Edmund salía junto a Deborah se clase de pociones, riéndose ante la cara de exasperación de su amiga.

La morena por su parte, iba murmurando todo tipo de insultos hacia Snape y toda su inexistente descendencia.

-Míralo por el lado bueno, es el último año que tendrás que aguantar sus insultos, en cuanto te gradues le rentas a un duelo.

Deborah se encogió de hombros, no pareciéndole tan mala idea.

-¿Qué nos toca ahora?

Su amigo sacó la hoja con su horario.

-DCAO con Gryffindor.

Deborah rodó los ojos. No le apetecía dar clase con ese bicho rosa.

-¿Sabes? He estado pensado una cosa. No sé si aquí se usan, pero en el mundo muggle hay unas cosas llamadas pistolas que acabarían con esta guerra en un momento.

Su amiga le miró extrañada mientras el se reía para si mismo.

-Hablaré con la profesora de estudios muggles.

Llegaron al aula de DCAO y se sentaron juntos en un pupitre a esperar a que la clase comenzara, lo cual no se hizo esperar, pues Umbridge se aclaró la garganta.

-Bienvenidos a la clase de defensa contra las artes oscuras, este curso será especialmente importante puesto que.....

Pero el aburrido discurso de la mujer se vio interrumpido por la puerta abriéndose fuertemente.

Los gemelos Weasley y Lee Jordan entraron apresurados, soltando alguna que otra risa.

-Sentimos llegar tarde profesora.

El tono burlón de los gemelos al dirigirse a la mujer era notable.

Umbridge frunció el ceño.

-30 puntos menos para Gryffindor señores, ahora siéntense.

A regañadientes, el trío de Gryffindors obedeció, quedando sentados en el pupitre junto al de Deborah.

-Como iba diciendo, este curso es extremadamente importante puesto que os enfrentareis a los exámenes que decidirán vuestro futuro.

Deborah dejó de prestar atención a lo que decía la mujer, pero su voz chillona seguía taladrando sus oídos.

-¿No vamos a usar varita?

Volvió a conectar cuando escuchó aquella pregunta salir de Angelina Johnson.

-No querida, seguiremos el libro que ha sido proporcionado por el ministerio, puesto que la teoría es lo que necesitáis para aprobar los exámenes que es lo que debería interesaros.

Dos manos más se levantaron un Slytherin y una Gryffindor, ambos con cara de pocos amigos.

Umbridge sonrió al Slytherin, pensando que si era de aquella casa estaría a su favor.

-Hay una parte práctica en los exámenes, la teoría no nos sirve si no practicamos.

Lo dicho por el chico recibió varios asentimientos entre el resto de la clase.

-Si os sabéis bien la teoría deberíais ser capaces de ejecutar sin problemas la práctica en los exámenes.

Pero nadie se dio por satisfecho ante aquella respuesta y la mano de la chica de Gryffindor seguía alzada.

-Profesora, se supone que lo que aprendamos en el colegio nos prepara para la vida real.

Dijo muy firme.

-¿Y para qué os servirá esto en la vida real? ¿Quién querría atacaros?

Un silencio tenso se hizo en la clase.

Si bien hubo algunos que pensaron sin dudar en Voldemort, la gran mayoría no se creía las palabras del director, pero los Slytherins sabían que era mejor prevenir que curar.

La misma chica de antes fue la que cortó el silencio.

-No hace falta que nos ataque nadie profesora, yo quiero entrar en la academia de aurores el curso que viene y voy a necesitar práctica.

Umbridge frunció el ceño ya molesta.

-¿Cómo se llama señorita?

La muchacha de Gryffindor miró desafiante a la mujer.

-Sydney Collins profesora.

-Bueno, señorita Collins, mi trabajo es asegurarme de que pasáis los exámenes este año, lo que ocurra más adelante es problema de otro profesor.

La castaña frunció el ceño y miró al suelo sin añadir nada más.

Deborah se sintió mal por la chica y miró fulminante a la profesora, al igual que la mayor parte de el alumnado.

Cuando la clase acabó y salieron del aula se cruzaron con los Gryffindors de quinto año, quienes tenían clase allí.

-Tened cuidado, es un sapo malo.

Escuchó como advertían los gemelos al trío de oro.

***

Una vez acabadas las clases del día, Deborah aprovechó el buen tiempo para salir a fumar al patio.

Caminó buscando un lugar donde nadie podría molestarla, pero se detuvo al ver a Jade.

La chica le daba la espalda, estaba sentada con los pies metidos en el lago mientras soltaba caladas de su cigarro.

Deborah caminó hasta llegar junto a ella y se sentó a su lado.

-Hey.

Recibió un asentimiento por parte de la chica, quien volvió a mirar melancólicamente al lago tomando una calada.

Deborah observó a la chica junto a ella, notando que algo no iba bien.

-¿Qué tal las vacaciones?

Preguntó ella con cautela.

Jade suspiró.

-Pues han sido una mierda. Parece que mi madre ha superado su depresión por mi padre ahora que voy soy mayor de edad. Ha encontrado algo con lo que mantenerse entretenida.

Deborah la miró confusa, no comprendía que tenían que ver esas dos cosas.

Jade pareció notar que su amiga no entendía lo que le había querido expresar.

Metió la mano en su camisa, de la cual sacó un colgante que llevaba un anillo dentro.

Deborah examinó el objeto. Aquel no era un anillo normal, aquel lucía una gran, verde y reluciente piedra en le centro.

Eso era un anillo de compromiso.

-¿Quién?

Fue lo único que alcanzó a decir la chica, sin salir de su asombro.

Jade se encogió de hombros y apagó su cigarro, el cual ya estaba gastado.

-¿Acaso importa? Nunca podré quererle, a mi me gustan las mujeres. Pero desgraciadamente, en esta sociedad de mierda las mujeres de familias puras sólo servimos para tener hijos.

Deborah asintió, recordando las historias que Andromeda solía contarles a Nymph y a ella sobre sus padres y sus hermanas.

-Supongo que eso es algo que los muggles hacen mejor que nosotros, vamos con un siglo de retraso.

Jade asintió de acuerdo y un silencio se instaló entre ellas.

Deborah no sabía muy bien que decir, pues aún seguía procesando que Jade se iba a casar.

Tras varios minutos, Jade decidió romper aquel silencio.

-¿Y tú qué tal Potter? Imagino que tener de vuelta al asesino de tus padres no debe ser muy agradable.

La nombrada alzó una ceja.

-¿Crees que Voldemort ha vuelto? ¿Nos crees?

Jade se encogió de hombros.

-No me lo creería si viniera de Dumbledore. Pero tú dices que ha vuelto y no eres ninguna mentirosa.

Deborah asintió apartando la mirada algo avergonzada.

-Gracias, supongo. Y he estado bastante ocupada este verano, preparándome para cuando ese bastado vaya a por mi hermano.

Jade soltó una carcajada ante sus palabras.

-Ya puede tener cuidado el señor de los calvos, que viene la hermana sobreprotectora.

¡Hola!

Nuevo capitulo y primera de DCAO.

Also Jade está comprometida en un matrimonio arreglado por su madre, por si alguien no lo ha entendido jajajj.

¿Alguna teoría de con quién está prometida?

¿Parte favorita?

¿Teorías de futuro?