~LVIII~
La primera reunión de el grupo de estudiantes tendría lugar aquella tarde, después de que Neville hubiera encontrado la sala de los menesteres.
Edmund y Deborah se encontraban en su sala común, charlando sobre su trabajo de encantamientos.
Ed miraba de vez en cuando al sofá de enfrente.
Jade dibujaba algo en su libreta mientras fingía escuchar las charlas de Draco, quien se encontraba junto a Corvus.
Se sentía triste por no poder estar con su novio, si bien al principio estuvo de acuerdo con lo de la relación en secreto, ya llevaban casi tres años de relación y le dolía tener que seguir ocultándose, más aún cuando era obvio que Corvus le escondía algo.
-Ed, vámonos o llegaremos tarde.
El chico asintió y ambos salieron de la sala común bajo la atenta mirada de Corvus y Jade.
El primero suspiró, mientras que la morena maldecía por lo bajo.
Ahora no podría terminar su dibujo.
***
Cuando Deborah y Edmund entraron a la sala ya había bastante gente allí, sentada en cojines y mirando a Harry.
Se apresuraron a unirse al resto del grupo.
-Hoy aprenderemos los hechizos básicos de defensa....
Ed se giró hacia su amiga mientras que Harry seguía explicando.
-Recuérdame por qué no estás tú dando clase, vas para aurora.
Deborah golpeó su pierna y le indicó que siguiera atendiendo.
-¿Por qué no comenzamos con unos duelos para practicar el desmaius?
Todos asintieron y se colocaron en fila.
-Vale, os demostraré como se hace. ¿Algún voluntario para el primer duelo?
Nadie levantó la mano por lo que Deborah rodó los ojos.
Hermione observó ese gesto y sonrió.
-¿Quieres probar tú Deborah?
La morena negó con la cabeza.
-No creo que sea una buena idea Granger.
La castaña negó y arrastró a la chica a la pista.
-Díez galeones a que gana Deborah.
Le susurró Fred a su hermano.
-Por favor, Debs va a comérselo vivo.
Se unió Edmund a la conversación.
Harry suspiró nervioso, sabía que su hermana era una hechicera excelente.
-A la cuenta de tres ambos lanzamos el desmaius.
Hermione se encargó de realizar la cuenta atrás y ambos Potter atacaron, pero para sorpresa de todos ninguno salió volando.
Harry miró confuso a la chica frente a él.
-Tienes que enseñarles a hacer el hechizo, no servirá de nada si sales volando.
Los gemelos se miraron confusos entre ellos, no teniendo muy claro quien había ganado la apuesta.
Cuando Harry comenzó a explicar la técnica, Ed se giró hacia ellos.
-Ha ganado el que haya apostado por Debs, obviamente.
***
Y así fueron pasando los meses, antes de que Deborah se diera cuenta, diciembre había comenzado.
Aquel día Umbridge había decidido retenerles en el castigo más tiempo de lo normal.
El toque de queda ya había pasado hace un rato, debían llevar horas con aquello.
Deborah se concentraba en no hacer muecas que demostraran su dolor, a pesar de estar mareandose.
De vez en cuando echaba un vistazo en dirección a su hermano, para comprobar si se encontraba bien.
Los brazos comenzaban a temblarle por la pérdida de sangre y su labio sangró de tanto morderlo.
Cuando Umbridge les dijo que ya era suficiente ninguno de los hermanos Potter se sentía capaz de andar.
Con mucha dificultad, Deborah se puso de pie apoyándose en su silla y miró a su hermano, quien imitó su gesto.
Apoyados el uno en el otro comenzaron a bajar las escaleras.
Deborah trataba de sostener a su hermano lo mejor que podía, pero las escaleras comenzaban a dar vueltas.
No supo bien cuando ni quien fue, pero de un momento a otro los hermanos Potter cayeron por las escaleras.
Deborah cerró los ojos esperando el golpe, pero unos brazos la agarraron de los hombros.
Se tensó ante aquello y se apresuró a sentarse en el suelo.
Observó con sorpresa como George sostenía a su hermano.
-Fred, hay que llevarles a la enfermería.
Su gemelo asintió y miró a la chica, quien se había soltado de él.
-Vas a necesitar ayuda para ir a la enfermería Potter.
La morena negó con la cabeza aún mareada.
-No hace falta, llevad a Harry, a mi se me pasará enseguida.
Los gemelos intercambiaron miradas dudosos, sabiendo que era prácticamente imposible obligar a Deborah a hacer algo que no quería.
Fred sonrió levemente.
-De acuerdo, pero vas a tener que dejar que te cure la herida, a este paso de vas a desangrar.
George se fue cargando a Harry y Fred se arrodilló frente a la chica.
Miró a Deborah pidiendo permiso y cuando esta asintió incómoda, tomó su brazo con delicadeza y comenzó a susurrar hechizos intentado frenar el sangrado.
Se mantuvieron en silencio hasta que la herida de la chica dejó de sangrar.
Deborah hizo un amago de querer levantarse, pero sólo provocó otra caída que fue detenida por Fred.
Una vez más, la chica se soltó de su agarre mientras bufaba, se sentía una inútil al no poder levantarse.
-¿Por qué te incómoda tanto que te toque Potter? Solo intento ayudarte.
Deborah no contestó, más Fred no le dio importancia y buscó algo en sus bolsillos, para luego sacar un caramelo con una sonrisa victoriosa.
-¡Voila! Esto te ayudará con el mareo.
La morena alzó una ceja.
-No pienso comerme ningún caramelo que tú me des.
Fred soltó una carcajada ante lo dicho por la chica.
-Me parece justo, me alegro de que hayas recuperado tu sentido del humor. Se te está pegando de pasar tanto tiempo conmigo.
Deborah negó con la cabeza divertida.
-No me queda otra, literalmente no puedo irme.
Fred volvió a reír.
Realizó un movimiento descuidado con el brazo que rozó la mano de Deborah, al instante la chica la apartó.
El pelirrojo la miró esta vez algo dolido.
-¿Por qué te asustas cuando te toco? No voy a hacerte daño.
La moreno negó.
-Yo no me asusto.
Fred alzó una ceja.
-Vale, no te asustas, te pones nerviosa.
Deborah apartó la mirada, pero su voz no tembló al decir la mentira.
-No me pongo nerviosa.
-¿No? Está bien. ¿Y qué pasa si hago esto?
Acarició el brazo de la chica, causando que a esta se le erizara la piel.
Deborah se removió incómoda, pero no le apartó, tratando de mantener su orgullo intacto.
-No estoy acostumbrada al contacto físico, no me gusta.
Fred sonrió levemente.
-Pues a mi me encanta, sobre todo cuando es contigo. Me gustó abrazarte el año pasado, a pesar de la situación.
Deborah miró a sus manos, completamente avergonzada al recordar lo que ocurrió aquella vez.
El chico junto a ella pareció notar lo que le ocurría, pues se colocó a su lado y le dio un pequeño empujoncito.
-Hey, acuérdate de lo que te dije. No tiene nada de malo expresar tus sentimientos.
La morena frunció el ceño.
-Eso es mentira. Cuanto más sabe una persona de ti, más daño puede hacerte y desgraciadamente para mí tú sabes demasiado.
Fred se sorprendió ante el punto de vista de la chica.
-¿Es esa la razón por la que siempre intentas no estar conmigo? ¿Te da miedo que te haga daño?
Deborah se encogió de hombros.
Fred apoyó una mano en el hombro de la chica.
A pesar de sentir como la chica se tensaba no se apartó, al contrario, giró con delicadeza la cara de la chica hacia él.
-Escúchame bien Deborah Potter. No sé cuántas veces más voy a tener que repetir esto, pero puedes confiar en mí, yo nunca de haría daño.
Pero la morena no pudo contestar.
Entre las palabras de Fred y que la mano de este se había quedado reposando en su mejilla no podía pensar con claridad.
El chico también pareció darse cuanta de su cercanía, pero en lugar de apartarse observó los labios de la chica.
Deborah se puso aún más nerviosa al notar aquello, pero no pudo evitar hacer los mismo.
Unos segundos pasaron hasta que Fred se decidió.
Debroah cerró los ojos cuando los labios del chico se posaron en los suyos.
¡Hola!
Nuevo capítulo y beso de Fred con Debs (inserte nombre de ship)
¿Qué os ha parecido el capítulo?
¿Qué creéis que va a pasar ahora con estos dos?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro