~XCI~
¡Hola!
Me paso por aquí para decir que este libro cuenta ya con casi 130k de lecturas.
Quería dar las gracias a todas las personas que votan y que comentan❤️.
Y además de eso proponeros un especial para celebrar esto, como la última vez que lo hice os dejaré varias opciones y veré cuál es la que tiene las votos.
-Preguntas y respuestas con los personajes.
-Ficha con imágenes y curiosidades de los personajes.
-Capítulo de las primeras navidades de Regulus y Deborah juntos cuando este la adoptó.
-Los merodeadores y Lily jóvenes reaccionando a escenas del libro.
Poned lo que queráis hacer aquí y si tenéis alguna sugerencia decidlo.
Ahora si, os dejo que leáis.
El día 1 de septiembre llegó inevitablemente.
Para muchos el sentimiento de aquel día había cambiado de un año a otro.
Los hijos de mortífagos subían al tren cansados del verano tan largo que habían tenido.
Los traidores de sangre subían con la guardia puesta, listos para defenderse de cualquier ataque.
Los hijos de muggles que habían tenido suerte habían huido, pero los menos afortunados subían al tren completamente aterrados.
Lucy Pevensie subió agarrando la mano de su novio, sintiendo una presión en el pecho.
Era la primera vez que entraba a aquel tren sin su hermano o el trío de oro.
Sabía que sus amigos habían intentado protegerla no involucrándola en la misión, ya que Lucy no era la mejor duelista, pero no podía evitar sentirse triste al saber que se habían marchado sin ella.
Neville acarició su hombro, notando como se había perdido en sus pensamientos.
-¿Estás bien Lu?
La chica asintió con una sonrisa mirando al Gryffindor para después plantar un tierno beso en su mejilla.
-Perfectamente, vamos dentro.
A pesar de que ya llevaban años saliendo, Neville no podía evitar sonrojarse cada vez que la chica le besaba.
Intentó disimular el tono rosa de sus mejillas arrastrando a Lucy hasta el vagón donde Seamus, Luna y Ginny esperaban, las dos últimas tomadas de la mano.
El trayecto fue algo silencioso, pues a pesar de que todos se llevaban de maravilla, cada uno tenía la cabeza ocupada con algo diferente.
Luna fue la encargada de romper el silencio, levantándose del regazo de Ginny.
-Voy a por chocolate del carrito.
Anunció con su dulce voz.
Lucy también se levantó y sacó algo de dinero de su maleta.
-Te acompaño, me muero de hambre.
Ambas chicas abandonaron el vagón y caminaron por el silencioso tren.
Lucy iba escuchando concentrada todo lo que Luna le contaba sobre las vacaciones con su padre cuando el tren se detuvo.
La Hufflepuff miró a los lados sorprendida y sacó su varita, sabiendo que muy probablemente fueran mortífagos.
Tomó de la mano a Luna y las arrastró a ambas a un vagón vacío, pues este año abundaban.
Luna miró asustada a su amiga, indicándole con gestos que no había traído su varita.
Lucy cerró las cortinas del vagón y ambas se alejaron todo lo posible de la puerta, chocando sus espaldas contra la pared.
Observaron aterradas la silueta de un hombre acercarse al vagón.
Se detuvo frente a la puerta y olfateó el aire para luego soltar una carcajada.
Ambas chicas comenzaron a temblar, sabiendo que Fenrir Greyback estaba al otro lado.
El licántropo abrió la puerta del vagón con una sonrisa apuntando a las chicas con su varita.
-Pero si son justo las chicas que yo estaba buscando. ¿Doy más miedo ahora que Potter no está aquí para defenderos?
Lucy se mantuvo todo lo firme que pudo, mirando a los ojos del repulsivo hombre.
Pero resistirse no sirvió de nada, puesto que en cuestión de segundos cuatro mortífagos más aparecieron en la puerta.
-No tenemos tiempo para esto Greyback, agarra a las chicas y vámonos.
Lo siguiente que sintió Lucy fue un humo negro que la cegó, su varita volando de su alcance y un golpe en la cabeza.
***
Lucy abrió los ojos sintiendo un fuerte dolor en su cabeza. Intentó llevar una mano allí, pero no tardó mucho en darse cuenta de que estaba atada.
Miró a su alrededor, no reconociendo el lugar en el que estaba.
Su vista comenzó a aclararse y distinguió unas siluetas no muy lejos de ella que parecían estar discutiendo.
-Ella no debería estar aquí. El plan era capturar únicamente a Lovegood.
Corvus Lestrange, pensó la chica, reconociendo aquella voz.
-Si no la queréis yo podría quedármela, es una chica preciosa.
La voz de Fenrir causó que un escalofrío recorriera su columna.
-Absolutamente no.
Cortó tajante Corvus, aliviando a Lucy.
-¿Por qué tanto interés en la chica hijo?
La voz de Bellatrix llenó la sala.
Lucy se sintió mal por Corvus, el tono despectivo con el que había dicho hijo le dolió hasta a ella.
-Corvus fue amigo de su hermano un tiempo, quizás sienta simpatía hacia la traidora.
Apuntó Lucius Malfoy con amargura.
-Fui amigo de ese traidor a los doce años, cuando no sabía que clase de escoria eran, así que no vuelvas a acusarme de algo así. La chica puede tener información útil, después de todo su familia está en la orden.
El veneno en la voz del chico hizo sentir mejor a Lucy, recordando todas las veces que su hermano la había defendido usando ese mismo tono.
-¡Genial! ¡Yo me haré cargo de los interrogatorios!
Celebró alegre Bellatrix.
-No. Yo lo haré, quiero ganarme la simpatía del señor oscuro, madre.
Dijo el chico usando el mismo tono despectivo que ella.
La mujer bufó irritada.
-Está bien. Pero no te olvides que un interrogatorio sin lágrimas no sirve para nada.
Declaró amenazante la mujer.
Corvus ignoró las palabras de su madre y se giró hacia su primo.
-Draco, llévala a las mazmorras.
Lucy observó como el recién nombrado se acercó a ella y la tomó en sus brazos.
Mientras bajaban las escaleras a la mazmorra, Lucy vio que Corvus les seguía de cerca.
Una vez estuvieron abajo Draco se apresuró a desatar a la chica, quien aún seguía temblando.
-¿Estás bien Pevensie?
La chica miró al rubio frente a ella y acarició su mejilla, notando las numerosas heridas que adornaban su rostro.
-¿Y tú Malfoy?
Draco suspiró triste y negó con la cabeza, apartándose de ella y colocándose junto a su primo.
-¿Dónde está Luna?
Preguntó la chica preocupada por su amiga.
-Lovegood está en otra celda, junto con Olivander y un gnomo. Te trasladaremos allí tras tu primer interrogatorio.
Contestó Corvus en un tono monótono.
El chico también estaba desmejorado. Su rizado cabello le llegaba por debajo de los hombros y una pequeña capa de pelo comenzaba a adornar su herido rostro.
A pesar de eso Lucy le dedicó una amable sonrisa.
-Gracias por defenderme allí arriba.
El moreno negó con la cabeza quitándole importancia.
-No te acostumbres Pevensie, aquí eres una prisionera.
Dijo para después salir de allí.
Lucy soltó una pequeña risa. A pesar de la horrible situación en la que se encontraba, intentaba ser positiva.
-Creo que le caigo bien.
Le dijo a Draco, quien negó con la cabeza divertido para marcharse de allí.
¡Corvus ha vueltooo!
¿Qué os ha parecido el capítulo?
¿Cuál ha sido vuestra parte favorita?
Nos vemos!
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