~XL~
¡Hola!
Antes que nada quería agradecer que hemos llegado a 20 k de lecturas.
Muchas gracias a todos los que leen, votan y comentan.
¡Sois los mejores!
Después de la primera prueba, Deborah al fin encontró un lugar solitario en Hogwarts.
Se sentó en la sombra de un árbol cerca de el lago y se pasó la mano por la cara, tratando de relajarse.
La imagen de el dragón persiguiendo a Harry no se iba de su mente. No tenía un buen presentimiento sobre este torneo y que nadie hubiera agarrado al dragón cuando se soltó de las cadenas no hizo más que empeorarlo.
De un momento a otro, un olor desagradable llegó a ella, lo que la hizo fruncir el ceño y mirar hacia arriba, de donde provenía el olor.
Se sorprendió al ver a una chica con el uniforme de Slytherin subida a la rama de un árbol y fumando de lo que olía tan mal.
La chica dirigió hacia ella una sonrisa afilada y bajó de la rama, sentándose junto a ella.
Tenía unos ojos marrones oscuro, pero en ellos brillaba un toque peligroso.
Su piel era oscura, incluso más que sus ojos, pero sus mejillas parecían estar algo sonrojadas por el frío.
-Joder Potter, has encontrado mi escondite.
La chica sonreía de lado, pero Debbie conocía ese tipo de sonrisas, falsas, como las de muchos Slytherins.
-¿Y tú eres....
La desconocida pareció encontrar divertida la indiferencia de Deborah, pues soltó una risa mientras negaba con la cabeza.
-Jade Avery, pero no me extraña que no lo sepas, la gente de tu casa no parece caerte muy bien.
Deborah ignoró la pequeña pulla y señaló con la cabeza el pequeño palo que desprendía humo que la chica tenía en la mano.
-¿Qué es eso?
Jade miró el objeto que señalaba la chica.
-Es un cigarro, invento muggle. ¿Quieres?
Deborah negó con la cabeza, el olor era desagradable.
-¿Y se puede saber que hace una sangre pura de Slytherin como tú con algo muggle?
La chica se encogió de hombros y tomó una calada de aquel objeto para luego expulsar humo.
-Las cosas en casa no son bonitas. Cuando metieron a mi padre e Azkaban mi madre lloró y no ha parado desde entonces, esta mierda me ayuda con el estrés.
Deborah miró con renovado interés el cigarro.
-¿Eso quita el estrés?
Jade soltó una pequeña risa y sacó otro cigarro de una caja de su bolsillo.
-Prueba a ver que tal.
Debbie tomó el cigarrillo entre sus manos y lo llevó hacia su boca.
Jade acercó su varita e invocó una pequeña llama con la que encendió el cigarro.
-Inspira y luego suéltalo.
Deborah asintió e hizo lo que Jade le indicó.
-Muy bien Potter, eres una natural, la mayoría de las personas tose la primera vez.
La nombrada se encogió de hombros y siguió fumando en silencio.
***
Deborah se levantó frustrada de su asiento en la biblioteca.
Llevaba una hora sentada frente a una hoja de papel en blanco, pensando en que como contestar a la carta de Regulus.
Se levantó y comenzó su camino hacia la sala común de Slytherin, pues Snape tenía un anuncio que darles.
Se sentía muy frustrada, normalmente Regulus y ella intercambiaban cartas regularmente, pero el día después de que Harry saliera elegido, recibió una carta del hombre, la cual no contestó. Y ahora que había recibido una segunda sabía que era momento de contestar.
Las cartas de Regulus siempre habían resultado reconfortantes para ella, le hacían recordar que pasara lo que pasara en Hogwarts tenía un lugar al que volver.
Pero aquella carta solo había conseguido inquietarla y todo por una simple pregunta.
¿Estás bien?
Para ella era obvio que no, aunque los cigarros que Jade acabó regalándole ayudaban, las sensaciones de soledad y de que algo malo iba a ocurrir no abandonaban su cuerpo.
Pero no se lo diría a nadie, tenía que seguir lo único que sentía seguro en su vida.
No dejes que nadie te vea vulnerable, te harán daño.
Confiaba en Regulus con su vida, pero era incapaz de desobedecer el consejo que una vez le dio.
Entró a la sala común de Slytherin y se sentó con algo de desagrado pues al parecer habían separado a los chicos de las chicas.
-Hey Potter.
Deborah asintió con la cabeza hacia Jade, que se sentó a su lado.
En las últimas semanas había pasado bastante tiempo con la morena fumando.
No podía considerarla una amiga, pues nunca hablaban, era más bien la persona que le proporcionaba los cigarros, de lo cual sus verdaderos amigos no tenían ni idea.
Al fin Snape apareció en la Sala y se colocó en el centro.
-Con motivo del torneo de los tres magos se celebrará estas navidades un baile al que acudirán todos los colegios. Por supuesto que espero de los Slytherins un comportamiento ejemplar.
Un silencio se hizo mientras un par de personas soltaban risitas emocionadas.
A Deborah no podía importarle menos todo aquel asunto de el baile, pero no había manera de salir de allí sin que Snape la quitara puntos.
-Siendo de Slytherin asumo que muchos ya habréis recibido clases de baile, pero es obligatorio que durante esta hora os dediquéis a ensayar. Así que elegir una pareja y a bailar.
Deborah suspiró y miró hacia sus dos amigos, quienes estaban en el lado contrario.
Corvus se levantó y caminó hasta quedar frente a ella.
-¿Bailamos Potter?
La chica asintió con una mueca de desagrado ante la situación y tomó la mano de su amigo siguiéndole a la pista.
Ambos comenzaron a bailar dando vueltas por la sala, pues Corvus había recibido clases de niño y aunque Deborah odiaba bailar, Regulus se había encargado de que al menos supiera los pasos básicos.
Observó como Ed se levantaba de su sitio y caminaba hacia la zona de las chicas, invitando a bailar a una niña que parecía unos años menor que él.
-¿Sabes quién es?
Corvus miró hacia donde la chica señaló disimuladamente.
-Astoria Grengass. Está enamorada perdidamente de mi primo, pero él no está muy interesado. Supongo que la única oportunidad que tenía Ed de bailar con alguna de las racistas de aquí era con alguien con el corazón roto.
Deborah observó como Draco bailaba con Pansy Parkinson, susurrandose cosas mientras se reían.
-No sabía que tu primo tenía novia.
Corvus negó con la cabeza.
-No la tiene, es su mejor amiga, no creo ni que se gusten.
Deborah asintió y ambos siguieron bailando.
Cuando la música acabó, Corvus deslizó delicadamente un objeto al bolsillo de la túnica de su amiga.
-Aquí están tus estúpidas piedras. No sabes lo que me ha costado que Lucius me las mande.
Deborah asintió en agradecimiento y salió de la sala común de Slytherin.
Maldijo en su mente, pues sabía que ahora debía entregar los últimos ingredientes a los gemelos.
Había hecho un gran trabajo evitandoles esos días, a pesar de que ambos habían intentado hablar con ella.
Pero tenía que entregarles aquellas piedras y ya no podía evitarles más.
Subió por el pasillo hasta la sala común de Gryffindor y esperó fuera del cuadro.
La primera persona en salir fue Neville Longbottom quien se sobresaltó al ver a la chica.
-Ho.. Hola Potter.
A pesar de no cambiar su rostro serio, Deborah suavizó un poco su tono de voz, algo casi imperceptible pues se trataba de Neville.
-Hola Longbottom. ¿Podrías decirle a los gemelos Weasley que tengo que hablar con ellos?
Neville asintió y se metió en la sala común.
En ella los gemelos estaban haciendo pruebas a uno de los alumnos de primero con su caramelo de granos.
-Chicos, Deborah Potter está fuera y os busca.
Fred ensanchó su sonrisa y se levantó rápido.
-Voy yo Feorge, tú sigue con las pruebas.
Tras decir eso salió a paso alegre del cuadro.
-¡Potter! Me alegro de verte, pensaba que me estabas evitando.
Pero el buen humor del chico se fue al instante, al notar la expresión seria de la chica.
Ella siempre estaba seria, aún no la había visto sonreir, pero había aprendido a distinguir cuando esa cara era una fachada, y ahora lo era.
Deborah sacó las piedras de su bolsillo y se las tendió.
-Aquí tienes el último ingrediente.
Fred lo recibió confuso por la brusquedad de la chica.
Cuando esta estuvo a punto de irse él la detuvo.
-¡Espera Potter!
Deborah se detuvo maldiciendo de nuevo. Ya le estaba costando lo suficiente irse como para que encima le pusiera dificultades.
-¿Te encuentras bien?
Debbie agradeció no haberse dado la vuelta, pues su mueca se sorpresa ante la pregunta de el chico fue bastante obvia.
Se limitó a asentir y a salir rápido de allí.
Mientras andaba a paso rápido hacia los jardines sacó un cigarro de su bolsillo y lo encendió, tomando una calada con ansiedad.
¿Por qué esa maldita pregunta otra vez? ¿Por qué se lo había preguntado?¿De verdad se preocupaba por ella o era todo una mentira? ¿Por qué quería quedarse junto a él y bromear como hacían antes?
¿Qué la estaba pasando?
Nuevo capítulo antes de lo que tenía planeado, pero voy a aprovechar ahora que no tengo muchos exámenes para actualizar.
Bueno, han pasado bastantes cosas en este capítulo.
Lo primero ha aparecido un nuevo personaje, Jade Avery.
¿Qué os parece? ¿Alguna teoría de el papel que va a tener en esta historia?
¿Qué opináis de la nueva adicción de Deborah?
También vemos cómo vuelve a tener problemas para comunicarse con Reg o como Fred se está dando cuenta de que algo no va bien.
¿Alguna teoría de lo que va a pasar con estos dos?
Muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima 💙
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