Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

~II~

-Este jurado declara a Regulus Black inocente y se le devuelven todas sus posesiones.

El menor de los Black subió la cabeza y le dio un pequeño asentimiento de cabeza al ministro.

Se alegraba de recuperar su libertad, pero la tristeza le impedía alegrarse.

Así que, como su madre le había enseñado, puso una cara seria y neutral y salió de la sala tratando de no pensar en que su hermano se encontraba en Azkaban.

Conocía a Sirius y sabía que, por suerte o por desgracia, era un Gryffindor y que preferiría morir antes que traicionar a sus amigos.

Pero así iban las cosas, necesitaban encerrar mortífagos así que no le hicieron ni juicio.

Él había tenido suerte de que Dumbledore testificara a su favor.

Pero una declaración de inocencia no borrarían de su mente las horribles cosas que había visto, sus pesadillas por la noche ni la marca que había en su brazo izquierdo, recordándole constantemente lo idiota que fue.

Regulus suspiró y salió del ascensor y dirigirse hacia una chimenea dispuesto a no volver en un largo tiempo a ese lugar.

Pero hubo algo que le hizo detenerse.

-¡No por favor!

Se giró al escuchar el grito de una niña, pues no era lo normal que alguien trajera a una cría tan pequeña a un lugar como aquel, y menos tenerla tan asustada.

La imagen de una pequeña con cabello azabache abrazada a la pierna del Remus Lupin mientras unos hombres del ministerio intentaban arrancarla de allí le sorprendió bastante.

Se acercó un poco más, curioso por lo que fuera que ocurría allí.

-La mayor de los Potter, se la quieren llevar a un orfanato fuera de Inglaterra ahora que sus padres han muerto, una vergüenza.

Regulus asintió ante lo que le dijo aquel viejo mago y se acercó todavía más.

-¡Niña, no me hagas hechizarte, ven aquí!

La pequeña sollozaba y se abrazo aún más a la pierna de Remus, el cual parecía al borde del llanto.

-Por favor, ¿no hay otra forma de solucionar esto?

Aquel hombre negó, y se dispuso a sacar su varita.

Al ver a la pequeña llorando así, Regulus no pudo evitar acordarse de su hermano. Él habría hecho lo imposible para no permitir que aquella chiquilla sufriera, pero no podía, porque estaba en Azkaban.

Suspiró, sabiendo que lo que iba a hacer sería duro, pero lo haría por su hermano.

Sacó su varita y desarmó a los hombres del ministerio mientras que se colocaba delante de Lupin y la niña.

-Quiero adoptar.

Y con esas palabras cambió su vida para siempre.

Unas horas después y tras haber hablado con Lupin y llegado a un acuerdo se acercó a la pequeña.

-Hola niña, me llamo Regulus y soy el hermano de tu tío Sirius y te vas a quedar en mi casa.

La cría le miró asustada, aún no sabía que había ocurrido con sus padres, pero aún así tomó la mano que él hombre le ofrecía. Si era hermano del tío Sirius no podía ser malo.

Cuando Regulus sintió la mano de Debbie en la suya pudo ver como temblaba.

Rodó los ojos enfadado, ¿qué cojones le habían hecho a esta niña en el ministerio?

Cuando entraron a la casa de los Black, Debbie apretó aún más la mano de Regulus, causando que este la mirara.

-Sé que le casa da un poco de miedo niña, pero no hay nada peligroso aquí.

Debbie asintió no muy convencida.

Krecher apareció justo frente a ellos mirando a la niña con curiosidad.

Ante la súbita aparición del elfo la pequeña saltó y, con lágrimas en los ojos se escondió tras las piernas de Regulus.

-Niña, no pasa nada, es mi elfo doméstico y no te hará daño.

Debbie salió poco a poco de las piernas del hombre y se acercó al elfo.

-Krecher, ella es Deborah Potter, la he adoptado, así que de ahora en adelante la tratarás como si fuera mi hija.

El elfo gruñó y miró mal a la niña, para luego asentir.

-Prepara la cena, le enseñaré la casa y luego iremos.

Krecher asintió y desapareció.

-Ven conmigo, te enseñaré tu habitación.

Debbie siguió a Regulus, el hombre le daba un poco de miedo. No parecía igual de bromista y alegre que su tío Sirius, pero a parte de Remus y el gigante de barbas era la única persona que había sido bueno con ella.

Regulus abrió la puerta de la habitación de invitados y ambos entraron.

Debbie se estremeció. Aquel lugar era muy negro y oscuro, no se parecía en nada a su casa, quería irse a su casa.

Regulus miró como los ojos de la niña observaban curiosos y asustados la habitación.

Él en cambio se preguntaba si debería hacerle un hechizo reductos a aquella cama, que, claramente era demasiado grande para la pequeña.

Aquella noche ambos cenaron en silencio.

Debbie estaba demasiado asustada para decir nada, lo que era normal, para una niña de tres años a la que habían sacado de su casa y alejado de todo lo que conocía.

Y Regulus pensaba algo que decir, pero no se le ocurrió nada. ¿Qué le dices a una niña que no conoces de nada a la que has adoptado por impulso? ¿Qué le dices a una niña que lo ha perdido todo tan joven?

Y eso le abrumaba, ahora el era el encargado de cuidar de aquella chiquilla por el resto de su vida, y no tenía ni la más remota idea de cómo hacerlo.

Cuando terminaron de cenar y Krecher se acercó a retirar los platos, Debbie se giró hacia él.

-Gracias por la cena, estaba deliciosa.

Fue un susurro, pero hizo que, tanto Regulus como Krecher esbozaran una pequeña sonrisa.

Al elfo aún no le hacía gracia tener a una hija de traidores en su casa, por lo que se limitó a hacer una reverencia para después irse.

-Bueno niña, hora de dormir.

Regulus la acompañó a su habitación y esperó a que la niña se hubo puesto el pijama.

La ayudó a subir a la cama y la tapó con las mantas.

-Buenas noches niña.

Y dicho esto se dirigió a su habitación.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: #black