42
Jungkook estacionó la camioneta frente al local, se había salido con la suya después de todo, tenía casi veinte años y durante todo ese tiempo que tomó la confianza de la abuela no había podido manejar la camioneta de Jackson, que ahora era suya. Es decir, de los dos, de Palatto y suya.
El cielo se pintaba de los colores del amanecer, los pajaritos cantaban, la oscuridad se iba para llenar de luz y tranquilidad el pequeño pueblo. Las personas comenzaban a llegar, abriendo sus puestos, con bostezos y sonrisas, saludandose entre si, un claro "Buenos días" entre todos. A excepción del viejo amargado del pueblo que vendía armas.
Bajó con una sonrisa, jugando con el aro de las llaves en su dedo índice, tomando la de la tienda dejando caer la del auto y abriendo la cortina de su nuevo local. Palatto bajó de la camioneta en ese momento, entretenido con lo que sea que estuviera en la pantalla de su nuevo celular, incluso después de que Jungkook abriera por completo la tienda y comenzara a meter las cajas que ocupaban el espacio trasero de la camioneta.
─¿Puedes dejar de jugar con el jodido teléfono y ayudarme, idiota? ─dijo al poner una tercera caja sobre otras dos y levantandolas para llevarlas hacia adentro.
─Sí, no se ve nadie, tranquilo.
Jungkook respiró con dificultad por sus fosas nasales debido a la ira, abriendolas más mientras sus cejas se juntaban y dejaba las cajas donde debían estar, caminó dando zancadas hasta llegar a Palatto y retirando el celular de sus manos, guardandolo en su bolsillo.
─¡Oye! ─gritó.
Jungkook le miró mal, levantando su mano con la palma arriba, extendiendo sus dedos hacia arriba como si fuera a crear una esfera. Temblaba en enojo. Palatto aún así, apesar de dar un paso hacia atrás y sentirse asustado por la ira del menor, igual decidió seguir con su demanda.
─¡Devuelvemelo!
─¡Es una puta distracción! ─esquivo a Palatto tratando de alcanzarlo.
De un momento a otro, los dos estabas discutiendo, el mayor tratando de atrapar al rubio y este esquivandolo sin poder usar sus poderes debido a las personas mañaneras que comenzaban a abrir sus negocios.
Algunos les miraban con la cara de "ya empezaron otra vez", ya que al ser hermanos (eso sabian) peleaban constantemente por la diferencia de edades y sentidos de responsabilidad, los dos querían salirse con la suya porque venían de familias donde eran mimados. Aún así, Jungkook era más responsable que Palatto.
Otros, miraban a los hermanos con gracia, ya que se soltaban cosas o actuaban de forma graciosa por sus reproches. Algunos los ignoraban y otro los miraba con bastante enojo.
Las personas comenzaron a acercarse cuando Jungkook estaba en el suelo con Palatto encima de él mientras forcejeaban.
Una revista enrollada dio un fuerte golpe en las cabezas de ambos, haciendo que comenzaran a sobarse y el mayor saliera de encima del menor, se levantaron mirando a quien les había golpeado, pero no tuvieron tiempo, porque sus orejas fueron jaladas.
─Tan temprano y ya están peleando. ¿Por qué son tan ruidosos?, molestan las calmadas mañanas de Boku ─dijo la abuela con una severa mirada, teniendo detrás a Jackson que trataba de aguantar la risa ─. Disculpense ahora.
Jungkook y Palatto movieron sus pechos hacia abajo rápidamente, pidiendo disculpas, después se miraron en esa posición y ambas miradas reflejaron el "te mataré".
─Ustedes son una molestia ─dijo el viejo, dueño de la tienda de armas que quedaba justo en frente, muy cerca de los chicos que se habían levantado, tan cerca de la mirada de Jungkook que tuvo que hacer su cuerpo hacia atrás sin mover sus pies ─, sin duda no confío en ustedes.
─Vamos, Hyuk déjalos tranquilos ─añadió la dueña de la pastelería ─. Que sean ruidosos y peleen constantemente no quiere decir que sean malos. Son buenos chicos, ya superalo.
─¡Nunca!, ellos traen algo malo. ¡Lo sé!, los vigilo de cerca ─pronunció poniendo nervioso a Palatto ─. Y cuando hagan algo muy malo, les diré: ¡se los dije!
Después de ello, dio media vuelta para ir justo a su tienda, azotando la puerta y viendo por la cortina, cerrando la persiana y dejando respirar a los hermanos Jeon.
Jungkook comenzó a sacudirse la tierra del pavimento, mirando a la abuela con disculpa mientras que Palatto seguía sobando sus brazos después de susurrar "el señor Hyuk me da escalofrios".
─No le hagan caso, es un viejo loco ─agregó la dueña de la tienda de artículos de limpieza.
Ambos jóvenes chicos volvieron a disculparse po su comportamiento, soltando algunas bromas con las personas que estaban cerca y volviendo a sus deberes.
─Jackson, ayuda a los chicos con las cajas.
─¡¿eh?!, pero es su trabajo abue-, esta bien, lo haré. No me mires así, se te harán arrugas.
Con ello, los tres chicos siguieron cargando las cajas, Jungkook tres y los otros una cada uno. Mientras Jackson se preguntaba, ¿cómo es que el menor carga tanto?, Palatto murmuraba bastante enojado sobre su condición y Jungkook murmuraba de la misma manera pero preocupado por el señor Hyuk.
Ese viejo desde el primer día en que intento vender las naranjas en el pueblo fue bastante grosero.
El menor, de cuerpo esbelto pero marcado, corrió de la tienda hasta su mochila de naranjas, llevando las bolsas en mano para poder dar los kilos. Tenia una sonrisa en su rostro, atendiendo a las personas que le rodeaban, su aura estaba llena de trabajo duro.
No dejaban de preguntarle, ¿de dónde vienes?, ¿vas a quedarte?, ¿estás solo? y él, temeroso de liberar información, daba respuestas cortas como "de muy lejos", "aún no lo sé", "algo asi" o "sí" y "no".
─Venga, dejen de molestar al chico ─dijo aquella amable señora, su primera clienta, parecía ser una de las mujeres más ancianas del lugar, pero sorprendentemente con un buen físico para su edad.
─Se ve que es un chico realmente trabajador y de muy buena apariencia, saber se la gente que llega a nuestro pueblo no es malo, abuela ─dijo una joven chica cerca, con una sonrisa.
─Eres una chismosa entonces. Sé perfectamente que el chico es lindo, es la primera razón de tu investigación ─pronunció la señora, con tono burlesco, haciendo reír a todos, incluyendo a la joven que terminó un poco avergonzada.
─¡¿Por qué tanto ruido?! ─se escuchó una ronca voz, más fuerte que las risas de las personas al rededor de Jungkook.
La gente fue abierta hasta dejar ver al señor, un hombre de barba blanca, sin cabello, vistiendo una camisa a cuadros con unos jeans oscuros y botas estilo vaquero. Su hebilla del cinturón era una pistola, portaba una cicatriz cruzando su mejilla hasta donde comenzaba su ojo.
Miró a Jungkook de pies a cabeza, notando la ropa que llevaba, pareciendo un chico demasiado delgado y sucio a su parecer, con sudor en su cuerpo, llevando su mirada pesada por todo el chico y las personas. Aún con aquella grosera mirada, Jungkook mostró su mejor sonrisa, por más nerviosa que fuera esta.
─¿Y tú quién eres, mocoso? ─dijo el hombre.
─Eh, no le hable así ─dijo un hombre, tomando la bolsa de naranjas que el menor extendía para él.
─¿Qué de malo hay? ─pronunció de nuevo el hombre, volviendo a mirar al chico ─. Se nota que no es de por aquí, ¿dónde están tus padres?, ¿por qué estás tan sucio y delgado?
─Amm... yo...
─No te pases de la raya, Hyuk ─dijo su primera clienta.
─¡¿Pasarme de la raya?!, este chico no sabe responder una estúpida pregunta. ¿Está enfermo o algo así?, no podemos simplemente dejar que extraños vengan a nuestro pueblo y quieran hacer algo como sin nada, sin saber de ellos.
─Es solo un muchacho, ¿qué daño te va a hacer?, está trabajando no robando, anciano gruñón ─contesto de nuevo la mujer, comenzando a ganar la admiración del menor.
El viejo volvió a mirar a Jungkook, señalandolo.
─Será mejor que te vayas pronto antes de que causes algún daño. No confío en ti, estaré vigilandote.
...
I
ncluso cuando Palatto había llegado también, su comentario fue "se multiplican y parece que no se irá a pesar de que no sabemos quiénes son".
Por lo que el mayor respondió de la forma más educada posible.
─Con gusto le respondo, señor ─dijo Palatto con una sonrisa, bajando la mochila que había cargado ─. Soy Jeon Palatto y él es Jeon Ju- ─el menor tiró de su ropa, diciéndole en su mente "mi nombre no puede ser revelado, el apellido sí" ─. Está bien, Junhyunk, no pasará nada malo. Somos los hermanos Jeon, venimos de muy lejos para poder hacer una nueva vida después de que nuestro madre falleció y debido a las continuas agresiones de nuestra madre hacia nosotros. Vivimos en el bosque, tenemos una cabaña que era de nuestro abuelo y huertos que nos dan las cosechas que venderemos.
Las personas que presenciaban la riña entre el hombre viejo y los jóvenes comenzaban a llenar su rostro de lástima, empatía y enojo por las rabietas el anciano.
─Nos esforzamos y somos trabajadores, no buscamos hacerle daño a nadie. Espero pueda entendernos, señor.
Jungkook no pudo detener las mentiras de Palatto, él no podía mentir, pero al menos el mayor lo había hecho sin problema, siendo totalmente creíble para los del pueblo y aunque el menor se quejó de las mentiras, Palatto se disculpó por usar los sentimientos de la gente de esa manera.
"Es la única manera de que no pregunten de nuestras vidas, se sentirán culpables".
Y el único que no tenía era ese molesto anciano de mirada penetrante.
─¿Qué tanto piensas, niño? ─preguntó la abuela, mientras el menor no dejaba de mirar un punto fijo, acomodando en piloto los vegetales frescos.
Jungkook mordió su mejilla y cubrió sus orejas de forma nerviosa, volviendo a tomar la rienda de sus pensamientos mientras miraba por el ventanal a la tienda de en frente.
─Estaba pensando en el señor Hyuk. ¿Él ha sido así siempre?
La anciana suspiró, tomando una manzana de las apiladas y dejando una moneda de cinco pesos en la caja donde guardaban el dinero, una pequeña caja de los zapatos que Jungkook se compró hace unos meses porque los suyos se habían roto.
─La verdad, no. Él era un tipo muy animado, le gustaba vender armas y enseñar a cazar. Tenía una bella esposa y dos hermosos hijos. Hace unos años, sus hijos salieron a cazar y ocurrió una lluvia violeta ─llevó una de sus trenzas hacia atrás mientras mordía la manzana y tragaba para seguir platicando de ello ─. Los chicos mutaron, la hija tuvo piel rosa y podía crear balas del mismo color, el hijo tuvo piel azul y convertía sus brazos en armas. Hyuk quedó horrorizado, llamando a Siren para que se los llevaran, diciendo directamente que "esas bestias no eran sus hijos". Por eso, su esposa lo dejó y tiempo después nos enteramos que la señora murió de tristeza.
Jungkook quedó sorprendido ante tal historia, escuchada por Palatto y Jackson que estaban acomodando los demás vegetales y cajas.
El menor llevó su mano sobre su pecho, estrujando su ropa, tenía un mal presentimiento.
─No te atormentes ─dijo Jackson, dejando la caja vacía encima de las otras ─. Él sonreía, pero no era del todo amable. Se volvió más gruñón con lo que pasó.
─Que hijo de puta ─escuchó a Palatto.
Jungkook, supo que a el mayor le dolía, porque aunque su familia lo enviara a un internado para investigar la solución, era cierto que lo habían abandonado. Palatto confesó meses atrás que vivía mejor con él que con su propia familia, quería regresar más por el sentimiento de estar solo y extrañar a sus hermanos, que por sus padres.
─Entregó a sus hijos, es un hijo de puta.
─¿Y cómo ocultarias a una chica de piel rosa y un chico de piel azul? ─dijo Jackson, debatiendo el tema.
─Pudo haberse ido a vivir lejos, construir una casa en el bosque o algo así, cazar su comida y continuar vendiendo armas ─pronunció la anciana esta vez ─. Pero a la familia no se le abandona.
Evan: he estado teniendo mucha inspiración últimamente.
Estoy tomando anotaciones de lo que quieren ver en el fanfic, porque ya casi llegamos al final.
Diganme por si creen que he olvidado algo.
Oh, cambié el principio, porque soy pendejo y cambié la historia de repente.
Evan, fuera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro