23
Sus dedos comenzaron a acariciar el nudo de su chico, mirándole desde la posición en la que estaba, entre las piernas de él, levemente incurbado para observar como su dedo se adentraba, separaba los glúteos tirando de uno de ellos con su mano libre. El menor tomó su cuello para acercar su rostro al suyo propio, tomando sus labios entre los suyos.
"¡No mires!"
Gritó en su mente el castaño, besando frenéticamente sus hinchados labios, tomando con fuerza su rostro y cuello para que no se apartara de él, mientras los espasmos se apoderaban de su cuerpo; el nerviosismo, el deseo, el placer que esta asintiendo, el ápice de dolor por el dígito introduciéndose dentro de él.
"Baby, necesito que te relajes"
La voz de Jimin se escuchaba en su cabeza, el mayor la había enviado con deseo impregnado, sabiendo que si salía de sus labios estaría temblorosa en demasía.
─Me duele... Jimin, me duele.
─Lo lamento, baby. Estas estrecho por estar nervioso, necesito que te relajes. Escucha mi corazón, escucha como te amo.
Jimin estaba actuando con delicadeza, tratando a su chico con todo el amor que podía escurrir de su corazón, haciéndole escuchar su latido errático de una forma dulce, mientras un segundo dedo entraba en el nudo para poder estirarlo, las piernas de Jungkook se movieron hacia arriba y su mano fue a parar sobre la manta, apretando la entre sus dedos y gimiendo con su cabeza hacia atrás.
Jimin estaba extasiado, sabía que el rostro tierno de su novio se vería totalmente caliente en un momento así. Había esperando tanto el poder tenerlo de esa manera, desde que sus hormonas se alborotaron no podía dejar de pensar de esa forma.
Jungkook volvió a unir sus labios, sosteniéndose con una mano y la otra en el cuello de su novio, mientras este le tomaba de la cadera y lo arrastraba más cerca, sus dedos hundiéndose más profundo y estirandolo, llenando de placer el cuerpo del chico castaño.
─Estoy listo..., Jiminnie. Jiminnie, estoy listo.
Jimin le miró, sacando los cuatro dígitos dentro de él, recordó lo que había leído en foros de sexualidad gay y mordió su labio nervioso, su mirada viajó de la barbilla de su novio a su rostro completo.
Era una imagen totalmente caótica.
Jungkook tenía las mejillas sonrojadas, el cabello despeinado, las pupilas dilatadas, su labio inferior entre sus dientes de conejo y este se movía hacia abajo para luego rebotar cuando lo soltó, estaba sudando, su piel brillaba por el sudor.
Jungkook era delgado, sus hombros estaban encogidos hacia adelante, sus clavículas se notaban más y su piel era pálida, le insitaba a querer llenarle de marcas.
Se enderezó, pensando en la posición más correcta, ¿de qué forma debería hacerlo para que no le duele y sienta que es adecuado para él?
─
¿Jimin?
El mayor asintió, tomando una almohada y poniéndola debajo de la cadera de su chico, sabía que el menor era muy perezoso y no iba a querer estar arriba aunque eso le gustaría demasiado. Tal vez otro día.
Su primera vez tenía que ser genial, especial, con mucho amor y ya lo estaba siendo, de verdad estaba disfrutando lo que era su chico y de igual manera, Jungkook disfrutaba a Jimin. Se sentía entre ambos, esa sensación de satisfacción recíproca, donde cualquier sensación y roce que tenían era sumamente excitante para cada uno de ellos.
El calor en la habitación iba en aumento apesar de la fuerte lluvia afuera, no había ningún sonido interrumpiendo la melodía que comenzaba a crearse entre ellos, compuesta por sus jadeos y respiraciones erráticas.
Jimin tomó su polla, estimulandola, siendo observado por Jungkook que volvió a tener su labio entre sus dientes, nervioso.
Su novio tenía un miembro grande, arriba del promedio, lo había observado antes en ropa interior y terminaba con una erección, pero en verdad no era justo. El chico tenía 16 y si no fuera porque; 1. Es "gay", 2. Se ha comportado patán y grosero con las niñas y 3. Se va cada mes a estudiar su cuerpo ya que es un mutante, seguramente sería un don Juan desvirgado. ¡De por si las niñas ya estaban detrás de él!; era un chico atractivo de 16 años, con músculos aún desarrollándose, ¿cómo un chico de 16 podía tener músculos así?, claro, entrenaba su cuerpo para ser un buen mutante.
Joder, Jimin estaba siendo tan sexy. Cada vez era más sexy, cada día un poco más, siempre tan genial y lindo.
Y ahora mismo tenía esa expresión en su rostro que Jungkook tantas veces imaginó, sus labios rojos e hinchados más de lo normal, sus ojos preciosos como si estuviera somnoliento, su rostro brillando por el sudor, sus cabellos despeinados a causa de sus manos al acariciarlo en medio de los besos. Tomando su hinchado pene, el cual estimulaba de arriba abajo agregando el lubricante.
Tomó un condón.
─No lo uses ─murmuró Jungkook, Jimin le miró ─. No tiene caso, somos vírgenes, estamos limpios, tenemos buena limpieza. Entonces... no lo uses.
El mayor asintió, acercó su pene al nudo de su chico y comenzó a ejercer presión para adentrarse en él.
Se acercó a Jungkook, besando su rostro para disipar cualquier ápice de dolor, el menor llevando su mano sobre la espalda de Jimin, enterrando sus uñas, tragando saliva con dificultad y abriendo sus labios para tomar los de su chico entre los suyos.
Sus caderas se detenían cada que había una contracción, no quería causar ningún tipo de dolor en su novio, aunque no podía evitar del todo eso. Una vez estuvo completamente adentro, miró a su chico.
La mano de Jungkook se posó sobre la mejilla de Jimin, la oscuridad delinando su rostro de una forma preciosa.
Jimin sonrió, escabullendo su mano hasta la que apretaba las sábanas, entrelazando sus dedos y subiendo aquella mano a la altura de su cabeza.
Jungkook movió su cadera, indicandole a Jimin que podía moverse y así hizo, comenzando a moverse de atrás hacia adelante, sintiendo las sensaciones adecuadas de que era placentero para ambos.
─Te amo, Jiminnie.
El cabello de Jimin había comenzado a moverse, subiendo como si estuviera en el agua, se movía en hondas lentas que hicieron sonreír a Jungkook por lo gracioso que se veía su novio, pero no logró desconcentrarlo de las sensaciones que se arremolinaban en su estomago.
Jimin comenzaba a ir más rápido, cada vez más, pero seguía siendo dulce y no era duro, era rítmico y delicioso, se adentraba a él de una forma rápida pero delicada.
La mano que se mantenía en la cadera de Jungkook se movió hasta el pene de este, tomándolo por sorpresa cuando el mayor comenzó a estimularlos ahí también. Haciéndolo perder el control.
─¡¿Qué haces?!
─¿Se siente mal? ─preguntó de vuelta el mayor.
─Al contrario, jodida mierda, al contrario.
─Dijiste groserías.
─Oh, jodete, Park.
El menor tiró del cuello de Jimin una vez más, haciendo que sus bocas se unieran con dificultad por el constante movimiento errático que sus caderas y mano tenían sobre el cuerpo del otro.
Jungkook no dejaba de gemir, apretando la mano con fuerza de Jimin, su dolor se había ido totalmente por la adrenalina que su cuerpo había comenzado a sentir. La lluvia, su perro Royer rasguñando la puerta de su habitación por querer entrar, la idea de que sus padres podrían llegar (aunque era poco probable), el hecho de que ahora, por fin, justo en ese momento, Jimin estaba dentro de él, moviendo sus caderas con precisión y dedicación; no sabía si era por ser mutante, si es porque lo ama demasiado, si es porque es precoz o si Jimin de verdad sabia lo que hacía, ¡porque estaba sintiéndose realmente bien!
En su cuerpo comenzó a correr electricidad, literalmente. La anatomía de Jimin comenzó a brillar, literalmente. Sus venas se llenaron de luz, recorriendo todo su cuerpo, ¡literalmente! y la chispa llegó a todos lados haciéndolo jadear y golpear con más rapidez sus caderas, mientras la luz azul invadía cada rincón de su anatomía.
Sus oídos se taparon, sus piernas se pusieron tensas, sus gritos fueron altos en Jungkook y los dientes de Jimin se apretaron mientras cerraba los ojos, sus dedos se enroscaron y los vellos se eisaron. Estaban llegando a su orgasmo.
La luz escapó del cuerpo de Jimin rumbo a la luz de la habitación, el foco se encendía con una intensidad abrumadora, iluminando la habitación más de lo que usualmente debería hacer. Subiendo y bajando su intensidad.
Jimin mordió el labio de Jungkook y este jadeó por el dolor en el mismo, importandole poco cuando toda la sensación del orgasmo recorría su cuerpo, sintiéndose nublado de un momento a otro, eyaculando al instante encima de su estómago y manchando a Jimin. Por el contrario, el mayor eyaculaba dentro de su chico, dejando de morder el labio de aquel para pegar su frente a la de su novio. El foco explotó y el cielo se rompió en rayos.
Sus cuerpo se sintieron relajados, perdiendo la rigidez por completo, salió lentamente de él haciéndolo jadear y se recostó a su lado cuando el menor se movió para poder acostarse sobre su brazo.
Sus respiraciones eran anormales, cálidas sobre el sudor de su piel y el perfume natural de ambos llenando el ambiente alrededor de ellos.
─Yo también te amo, Jungkookie. Pero no quería decirlo en medio del asunto.
Jungkook movió su mirada hasta el mayor, preguntándole con aquella. Era un claro "¿por qué?".
─Podrías pensar que lo diría por el momento del éxtasis.
─Eso nunca. Aunque, hiciste explotar mi foco, tus venas brillaron en luz, el clima empeoró un momento y ahora tenemos una noche clara. Creo que con eso me dijiste todo.
─Que egocéntrico eres ─se burló Jimin, llevó su mano a la mejilla de su chico, acariciandolo sin verle, sabiendo de memoria el rostro de su novio y encajando a la perfección sus dedos en las facciones de su chico ─. En serio te amo.
─Y yo te amo a ti, tonto.
El rasguño de las garras de Royer seguían rasguñando la puerta, el mayor se levantó, moviendo su trasero desnudo hasta llegar a la puerta y abrirla, el can entró corriendo y subiendo a la cama. Con una sonrisa, el mayor volvió a adentrarse a la cama, besando a su chico en todo su rostro.
─Cambiaré el foto en un rato, no te bajes descalzo, el piso está lleno de vidrios.
─¿Te has cortado?
─No, flote por encima. Todo está bien, ¿ok?, duerme un rato, estás cansado.
─¿Y si vienen mis padres?
─Tranquilo, no pasará nada.
Tomó las sábanas, subiendolas más para abrigar a Jungkook, peinó sus cabellos y lo abrazó más cerca, haciendo sonreír al castaño.
Jungkook cerró sus ojos, dispuesto a dormir, mientras Jimin lo observaba, peinando sus cabellos y de vez en cuando observando a Royer.
─Por tu culpa casi no llego, Royer.
El can le miró, resplandor y moviéndo sus orejas cuando se sacudió, bajó de la cama corriendo de un momento a otro y Jimin confundido se levantó para presenciar lo que el animal haría. La puerta se abrió y él se asustó, cubriendo su boca y cambiando su materia.
La señora Jeon observó la habitación, su hijo tenía un desorden en aquella, ropa tirada por todos lados y él durmiendo cómodamente en la cama. Apesar de que debía reprender a su hijo, no lo haría, el chico estaba dormido así que lo dejeria ahí.
Cerró la puerta moviendo a Royer con ella y comenzó a hablar con su esposo a medida que bajaba las escaleras.
Jimin dejó de aguantar la respiración, descubriendo su boca y buscando su ropa interior, corriendo a poner el pestillo en la puerta y moviéndose a despertar a su chico.
─Jungkookie, has dormido tres horas. Tus padres ya llegaron, vamos a ducharnos.
─Ah, no quiero levantarme, me duele el culo.
La mirada severa de Jimin se plantó en el rostro adorable de su novio, pero está vez no funcionaría, cargó su cuerpo hasta llevarlo al baño y meterlo a la ducha.
─¡No es justo!
Evan: idk.
Quiero amigos tiktokers, ¿alguien que quiera hacer duos conmigo?
Tiktok: Jipiter
Evan, fuera.
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