicación.

─Es mi mejor amigo desde los 4 años y todo comenzó una tarde que regresábamos de la escuela.

Evan: WUJUUUUUUUUUUU

Ammm

Evan, fuera.