~XIX~
Deborah caminaba por el tren en busca de el compartimento más alejado de todos, en el que solía colocarse con sus amigos.
Al llegar allí pudo observar a Corvus, quien al parecer ya llevaba allí un rato.
El chico había crecido aquel verano, sin duda ahora le sacaba más de una cabeza y media, su cabello azabache y rizado se encontraba atado en una pequeña coleta, mientras que el cabello de atlante le tapaba sus cansados ojos.
Debbie se dejó caer con pesadez en los asientos de enfrente y cerró los ojos agotada.
Desde que se enteró de que Sirius Black había salido de Azkaban no podía pegar ojo. Sus noches estaban plagadas por recuerdos de su infancia en las que aquel hombre la ayudaba a subir a una escoba de juguete y pesadillas en los que él aparecía torturando y matando a sus padres con una sonrisa sádica.
Cuando abrió los ojos y observó a su amigo este la dedicó una pequeña sonrisa antes de suspirar.
El verano del chico tampoco había sido fácil. Después de todo lo que ocurrió el año pasado no había dejado de darle vueltas a que odiar a los muggles era algo absurdo, por lo que cada vez se le hacía más difícil adaptarse al estilo de vida puritano de los Malfoys.
Pero él no se consideraba ningún héroe, era una serpiente y estaba dispuesto a arrastrarse lo que hiciera falta con tal de mantener un techo y comida bajo su cabeza.
Ninguno de los dos dijo nada, pues sabían a la perfección que el otro no estaba pasando por su mejor momento.
Las puertas del compartimento se vieron abiertas bruscamente por el miembro restante del trío.
Edmund les dedicó una brillante sonrisa.
-Hola chicos, ¿estáis preparados para los TIMOS? Porque yo me estoy planteando tirarme por la ventana ahora mismo.
Corvus soltó un bufido, en un intento de ocultar su risa y se levantó a ayudar a Ed a subir su maleta.
El más bajito se sorprendió ante la acción.
-No me lo creo, ¿llevo más de dos segundos aquí y aún no me has insultado? ¿Estás planeando matarme o algo así?
Corvus rodó los ojos.
-Hola idiota, espero que tu verano haya sido mejor que el mío.
Unos segundos le siguieron a ese comentario, pero Edmund pareció no querer darle importancia al comentario pesimista de su amigo.
-Probablemente, mi hermana Susan ha estado fuera así que no he tenido que aguantar a su novio.
Ed agarró la muñeca de Corvus y le obligó a sentarse junto a él mientras les contaba a ambos como el idiota de su hermano y Lucy casi queman la cocina intentando hacer galletas.
Los otros dos escuchaban atentamente. Para muchas personas el constante parloteo de Edmund era molesto, pero ellos lo agradecían, les ayudaba a despejarse.
Y así pasaron las horas hasta que el tren se detuvo repentinamente.
Un escalofrío recorrió la espalda de Deborah y un único pensamiento vino a su cabeza.
Sirius va a por Harry.
Sin pensarlo ni un segundo salió de su compartimento en busca de su hermano.
Pero se quedó paralizada al ver lo que de verdad había en el tren.
Un par de dementores rondaban por el pasillo.
La chica comenzó a temblar de frío y a marearse cuando sintió como una mano la arrastraba hacia dentro de un compartimento.
-¿Qué demonios hacías allí fuera Potter?
La chica pestañeó un par de veces algo confusa al ver cómo los gemelos Weasley la miraban algo molestos.
Ella abrió la boca para hablar pero ningún sonido salió.
-Apartaos de ella comadrejas.
En aquel momento Deborah reparó en la presencia de Draco. El chico también temblaba y parecía más pálido de lo normal.
Uno de los gemelos pareció estar a punto de contestar, pero se detuvo cuando la puerta fue abierta por uno de los dementores.
Deborah se tapó los oídos al escuchar los gritos de un hombre y una mujer, aquellas voces que conocía tan bien y que la atormentaban tanto en sus pesadillas.
El mareo pudo con ella y acabó desvaneciendose en los brazos de Fred Weasley.
El chico miró algo asustada a la que una vez fue su enemiga y la cubrió con su cuerpo de el dementor mientras que su gemelo sacaba la varita y se colocaba delante de ellos.
Tras unos tensos segundos en los que Fred tensó su agarre en la chica, quien parecía no despertar, el dementor se fue.
Un hombre con el rostro lleno de cicatrices se asomó por la puerta del compartimento y se asustó ante la escena que había dentro.
-Dejala en el suelo y darle algo de espacio.
Fred asintió e hizo lo que el hombre le dijo.
Unos segundos después Deborah se levantó sintiéndose algo perdida, bajo las miradas preocupadas de todos en el compartimento.
-Toma un poco de chocolate, te sentará bien.
Debbie frunció el ceño ante Lupin. Pensó que no volvería a ver a aquel bastardo en su vida.
-No, estoy bien.
Y dicho esto intentó levantarse, pero se tambaleó y fue rápidamente agarrada por un chico de rastas que la ayudó a sentarse.
Cuando Lupin volvió a insistir Debbie negó, no quería aceptar nada de ese hombre.
-Vamos Deborah, esto ha ayudado a Harry....
Pero Lupin no pudo seguir, pues se vio interrumpido por el tono brusco de la chica.
-¿Harry? ¿Le ha ocurrido algo?
Intentó volver a levantarse, pero esta vez se vio detenida por uno de los gemelos Weasley, quien la miraba algo cansado.
-Vamos Potter, solo es chocolate, tómatelo...
-E iremos a ver a nuestros hermanos.
Terminó el otro haciendo una mueca.
Debbie suspiró y se mordió el chocolate.
***
Por otro lado, Corvus y Edmund salieron tras su amiga tan pronto como los dementores se fueron, ambos preocupados por la chica.
-¿Dónde demonios habrá ido?
Ed negó con la cabeza.
-Busquemos a Harry, ella habrá ido a verle.
Cuando ambos chicos llegaron al compartimento Ed sonrió levemente hacia su hermana y observó como Harry mordía chocolate con la mirada clavada en el suelo.
-¿Habéis visto a Deborah?
Los niños del compartimento le miraron algo confusos.
Lucy le miró y negó con la cabeza mientras acariciaba la espalda de Neville en un intento de tranquilizar al chico.
-No ha pasado por aquí.
Los dos mayores intercambiaron miradas, sintiéndose preocupados.
-Si no ha llegado aquí algo habrá pasado.
Harry levantó la mirada, totalmente confuso ante la actitud de los dos chicos.
-¿Por qué ella vendría aquí?
Observó como el hermano de Lucy rodaba los ojos.
-Pues porque era peligroso.
Eso no ayudó en nada a Harry a entender lo que estaba ocurriendo y Edmund pareció notar eso.
-Créeme, tú hermana.....
Pero no pudo continuar con su explicación pues los gemelos Weasley y Lee Jordan aparecieron en su campo de visión.
Lo más sorprendente de todo es que Fred llevaba a una Deborah Potter con cara de pocos amigos agarrada del brazo.
-¡Hola chicos! ¿Todos bien?
Ninguno contestó ante las palabras de George, puesto que tenían las miradas clavadas en Debbie y Fred.
Al notar eso, Fred soltó una pequeña risa.
-Un dementor ha entrado en nuestro compartimento y ella se ha desmayado, está aún algo débil para andar sola, pero se ha empeñado en venir, ¿no es así damisela?
Deborah gruñió y se soltó rápidamente de su agarre para engancharse al brazo de su amigo Edmund, quien la miró preocupado.
-¿Te has desmayado?
La chica asintió.
Harry miró la escena sorprendido, si ella también se había desmayado quizás había escuchado la voz.
-Tú... ¿Tú también has escuchado un grito?
Su voz tembló al darse cuenta de que era la primera vez que le dirigía la palabra a su hermana.
Se sintió nervioso al ver cómo ella lo miraba de arriba a abajo.
Debbie terminó por asentir.
-Varias.
Harry asintió, quitándose un peso de encima, al menos no estaba solo en esto.
Lo que él no sabía es que nunca lo había estado.
¡Hola!
Llevo dos días seguidos actualizando y solo puedo darle las gracias a mi insomnio por ello.
¿Qué os está pareciendo la historia hasta ahora?
Yo solo digo que a partir de este año las cosas se van a poner interesantes...
¿Tenéis ya algún ship? ¿Personaje favorito?
El mio es Debbie, es una bebé. No puedo decir ships porque sería spoiler xd.
Bueno, muchas gracias por leer, votar y comentar.
¡Un abrazo!
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