26
El chico comenzó a llorar inevitablemente, tomando el cuerpo de su abuela en sus manos, acariciando su rostro. Repetía insistentemente que aguantara, la ayuda llegaría.
Jungkook estaba en shock, con su mano sosteniendo la herida, mirando la escena. Salió de ese estado segundos después, corriendo por el pasillo hasta la ventana de Jimin y gritando desde ahí a sus padres. Su celular ocupó su mano, marcando rápidamente para obtener una ambulancia.
Jimin levantó la mirada de su abuela cuando observó movimiento en el armario de esta, encontrando a un hombre vestido de traje, con el cabello gris bien peinado, sus manos llenas de sangre también, pero no había un arma homicida.
Su ira cubrió su cuerpo, volviendo su piel blanca junto con sus cabellos, sus ojos perdiendo el miel que intentaba tener siempre, volviéndose completamente azules y brillando intensamente. Su mano derecha se llenó de hielo hasta el codo y la izquierda ardía en fuego. Todo en un segundo. Lanzó su furia con la derecha, creando pinchos de hielo que crecieron filosos al extremo de la habitación, pues el hombre lo había esquivado, empujó de Jimin, que se encontraba enfermo de dolor y enojo, fuera de si. Seguía tratando de atacarlo, de dañarlo, ¡quería matarlo!
─¡¿Por qué lo hiciste?! ─gritó con una bola de fuego dirigiéndose hacia la cama, esta comenzando a arder. Jimin estaba atontado por el enojo burbujeando en todo su cuerpo ─, ¡¿Qué mierda te pasa?!
Jungkook había entrado a la habitación, el hombre corrió en esa dirección, distrayendo a Jimin por su chico que fue empujado justo en dirección a los picos que él había creado. El suelo comenzaba a congelarse, recorriendo el pasillo cuando el miedo de perder al amor de su vida llenó su cuerpo. La adrenalina le hizo tenerle en brazos, pero el hombre corrió fuera de la casa, por más de Jimin tratará no pudo alcanzarlo. Pero recordaba su rostro y se sentía brutalmente traicionado.
Por fuera, se escuchaban las sirenas resonar en la calle, personas uniformadas entraron a la habitación, agentes en primer lugar, Jimin estaba junto a Jungkook, sosteniéndolo con fuerza, quemandole sin quererlo con el hielo en sus manos.
─¡Estas rodeado, suelta al niño!
Jimin les miró con miedo, teniendo sus ojos azules desorbitados, soltando a su chico y dando pasos hacia atrás. Miró la escena en la que se encontraba, observando a su alrededor con ansiedad. Hielo por todas partes, el fuego había quemado gran parte de la habitación y cesado con el hielo que impactó en varias zonas del lugar, su abuela sin moverse en el suelo, Jungkook herido, él. Él siendo mutante frente a agentes de siren y policías comunes.
─¡Manos arriba, no te atrevas a utilizar tus poderes o serás inmovilizado! ─amenazaron, con armas especiales para mutantes apuntando a Jimin. Su rostro estaba lleno de lágrimas, aterrado.
Un para médico se había movido por la habitación junto con su colega, Jimin no dejaba de ver a los agentes, sus manos seguían congeladas a cada costado.
─Falleció, señor.
─Queda arrestado por el asesinato de esta mujer, además de su estado considerable. Mutante.
─¡Él no lo hizo! ─gritó Jungkook, poniéndose en medio ─, ¡no pueden arrestarlo!, ¡fue el hombre!
Jungkook escuchó el gran estruendo de vidrios rompiéndose, en sordecido por los sonidos huecos de las armas especiales activándose en dirección hacia la ventana. Se giró abruptamente, sintiéndolo lento, Jimin salía por la ventana de un saltó.
─¡No! ─gritó el menor, empujando a los agentes, algunos trataron de tomarlo pero fue escurridizo.
La alarma comenzó a sonar, podía escucharla retumbabdo en sus orejas, haciéndole vibrar pero no preocupado por el asunto, solo por estar cerca de Jimin, tenía que estar con él, tenía que protegerlo. El pitido insistente, el sonido del silencio roto, seguía en sus oídos por las armas activadas, pero no detenía sus tenis pisando el asfalto con rapidez, corriendo detrás de Jimin aunque empezó a llover.
Hasta que ya no lo vio más.
Cayó desmayado, en algún punto de la calle, con los gritos de su madre desde algún lugar. Lo ultimo que pensó, con todo el dolor de su corazón, fue la frase "Dijimos siempre juntos, ¿por qué corres así?"
[...]
Su mirada atravesó el techo, somnoliento, con la vista borrosa, no podía enfocarla, no podía sentirse bien, le dolía el cuerpo, la garganta le quemaba. Sentía mucho dolor por todo su cuerpo, como si un camión le hubiera pasado encima, podía totalmente exagerar. Lo sentía extraño, lo sentía diferente.
Juntó sus cejas tratando de sentarse en la cama, su habitación estaba oscura, lo agradecía y le extrañaba. Jimin no había ido a despertarle aún, eso era jodido, iban a llegar tarde al colegio.
Miró el reloj en su mesa de noche, la hora le confundió, eran las ocho se la noche. ¿Había dormido tan poco?
Caminó hacia el baño, adentrándose lentamente y con dolor, comenzó a tocer levemente, las flemas juntándose en su garganta. ¿Por qué es que se había enfermado?
Sentía comezón en su mano, una comezón extrañaba cuando esta roso con su ropa para bajarla, sentía la comezón entre sus dedos y la palma de su mano, también tenía comezón en los antebrazos. Rascó varias veces con sus uñas romas, cortas, de las que algunas veces había tenido que morderlas.
Encendió la luz del baño por no querer orinar el suelo, se centró en lo suyo pensando en el justificante que tendría que sacar y los apuntes que tendría que conseguir de alguna manera. Procedió a tomar su ropa de nuevo, no tenía camiseta y se sentía raro, pero no sentía frío, tampoco calor, era extraño.
Abrió la llave del agua, comenzó a lavar sus manos y miró su rostro en el espejo. Gritó haciéndose hacia atrás y señalando su reflejo, una corriente eléctrica salió de la punta de su índice, golpeando el espejo y partiendolo en pedazos, quemando la pared, haciendo una mancha negra en la zona.
Sus pies descalzos se tambalearon hacia atrás, tropezando entre sí, cayendo a la tina de baño, enrredandose con la cortina. Estaba asustado, con la respiración haciendo subir y bajar su pecho de manera rápida. Se levantó en la tina, mirando el suelo lleno de vidrios, no quería cortarse. Gritó más fuerte cuando aquellos comenzaron a elevarse por el aire y éstos cayeron de nuevo, volvió a pensar en el asunto y subieron nuevamente, otro grito más, pero comenzó a colarse entre los cristales.
Corrió afuera, pensó en prender la luz y ésta se encendió sola, se miró en el espejo de cuerpo completo que tenía en el lugar y llevó su mano sobre su boca. Impresionado.
Su cabello castaño se había vuelto completamente rubio, sus ojos oscuros ahora eran de un azul profundo. ¿Qué diablos?, ¡¿Qué diablos?!
La puerta se abrió, su madre entró y le miró, estaba asustada, él caminó hacia atrás, con el rostro lleno de pavor. ¿Qué estaba pasando?
Su cabeza se llenó de ideas horribles, donde el sueño que tuvo era real, o peor aún, que todo fuera un sueño y Park Jimin nunca existiera. Miró hacia atrás, observando las fotos de su niñez, se tranquilizó un poco. Aún así, estaba al tanto de su madre, ¿le tenía miedo?
─Jungkook, no es lo que tú crees, ¿está bien?, pensé que... Escuché gritos y vine corriendo, ¿estás bien?
─¡Claro que no!, mi cabello es rubio, mis ojos son azules y... ─bajó un poco la voz, susurrando lo siguiente pero en el mismo tono exaltado ─, ¡tengo poderes!, parti el espejo del baño con un rayo, hice flotar los vidrios y la luz se prendió sola. ¡La maldita luz se prendió sola!
La madre tendría el rostro afligido, mirando a su hijo volverse loco, verdaderamente ella también estaba apunto de volverse loca. Tenía ojeras oscuras debajo de sus ojos, su rostro se veía más delgado, su cabello estaba en un chongo despeinado cuando siempre estaba bien peinado, la ropa que usaba era desaliñada, eso lo notó Jungkook.
─¿Qué sucede, mamá?
Su madre se acercó, Jungkook dio unos pasos hacia atrás, su madre negó y se acercó más, tomando su mano y besandola cuidadosamente. Le guió a caminar hasta la cama, donde ambos se sentaron.
─Mi amor, hace una semana hubo lluvia. Saliste corriendo de la casa de Jimin y... te afecto. Toda esta semana estuvimos cuidando de ti tu padre y yo, ningún agente de Siren sabe que la lluvia te afecto. Cuando la lluvia paró fuimos a buscarte, los agentes que estaban presentes saben que pudiste cubrirte en una tienda y lo dieron por su lado, teniendo primordialmente la búsqueda de Jimin.
Sus ojos se llenaron de agua, viendo borroso, analizando la información que estaba dándole su madre, miró al suelo sus pies descalzos tocando el suelo, enfocando su vista a sus pies más pálidos.
─Entonces mi sueño no es un sueño ─dijo él, en un murmuró que hizo llorar a su madre en silencio ─. La abuela de Jimin está muerta y él... ─se movió rápido para mirar a su madre, ella limpió sus lágrimas, negando ─ ¿no ha vuelto?
─Corazón, no creo que lo haga. Es buscado en todos lados, apareció incluso en las noticias.
─Pero, mamá... ─pequeñas gotitas saladas se deslizaban por sus mejillas, recorriendo aquellas hasta toparse con su barbilla ─ Jimin no fue, Jimin es inocente. ¡Fue el hombre!
La mujer abrazó a su hijo, llenando de besos sobre sus cabellos, evitando romperse ahí mismo porque sentía a su hijo romperse entre sus brazos.
─Lo sé, mi amor. Yo te creo y tu padre igual. Sin embargo, la gente no lo ve así, solo porque Jimin es... uno de ellos.
El menor se separó, mirando a su madre y negando.
─Jimin no es uno de ellos, Jimin es el primer chico joven que obtiene poderes y se encarga de cuidar una ciudad completa. Jimin no es malo, solo le tocó algo diferente. ¿Eso es malo?, ¿es malo estar contagiado?, ahora yo también lo estoy, mamá.
La mujer estaba sorprendida, sin palabras, mirándole con toda la sorpresa reflejada en su rostro, las preguntas llenando su cabeza.
─¿Desde cuando sabes que Jimin es mutante?
─Me lo dijo hace años.
─Joder. Bebé, no importa que sean mutantes, pueden ser lo que quieran, pero en este mundo no. Cariño, en este mundo te encierran en una cárcel en el mar por esa razón. Te persiguen y asesinan también. No puedes decirle a nadie que sabías que Jimin ya era uno de ellos, podrían arrestarnos por complicidad y eso sería malo, muy malo.
Jungkook estaba desorientado, era demasiada información para su cabeza. Sintió pasos, sintiéndose alarmado, su padre entraba a la habitación, también desechó, pero corrió a abrazar a su hijo, aquel si había roto en llanto, abrazándose de la cadera de su hijo, sentado en el suelo.
─Pensé que te perdíamos, no podíamos perderte a ti también, mi bebé. Estoy tan feliz y triste.
La mujer fue incluida en el abrazo, Jungkook llorando de pronto también junto con sus padres, era demasiada información, estaba consternado, estaba sorprendido, estaba lleno de algo que no sabía que. No podía dejar de darle vueltas a todo el asunto.
Lo que era su realidad ahora.
¿Por qué su vida de un momento a otro era una mierda?
─Voy a preparar más café, así comes algo decente. En todo este tiempo lo único que te dimos fue agua y licuados.
Su madre se separó, pero su padre siguió sentado a sus pies, abrazandolo mientras tenía su cabeza sobre sus piernas. Jungkook con lágrimas recorriendo sus mejillas comenzó a acariciar los cabellos castaños de su padre.
─Estoy bien, estoy aquí. Papá, no llores que tampoco parare. Estoy bien, no sé iban a deshacer de mi tan pronto.
Y por más que lo dijo, que estaba bien, realmente no se sentía bien. Había perdido a dos personas importantes para él, su casi abuela y el amor de su vida, su novio había desaparecido y no sabía si regresaría.
Estaba mal, estaba muy mal, todo estaba mal.
Evan: Subi video a youtube, corran a verlo. El canal se llama Evan Park y el video es sobre apuntes bonitos sin marcadores ni lettering. También subí fotos al instagram.
:( bebés, quiero hacer thrillers de mis libros para YouTube, versiones actuadas por mi y versiones con Jikookmin, ¿alguien que quiera ayudarme con ello?
Evan, fuera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro