~LIX~
Sintió como si su corazón fuera a explotar, pero no de una manera desagradable.
Dejándose llevar por sus impulsos correspondió el beso del chico.
Durante unos segundos su mente pensó que aquello podría ser bueno, que besar a Fred podría convertirse en algo normal.
Pero la realidad cayó en ella como un jarro de agua fría.
Besarse y tener sentimientos el uno por el otro implicaba ser sinceros y vulnerables el uno con el otro.
Por mucho que últimamente algunas de sus murallas se hubieran caído, aún no estaba lista para exponerse a alguien de esa manera.
Separó sus labios del chico y salió todo lo rápido que su mareo le permitió hacia su sala común.
Fred tardó en reaccionar pues estaba aturdido por el beso.
Sus mejillas estaban sonrojadas y los latidos de su corazón eran acelerados.
Le había correspondido el beso, de verdad lo había hecho.
Se levantó del suelo mirando el camino que ella había tomado.
Lo cierto es que, conociendo a Deborah como lo hacía sabía que era poco probable que ella se quedara junto a él para hablar de sus sentimientos.
Eso no era algo que la morena haría.
Pero Fred no se dio por vencido. Había besado por primera vez a la chica y se encargaría de que no fuera la última.
***
Deborah llegó a la sala común apoyándose en las paredes, pues había perdido la poca fuerza que recuperó minutos atrás.
Al cruzar el retrato lo primero que se encontró fue a un Ed preocupado.
-¿Estás bien? Esa perra te ha tenido allí más tiempo del necesario.
Deborah negó con la cabeza quitándole importancia mientras que el chico la ayudaba a sentarse en un sofá.
-¿Estás bien Debs?
La chica volvió a asentir ante lo dicho por Corvus, quien se agachó frente a ella con Jade detrás, aprovechando que no había nadie más en la sala común.
Esta última intercambió una mirada incómoda con Ed antes de sentarse cerca de su amiga.
-Tienes mala cara, ¿seguro que estás bien?
Deborah asintió.
Seguía aturdida por el beso y más que nada se sentía triste.
A ella le encantaría ser una chica normal y salir con la persona que le gusta, pero no era así.
Ella era incapaz de dejar que otros la vieran vulnerable, no sabía expresar sus sentimientos...
Lo mejor para Fred y para ella sería seguir caminos distintos.
Pero a pesar de que la razón le decía aquello, no podía evitar sentirse como una idiota.
-Fred me besó.
Se limitó a decir.
Sus amigos pusieron caras de sorpresa.
Ed fue el primero en salir de aquello pues sonrió divertido.
-Nuestra Debs es toda una rompecorazones, ¿qué hiciste?
Su amiga negó con la cabeza.
-Salí corriendo hasta aquí.
La sonrisa de Ed disminuyó.
-No lo entiendo, se supone que te gusta.
Intervino entonces Corvus.
-Es complicado y no quiero hablar más del tema, voy a irme a dormir.
Jade se levantó de su asiento.
-Te acompaño, no te vayas a caer por las escaleras.
Deborah asintió y ambas chicas subieron a las habitaciones.
Una vez en la puerta Jade la miró.
-Debs, quizá deberías darle una oportunidad a Weasley.
La chica alzó una ceja.
-¿No eres tú la que siempre me dice que las personas son una mierda?
Jade sonrió triste.
-Sí, pero si esa mierda te hace feliz merece la pena arriesgarse, tú que puedes hazlo.
Deborah negó poniéndose más seria.
-Yo tampoco puedo Jade.
Y dicho esto se metió en su habitación.
***
En la sala común un tenso silencio rodeaba a Corvus y a Edmund.
-¿Me contarás algún día que significaba aquello que dijo Jade?
Corvus se pasó una mano por sus rizos frustrado.
-Ya te dije que solo fueron idioteces suyas porque estaba enfadada.
Edmund frunció el ceño.
-Y yo te dije que te conozco lo suficiente como para saber cuando me mientes.
Corvus no añadió nada más por lo que Edmund se fue enfadado.
El de cabellos rizados dio una patada al suelo frustrado, odiaba discutir con Ed, pero no podía contarle lo que ocurría o nunca podrían volver a estar juntos.
-¿Corvus?
El mencionado giró su cabeza hacia la entrada de la sala común, desde la que su primo le miraba preocupado.
-¿Estabas aún en el castigo?
El rubio negó con la cabeza.
-En la enfermería.
El moreno no preguntó más y se sentó en el sofá, siendo imitado por su primo segundos después.
Draco rompió el silencio que se formó entre ellos.
-¿Te acuerdas lo que me dijiste un día? Acerca de lo de las creencias de sangre.
Corvus se limitó a asentir, sin saber a donde quería llegar el rubio con aquello.
-¿Nunca te has planteado que puede que lo que mis padres nos enseñaron no sea verdad?
Su primo volvió a asentir.
-Sé que no es verdad.
Draco le miró durante algunos segundos.
-¿Y no te da..... Miedo?
Corvus se encogió de hombros.
-Al principio sí, pero luego el mieod es sustituido por frustración y todo eso desaparece cuando estás con la persona que te ha hecho cambiar.
El rubio le miró confuso.
-¿Y quién es esa persona? ¿Potter?
Corvus sonrió divertido y negó con la cabeza.
-Edmund.
Draco se sorprendió aún más ante aquello.
-¿Eres homosexual?
Corvus asintió de nuevo.
-Y si estás enamorado de otro, ¿qué vas a hacer con tu compromiso?
Un escalofrío recorrió la espalda del chico y suspiró frustrado.
-Ni idea. Aún no se lo he dicho, me da miedo perderlo, pero también me da miedo enfrentar a los tíos. Lo único bueno es que mi prometida tampoco está interesada en mi.
Draco bajó la mirada a sus manos, no se imaginaba lo mal que lo debía de estar pasando su primo.
-Entonces, ¿te vas a casar?
Corvus suspiró.
-Supongo, no es como si tuviera muchas opciones.
Draco apoyó una mano en su hombro.
-Pase lo que pase, estamos juntos en esto Corvus.
El moreno sonrió antes de asentir, sintiéndose orgulloso de su primo.
¡Hola!
Capítulo corto pero intenso.
¿Qué os ha parecido?
¿Parte favorita?
¿Alguna teoría?
Nos vemos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro