13- Fogata
Los días seguían pasando y nuestros inesperados intrusos no parecían tener intención de volver. Si bien, yo me sentí más tranquila con respecto a ese tema, eso no significó que los Cullen y los Quileute hayan bajado su guardia con respecto a mi protección.
La tregua seguía igual y hoy nos tocaba pasar el día con los Quileute, ya que era día de caza para mi familia.
Sorprendentemente, Edward fue quien se ofreció para acercarnos a los límites del tratado donde Jacob nos estaría esperando a Bella y a mi.
El camino fue en silencio, uno un poco incómodo. Los días que pasaron desde nuestra última discusión no mostraron avance alguno. Yo dejé de buscar a Edward y él parecía evitarme. Extrañamente este ha sido el momento en el que más tiempo hemos pasado juntos sin que él sintiera la necesidad de abandonar el lugar.
—Y.. —Balbuceo el vampiro— ¿saben qué harán hoy?— quiso saber pero yo permanecí con mi mirada en la ventana
—Creo que Jacob dijo algo de una fiesta— respondió vacilante Bella— Pero en realidad no entendí
—Bueno... espero que la pasen bien— intentó animar Edward
Sin poderlo evitar el coche se sumió nuevamente en silencio pero antes de que este se tornara incómodo, Bella encendió la radio, lo cual le agradecí internamente, aunque en realidad su intervención no duró demasiado ya que sentí el auto de Edward parar.
Alejé mi mirada de la ventana para enfocar mi vista al frente donde a unos 15 metros de nosotros, un ya conocido Volkswagen rojo se encontraba estacionado al costado de la carretera, donde un atractivo muchacho estaba recargado en él.
Con unas increíbles ganas de escapar de esta incómoda situación, bajé del auto de Edward y corrí hasta mi novio con una enorme sonrisa.
—Hola preciosa— me recibió el gustoso mientras me estrechaba en un fuerte abrazo
—Hola guapo
—Por tu cara pude ver que el viaje fue divertido— se burló él
—Cállate— me queje
—No te preocupes, ahora estas con tu salvador— dijo Jacob mientras adoptaba una postura de superhéroe que inevitablemente me hizo reír
—Oh, qué haría yo sin tu ayuda— le seguí el juego adoptando el papel de damisela agradecida— ¿cómo podría pagarte, Robin?
—Con un beso me conformo, Batman
A Jacob, sin importarle la presencia de Bella y Edward, tomó mi cara entre sus manos para luego estampar su labios con los míos, uniéndonos en un dulce beso que pudo eliminar cualquier rastro de amargura y tristeza que existiera dentro de mi.
Escuchar los pasos vacilantes de Bella, hizo que nos separáramos, pero la más apenada aquí parecía ser ella.
—Hola Bells— recibió cálidamente Jacob a su amiga
—Hola— respondió al abrazo de Jake
—Llámenme cuando quieran regresar y vendré— dijo Edward tiempo después
—No te preocupes, tu ve a cazar— respondí cruzando por primera vez palabra con él, y al parecer eso lo sorprendió
—De acuerdo, pásenla bien— comentó anonadado
—¡En marcha!— dijo animadamente Jacob mientras palmeaba con orgullo su auto.
Dando pequeños saltos de alegría caminé hasta el asiento del copiloto para emprender nuestro viaje a la Reserva.
—¿Qué quieren hacer?— preguntó Jacob mientras encendí el motor— ¿Andar en moto, caminar, descansar? Ustedes decidan pero en la noche iremos a una fiesta— advirtió
—¿Claire sigue en casa de Emily? — cuestione
—Si, Quil está ahora con ella
—Me gustaría verla— confesé— ¿Te parece bien, Bella?
—Si— acepto sin vacilar
—Bien, entonces vamos— condujo Jacob.
[...]
Durante la tarde nuestro planes se resumieron en pasar tiempo en la casa de Emily, o mejor dicho, los planes de Jacob y Bella se resumieron en conversar y los míos en pelear con Quil por la atención de Claire —aunque debía admitir que la mayor parte de la pelea la hice por el simple hecho de molestar a Quil— , y al parecer a la pequeña impronta le divertían nuestros "enfrentamiento".
Pero cuando la noche llegó y la pequeña Claire fue a descansar, nosotros emprendimos camino a la fogata.
—¿Nerviosos?— cuestiono Jacob en el camino
—Bastante— admitió Quil— es nuestra primera junta con el consejo
—¿Junta?— preguntó confundida Bella —¿Qué no íbamos a colarnos a una fiesta?
—En realidad nos colaremos a una junta de consejo. ¿Ves?— dijo señalando a los integrantes del consejo— Son papá, el abuelo de Quil y Sue Clearwater, ella tomó el lugar de Harry, cuando él murió— aclaró Jacob, lo cual hizo detener la marcha de Bella
—Yo no debería estar aquí— menciono con pena ella
—Está bien— aseguró Quil
—Ellos piensan que escuchar las historias, te harán bien— explicó Jacob
—¿Las historias?— preguntó impactada Bella— ¿las historias de la tribu? ¿Qué no son secretas?
—Todos jugamos un papel. Tu eres parte de eso— la animó Jacob
—¡Vamos Bella!— la apoye— También es la primera vez que Quil y yo escucharemos las historias
—No olvides a Leah y a Seth— recordó Quil
—Tampoco me olviden a mi— grito Luna desde la fogata, lo cual me hizo sonreír
—¡Cierto!, únete a los novatos— la anime mientras emprendía camino hasta mi querida bruja
—¡Pulga!
Escuché a coro el recibimiento de los chicos y con entusiasmo corrí hasta la fogata donde saludé a todos. Estaba la manada completa: Sam con Emily, Paul, Embry, Jared con su impronta Kim, Seth y Leah, también estaban todos los miembros del consejo. Nuestra reunión estaba completa.
—¡Enana!— escuche
Consternada por escuchar por primera vez ese apodo después de mucho tiempo mire a la responsable. Leah se encontraba sentada en un tronco que estaba en uno de los laterales de la fogata mientras me hacía señas para que me sentara a su lado.
Aún sorprendida camine hasta sentarme al lado de la mujer lobo.
—Hay actualizaciones— mencionó ella en cuanto llegue
—¿A qué te refieres?— pregunté
—En el entrenamiento de hoy se hizo un ranking para ver quién de nosotros era el más fuerte y quién el más veloz— se unió a la conversación Paul mientras este devoraba una hamburguesa y se sentaba a lado de Leah
—Genial— admití— ¿Cuál fue el resultado?
—Sam y Jacob se coronaron como los más fuerte, aunque Sam terminó por ganar el primer lugar— informó Leah
—Y los Clearwater fueron los más rápidos del grupo— siguió Paul
—Di la información correcta— le recrimino Leah— Yo fui la más rápida de todos ustedes— se burló ella
—Solo fue suerte— contraataco Paul
—Cuando quieras volvemos a competir. No me costara nada derrotar tu lento trasero, otra vez — reto Leah.
Ese par se sumergió en una discusión sobre quién era mejor en qué cosas, donde extrañamente podía notar una pequeña aura de compañerismo y amistad en esa pelea. Al parecer las cosas si estaban mejorando para Leah después de todo.
Por suerte Jacob y Bella se integraron al grupo donde ambos tomaron asiento en el mismo tronco donde yo me encontraba, siendo Jake quien se sentó a mi lado. Los tres observábamos divertidos la discusión que ese par de Quileute tenían hasta que su alfa se vio en la necesidad de intervenir, lo cual hizo más graciosa la escena ya que Paul y Leah hicieron una inesperada alianza para contra atacar juntos a Sam.
No podía contener mi risa ante las alegatas que los Quileute tenían pero todos guardamos silencio cuando la voz de Billy resonó.
—Me alegra tenerte aquí, Alex— me dio la bienvenida— Igualmente a ti Luna. Es la primera reunión del consejo en la cual tenemos la presencia de dos poderosas brujas en la manada, ciertamente eso marca un antes y un después en la historia de esta generación de Quileute
—Gracias, Billy— agradecí
—Debo admitir que estoy muy emocionada— comentó Luna desde su lugar, al lado de Sue
—Me alegra escuchar eso, ¿la biblioteca ha sido de ayuda para ustedes?— preguntó con interés Sue
—¿Nuestros ancestros han sido amables con ustedes?— pregunto ahora Billy
—La biblioteca es increíble— admitió la bruja— Alex y yo seguimos encantadas
—Y pueden usarla cuanto tiempo gusten— aseguro Sue
—Gracias. Y con respecto a los ancestros, Izamal en un principio me guio para comprender mejor a los de su especie— comente al recordar ese detalle
—Me alegro— comentó Billy— ¿Algo interesante que hayas encontrado?
—Fue un dato que llamó mi atención— acepte— Como se habrán dado cuenta todos los lobos son diferentes, incluso entre hermanos el pelaje es distinto— mencione
—Cierto— dijo Embry— Ahora que lo mencionas, ninguno tiene el pelaje igual
—Eso es porque tiene un propósito. "El espíritu del lobo refleja al hombre o a la mujer que llevan dentro"— explique, lo cual ocasionó una peculiar gracia en Quil
—Por eso Sam es negro —murmuró Quil entre dientes, sonriendo—. Corazón negro, pelaje negro.
Lo que Quil dijo desató pequeñas risas entre la manada mientras este se ganaba una mirada de reproche por parte de su alfa
—¿Y qué es lo que refleja tu pelambrera de color chocolate? —respondió Sam a Quil—. ¿Lo dulce que eres?
Ese comentario terminó por desatar la carcajada que la manada contenía. Incluso los miembros del consejo reían a excepción de Billy quien miraba de manera reflexiva el fuego de la fogata.
—El espíritu del lobo— susurro con admiración Billy— Como sabrán, Los Quileute han sido pocos desde el principio, pero en nuestra sangre siempre ha existido la magia— comenzó la historia callando la risa de la manada
»Éramos grandiosos espíritus guerreros. Capaces de transformarnos en poderosos lobos. Y esto nos permitió defendernos de nuestros enemigos y proteger a nuestra tribu.
»Un día, nuestros guerreros se encontraron con una criatura. Parecía un hombre pero era duro como una piedra y frío el hielo
»Nuestros antepasados pelearon contra esa criatura, y los filosos dientes de nuestros guerreros lo hicieron pedazos pero solo el fuego lo destruyó completamente.
»Ellos vivían con el temor de que el hombre frío no estuviera solo... y tenían razón.
»Su compañera desató su venganza contra la aldea. Nuestro viejo jefe, Taha Aki, era el único espíritu guerrero que quedaba para salvar a la tribu cuando mataron a su hijo.
»Taha Aki con valor comenzó la batalla, pero el panorama no pintaba a su favor y eso lo sabía la tercera esposa, ella sabía que él perdería.
»La esposa no era un ser mágico. Solo tenía un poder especial: el valor.
»Sin temor alguno, ella se apuñaló en el corazón con la esperanza de que su sacrificio pudiera distraer a la mujer fría lo suficiente para que Taha Aki la destruyera. Y fue así. Ella salvó a la tribu.
»Con el tiempo, nuestro enemigos han desaparecieron, pero quedan algunos, los fríos.
»Nuestra magia despierta cuando están cerca, y lo sentimos ahora, su amenaza en la sangre. Algo terrible se aproxima y debemos estar listos. Todos nosotros.
Se hizo un profundo silencio una vez que Billy terminó de narrar la historia. Los chicos de la manada se miraron unos a otros en un acto de complicidad, incluso me incluyeron en esas miradas. Era un momento emotivo y de seriedad... o lo era hasta que Quil lo rompió
—¡Increíble!— exclamó eufórico— Y yo que pensé que solo estaba alucinando el día que me volví lobo
Todo el mundo rio ante la "reflexión" de Quil, incluso los miembros del consejo liberaron pequeñas risas por el comentario de su Quileute. El lugar volvió a retomar su calidez y diversión de siempre.
Pero pese a eso, la frase de Billy me dejó reflexionando. Algo terrible se acerca, y nosotros ¿realmente estamos preparados para eso?
Nadie lo sabe. Solo podíamos rezar para que los ancestros estuvieran de nuestro lado en esta próxima pelea.
Sacándome de mi burbuja, la voz imponente de Billy hizo callar a todos los presentes nuevamente.
—Espero les haya gustado la leyenda a nuestras invitadas— dijo con una jovial sonrisa— pero no me gustaría quedarme con toda la atención esta noche, ¿hay alguna leyenda que quieran compartir?
La manada se unió en un mini festejo por la posibilidad de una nueva historia, mientras que Luna y yo compartimos miradas sin saber muy bien qué decir.
—No sean tímidas— comentó Paul— ¿Tienen miedo a opacar nuestras leyendas?
—¡Cuenten! ¡Cuenten!
Quil empezó a corear, provocando que los chicos lo ayudarán a aplicar más presión, sin saber muy bien que decir observe a los lobos hasta que note como Luna levantaba su mano callando a todos.
—En realidad no recuerdo muchas leyendas pero puedo contar y que sean interesantes— agregó apenada ella— pero hay una leyenda que es relativamente nueva
Billy hizo un gesto con su mano otorgándole la palabra a Luna. Ella con una tímida sonrisa se enderezó en su lugar y extendió su manos en el fuego haciendo que este comenzara a tomar ciertas formas que la ayudaran en su relato.
—El mundo mágico siempre ha permanecido en orden y en paz por nuestros líderes— comenzó a contar Luna
—¿Los originales? —pregunto confundido Jacob
—No, nuestros líderes reales —respondió ella— Nuestros líderes natos, la realeza del mundo mágico.
»Eran los seres más poderosos del mundo, capaces de mantener la paz entre todas las criaturas mágicas. Hasta que sin saber porqué o cómo, una noche desaparecieron. El castillo y su ubicación se perdieron en la memoria de la gente, provocando que más de uno se preguntaran si en realidad ellos existieron realmente.
»Cuentos y mentiras se ha creado a su alrededor, y a pesar de tener a los Originales para que el orden entre las brujas permaneciera, el mundo necesitaba el poder de nuestros líderes
»Sin saber cómo o porque, una profecía nació, al parecer antes de que el castillo fuera eliminado o escondido, nuestra reina liberó un collar donde tenía almacenado una parte de su poder.
»Si bien, quien lo encontrara no iba a ser tan poderoso como nuestros líderes, si sería más poderoso que cualquier bruja o mago convencional, y tendría el poder necesario para ser nuestro próximo líder.
»Está claro que todas las criaturas buscaron el dichoso collar, pero nadie ha sido capaz de encontrarlo
»Y conforme los años pasaron, la profecía se ha olvidado, muchos se excusaron diciendo que no era real... pero ¿quién nos puede asegurar eso? En toda leyenda hay siempre una verdad, solo hay que tener la mente abierta para poder encontrarla.
Cuando la voz de Luna cesó, un escalofrío me recorrió la columna y al parecer no fui la única sorprendida de la leyenda. Los chicos rápidamente hicieron un coro de aplausos festejando a nuestra querida Luna.
Enternecida observé como Luna se apenaba por sus aplausos, pero ella los recibía gustosa.
Mientras observaba la escena mi mente pensó, ¿qué tan alejados estamos de la verdad? ¿y qué tan preparados nos encontramos para enfrentar a nuestros enemigos?
Lastimosamente solo tenía una respuesta...
No sé
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro