─┈ꗃ ▓▒ ❪ act one ― chapter four. ❫ ▒▓

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LA FAMILIA MIKAELSON HABÍA VIAJADO por toda Europa, sin quedarse mucho tiempo en cada lugar en el que residían, para no llamar la atención. Niklaus seguía con las intenciones de cazar a Katerina y matarla, pero a su vez, la familia era perseguida por su padre, Mikael. El vampiro cazador de vampiros.

Habían pasado varias décadas en Copenhague, correspondiendo a las primeras décadas del siglo XVI. Su estancia en Dinamarca marcó un antes y un después en la familia Mikaelson. Tras dejar la Corte Inglesa atrás, celebraron el primer cumpleaños de los mellizos juntos organizando un baile. Un baile que reunió a las familias más importantes del país y sus cercanías. Pero, para Agnetha, la sorpresa fue cruzarse con una mujer que no había visto nunca pero que, sus ojos azules, se le hacían muy conocidos. Sus brazos rozaron en un momento de la noche y sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo. La misma que sintió cuando abrazó a Elijah después de tantos años... Aquella joven, antes de desaparecer y dejar en un diminuto bolsillo que llevaba su vestido un anillo, se presentó bajo el nombre de Freya.

Después viajaron a Rusia, dónde permanecieron hasta la actualidad, que residen en el sur de España.

Año 1701. Llevaban setecientos años siendo vampiros y ahí seguían, con su condición intentando no llamar demasiado la atención. Aunque no era nada fácil. Ellos sabían que su padre iba tras de ellos para darles caza. Llevaban siglos huyendo del hombre que les dio la vida, a excepción de a los mellizos, que eran unos bastardos, pues Esther le había engañado con el alfa de uno de los clanes de hombres lobo que vivían al otro lado de la aldea donde convivieron durante años.

Y Kol no ayudaba, todo lo contrario. Llevaba décadas resentido con Elijah y Klaus, no le permitían disfrutar. Según él, no dejaban vivir su vida, pero no era el momento para hacerlo, cuando Mikael estaba tras sus tacones, casi alcanzando sus vidas de nuevo.

Agnetha siempre le decía: "acompañarás a Finn en el ataúd" "no digas que no te he avisado mil veces, niño" "no estaré siempre para salvar tu maldito trasero de Original, tonto" y varias frases más pero que, a su hermano, las reprimendas de su hermana ya no le importaban ni le afectaban. Y eso era algo que cabreaba muchísimo a Agnetha, el hecho de tener que darles la razón a su mellizo y a su hermano mayor. Le daba coraje que Kol no hiciera caso a sus palabras, a sus advertencias. Si bien ella no sería capaz de clavarle nunca la daga a ninguno de sus hermanos, pues realmente era muy apegada a su familia y no quisiera nunca hacerles algún daño, no podía decir lo mismo de Niklaus. Klaus era mucho más temperamental que ella, también impredecible y no pensaba demasiado en las consecuencias de sus propios actos ―algo que compartía con Kol, sin lugar a dudas―, por lo que siempre era Elijah quien tenía que limpiar todos sus desastres. Y, desde que se unió a ellos, Aggie también lo hace. Es como si, al haberse reencontrado con sus hermanos, esa mujer sanguinaria que todos conocían, se hubiese reprimido y desaparecido.

Fue una noche de mediados de 1702 cuando Mikael llegó a Cádiz, donde la familia se hospedaba antes de cruzar el charco. La violencia de Kol Mikaelson llamó mucho la atención y atrajo a Mikael, directamente hasta la familia, quemando la ciudad en su despertar. Mientras las llaman se acercaban, Mikael decapitó el caballo de Klaus, Theo. Agatha se encontraba junto a su mellizo en esos momentos, buscando a Kol por todas partes. Cuando vieron lo sucedido con ese precioso caballo de pelaje negro, un pura sangre que había pertenecido a Nik desde hacía años, la fémina pudo ver el dolor en los ojos de su hermano mellizo, permitiéndose por primera vez en mucho tiempo, bajar esa coraza de mujer fría por unos segundos, abrazando a su hermano, dejando así que se desahogara. . . ese fue el primer momento íntimo que compartieron desde que se habían reencontrado. Pero, tras ese momento de debilidad y pensando que Mikael podría alcanzarles si permanecían ahí quietos más rato, le pidió que se fuese con Rebekah hacia el barco que les esperaba en el muelle, para partir hacia el otro lado del charco. Lo último que quería Klaus era poner en peligro a sus hermanitas.

Elijah y Klaus siguieron buscando a Kol mientras las dos hermanas llevaban al ya neutralizado Finn a bordo del barco para huir de Europa, tal y como habían planeado unos días atrás. Agnetha se encargó de obligar al capitán del barco, para que subiera todo el equipaje de la familia a bordo, y se esperase a la llegada de sus hermanos. También llevaban el ataúd de su querida madre, que había sido sellado mediante magia para que solo las brujas descendientes del linaje de Ayana, los Bennett, pudiesen deshacer el hechizo.

Los dos hermanos, después de buscar por varios establecimientos, finalmente dieron con una taberna, bastante alejada del centro de la civilización. Kol se encontraba ahí, donde acudía todas las noches a beber y a alimentarse de seres humanos sin cuidado. A pesar de las advertencias de la llegada de Mikael, él se negaba a huir. Cuando los dos mayores insistieron, el menor intentó resistirse. Pero, finalmente, fue sometido y agarradi por Elijah mientras Klaus sacaba una daga de ceniza del roble blanco y lo neutralizó, acabando con la vida de Kol hasta que la daga fuese quitada.

( . . . )

Las horas pasaron a bordo como si de días o semanas se tratasen. Los últimos días, antes de visualizar tierra, fueron un horror. La tempestad les acompañó, haciendo que el viaje fuera un martirio para todos. Por no hablar del hambre. Necesitaban saciar la sed de sangre pronto, pues las provisiones habían llegado a su fin. Sus gargantas ardían y sí, se habían alimentado de los tripulantes y del capitán, más, tampoco podían drenarlos o no alcanzarían nunca su nuevo objetivo. Esa era la razón por la que únicamente mordían a uno e iban intercalando a los hombres, así como solo bebían su sangre para adormecer el impulso de matarles y aguantar.

Cuando el capitán que habían obligado días atrás lanzó el ancla para poder bajar, puesto que habían llegado, Agnetha suspiró. Echó una última mirada al ataúd dónde descansaba Kol, con la daga clavada en el pecho. Había sido un imbécil total en las últimas décadas y así como Elijah insistía en buscar la redención de Niklaus, Aggie se había prometido a sí misma que haría lo mismo con su hermano pequeño. Sin embargo, era un caso imposible. Mucho peor que su mellizo, si podía decirse.

Niklaus, Rebekah, Elijah y Agnetha salieron del barco una vez tocaron tierra firme. Había poblaciones a pocos kilómetros, lo que haría de sus vidas mucho más fáciles. O eso era lo que todos esperaban.

Los primeros años fueron algo complicados. Tuvieron que mantener en secreto su condición vampírica para no llamar la atención, teniendo que recurrir a su falso status de realeza que usaron en Gran Bretaña. Habían llegado a las tierras de Louisiana, dónde una hermosa ciudad estaba floreciendo.

Nueva Orleans.

* *

n/a. este capítulo viene con muuuuchos cambios y es más corto que la primera versión, de modo que vais a tener un capítulo extra entre el cinco y el sexto que ya estaban publicados. esto se debe a que la relación de aggie con su nuevo ligue (sobrino del gobernador) no se vio reflejada y solo se mencionaba la muerte de éste yyyyy eso no me gustaba demasiado ahora.

mañana veréis la nueva versión de esos cambios, y espero que os gusten tanto como a mí <333

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