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~XCVI~

Corvus y Draco se encontraban en la celda de Lucy.

El rubio curaba las heridas de su amiga mientras que Corvus se mordía las uñas con ansiedad.

Después de meses engañando a Bellatrix y fingir estar torturándola, la mujer había pedido pruebas.

El de cabello rizado era incapaz de mirar a la chica a los ojos sin sentirse un monstruo. Se juró a sí mismo que no le haría daño a la chica y aún así allí estaban.

-¿Te duele mucho?

Preguntó suavemente Draco, desinfectando una herida en su brazo.

La chica y el rubio habían acabado por hacerse grandes amigos en los meses que ella había pasado allí.

Siempre que podía Draco se escabullía a las mazmorras y ambos charlaban sobre Neville y Harry.

Lucy era la primera persona ante la que Draco había admitido sus sentimientos por el chico Potter.

La nombrada negó con la cabeza ante la pregunta de el rubio.

-Duele un poco, pero puedo aguantar.

Al escuchar la voz rasposa de la chica Corvus se apresuró a extenderle una botella de agua.

-Bebe, te ayudará.

Lucy asintió y le dedicó una suave sonrisa, adivinando como se sentía el moreno.

-No te sientas mal Corvus, prefiero mil veces que me tortures tú a que lo haga tu madre.

El de cabello rizado negó rápidamente con una expresión seria.

-Eso no ocurrirá, te lo aseguro.

Pero la conversación se vio interrumpida por la voz que ahora habitaba las pesadillas de Corvus, su madre.

-¡Draco, Corvus! ¡Venid, os necesito!

Los rostros de ambos se ensombrecieron  y salieron de la celda.

Mientras subían las escaleras Corvus se percató del rostro asustado de su primo.

-Todo va a salir bien, estoy aquí para protegerte.

El rubio asintió con los ojos cristalizados y esa expresión de cansancio que ya parecía permanente.

Pero cuando ambos llegaron junto al matrimonio Malfoy y Bellatrix se quedaron paralizados.

Allí frente a ellos estaban Dean Thomas, Ron Weasley, Hermione Granger y un Harry Potter con la cara desfigurada.

Corvus apartó la mirada y puso su mejor expresión indiferente, tratando de disimular su preocupación.

Draco imitó la expresión de su primo, pero fue incapaz de controlar el temblor de sus rodillas o lo acelerado que estaba su corazón.

-Draco, necesitamos estar seguros de que es Potter.

El rubio asintió ante las palabras de su tía y caminó hasta arrodillarse frente al chico y mirarle a los ojos.

Era Harry, reconocería esa mirada en cualquier lugar.

Le observó durante unos segundos más, reprimiendo el impulso de lanzarse a abrazarlo y se alejó de él.

-¿Y bien? ¿Es Potter?

Preguntó Lucius impaciente.

Draco supo enseguida que si lo negaba y ellos lo descubrían estaba muerto, pero tampoco podía permitir que hicieran daño a Harry.

-No... No estoy seguro, ¿qué demonios le ha pasado en la cara?

Preguntó con un falso tono asqueado.

Bellatrix negó con la cabeza restándole importancia.

-No pasa nada Draco. Si tu no estás seguro hay una pequeña Hufflepuff que puede confirmarlo. Además quiero ponerle las manos encima, la habéis mantenido alejada de mi.

Corvus apretó los puños hasta que sus nudillos estuvieron blancos, pero atendió la orden de su madre.

Llegó a la celda de Lucy y la ayudó a levantarse.

-Tus amigos están arriba, finge que no conoces a Potter, yo te cubro la espalda.

Susurró en el oído de la chica mientras ambos subían las escaleras.

Esta asintió y fingió estar adolorida para así hacer más convincente su confusión.

Una vez estuvo ante el trío de oro, Lucy frunció el ceño, fingiendo estar mareada.

-No lo sé, con lo que tiene en la cara no sería capaz de asegurarlo.

Bellatrix agarró el cuello de la chica furiosa, causando que Corvus sacara disimuladamente su varita.

-Escúchame pequeña traidora....

Pero no terminó su amenaza, puesto que su vista se centró en la espada que uno de los carroñeros llevaba atada a la cintura.

-¿¡Qué es eso!?

Preguntó lanzando a la chica al suelo y dirigiéndose al hombre.

Draco aprovechó la confusión para ir hacia Lucy y ayudarla a incorporarse.

Harry sonrió levemente al ver el gesto del chico, Draco seguía siendo él.

Pero antes de que nadie tuviera tiempo de contradecir Bellatrix volvió a gritar.

-¡Corvus, Draco! Llevad a los chicos a las mazmorras. Pevensie, Granger y yo vamos a tener una charla de chicas.

Un escalofrío recorrió a todos los presentes al escuchar el tono de su voz.

Ambos chicos obedecieron una vez más las órdenes de la mujer y arrastraron a los calabozos a los tres chicos que se resistían.

Una vez dentro de la celda Harry se agarró a los barrotes y miró al rubio con los ojos cristalizados.

-Draco por favor.

La voz del chico sonó temblorosa debido a la preocupación por su amiga.

Draco, quien también temblaba miró los ojos del chico durante unos segundos y se dio la vuelta para que no viera la lágrima que cayó por su mejilla.

Corvus colocó una mano en el hombro de su primo y dejó una caricia antes de subir las escaleras con pasos lentos.

Los gritos desgarradores de Hermione se escuchaban por toda la sala y el de cabello rizado no pudo hacer otra cosa más que apartar la mirada mientras temblaba de rabia.

No sabía cuánto tiempo más iba a poder contener el impulso de atacar a su madre, de vengarse, de proteger a las chicas. No sabía cuánto tiempo iba a aguantar el impulso que podría causar su muerte inmediata.

A estas alturas el miedo a morir era lo único que le mantenía en su rígida posición, pero poco a poco la rabia iba pesando más que el terror.

Observó como su madre alejaba el cuchillo del brazo de la pobre chica mientras se reía como una loca.

Corvus frunció el ceño, mirando a la mujer con asco.

De pequeño siempre quiso conocer a su madre, solía imaginar que vendría a salvarle de los comentarios mordaces de Lucius y que le diría que todo iba a salir bien.

Pero muchas cosas habían cambiado desde aquel momento, él había cambiado y no sabía cuanto tiempo más iba a poder fingir lo contrario.

Notó como Draco se colocó junto a él, con las varitas de los prisioneros en las manos y los ojos rojos.

-Prepárate, Dobby está aquí.

Susurró el rubio en su oído, haciendo que una ola de alivio le recorreriera.

Al menos las chicas tenían una oportunidad de salir vivas.

Los siguientes acontecimientos pasaron rápidos y confusos en la cabeza de Corvus.

Harry y Ron salieron corriendo de las mazmorras y se dirigieron hacia Draco, quien fingió resistirse antes de soltar las varitas.

De un momento a otro Ron sostenía a Hermione en sus brazos mientras que Harry intentaba llegar a Lucy.

Pero Bellatrix fue más rápida que el muchacho y agarró el cabello de la chica, elevando su cabeza y colocando el puñal contra su cuello.

-Un paso más y la mato Potter.

Harry se detuvo inmediatamente, mirando aterrorizado la escena.

Corvus no supo en qué momento había sacado su varita ni en qué momento había avanzado hasta su madre, pero ver unas gotas de sangre caer por el cuello de Lucy fue todo lo que necesitó para perder los pocos papeles que le quedaban.

Lanzó un hechizo hacia el brazo de su madre, causando que esta se encogiera de dolor y soltara a Lucy.

Corvus se colocó delante de la chica, apuntado a Bellatrix con la varita.

La mujer soltó una carcajada antes de gritar.

-¡Traidor! ¡No eres más que un asqueroso traidor! ¡Mi descendencia no se llenará de traidores, te mataré aquí mismo!

Aulló la mujer fuera de sí, para comenzar a atacar a su hijo.

Corvus bloqueaba sus ataques a una velocidad asombrosa, pero incluso un gran duelista como él no le hacía frente a la mujer.

Un fuerte sonido proveniente del techo hizo que la pelea se detuviera y todos miraran hacia arriba.

-Dobby es un elfo libre.

Exclamó la pequeña criatura para luego dejar caer la gran lámpara.

Corvus se apresuró a tomar a Lucy entre sus brazos y a apartarse de aquel desastre. Pero un trozo de metal golpeó su cabeza causando que cayeran al suelo.

Harry agarró a ambos y les arrastró hacia donde Ron y Hermione se encontraban.

-¡Draco! ¡Ven con nosotros!

Pero el rubio no se movió de su sitio junto a su madre, a pesar de tener sus mejillas llenas de lágrimas.

Dobby apareció frente a ellos y les tocó haciendo que desaparecieran de allí.

Corvus sintió un gran dolor de cabeza y veía todo borroso, pero distinguió perfectamente como el puñal de su madre se colaba entre ellos.

¡Hola!
Hoy hay capítulo largooo.

¿Qué os ha parecido?

¿Cuál ha sido vuestra parte favorita?

¿Qué creéis que va a ocurrir ahora con Corvus? ¿Y con Draco?

Nos vemos!

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