Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

~LXXXVII~

Edmund charlaba animadamente con George tras haber dejado de bailar con Vicktor.

Si bien el jugador de Quidditch había intentado ligar con él durante el baile, Ed le había rechazado educadamente.

No era la primera vez que alguien intentaba hacer un avance con él, pero por mucho que se intentara convencer a si mismo de que lo suyo con Corvus se había acabado aún necesitaba pasar página.

Su conversación con George se vio interrumpida por el gemelo de este, quien entró a la carpa con los ojos cristalizados y una cara triste.

-¿Qué te ha pasado Gred?

Preguntó su hermano preocupado.

Fred suspiró.

-Debs y yo... Lo hemos dejado.

Edmund miró sorprendido al chico ante sus palabras.

George, también sorprendido rodeó con su brazo los hombros de su hermano en un intento de hacerle sentir mejor.

El moreno suspiró y tras dar unas palmaditas al hombro de Fred buscó a Jade con la mirada.

La encontró cerca de la barra charlando con Luna y Ginny, quienes tenían sus manos entrelazadas.

Ed caminó rápido hacia ella y tocó su hombro.

-Tenemos un problema fuera de la carpa.

A pesar de no saber a que demonios se refería su amigo, Jade asintió y cogió una botella de whisky de fuego de la barra.

-¿Nos hará falta?

Edmund asintió rápidamente y ambos salieron de la carpa mientras que el chico informaba a Jade de la situación.

Deborah observaba las estrellas en silencio, sintiéndose triste. Sabía que había sido la decisión correcta, pero eso no significaba que doliera menos.

-Hey.

La chica giró su cabeza para encontrarse con sus amigos, quienes la miraban con una pequeña sonrisa.

-¿Cómo estás?

Preguntó Ed acercándose a ella y entrelazando su brazo con el de la chica.

Deborah se limitó a encogerse de hombros.

Jade tomó un trago de la botella y se la extendió a la chica.

-Viene bien para los desamores y creo que todos aquí necesitamos un poco.

Ed soltó una pequeña risa ante lo dicho por su amiga y observó como Deborah tomaba un trago para luego hacer una mueca en desagrado.

-Esto es una mierda.

Dijo pasándole la botella a Edmund.

El chico asintió bebiendo un trago y suspirando.

-Me gustaría que Corvus estuviera aquí.

Susurró, con miedo a ser juzgado por sus amigas.

-A mi también.

Respondió Deborah. Extrañaba mucho a su amigo, le hacían falta aquellos consejos sin pelos en la lengua que él solía darle.

-Me gustaría haber podido salvarle de todo esto.

Dijo Jade, la culpa era notoria en su voz. A pesar de que nunca lo había dicho en alto, se sentía responsable por todo lo que le había ocurrido a Corvus.

Sus padres planearon un destino para ambos, mortífagos, boda y herederos.

El hecho de que ella hubiera podido escapar a aquel futuro y Corvus no la comía por dentro.

Una lágrima cayó por la mejilla de Edmund y apoyó su cabeza en el hombro de Deborah.

Jade entrelazó su brazo con el de la chica y allí se quedaron los tres, sin decir nada, todos sus pensamientos en la misma persona.

Desde detrás Harry les observaba con una pequeña sonrisa.

Se había preocupado al ver a Fred entrar triste a la carpa y había decidido salir a comprobar que su hermana se encontraba bien.

Por muy duros que parecieran los tres no eran distintos de él.

Su conversación le llevó a pensar en Draco y en todo aquello que le dijo a Dumbledore en la torre.

Un patronus entrando a la carpa interrumpió sus pensamientos.

-Salid de allí, los mortífagos vienen.

Nadie tuvo tiempo a reaccionar cuando un montón de figuras encapuchadas aparecieron allí lanzando maldiciones a diestro y siniestro.

Edmund se soltó del agarre de sus amigas tras escuchar los gritos y corrió hacia la carpa en busca de su familia.

Deborah y Jade intercambiaron miradas y sacaron sus varitas caminando también hacia la carpa.

Una vez entraron vieron como todos los invitados corrían de un lado a otro tratando de escapar de los hechizos.

Deborah miró a los lados y se encontró como un mortífago se acercaba a Hermione por la espalda mientras esta parecía estar buscando a alguien.

Lanzó un rápido hechizo que paralizó al hombre y se dirigió hacia la chica.

-Tienes que estar más atenta Granger.

La castaña asintió asustada al ver que casi perdía la vida.

-¡Necesito encontrar a Harry y a Ron!

Exclamó la chica por encima de los gritos.

Deborah asintió, pero no pasó mucho tiempo hasta que entró en duelo con otro mortífago.

Con el rabillo del ojo observó como Hermione se separaba de su lado para correr hacia Harry y Ron y desaparecer justo después.

Consiguió desarmar al mortífago unos minutos después y miró a su alrededor, buscando a alguien a quien ayudar, pero era una tarea complicada debido a la gran cantidad de gente corriendo de un lado a otro que había.

Pero todos sus sentidos se pusieron alerta al escuchar una voz que reconocía.

-¡Voy a matarte asquerosa traidora!

Avery.

Corrió lo más rápido que pudo hasta donde estaba el hombre, apuntando con su varita a Jade, quien sollozaba en el suelo.

Una furia inesperada se apoderó de ella al ver a un padre dispuesto a matar a su propia hija.

-¡Crucio!

El hombre cayó al suelo retorciéndose de dolor.

Deborah no se detuvo a pensar en la atrocidad que acababa de cometer. Le dio una patada a la varita del hombre, mandándola fuera de su alcance y se dirigió hacia Jade.

-Mierda.

Murmuró al ver cómo la pierna de su amiga sangraba abundantemente.

Miró a sus lados evaluando sus opciones y rápidamente se dio cuenta de que tenían que irse.

Suspiró, tomó la mano de su amiga y ambas desaparecieron de allí.

Jade gruñó de dolor al caer en la acera frente a la mansión Black.

Deborah tomó a su amiga entre sus brazos y ambas entraron a la casa, donde depositó a Jade en un sofá.

-Espera aquí, iré a por algo con lo que tapar la herida.

Aunque sabía un par de hechizos de curación, la herida de la chica era larga y parecía profunda, por lo que no quería arriesgarse.

-Ama Potter, ¿qué necesita?

La nombrada se sobresaltó al escuchar la voz de Krecher.

-Mi amiga está herida, necesito ayuda para curarla.

El elfo asintió y ambos salieron de la cocina para ir al sofá donde estaba la chica.

Krecher empezó a hacer magia alrededor de la pierna de la chica, logrando que la gran herida dejase de sangrar.

-Quedará cicatriz ama Potter, esto se ha hecho con magia oscura.

La nombrada asintió.

-Gracias Krecher, puedes retirarte.

El elfo hizo una pequeña reverencia y se marchó.

Un silencio se instaló en la sala, que fue roto tras unos segundos por la voz temblorosa de Jade.

-Lo siento Debs, debí haberme defendido mejor, pero cuando vi a mi padre allí me quedé paralizada, no fui capaz de hacerle daño y gracias a eso tu has tenido que usar una imperdonable.

La chica frente a ella negó con la cabeza restándole importancia. Era consciente de que estaban en una guerra y que de un momento a otro iba a tener que usarlas.

Lo que de verdad le asustaba era que no se arrepentía, ese hombre merecía sufrir.

-Un padre no debería atacar a su hija, nunca. No eres débil, él lo es.

Jade sonrió levemente y se dispuso a contestar, pero la conversación fue interrumpida por ruidos en la puerta.

-Intrusos.

Murmuró Deborah poniéndose en guardia.

¡Hola!

Extraño a Corvus😭.

Pero voy adelantando que volveremos a verle pronto jajaj.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

¿Cuál ha sido vuestra parte favorita?

Nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: #black