P.O.V Alexandra

La noche llegó y era hora de volver a casa, Luna y yo subimos a mi auto y abandonamos la Reserva para poder descansar. Deje a Luna en su casa y yo me dirigía a la mía bastante animada en realidad.

Cuando mi casa fue visible disminuí la velocidad de mi auto y lo estacione. Baje y entre a mi hogar para poder relajarme pero antes de que eso pasara, note que algo no cuadraba.

Un aroma dulce con un pequeño toque a muerte estaba impregnado en mi sala. Claramente era el aroma de un vampiro... pero no era el aroma de ningún Cullen.

—Revelare conspectu tuo

Asustada lance un hechizo a toda la casa para descubrir si había otra presencia dentro de esta, y me relaje un poco cuando vi que era la única en el lugar. Confundida seguí el aroma del vampiro y me asusté al darme cuenta que este estaba impregnado por toda la casa, incluido mi cuarto.

Entre a mi habitación encontrándola en perfecto estado, suspire tranquila al darme cuenta de eso pero di un pequeño salto cuando una llamada entró por mi celular.

Llamada entrante de: Drácula

—¡Brujita!— saludo el vampiro

—¿Qué pasa, Drácula?— pregunté mientras buscaba mi pijama

—Te quería contar que conseguí un nuevo videojuego sobre...

Deje que Emmett me hablara sobre su nuevo juego mientras mi búsqueda seguía sin resultado, busqué por toda mi habitación y me di cuenta que en realidad me faltaba mucho más ropa de la que pensaba. Confundida miré con más detalle mi habitación y vi que algo faltaba, algo que me ponía en peligro.

Tome el portarretratos vacío que había al lado de mi cama donde antes estaba la foto que tenía yo con mis padres el último cumpleaños que pase con ellos. ¿A qué vampiro le puede interesar esa foto? o mejor dicho... ¿A qué personas les podían interesa esa foto?

—Me encontraron...— balbucee incrédula

La idea que los Originales me pudieron localizar hizo que mi respiración se atascara en mi garganta y por ende no pudiera respirar bien. El estómago se me volcó y sentía un asqueroso escalofrío en toda mi columna.

—Jasper dijo que el juego era infantil, pero sé que tu no pensaras eso, así que te quería invitar a jugar conmigo ¿quieres?

La voz de Emmett me distrajo de mi crisis y acerque mi teléfono a mi oído donde hice notoria mi respiración irregular

—¿Alex? ¿Qué ocurre?— preguntó él preocupado

—Emmett, ayuda— suplique al borde del llanto

—¿Dónde estás?— preguntó en un tono mucho más serio

—En mi casa

—Quédate ahí, ya voy

La llamada se cortó y yo respire pausadamente mientras abrazaba con todas mis fuerzas el marco vacío. Tenía miedo, tenía demasiado miedo. Me sentía vulnerable y odiaba la sensación.

No pasaron ni 4 minutos cuando Emmett llegó con la compañía de Jasper, Alice y Rosalie. Los chicos no tuvieron la necesidad de preguntar qué pasaba ya que el aroma del intruso los golpeó una vez que entraron a mi casa.

Ambos emprendieron camino para rastrear al vampiro mientras que Rosalie y Alice se encargaron de tranquilizarme.

—Vamos a nuestra casa, Alex. Ahí estarás segura— comentó Rose en un tono tranquilo

—No, Luna ella..

—Yo iré por ella— agregó Alice— Tu ve con Rose, las alcanzaremos en unos minutos.

Alice no espero mi respuesta y corriendo se fue de mi casa a buscar a Luna. Un poco temblorosa tomé la mano de Rosalie para desaparecer de mi casa e ir a la residencia Cullen.

[...]

Estaba temblando mientras mi mente me mostraba todo lo que pasaría si los Originales llegan a localizarme. Comenzando con que castigarían a Luna por traición a los suyos, muy probablemente matarían a los Cullen y a los Quileute para enseñarme una lección antes de matarme.

Cada escenario se tornaba peor de lo que mi mente podía tolerar.

Rosalie permaneció a mi lado dándome confort en forma de abrazos mientras que Esme me preparaba un té para calmar mis nervios, pero no podía tomar o hablar por el pánico que me invadía.

—¿Alex?

La voz de Luna me sacó de mi estado petrificado. Corrí hasta donde provenía su voz, y me lance a sus brazos queriendo cerciorarme que ella era real y no un producto de mi alterada mente.

—¿Qué paso, solecito?— preguntó consternada Luna mientras acariciaba mi cabello

—Creo... creo que me encontraron Luna

Sin poder contenerme más me eché a llorar. Estaba asustada y no era la única, a pesar de mi estado podía darme cuenta que Luna también estaba temblando tras mi noticia.

—Explícame, ¿qué sucedió?

Suprimiendo mis ganas de continuar llorando le explique a ella y a los Cullen lo que había sucedido en mi casa, como al llegar note ese aroma desconocido, como en mi cuarto faltaba ropa y como la fotografía que tenía con mis padres había desaparecido.

Cuando mencioné la foto, Luna comprendió el porqué de mi estado de pánico. Ambas sabíamos que si esa foto caía en malas manos, era mi perdición.

—Tranquila, Solecito— intento calmarme Luna— Estaremos bien, hay que esperar a Jasper y Emmett para que nos digan que encontraron y en base a eso pensaremos qué hacer.

—¿Si son ellos?— indago Carlisle

—Tendremos que irnos— declaró Luna

Aún impactadas, ambas tomamos asiento en el sofá de la sala rezando internamente que Jasper y Emmett llegaran con buenas noticias.

Unos cuantos minutos pasaron donde Esme no se apartó de mí, ofreciéndome su maternal consuelo mientras que Rosalie, Carlisle, Alice y Luna hablaban sobre un futuro escape, hasta que el sonido de una puerta abriéndose alertó a todos.

Recuperé la compostura esperando a Jasper y a Emmett pero para nuestra sorpresa se trataba de Edward y Bella.

—¿Qué sucede?— quiso saber Edward en cuanto fue visible para todos.

Fue extraño ver como Edward apretaba sus puños con ira y fulminaba con la mirada a Alice. Mi duendecillo, sin entender la actitud de Edward solamente se limitó a cruzar su brazos.

—No tengo idea. No vi nada— respondió ella

—¿Cómo es eso posible?— bufo

—Edward— regaño Bella a él

—Pueden explicar, ¿a que se refieren?— pidió impaciente Rosalie

—Un vampiro entró a la casa de Bella— escupió con amargura Edward— Y Alice no nos advirtió

—Espera, ¿también con Bella?— preguntó confundida Luna— ¿Y Charlie?

—Él.. él está bien— contestó consternada Bella— pero, ¿a que se refieren con que también?

—Un vampiro entró a la casa de Alex— explicó Carlisle

—¡Oh por Dios! ¿estás bien?— preguntó Bella en mi dirección

—Si, Bella. Yo est—

—¿Cómo es posible que no hayas visto nada, Alice?— me interrumpió Edward volviendo a regañar a la vampiresa

—Su don no es una ciencia exacta, Edward— intentó tranquilizar Carlisle

—Estaba en la habitación de Bella— Edward lo ignoro— Quizá aún esté ahí, esperándola

—Eso lo habría visto— defendió Alice

—¿De veras? ¿Estás segura? —Él alzó los brazos, exasperado.

—Ya me tienes vigilando las decisiones de los Vulturis, el regreso de Victoria y todos y cada uno de los pasos de Bella —respondió Alice con frialdad—, ¿quieres añadir otra cosa? ¿Quieres que vele por Charlie? ¿O también he de atender la habitación de Bella, y la casa, y por qué no toda la calle? Edward, enseguida se me va escapar algo, se crearán fisuras si intento abarcarlo todo.

—Da la impresión de que eso ya ha sucedido —le espetó Edward.

—No había nada que ver porque ella jamás ha estado en peligro

—Si estabas vigilando lo que ocurre en Italia, ¿por qué no les has visto enviar...?

—Dudo que sean ellos —interrumpió Alice—. Lo habría visto.

—¿Quién más habría dejado vivo a Charlie?— preguntó Edward con frialdad causando un escalofrío tanto en Luna como en Bella

—¡No lo sé! —admitió abatida Alice.

—Muy útil.

—Para ya, Edward —le pidió Bella en un susurro

—Alex— me llamo— Usa tu magia para encontrarlo

—No puedo buscar a alguien que no conozco o no tengo nada de él— le explique

—Tienes su aroma— puntualizó estérico

—¡Así no funciona la magia!— le exprese molesta

—Genial, tu tampoco eres de ayuda

—¡Edward!— chilló Bella

Sin un gramo de paciencia, me levanté del sofá para encarar a Edward y antes de poder pensarlo, mi mano ya había impactado en su cara con una bofetada.

—¡Puedes callarte un segundo!— exclame colérica— Estás actuando como un verdadero cretino, pero claro, solo has actuado así desde que volviste a Forks, creo que en esos 6 meses olvidaste cómo comportarte como una persona civilizada.

—Eso n—

—¡Cállate! ¡Me tienes harta! ¿Sabes que yo también puedo estar en peligro?— pregunte herida— ¿Pero a ti que te importa que yo esté bien? Tú solo te acuerdas de la existencia de "tu hermana" cuando necesitas mi magia.

—¡Eso no es cierto!

—¿A no?— pregunté sarcástica— Dime ¿cuándo fue la última vez que hablamos sin que me hayas pedido una poción para sanar una herida de Bella o un hechizo para buscar a Victoria?

Él vampiro se quedó quieto mientras meditaba mis palabras, donde pude observar cómo una pizca de culpa invadía su rostro.

—Dime, Edward. ¿Cuándo fue la última vez que me trataste como "tu hermana" y no como tu herramienta?

—Alex yo-

Levanté mi mano callando el intento de Edward por hablar— ¿Tan siquiera te molestaste en preguntarme si estoy bien después del ataque de Victoria?— pregunté con la voz rota— No, claro que no. ¿Por qué te debería de importar una de tus herramientas desechables?

Todo lo que había acumulado por meses explotó en un segundo, me sentía herida y mi abrumación tampoco ayudaba a sentirme mejor, y él darme cuenta que la sala se había sumido en un profundo silencio donde todos nos miraban tampoco era de ayuda.

—Lo siento— susurró Edward al final

—Vete al carajo— respondí regresando a mi lugar con Esme.

Y antes de que la habitación se sumergiera en otro incómodo silencio, Emmett y Jasper hicieron su aparición.

—Se marchó hace varias horas—anunció Emmett molesto— El rastro conducía al este y luego al sur.

—El visitante de Bella también siguió ese mismo camino, ambos llegaron a un punto donde los esperaba un coche. A partir de ahí, el aroma desapareció

—Suponemos que los dos desconocidos trabajaban en equipo— concluyó frustrado Emmett

—Ninguno de nosotros pudo identificar los aromas, pero toma —Jasper le tendió dos hojas a Carlisle, donde él las sostuvo delante de su cara— Quizá conozcas el olor.

—No, no me resulta familiar —respondió él—. No es nadie que yo recuerde

La habitación nuevamente quedó en silencio pero este se rompió cuando todos escuchamos el suspiro de Luna.

—No son los Originales— explico aliviada

—¿Cómo sabes eso?— pregunté esperanzada

—Es ilógico que sean ellos. Si en realidad fueran ellos hubieran ocultado el aroma del vampiro que enviaron, para empezar, pero lo que realmente me lo confirma es que hayan buscado también a Bella, ¿los Originales porque perderían su tiempo buscando una simple humana?. Sin ofender— susurró esto último a Bella pero ella simplemente negó con la cabeza.

—¿Estás segura de esto, Luna?— preguntó con cautela Rose

—Si, este no es su modus operandi

Con la afirmación de Luna pude sentir como el miedo abandonaba mi cuerpo y era sustituido por el alivio. Y al parecer no fui la única, pude notar a la perfección como el resto de mi familia también se relajaban ante la noticia, incluso Bella se veía más tranquila.

—¿Y si solo fue un nómada?— cuestiono Esme

—Un nómada nunca hubiera dejado vivo al padre de Bella— razono Rosalie

—Lo único que sabemos con certeza es que alguien está orquestando todo esto— comentó Carlisle

—¿Y si fue Victoria?— preguntó Bella

—Hubiera visto su decisión— negó Alice

—Sigo creyendo que son los Vulturis— agrego Edward tiempo después de estar en silencio

—Tampoco creo que sean ellos— respondió Alice— He visto las decisiones de Aro

—Seguiremos alerta— dijo Emmett

—Y seguiremos buscando— lo apoyo Jasper

—Mientras tanto tenemos que turnarnos para cuidar a Alex y a Bella en sus casas— ordenó Carlisle

—¿Más tareas para ustedes?— cuestione en desacuerdo

—Alex, tiene razón— me apoyó Bella— No pueden protegernos a las dos, cuidar a Luna y a Charlie, y buscar a los intrusos

—Sumando que seguimos con la búsqueda de Victoria, y todos ustedes deben alimentarse— agregue notando los iris negros de toda mi familia

—No las dejaremos sin protección— alegó Carlisle

—No permitiremos que se mueran de hambre— puntualice

—Además... no estaríamos desprotegidas. Tenemos...

Bella intercambió una mirada conmigo y una pequeña sonrisa apareció en mi rostro, la cual ayudó a que mi familia entendiera el punto de Bella.

—Oh no— se quejó Rosalie

—Oh sí— celebre

[...]

No fue difícil programar una reunión con Sam cuando le expliqué sobre nuestros misteriosos intrusos, donde el alfa de la manada no dudó un segundo en ir a mi casa y a la de Bella.

Así que en la mañana, yo tenía a Jacob y Embry olfateando el olor de mi intruso mientras que Sam y Paul rastreaban el de Bella.

Mientras los Quileute trabajaban Luna y Carlisle me hacían compañía en lo que esperábamos a que terminaran y nos pudiéramos reunir.

Afortunadamente la espera no fue demasiada, ya que Sam y Paul llegaron a mi casa en compañía de Bella y Edward, justo cuando Jacob y Embry habían terminado.

—Quien haya sido dejó su peste detrás— informar con seriedad Jacob— Será fácil reconocerlo si es que vuelve.

—Nosotros nos encargamos— agregó Paul

—Apreciamos el entusiasmo— dijo con amabilidad Carlisle— Pero a nosotros nos gustaría ser partícipes de la protección de las chicas

—Ustedes no tiene qu—

—Paul— llamó seriamente Luna, causando que a más de uno se le pusieran los pelos de punta— No es momento para poner a prueba su masculinidad. Quién está en peligro ahora es Alex, una integrante de su manada y la impronta de uno de ustedes. Así que te recomiendo que dejes de lado tu orgullo y accedas a trabajar en equipo

—Lo siento, Luna— susurro apenado el Quileute

—No te preocupes, cachorro. Pero estoy de acuerdo con Carlisle— opino Luna— Si todos accedemos a trabajar juntos será más fácil proteger a las chicas

—Donde también están incluidos tu y Charlie, Luna— puntualizó Sam

—Gracias, pero ahora la prioridad son ellas.

—Podemos volver a los métodos antiguos— sugirió Jacob— Todos estuvieron a salvo cuando pasaban su tiempo en la Reserva, podemos repetir ese patrón, ya vimos que funciona

—Me parece buena opción— acepto Carlisle— Ustedes podrían cuidar a las chicas mientras nosotros cazamos, y nosotros las cuidaríamos cuando sea su momento de descanso.

—Hecho— accedió Sam— Comenzamos esta noche

—¿Qué?— pregunté confusa— ¿esta noche?

—Claro, a partir de ahora ninguna de las dos puede estar sin vigilancia, ni un solo momento— puntualizó con seriedad Luna

—Que divertido— comente con sarcasmo