Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 3

— ¡Es increíble que nos esté pasando esto! ¿¡No era que aquí confían en todo el mundo!? ¡Si realmente lo hicieran, no protegerían esa maldita cosa con un campo de fuerza y una sirena! ¡Es demasiado excesivo!—Gruñí entrando en mi habitación junto con los demás luego de haber fracasado al tratar de robar aquel artefacto mágico.

—M, cálmate, tal vez lo pusieron en cuanto supieron que vendríamos. —Sugirió el hijo del ex visir del sultán de Agrabah, encogiéndose de hombros.

—Posiblemente siempre ha estado protegida, Ben dijo que solo la familia real y el hada madrina pueden usarla. —Comentó Evie.

—Bueno, véanle el lado positivo, hackeé el sistema de seguridad para que se desactive la alarma antes de que huyéramos, tal vez pueda hacer lo mismo con el campo de fuerza. Lo hice una vez en la isla aunque duró unos segundos, pero no sé cuánto tiempo me lleve hacerlo de nuevo. —Musitó Carlos, acomodando su chaqueta.

— ¿Y qué esperas que haga mientras tú lo intentas? ¿Sentarme a tomar el té con las princesas?—Lo miré y bufé. —Eso no va a pasar, yo jamás seré una princesa.

—M, sigue quejándote y te arrugarás antes de llegar a los veinte años. —Al escuchar las palabras de la chica de cabello azul, la fulminé con la mirada.

—Silencio, quiero pensar. Necesitamos tener un plan B, C, D, E y todos los que sean necesarios para cumplir con nuestra misión. —Acomodé mi cabello y me dejé caer en la cama, mirando al techo.

— ¡Ya sé! Carlos, puedes invitar a Jane a una cita para sacarle toda la información posible, es la hija de la dueña de la varita, debe saber mucho. Si eso no funciona, Mal puede acercarse a Ben para seducirlo, Jay hará lo mismo con Lonnie y yo me encargaré de usar a Doug… —Exclamó mi compañera de habitación y no pude evitar sonreír.

—Esa es una excelente idea, E. A pesar de que no me agrada ese príncipe que se hace el simpático y el amable, de seguro nos odia con toda su alma. —Relamí mis labios lentamente.

—Todos tenemos que hacer sacrificios para esta causa, M. —Replicó el chico de cabello largo. —Aunque Lonnie parece ser muy ingenua, caerá rendida ante mis pies con solo sonreírle.

—En cuanto a la chica de vestido celeste, bueno… Se ve bastante insegura, la verdad es que será fácil manipularla para que hable. —El chico de cabello y blanco sonrió con malicia, al igual que todos en la habitación. —No creo que Ben nos odie, después de todo, fue él quien nos sacó de la isla con esa proclama. —Añadió entonces.

—Todo lo que tienes que hacer es mirarla a los ojos, sonreírle y decirle que la invitas a una cita, es fácil, tienes que verte coqueto y seguro. —Le aconsejó mi mejor amigo.

— ¿Cómo quieres que lo haga si ni siquiera puede contestarle a su madre cuando lo maltrata? —Dudé, mirándolos. —Mejor envíale una nota y listo, me aseguraré de que vaya al lugar en donde vayan a tener la cita.

—Ustedes no saben absolutamente nada de amor ni citas, agh. —Se quejó Evie, negando con la cabeza.

— ¿Y tú eres experta en eso? —Carlos se volteó a verla.

— ¡Estoy intentando ayudarte! Y estas muy pálido, nene. —Dicho esto sacó su maquillaje y él empezó a correr por la habitación mientras la hija de la reina malvada lo seguía, parecían dos niños pequeños.

— ¡Basta! Hablaremos de eso mañana, ahora lárguense a su habitación, necesitamos dormir porque mañana va a ser el gran día del pequeño del grupo, así que ojala tengan horribles pesadillas—Intervine entonces y los chicos nos saludaron antes de salir rápidamente. —Que tengas horribles pesadillas tú también, E. —Murmuré antes de cerrar los ojos y quedarme dormida unos pocos minutos después.

[…]

  Ya era de día cuando me desperté debido a que escuché una voz masculina quejándose porque mi mejor amiga le estaba probando ropa, les tiré unas almohadas a los dos.

— ¡Por todos los duendes! ¿¡Se puede saber por qué demonios tienen que hacer esto tan temprano!?—Gruñí, cubriéndome la cara con las sábanas.

—Son las dos de la tarde, mujer. Tenemos un plan que poner en marcha, ¿recuerdas? Así que levántate de una vez por todas. —Dijo el chico cruzándose de brazos. —E, basta, esto me queda bien.

—Mh, sí, tienes razón, te hace ver adorable. —La chica de vestido azul sonrió. — ¡Mal! Levántate o le diremos a Jay que venga a mojarte. —Insistió y los miré con odio a ambos antes de obedecerla, busqué ropa y fui al baño para cambiarme, unos minutos después salí y me peiné rápidamente.

  Salimos de la habitación justo cuando el chico de cabello largo estaba por entrar, él me sonrió y acomodé mi chaqueta.

—Así que ya te despertaste…—Mencionó, asentí con la cabeza. —Me les adelanté y empecé a coquetearle a Lonnie desde que la vi en el desayuno, solo por si acaso. Dijo que iba a verse con Jane en la plaza. —Informó.

—Bien hecho, entonces allá iremos. —Habló Evie y salinos de la residencia de estudiantes, según el espejo mágico, nuestro destino quedaba a tres cuadras así que empezamos a caminar.

— ¿Y cómo se supone que le hable?—Dudó el hijo de Cruella.

—Como lo practicamos anoche, tonto. —Mi otro mejor amigo lo golpeó en el brazo.

— ¡Debiste haberle comprado flores, idiota!—Le recriminó la chica de cabello azul.

—Agh, de esos detalles siempre tengo que encargarme yo. —Murmuré antes de hacer aparecer un ramo de rosas rojas con magia, se lo di al chico de cabello blanco y negro. —Nos separaremos antes de llegar, eh, te cuidaremos la espalda desde lejos y por favor no hagas alguna estupidez. —Le advertí antes de que nos separáramos, desde donde estaba pude ver cómo el más pequeño del grupo chocaba con la hija del hada madrina.

No podía ser más idiota, pensé, pero así lo queremos.

— ¡Jane! —Carlos le sonrió, visiblemente nervioso. —Lo lamento, no te he visto, estaba distraído…

—Buen día… —La chica le sonrió, antes de empezar a jugar con su cabello. —No te disculpes, yo también estaba algo perdida en mis pensamientos…

— ¿Sabías que..? Quiero decir, las flores…—Susurró él, enseñándoselas. —Son rojas como la sangre y… cuando te veo pienso en que tus labios son del color del abrigo del capitán Garfio, entonces…—Empezó, miré a mis amigos de lejos quienes miraban la escena horrorizados y negando con la cabeza, esas cosas que le había enseñado Jay tal vez solo servían en la isla.

  Ay, este chico es un desastre en el amor.

—Bueno, esto es raro, Lonnie debe estar esperándome así que… —Se excusó la chica empezando a alejarse, le hice una señal al pequeño para que la detuviera.

— ¡No puedes irte! Yo, bueno, estas flores… Agh, ¡por Lucifer, soy un tarado! yo quería saber si… tus labios rojos y... yo… aceptarías salir conmigo… en una cita… esto es para ti. —Habló rápidamente antes de entregarle las rosas, ella las miró y acomodó su cabello para luego volver a observar detenidamente al chico que estaba delante de ella. Abrió la boca para responderle pero entonces apareció una bola de pelo que corría hacia ambos, se veía molesto, cuando Carlos lo vio inmediatamente se puso a gritar antes de saltar a los brazos de Jane, obviamente aterrado.

Esto no podía ser peor.

— ¿Qué te pasa? Es solo un cachorrito, eh… —Dijo la chica de vestido celeste con dulzura.

— ¡Claro que no! ¡Es una bestia salvaje que quiere perseguirme y comerme por no comportarme como es debido! —Chilló el chico de cabello blanco y negro, la hija del hada madrina lo miró extrañado.

—No, no lo es. ¡Todos conocen a los perros! —Replicó ella, mientras mi mejor amigo la abrazaba con más fuerza. La bola de pelos le gruñó y él volvió a gritar.

Era un miedoso, pero ¿quién podía culparlo? Cruella le había enseñado tantas cosas en casa.

— ¡No! ¡Jane, no dejes que me muerda! ¡Por favor protégeme! —Pidió asustado, lo cual conmovió a la chica que él trataba de seducir. — ¡En la isla no existen estas criaturas horribles! ¡Mamá me dijo que esta cosa me morderá el cuello!

—Esta preciosura no hará tal cosa, no sé de dónde sacas tantos disparates, eres gracioso, eh. —La chica rió y negó con la cabeza. —Es un perro, no es un vampiro, eh. Tranquilo, no va a hacerte daño. —Afirmó, correspondiendo al abrazo del chico asustadizo para calmarlo.

— ¿Cómo estás tan segura de que no lo hará? —Susurró él.

—Porque aquí, en Auradon, no nos lastimamos los unos a los otros. Carlos, te presento a Dude. Dude, él es Carlos. —Los miró a ambos y tomó al cachorro en brazos para ahora acariciarlo, esa bola de pelos empezó a lamerle la cara. —Dude necesita un hogar, mamá no me deja quedármelo porque dice que es una gran responsabilidad y todo eso pero tal vez puedas darle el amor que necesita. —Sugirió antes de entregárselo a mi mejor amigo.

— ¿Amor? ¿Y cómo voy a hacerlo, si no conozco ese sentimiento? —Cuestionó De Vil, empezando a acariciar al cachorro lentamente.

— ¿¡No sabes lo que es eso!? ¿Pero, qué te enseñan en la isla? —Dudó ella, era evidente que era demasiado curiosa.

—Eso no interesa, ¿aceptas salir conmigo o no? —Él evadió la pregunta rápidamente, mirándola.

—Uhm, sí, luego me dices dónde nos encontraremos, ahora quiero saber más sobre tu hogar... —Accedió Jane rápidamente, mordió su labio inferior.

    Miré a la chica de vestido azul y al chico de cabello largo rápidamente, era momento de interrumpir antes de que nuestro mejor amigo hablara.

— ¡Te estábamos buscando! Qué suerte que te encontramos, diseñé ropa para ti y quiero que te la pruebes, ¿verdad, M? —Habló Evie rápidamente una vez que los tres nos acercamos hacia ellos.

— ¡Claro que sí! Queremos ser buenas amigas así que vamos… —Proseguí tomando la mano de la chica de vestido celeste.

—Oh, gracias, chicas, me encantará probarme ropa con ustedes, son muy consideradas, en serio. —Ella nos sonrió. —Adiós chicos, Carlos, te veré más tarde. —Le guiñó el ojo y salimos de ahí rápidamente.

—Así que cuéntanos, ¿de qué estabas hablando con él? —Cuestionó la chica de cabello azul, haciéndose la desentendida. —Parecías muy interesada en sus palabras.

—Nada importante, primero empezó a decirme cosas muy raras, me dio estas flores, empezó a compararlas con el color de la sangre, con mis labios, no sé, ¿creen que me quiera ver muerta? —La hija del hada madrina se estremeció apenas dijo eso.

— ¿¡Qué!? No, claro que no, él no mata ni a una mosca, jamás haría tal cosa. Las flores son bastante lindas, tal vez quiso decirte algo y lo malinterpretaste. —Comenté rápidamente, encogiéndome de hombros.

—Además, lo conocemos perfectamente, vivimos toda nuestra vida juntos así que no es capaz de asesinarte, desde que te vio ayer no para de hablar de lo hermosa que eres, aunque puede parecer bastante tímido al principio pero es una persona sensible y amorosa, el punto es que creo que se está enamorando de ti… —Mintió mi mejor amiga, relamió sus labios lentamente cuando finalmente llegamos a la residencia y entramos a nuestra habitación, inmediatamente se puso a buscar el atuendo que le había prometido.

— ¿Qué te dijo, entonces? —La miré cuando se sentó en mi cama junto a mí, la chica empezó a jugar con su cabello, obviamente nerviosa.

—Me dijo que quería salir conmigo y luego me dio esas rosas, pero un perrito hermoso nos interrumpió y bueno Carlos se puso muy raro, creo que puede estar traumado con esos animales, por suerte lo calmé, espero que realmente él sea capaz de darle a Dude el lugar que se merece... —Anuncio Jane antes de dejarse caer en la cama. —Pero ¿y si no lo impresiono? Sé perfectamente que no soy tan encantadora como Audrey o atlética como Lonnie, ni siquiera sé coser como tú... —Se volteó a mirar a la chica que no dejaba de buscarle el vestido ideal para que ella usara en su cita.

— ¿¡Estas loca!? ¡Eres perfecta, no tienes que cambiar nada de tu personalidad o de tu físico para gustarle a alguien! ¿Sabes qué? Si no estuviera perdidamente enamorada de Mal, te besaría ahora mismo. —Exclamó mi compañera de habitación.

—Bueno, concentrémonos en lo importante, Jane quiere cambiar y la vamos a ayudar. —Sonreí mirándolas a ambas.

— ¿¡De verdad!? ¿Cómo lo harán? Ay, gracias, son las mejores. —Exclamó ella, emocionada. Saqué mi libro y mordí mi labio inferior. —Pero la magia está prohibida, no deberíamos usarla, a pesar de que he intentado todo para verme bien pero nada funciona. —Hizo una mueca.

— ¿Nunca has pensado en que la magia está prohibida para impedir que las chicas como tú sean aún más hermosas y puedan ser completamente felices? Recuerda que tu mamá ayudó a Cenicienta, que no era su verdadera hija, pero no desea hacer lo mismo contigo. —La miré y acaricié su mejilla lentamente.

—Eso no es para nada justo, Jane, no te mereces pasar por esto. Pero con un poco de magia todo se puede arreglar y el hada madrina jamás se enterará, será nuestro secreto. —Insistió mi mejor amiga, siguiéndome la corriente. —Tienes las puntas abiertas, eso nunca es atractivo, el cabello más largo te quedará mucho mejor y también si usas ropa como esta… —Acarició su cabello lentamente antes de mostrarle un vestido que había diseñado para ella.

—Mh, supongo que tienen razón, bien, hagan su magia y luego me lo probaré. —Accedió finalmente y  le sonreí a la chica de vestido azul.

  Manipular a alguien en Auradon era demasiado fácil.

Abrí mi libro y empecé a buscar aquel hechizo, no tardé demasiado en encontrarlo.

—Postizos con rizos, reemplaza el antiguo cabello liso...—Murmuré y entonces vimos como la magia surgía efecto rápidamente, Evie la guió hacia el espejo de cuerpo completo.

— ¡Me veo genial! Wow, gracias, ustedes son las mejores, solo tengo que hacer algo antes de probarme esa hermosa prenda que me hiciste. —Dicho esto, ambas vimos como la chica de vestido celeste se lo rompía, miré a mi compañera de habitación sonriendo.

  Al parecer el hechizo había funcionado muy bien, tanto que lograba que se comportara mal.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro